Hola de nuevo!! mucho sin leernos xD Tengo desde ayer trabajando en este capitulo, es que he estado viendo Naruto porque apenas voy en el episodio 27 Shippuden y no he tenido tiempo de escribir como suelo hacerlo. Espero les guste esta nueva historia.


Capitulo 1...Primer Encuentro

Era una calurosa tarde de verano en la hermosa ciudad de Konoha. Se puede ver a los niños jugando en el parque, algunos comiendo helados, otros solo divirtiéndose con sus amigos. Los padres están en las bancas conversando entre ellos. Nadie nota la presencia de una pequeña niña de cabello corto negro-azulado y unos preciosos ojos blanquecinos con toques de violeta. Esta sentada bajo la sombra de un árbol, apartada del resto de pequeños que corren y ríen por el lugar.

Un pequeño de cabello y ojos negros acaba de llegar al parque, viene solo, pensando en sus cosas. Se dirige hacia su lugar favorita, bajo la sombra de un enorme árbol, el lugar donde puede estar apartado del resto de niños molestos y "disfrutar de su infancia". Comienza a caminar, pero al estar a poca distancia, nota que hay alguien en ese lugar. Con el ceño fruncido y un poco molesto se acerca, esta a punto de gritarle a quien fuera que se quitara de ahí, pero unos sollozos provenientes del pequeño cuerpo lo detienen.

No quería llorar, pero el dolor que sentía era muy grande. Había ido al parque para no quedarse en casa sufriendo. Su madre acababa de morir hacía unos días y se sentía muy triste. No estaba sola en casa, siempre estaban su pequeña y recién nacida hermanita Hanabi, su primo Neji y por supuesto su padre Hiashi Hyuga. Aunque los dos últimos parecían odiarla, ya que su primo frecuentemente la ignoraba y su padre no le mostraba ningún signo de amor. Sintió una pequeña mano en su hombro y levantó la cabeza. Comenzó a limpiar las lagrimas de sus mejillas y se sonrojo violentamente al notar que un niño la miraba muy de cerca.

Había ido a descansar un poco, sus padre habían fallecido en un accidente automovilístico un mes antes. Vivía con su hermano, pero cuando este salía, aprovechaba para darse una vuelta por el vecindario y simplemente iba al parque a distraerse. Este día no parecía ser diferente de los demás, se levantó, vio a su hermano irse al colegio, desayunó un tazón de cereal, salió de casa y se fue al parque. Algo muy usual en él. En el camino se topó con Sakura, una pequeña niña de cabello rosado y ojos color verde jade, eso tampoco era extraño, ya que eran vecinos. La pequeña lo acompañó unas cuadras, hasta que pasaron por una florería, donde una pequeña rubia de ojos azules los saludó dulcemente. La pelirosa se quedó en el establecimiento con su amiguita Ino. Pero al llegar a su destino se topó con esa pequeña niña que no dejaba de sollozar. No supo la razón, pero se acercó hasta ella y colocó su mano en su hombro, queriendo darle un poco de consuelo.

Le dedicó una dulce sonrisa como agradecimiento, era la primera persona que se preocupaba por ella y aunque no lo conocía se sintió muy tranquila cuando lo vio. Bajo la cabeza un poco avergonzada y le susurro un "Gracias". Provocando un pequeño sonrojo que no notó en el chico a su lado.

-¿Por qué llorabas?- No entendió por que hizo esa pregunta, a él en realidad no le importaba. Estaba acostumbrado a estar solo y no solía hablar con los demás niños.

-Yo...es solo que yo...-no pudo terminar de hablar, ya que mas lagrimas rodaron por sus pálidas mejillas y los sollozos volvieron a comenzar.

Hizo lo que jamás pensó hacer. Abrazó a la niña con mucha ternura hasta que dejó de llorar. Ella lo abrazó también y se desahogo a su lado. Tal vez por fin había encontrado un amigo. Se apartó un poco de ella para ocultar su sonrojo, notando el que adornaba las mejillas de su nueva compañera.

-Me llamo Hinata- le dijo con una pequeña sonrisa que lo hizo enrojecer más. Se sentía muy extraño cuando le llamaba.

-Soy Sasuke- dijo serio mientras desviaba su mirada.

-Gracias por el abrazo- sus mejillas se encendieron y sintió arder su rostro.

-¿Puedo sentarme?- De verdad algo raro ocurría, ese era su lugar favorito¿por qué le pedía permiso a ella para estar ahí?

-Claro- se parto un poco y se acomodó su hermoso vestido lila.

-¿Me dirás por que llorabas?- Nuevamente la curiosidad lo invadía.

-Mi madre murió hace unos días y me siento muy triste- dijo con los ojos húmedos.

-Entiendo como te sientes, mis padres me dejaron hace un mes- dijo naturalmente.

-Lo siento-

-No te preocupes-

-Oye Sasuke...¿Tu serás mi amigo?- preguntó ilusionada la pequeña ojiblanca.

-Yo...yo...etto...si. Seremos amigos- le respondió dándole una sonrisa que la hizo enrojecer.

Estuvieron algunas horas conversando sobre sus cortas vidas. Parecían llevarse muy bien, pero el momento de volver a casa estaba llegando. Se levantó del lugar donde estaba, lo mismo hizo él. Y juntos comenzaron a caminar hacia la casa de la niña, que quedaba a unas cuantas calles de la del ojinegro.

Le dio un beso en la mejilla y entro a casa. Donde su padre y su primo la esperaban para cenar. Se sentó en la mesa y se dispuso a comer tranquilamente, pensando en su nuevo amigo. La cena transcurrió tranquila y al terminar se dirigió a su cuarto a preparar todo para el preescolar. Pues al día siguiente empezaría a asistir a la pre-primaria como todo niño de cinco años. Su primo también se retiró, él ya asistía a primaria por primera vez.

Estaba un poco embobado pensando en esa dulce niña que lo había cautivado. Se sentía realmente nervioso hablando con ella y se sonrojaba con mucha facilidad. Entró a la cocina completamente distraído, sin darse cuenta que su hermano lo observaba ocultando una sonrisa. Realmente ver al pequeño mas solitario del barrio con la mirada perdida y una sonrisa de tonto adornando su rostro no era para nada común.

-¿Ocurre algo hermanito?- preguntó el joven de cabello y ojos negro igual que el pequeño aunque mas grande por supuesto. Por su apariencia se podía distinguir que tenia unos diez años. Preparando la cena se encontraba una mujer mayor, al parecer la abuela de ambos chicos.

-No es nada hermano- dijo volviendo a su típica frialdad.

Sin ningún otro comentario de ninguno de los tres presentes prosiguió la cena. Al terminar el pelinegro subió a su habitación y preparó su uniforme, al día siguiente comenzaría asistiendo al preescolar. Terminando de acomodar todo se metió a su cama y se durmió, pensando en cuando volvería a ver a la peliazulada.

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Al otro día...

Era una hermosa mañana de lunes. Los padres se veían felices, no por el hecho de ir a trabajar, ni porque empezaba otra semana de sus maravillosas vidas, tampoco porque sus hijos crecían, claro que no, era el primer día de clases de un nuevo ciclo escolar. Las vacaciones habían terminado¿¡Por fin los niños volvían a la escuela! Incluso unos asistían por primera vez. Tal era el caso de una pequeña peliazulada, que llevaba una mochila negra con un dibujo bordado, igual que su primo, tal parecía algo familiar. Como un escudo, podría decirse.

Por otro lado se encontraba un pequeño de ojos negro y mirada profunda, venia caminando con dos pequeñas, Ino y Sakura. Portaba sobre su hombro una pequeña mochila negra con un dibujo raro al igual que el de la niña, solo que este parecía un abanico. Otro escudo familiar. Muy usados por algunas familias para hacer referencia de la antigüedad e importancia de la misma en algún punto de la historia.

Entraron al pequeño salón de clases, tomaron asiento y comenzaron a conocerse. Todos hablaban animadamente a excepción del pequeño Sasuke Uchiha, quien se encontraba sentado en una mesa apartada del resto. Puro escándalo, pensaba en su adentros mientras oía las chillonas voces de sus compañeros. Estaba tan distraído que no sintió cuando una pequeña se le acercó, hasta que notó unos labios sobre su mejilla.

Lo había visto tan solo, tan apartado y tan distraído, que no se le ocurrió otra forma de saludar a su amiguito. Le dio un beso en la mejilla, acto seguido se sonrojó y soltó una pequeña risita al verlo. El pequeño la miraba con el seño fruncido, pero al darse cuenta que era ella se relajó y le mostró una dulce sonrisa que la hizo avergonzarse.

Solo ellos dos se hablaban, nadie en el pequeño grupo los conocía bien, ya que ellos siempre se mostraban fríos ante los demás, solo al estar uno junto al otro se les podía ver sonreír o escuchar reír.

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Dos años después...

En el jardín de la residencia Uchiha se puede ver a dos pequeños niños acostados sobre el verde y suave pasto bajo la sombra de un inmenso árbol. El niño tiene la cabeza apoyada sobre su brazo y con el otro envuelve la cintura de su mejor amiga, la cual descansa la cabeza en el pecho del pequeño. A sus escasos siete años de edad ellos eran muy unidos, tenían apenas dos años de conocerse, pero no necesitaban mas tiempo.

-Sasuke- lo llamó dulcemente.

-¿Qué ocurre Hinata?- le preguntó distraídamente.

-¿Qué se siente estar enamorado?-Preguntó completamente roja, levantándose del pecho del chico y sentándose en el suelo, acción que su compañero imitó.

-Bueno pues...cuando tu estas enamorado de una persona...sientes que tu corazón se acelera y que tus mejillas arden, te pones nervioso y deseas que esa persona nunca se aleje de ti- le respondió tiernamente con sus mejillas un poco sonrojadas.

-Y Sasuke...¿Cómo se da un beso?-

-Yo bueno...etto...yo-

-¿Puedes enseñarme?- cuestionó ilusionadamente.

El pequeño Uchiha había visto a sus padres algunas veces besándose, pero no estaba completamente seguro de estar listo y sinceramente, al ver a Hinata con esa carita no podía negarse a nada. Se acercó lentamente a ella y junto sus labios suavemente, tocándolos con mucho cariño. Ella comenzó a mover los suyos con la misma calma, sintiendo miles de mariposas revolotear en su interior. Se separaron pasados unos segundos, ella lo abrazó y ambos cayeron al suelo, quedando en la posición inicial. Una sonrisa en sus rostros.

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Una semana después...

Los días habían pasado muy aprisa para pesar de la Hyuga y el Uchiha, pues este ultimo se mudaría ese mismo día, el hermano de Sasuke entraría a secundaria en la ciudad de Suna, lugar donde vivían algunos de sus familiares. Estaban juntos, abrazados. Esa semana había pasado muy rápido, unas cuantas lagrimas rodaban por las pálidas mejillas de la ojiblanca. Después de ser amigos dos años, de hacerse compañía, de no estar sola, él se iba.

Se acercó a su amiga y le dio un beso en los labios, solo un roce. Para después limpiar con sus dedos las lagrimas de la niña. Itachi, el hermano mayor de Sasuke, los miraba con una sonrisa en sus labios. Su hermano seguía siendo muy frío, pero desde que había conocido a la pequeña Hinata parecía otro.

Se giró dispuesto a irse con su hermano, pero la mano de la peliazulada sosteniendo la suya lo detuvo. La miró, sus ojos aun soltaban pequeñas lagrimas y sus mejillas estaban sonrojadas. La pequeña se acercó a él y tomó la cara del niño entre sus manos, para después juntar sus labios con los suyos al igual que la primera vez. Sus labios se movían lentamente, disfrutando de los de su compañero. Aunque era muy jóvenes sabían lo que era amar a otra persona, y ese beso solo les indicaba que tan unidos estaban.

El Uchiha mayor los miró asombrado, sabia que su hermano estaba enamorado de la pequeña Hyuga, pero no esperaba esa despedida tan especial por parte de ambos. Terminó sonriendo, después de todo Sasuke era un Uchiha, y los Uchihas eran expertos cuando se trataba de conquistar mujeres.

Se separaron y se dieron un ultimo abrazo, después el pequeño subió al taxi con su hermano y su abuela y partieron. Hinata caminó de regreso a su casa aun triste, pero con la esperanza de volver a verlo algún día.


Bueno pss aqui termina el primer capitulo, si lo reconozco me fue apresuradamente, pero que importan xD es solo una introduccion. En el siguiente veran a una Hinata adolescente y como ha enfrentado su vida en estos años sin Sasuke.

Esta historia surge de mi subconciente, lugar donde guardo el recuerdo de mi primer amor, que nunca fue como este ¬¬ el nunca supo que yo lo queria, pero aun asi siempre fuimos mejores amigos y el siempre estaba en mi casa, llegaba antes que yo y se iba cuando yo ya estaba dormida, lo de acostados bajo un arbol lo saque de la vida real, solo que nosotros nos acostabamos sobre el carro de mi papa o en mi cama. Lo del beso no se, no recuerdo mucho de mi infancia ya que fue un poco dura y bloquie muchas cosas, si un dia nos dimos un beso... no se, si me gustaria que hubiera sucedio... si, si quisiera que pasara ahora...tambien.

Acepto todo tipo de criticas xD aunque no sean muy duros porque estoy algo sensible...ya saben lo de terminar examenes y ver q casi repruebo Taller de Lectura y Redaccion le quita el animo a cualquiera...saque 84 en esa materia y dure como 2 horas llorando frente a la computadora, ya que los resultados los publican en internet...mmm...una duda ¿por que salgo tan baja en esa materia si me la paso leyendo y escribiendo historias¿tan mal escribo?

un beso