Cuando era joven, yo tendría cuatro o cinco años, tuve un sueño en él se me apareció una especie de zorro rojo con cuernos y me partía en dos... me desperté asustado llorando y fui corriendo a contárselo a mi abuelo, mi abuelo me dijo que ese zorro que se me aparecía era el diablo, él me dijo que era un señor muy malo que vivía en el infierno, yo sabía que si me dormía el diablo estaba ahí. Listo para volver, el mal existe padre tomas y no se llega a papa si uno no lo ha visto un par de veces al menos
-Padre nuestro que estas en los cielos-cuelga su cruz en las manos de una estatua de cristo, mientras en el fondo se escucha los suaves pero dolorosos llantos de un pequeño- Santifi… ¿Qué tienes hijo mío? -se sienta en la cama donde se encuentra el niño-
-Tengo miedo…padre Lincoln
-Shh-lleva su dedo a los labios del niño- No tengas miedo…
-Pe…pero…-asustado el niño dirige su mirada a Lincoln que en esos ojos azules se reflejaba lo más cruel e inhumano que existía.
-cado sea tu nombre-se saca su bonete- Venga a nosotros tu reino.
Hágase tu voluntad…. ¿Cómo seguía mi niño?
-así. -tembloroso dijo- en la tierra como en él, en el. cielo
-Perfecto… ves que no es difícil-sonríe al niño que sus ojos se volvieron rojos de tanto llanto- pero no nos dejes… caer en la tentación… más yo soy el mal.
-Asustado el niño patalea al ver que Lincoln comento a acercarse más y más…
En ese mismo instante golpean en la puerta del despacho del Cardenal.
-Padre, necesita venir pronto. Tiene visitas-exclamo
-Molesto Lincoln se acerca a la puerta y exclama- Sin pedir de ante mano una reunión conmigo… es sábado y mi agenda está libre.
-Señor… creo que -es interrumpido por una persona.
-No crees que a la familia… ¿no se le atiende por turnos?
-Esa voz…. Tan dulce-abre la puerta y la cierra lo más rápido que puede-ven aquí sobrina mía-extiende sus brazos
-Tío Link-corre a abrazarlo- hace años que no te veo…
-Lo sé, es que ahora soy un cardenal, el más joven de los últimos 1.000 años…
-Padre, solo tiene cuarenta y tres años…-exclama el joven
-Aun es el joven tío que nos cuidaba a mí y a mi primos-le sujeta la cara.
Jeje…-se acomoda la ropa- ¿Qué te trae a la iglesia mi querida Lumi?
-Es mama…necesito que ores por ella, se encuentra muy mal de salud, en su último viaje a parís le agarro una fiebre y ahora no puede caminar…
-Mi querida hermana Leni está mal…-agacha su cabeza- discúlpame hija mía… perdón mi sobrina puedes acompañarme a caminar un rato-exclamo Lincoln.
En ese momento ambos comenzaron a caminar, mientras el cardenal Lincoln hizo una seña a al joven, el joven entendió de inmediato que tenía que hacer, entro a su despacho y se llevó al niño de los tirones sosteniéndolo de su brazo. Mientras tanto en el parque de la iglesia, se sentaron ambos en una vieja banquilla de madera.
-Cuéntame que le paso a mi hermana…
-Cómo te dije tío, perdón… padre, perdón… ¿cómo le digo Padre o tío?
-Lumi… eres mi sobrina, llámame como gustes… además se nota que heredaste lo de tu madre-sonríe de manera tierna mientras ve dulcemente los ojos de su sobrina.
-Perdón tío… mama estaba en el certamen de la moda en Paris y me dijo que comenzó a marearse y… bueno empezó todo, ella se sentía muy mal, comenzó a vomitar y… luego se desmayó-las lágrimas salían de su joven rostro.
-ven conmigo mi pequeña-le abraza fuertemente a su sobrina.
-Tío… ¿porque no llevas tu cruz? -pregunto confundida
-es que estaba cambiándome… y justo llegaste tu-exclamo con voz segura y tranquila
Pasaron unos minutos y ambos continuaron caminando, por lo lejos se veía un señor viejo, de unos 70 años aproximadamente, con el ceño fruncido que se acercaba al cardenal Lincoln, su túnica totalmente negra, símbolo de un jesuita. Al ver a aquel anciano, Lumi sale corriendo para ayudarlo a caminar, ya que el muy pobre encorvado apenas podía caminar.
-Muchas gracias mi niña, mi señor-con voz baja y tomada- necesito que firme estos papeles del consejo de cardenales…
-Muchas gracias Sebastián, me encargare de firmar…-observa el sello azul con las letras F.I.F.A- Sebastián… ¿esta es?
-Si mi señor…-se sienta en la silla.
- ¿Se encuentra bien padre? -pregunto preocupada Lumi.
-Si hija mía, son los años que llevo de devoción los que ahora pesan en mi cuerpo…
-Pero usted ha vivido una buena vida, ¿No cree?
-eh vivido lo que dios ha querido-observa el cielo.
Mientras Sebastián y Lumi hablaban, Lincoln abrió el sobre que en su interior contenía un papel escrito a puño y letra que decía "Un pequeño regalo para el próximo Papa…" En el sobre se incluía una memoria USB.
-Emm… Sebastián, ¿esto es una broma? -disgustado pregunto el cardenal Lincoln.
-No señor, lo trajeron en persona dos hombres vestido de traje negro
-Ya veo…-levanta la memoria USB- Era íncipit noven… Sobrina, iré a mi despacho necesito revisar un par de cosas…
-descuida tío, yo ya tengo que irme a cuidar a los hijos de Maggie y Luan…
-Entiendo, el deber te llama-sujeta de los hombros a su sobrina y le da un abrazo- diles que un día de estos iré a visitarles.
-Esperan tu visita…quieren conocerte los pequeños.
-Lo hare, pronto iré…-exclamo con voz calmada
En ese momento el cardenal Lincoln se despide de su sobrina y se dirige lo más rápido que puede a su despacho dejando en la banca al padre Sebastián. Al llegar a la puerta de su despacho encuentra al mismo joven que estaba la primera vez.
-Hijo mío… necesito que nadie-le levanta la mano- nadie entre a mi despacho.
-Señor, lo que usted pidió está ahí…
-Por favor, saca al niño y que no diga nada de lo que paso, necesito revisar algo. -preocupado exclamo el cardenal
-Como usted ordene padre-Entro al despacho de Lincoln y saco a una pequeña niña del lugar, de la misma forma que lo hizo con el primer niño.
-Mira al cielo- Perdóname dios, sé que eh pecado-exclamo Lincoln
Entra lo más rápido que puede al despacho, se sienta en su escritorio y abre su ordenador.
-Haber… si esto ser-es interrumpido por una voz gruesa y algo turbia que le hablaba en el computador.
-Hola cardenal Lincoln, veo que se encuentra bastante bien…
- ¿Quién es usted? -pregunta asustado.
-Coloque la memoria.
-Pero… ¿Qué es esto?
-Sabemos sus vicios, sabemos de sus adicciones, sabemos bien quien es usted y que ha hecho… Solo coloque la memoria y vera.
-Pero.
-¡HAGALO!
Sin negarse más Lincoln coloca la memoria tal como le estaban ordenando. Al hacerlo se abrió una carpeta con cientos de fotos, de varios cardenales de distintos países.
-Ve usted que no es el único… Esta iglesia esta manchada desde hace siglos.
-Pero… ¿porque me muestra esto?
-Porque tu serás el próximo cardenal en llegar al papado, sabemos que tu edad no te lo permite más eres el único que protegeremos.
- ¿Por qué?
-Eso no importa. Solo usa esto como tu boleto de ascensión al trono papal.
-Pero si el anterior papa fue electo hace unas semanas, en unos años tendré la oportunidad.
En ese momento la computadora queda en silencio por unos segundos y termina exclamando "Nos encargaremos". Se apaga el ordenador.
-Dios… santo…-exclama nervioso al escuchar esas palabras- ¿Qué habrá dicho con nos encargaremos?
En ese momento tocan la puerta del despacho.
-Padre Lincoln…
-Esa voz… eres tu R..
Fin del capitulo 1
