Humano…

Por qué nadie podía entenderlo?

Acaso era tan difícil?

El amaba! El sentía! El vivía alrededor de esas personas que lo odiaban, intentando ser humano; un humano con un monstro interior, no un monstro ficticio que se refería a el mismo. Uno que se había tragado su corazón poco a poco y había bebido sus sentimientos en una copa de vino color sangre, produciéndole un sabor metálico en la boca. Un sabor repulsivo que antes los ojos mas sádicos era adictivo. Matar te da una razón para vivir. Estaba en un espacio vacío, donde reinaba solo la oscuridad y el frio. Nuevamente sentía que se caía. Hasta llegar a un pozo de barro color rojo, con sabor metálico y que poco a poco se lo tragaba, hundiéndolo hasta el cuello. Gritaba fuertemente, pero el eco de un lugar vacio regresaba a sus oídos. No podía ver ni sentir, ahora era uno con esa arena rojiza y ese putrefacto olor. Estaba a punto de matar a otra persona una embarazada con ojos de cordero y que sentada en el piso no podía huir, la victima perfecta. Sus ojos desorbitados y su frente manchada por el sudor, sus cabellos rojos como la sangre y esa cicatriz que ardía. Pero esa mujer, se transformo en una bestia del mismo color que el desierto, aun así quería matarlo, olía a sangre; pero con una garra de gran tamaño tomo su pecho en el lado izquierdo y ahora sentía una opresión, como poco a poco su corazón dolía y se desgarraba.

Lloro.

Lloro como nunca lo había hecho.

- Gaara! – se escucho un grito preocupado – Gaara por favor despierta.

El monstro había desparecido, el yacía aun llorando con la cara entre sus rodillas.

- Gaara! – ahora la voz era más suave y cálida, su cuerpo se sentía cálido.

Abrió los ojos, para encontrar otros tan profundos como el mar y unas mejillas rosadas por donde corrían lagrimas.

- Gaara, Gaara – lo hacía reaccionar.

- naruto – pronuncio levemente con acurrucándose en el pecho se su amante.

- creo que tuviste una pesadilla – pronuncio la dulce voz.

Se secaron las lágrimas. La blanca tez del pelirrojo ahora se sonrojaba ligeramente. Ocultando su expresión de alivio, repitió mentalmente "la razón por la que te amo"

Sus pesadillas eran constantes, pero ese rubio siempre se encargaba de despertarlo y tranquilizarlo con su dulce voz, salvarlo de ese monstro que lo volvería una bestia, un asesino, y recordarle por enésima vez, que era tan humano y buena persona como dichoso rubio, con gran corazón.

….

Bueno! Sin nada mas que decir!

Solo les pido que me dejen un review!

Diganme que tal!°?