Prologo 1: Sirius.

Cuando Harry se enteró de que sería padre no le resulto difícil escoger un nombre para su primogénito, no, en lo absoluto, cuando acabo la guerra él sabía perfectamente que nombres quería para sus descendientes. Nombres que tenían un gran significado para él, serian nombres especiales, nombres de las personas que más había amado, respetado y que le habían ayudado a lo largo de su aventura enseñándole lecciones de vida.

Sin embargo eran demasiadas personas, demasiados nombres y tal vez los que él había escogido no concordaran con sus hijos.

Cuando se enteró de su primer hijo pensó en Ronald, ¿qué mejor nombre que el de su mejor amigo? Aquel que había estado con él desde los 11, en las buenas y en las malas, aquel que era su cuñado. Si definitivamente pensó que sería el mejor nombre para ponerle a su niño, oh porque estaba seguro que sería niño, oh pero, seguramente sería un gran merodeador también, así que dudo, tal vez Ron era su mejor amigo, pero, había un mejor nombre. Fred.

¡Era perfecto! James Fred Potter, sería el más grande merodeador que hogwarts haya tenido, un potter y weasly , definitivamente sería más que grande.

Pero cuando Harry vio por primera vez a su hijo, cuando tuvo a ese pequeñito ser en sus brazos, y lo vio con sus enormes y brillantes ojos marrón, simplemente supo cómo se llamaría, no había duda. James Sirius Potter.

Era exactamente la réplica de su padre, estaba seguro, sin embargo había algo que le recordaba bastante a su padrino.

No sabía que era, pero era simplemente perfecto.