Konnichiwa! Hace tiempo que no escribia ningun fic owV asi que puse todo mi empeño en este u-V estuvo en mi mente mucho tiempo y alfin decidi comenzarlo, desde ahora digo que no sera actualizado hasta llegar a los 15 review owV asi que espero que les guste mucho y si quieren la conti pues dejenme comentario. No puedo dar muchos detalles del fic u-V pero mis consejeras dicen que es muy bueno.. (cof cof por lastima lo dicen) espero que lo lean y sientanse libre de dejarme amenazas, cartas explosivas, criticas, insultos o en raros casos buenos comentarios.

Aclaracion: Ningun personaje de Naruto es mio...al menos no todavia (kukukuku)

----------------------------------------------------------------------

Llevaba mucho tiempo corriendo en medio de la noche, mientras gruesas lagrimas de sudor se deslizaban por su piel, los jadeas se incrementaban al igual que el cansancio y la cantidad de sangre que brotaba por sus heridas. Al fin había logrado huir de aquel lugar pero bajo un gran precio. Estuvo a punto de morir por su falta de planeación y por haber subestimado a quien le mantenía en aquel lugar.
Después de horas de pelea, al fin logro salir victorioso y a duras penas había salido de aquel lugar. Sin saber como, había logrado mantenerse corriendo durante unas horas, sobre pasando en el camino a varios otros subordinados de esa serpiente que le había engañado.
Pero era natural que cayera rendido en el suelo, con un brusco golpe, dejo que la sangre fluyera libremente por sus heridas, mientras su respiración acelerada se tranquilizaba de a poco en poco. Después de recobrar conciencia de donde estaba, se dio cuenta de que era el mismo lugar donde vio por última vez su antiguo hogar. Era el bosque cerca del Valle del Fin.
Trato de levantarse usando la poca fuerzas de sus extremidades, pero sin éxito alguno, sus brazos no soportaron el peso y lo hicieron caer de nuevo al piso pero esta vez en un golpe aun mas doloroso puesto que se cabeza fue a parar encima de una piedra. El golpe fue tal magnitud que le hizo perder el conocimiento.
Al menos el dolor desapareció en su estado de inconciencia y por primera vez después de varios días estaba relajado. Y el hecho de que estuviera lo bastante lejos de aquel horrendo lugar, donde fue utilizado, le hacia sentirse fuera de peligro. Aprovecho el estado de en que estuvo inconsciente para poder dormir en paz.
Al despertar, se dio cuenta de que no faltaba mucho para el amanecer, por lo que se vio obligado a moverse, pero cautelosamente para no abrir sus heridas en proceso de cicatrización, hasta llegar a un árbol cercano donde apoyo el peso de su cuerpo de espaldas. El dolor aun era lo que mas dominaba en su cuerpo, pero a comparación del de hace horas antes, se encontraba bastante aliviado. Pero ese estado no duro mucho hasta que no pudo evitar que ruidosos tosidos, acompañados por sangre, surgieran de su garganta. Tuvo que colocarse de rodillas con las manos apoyadas en el suelo mientras en cada tosido el suelo mas se llenaba de sangre. Casi podía sentir como su garganta se partía en dos al igual que su cuerpo. Después de ese horrendo estado, volvió a apoyar su cuerpo en el árbol, mientras los jadeos aumentaban. El único deseo que tenia en ese momento era el de morir o al menos dejar de sentir su cuerpo.
Pero ese deseo fue abandonado al recordar como llevaba en su pequeña mochila unos cuantos vendajes, a duras penas logro tomar su mochila y sacar los vendajes que era una de las pocas cosas que logro salvar. Cortando unos vendajes los coloco alrededor de todas sus heridas con delicadeza. Al menos eso le serviría para detener el flujo de sangre y que cerraran más rápidamente.
El amanecer había llegado al fin y junto a ello una difícil decisión. Regresar a Konoha o seguir vagando solo bajo el peligro de ser encontrado de una forma u otro por cualquiera de las dos personas que le buscaban desesperadamente. Si regresaba a Konoha le iba a ser muy difícil obtener el perdón de la gente a la que traiciono, sin importar el hecho de que había sido un valeroso genin, además de que posiblemente sus compañeros de equipo y su sensei tendrían problemas y serian marginados por estar con el. Eso era algo que poco deseaba, ocasionarles mas problemas no era una opción digna de el. Por otro lado, seguir vagando solo, conseguiría únicamente encontrarse con mas enemigos o mas aliados, una opción bastante arriesgada, sin tomar en cuenta de que aquella persona que le prometió poder le buscaría queriendo vengarse de el o algo peor. Esas eran las únicas dos opciones que el tenia.
La decisión fue simple para el. Tomo sus vendajes sobrantes y los guardo denuevo en la mochila. La coloco sobre su espalda y con algo de esfuerzo logro levantarse del lugar donde reposaba. Comenzó a caminar en dirección hacia el único lugar donde sabia que podía estar tranquilamente y obtener el suficiente poder para cobrar venganza de la persona que le hizo sufrir de pequeño. Donde podría obtener verdaderamente ese poder y no siendo engañado. Ese lugar estaba en sentido a la dirección que tomaba en ese momento…lejos de Konoha.
Lo había decidido, ya no podía volver ahí, no al menos de que se sintiera digno de hacerlo, sabia que su mejor amigo había logrado obtener un gran poder dignamente mientras que el tuvo que jugar de manera sucia. Al diablo todo su orgullo, se había convertido en un cobarde e infeliz. Por eso la única opción que tenía era estar solo y buscar poder a su manera. Pero esta vez, de verdad a su manera.
Ni siquiera el sabia de donde había sacado las fuerzas para poder caminar, o para poder superar el dolor que gobernada en su cuerpo. Sus ropas estaban llenas de sangre seca al igual que algunas zonas en su piel. Pero eso no le era de importancia, solo le importaba llegar a algún arroyo cercano para poder tomar agua.
Al parecer sus plegarias fueron escuchadas ya que no tardo mucho en encontrar uno. De inmediato se postro de rodillas frente a el y comenzó a beber agua con las manos. Pocos segundos de haber saciado su sed pudo observar claramente su reflejo. Su cabello negro se encontraba lleno de suciedad, su rostro blanco al igual que su piel, recordando a la nieve, estaba claramente llena de heridas. Sus únicas ropas eran esa típica camiseta azul y short blanco, era la única vestimenta que no le recordaba su vida con esa serpiente.
Pero algo le faltaba…su protector. Pero estaba en manos de su mejor amigo, lo había perdido después de aquella pelea titánica que habían tenido, donde descubrió parte de la identidad de aquel ex-compañero suyo. Pero ni aunque lo tuviese se lo pondría, un traidor como el no merecía llevar el protector de la frente de Konoha.
En ese momento, sus pensamientos fueron interrumpidos por un extraño sonido cercano, al girarse para ver de donde procedían pudo observar a dos pequeñas serpientes saliendo de un arbusto cercano. Ambas eran delgadas y de no más de 40 centímetros, de color gris y ojos negros pero una de ellas llevaba un pequeño botecito de madera. Ambas serpientes se acercaron al arroyo y llenaron el botecito con agua. Al parecer fueron entrenadas para hacer ese tipo de cosas. Una de las serpientes se la acercó y le observo por unos segundos. Al parecer estaba preguntándose que hacia un joven de no mas de 13 años ahí. Pero ambas serpientes se alejaron y desaparecieron entre los arbustos ante la aparición de un pequeño gato negro de ojos con azul y lila combinados. El pequeño minino fue esta vez quien le observo fijamente antes de irse también.
El solo se quedo sorprendido al ver a esos tres animales ahí. Al parecer había alguien cercano, o mas personas, posiblemente podrían ayudarle con algo de alimento y primeros auxilios. Pero por otro lado cabía la posibilidad de que fueran posibles enemigos. No era normal que la gente tuviera a gatos negros y serpientes consigo. Por lo que decidió seguir a esas criaturas con cuidado. Después de todo ya había descansado lo suficiente para poder espiar a alguien con cautela o hacer cualquier otro tipo de actividad.
Después de haber seguido al trío de criaturas saltando de árbol en árbol con la misma agilidad de siempre dio a parar cerca de una fogata. Al parecer era solo una persona la propietaria de los pequeños animales. Esa deducción fue obvia para el puesto que la tienda color verde oscuro que estaba colocada junto al fuego era del tamaño indicado para una persona solamente. Decidió permanecer ahí unos momentos más para comprobar si ese individuo, sin importar quien, pudiese ayudarle.
La espera es si fue mas larga de la esperada, había atardecido sin rastro alguno de aquella persona mientras el permanecía sentado sobre una gruesa y resistente rama, pero pudo notar algo peculiar en aquel minino: peleaba mucho con ambas víboras grisáceas, ya sea por rodeadores cercanos o por algún alimento que extraían de la mochila de su dueño. Ese pequeño gato siempre resultaba perdedor, pero seguía intentando, una actitud bastante familiar para el, prácticamente le recordaba a el mismo de pequeño pero solo en el hecho de su empeño. Algo en esa criatura le llamaba la atención.
Pero un extraño ruido lo saco de su mundo, de entre los arbustos apareció una persona cuya apariencia no pudo ver debido a que se ocultaba debajo de un tipo de túnica negra, y el hecho de que su cabello fuese lo suficientemente largo para ocultar su rostro hasta poco arriba de los labios no le facilitaba el trabajo. Pero pudo notar un brillo especial entre esos cabellos, eran sus ojos, unos ojos lila que brillaban de manera espeluznante. Tal fue su impresión al ver esa mirada que no pudo evitar hacer cierto ruido al acercarse más al tronco del árbol donde estaba.

-Jm, ey, chico, ven, no te haré nada malo –menciono aquella persona que había aparecido, su voz denotaba evidentemente que era un joven de entre los 17 y 19 años, pero algo mas dejaba en claro aquella voz, era calida, seria, amable pero a la vez…sensual…

Sin decir mas, bajo del árbol, colocándose frente a aquel joven que se había sentado en el suelo, apoyándose en la corteza de otro árbol, mientras las serpientes subían por sus hombros. Se quedaron viendo unos momentos hasta que el mayor volvió a hablar.

-Si necesitas comida dime, que no leo tu mente…mj, prácticamente si, pero no lo e hecho aun –menciono con un ligero toque de humor mientras le invitaba a acercarse de una manera que le recordaba tanto al causante de su dolor, al parecer ese joven estaba rodeado de misterio al igual que de secretos

-… dime¿Quién eres? –no tardo en cuestionar mientras se postraba de rodillas frente a el para poder hablar mas cómodamente

-Eso no tiene importancia por ahora chico, lo que importa es tu evidente hambre, sed y heridas –menciono con tranquilidad al tiempo que giraba la cabeza hacia el pequeño minino que yacía junto a al fuego para después hacerle unas cuantas señas a lo que la criatura reacciono sacando unos cuantos vendajes de la mochila púrpura del joven

-No importan para mi, dime tu nombre ahora –contesto con brusquedad, cosa que pareció molestar a ambas serpientes que estaban en los hombros del mayor las cuales comenzaron a sisear con evidente enojo, dándose cuenta de esto abrió un poco los ojos sorprendidos y coloco una de sus manos frente a su pecho empuñándola

-Bien, si tanto deseas saber mi nombre, me llamo Kyuketsuki –menciono acariciando la cabezas de las hebi en sus hombros logrando calmarlas, mientras que el neko se acercaba al menor con las vendas sostenidas por su hocico, al parecer ofreciéndoselas al joven

-Tómalos y úsalos, enseguida te daré alimento y una muda de ropa, que esa esta bastante rota –exclamo levantándose de donde se encontraba para después sacar unos cuantos pescados de sus anchas mangas y arrojarlos al fuego, algo no muy normal cuando se trata de cocinar, para después retirarse nuevamente

-Si tanto insistes –dicho esto, comenzó a retirar sus vendajes ya llenos de sangre para colocarse los nuevos, no sin antes retirar la sangre con la parte inferior de su camiseta.

Pudo notar como estos eran más resistentes ya que parecían hechos de otro tipo de tela, la cual le fue mas útil al momento de mover los brazos, ya que parecía no hacer notorio el hecho de que aun sangraba.
Después de esto pudo notar como ambas víboras se le acercaban con otras ropas sobre sus lomos. Al tomarlas noto como consistían en solo unos pantalones negros no muy ajustados junto con un tipo de camiseta roja de manga corta cuyo tipo de cuello era similar al de su camiseta actual, también esa prenda tenia los bordes negros pero no había forma de cerrarla, pero notar unos vendajes un poco mas gruesos y de color gris oscuro sobre el lomo de ambos animales, dedujo que servían para mantener la camiseta cerrada con solo atarlo un poco mas abajo pecho, por ultimo había un par de guantes negros y una remera de red. Esa ropa le iba a bastar para estar cómodo y viajar unos meses, siendo obvio que la lavaría constantemente. Decidió ir detrás de un árbol cercano para vestirse, cosa que hizo de una manera bastante rápida. Al terminar tomo sus viejas ropas en brazos y regreso junto a la fogata para sentarse.
Observo como los pescados que habían sido arrojados al fuego estaban sobre un tipo de manto grisáceo, listos para servir como alimento. Decidió tomar uno y comenzar a comer al igual que los pequeños animales. Pocos minutos después de haber comido pudo ver como el joven regresaba de nueva cuenta. Esta vez con unos ratones muertos en brazos, los cuales ofreció a ambas serpientes.

-Disculpa Neko, ya no pude encontrar mas, tendrás que esperar hasta mañana –menciono mientras acariciaba al pequeño gato, tratando de consolarle por no poder alimentarlo

-Ese gato se llama Neko¿verdad? –cuestiono el menor al ver la manera en que le había llamado a ese neko

-Así es, y esas serpientes se llaman Salieri y Obelisco, Salieri es la que tiene la marca en forma de 'Y' sobre la cabeza y Obelisco es la otra, son algo consentidas y maldosas, por eso debo de satisfacerlas o se enojaran y no me obedecerán –exclamo al tiempo que tomaba las ropas que llevaba en brazos para después arrojarlas al fuego

-Descuida, no creo que te sirvan mas, esa ropa que llevas puesta la cual yo te obsequie es mas resistente, así que agradéceme diciéndome tu nombre –exclamo mirándole con una sonrisa llena de amabilidad en sus labios, tratando de calmar su evidente enojo

-Mi nombre es…Uchiha Sasuke –menciono el joven tranquilizándose un poco para después observar fijamente el fuego pero de una manera especial la forme en que el símbolo de su clan se incineraba lentamente

-Bien Sasuke, no creo que tus shuriken, kunai y pergaminos te sirvan aquí en este bosque, así que sigue mi consejo y arrójalos al fuego también –exclamo con tranquilidad para después introducir de forma alternada sus manos en las mangas de su oscura túnica

-¿Por qué lo dices? –cuestiono con desconfianza, no había razón para hacer caso a un desconocido cuyas intenciones no conocía

-Porque yo e vivido mas tiempo que tu, se mas que tu, y soy mas fuerte y sabio que tu –menciono retadoramente pero aun sonriéndole con gentileza

-Jm… solo espero que no sea una trampa…Kyuketsuki –menciono al tiempo que se despojaba de su porta-shuriken y lo arrojaba al fuego observando como este se quemaba de forma casi inmediata y en totalidad, dejándolo sorprendido y perplejo ante tal fenómeno

-Descuida, no es una trampa…solo es…-exclamo sin completar la frase para después colocarse frente al Uchiha mirándole con sus ojos lila tan penetrantes y que a la vez infundían terror

-Un nuevo comienzo –al completar la oración el joven cayo inconsciente al suelo, mientras la noche aparecía y con ella varias sombras.

Al parecer, Sasuke no sabía en que se había metido, pero pronto lo descubriría…al igual que los secretos de aquel joven.

----------------------------------------------------------------------

Espero que les haiga gustado el primer capi, y ya saben, si quieren mas pues con 15 review de 15 personas distintas basta (:

Kyuketsuki: por cierto, cada vez que salga un personaje nuevo, que enrealidad saldran como 8 en total (uno familiar para los lectores de Deidara) aparecera al final de cada capitulo nn asi que sigan leyendo atentamente, o si no...no exitiria xD nah, broma, por cierto, te mando besos Hikari

Deidara: ¬-V daras la despedida o no?

Kyuketsuki: a eso voy...SAYONARA