REENCUENTRO CON POTTER.

Era 1 de septiembre. Una muchacha se encontraba en la estación de King Cross, Londres, junto a un carrito en el que había colado su baúl. Era alta, delgada y tenía el cabello negro y ondulado que le llegaba hasta la cintura. Sus ojos eran muy expresivos y de un color azul intenso. Parecía desesperada, a cada momento miraba su reloj de muñeca y buscaba con la vista por toda la estación.

De repente suspiró, cogió su carrito y tirando de él gritó:

-¡Lily!-dirigiéndose hacia una chica pelirroja. Tenía el pelo liso y pelirrojo, sus ojos castaños inundaban a la gente de su alrededor de confianza y su sonrisa era la única que indicaba que todo estaba en orden.

- ¡Ya creí que no venías, llegas muy tarde! Quedan dos minutos para que salga el tren.-dijo con voz chillona.

La otra joven se acercó a ella y la abrazó.

-¿Irte sin mí a Hogwarts?-dijo la chica.-Eso sí que es imposible, no he viajado nunca sin ti, Jennifer, no hacia mi segunda casa.-dijo la joven pelirroja sonriendo.

Jennifer, la chica morena, sonrió y la abrazó.

Un pito procedente del tren se hizo oír por encima de todas las voces.

-¡Lily, va a salir el tren y estamos aquí aún con nuestros baúles!-dijo la morena poniendo cara de pánico y cogiendo el asa de su baúl desesperadamente.

-Vale, vale…-dijo su amiga imitándola y cogiendo su gato color marfil grisáceo.

Entre las dos subieron el baúl de Jennifer con gran esfuerzo. Después hicieron lo mismo con el de Lily. Mientras tanto el tren se puso en movimiento.

La morena saltó al tren agarrándose con fuerza y le tendió la mano a su amiga para que subiera:

-¡Vamos, Lily! ¡Todavía no va deprisa!

La pelirroja corría al lado del tren pero estaba indecisa, se sentía angustiada en ese tipo de cosas que se encontraban en movimiento y no veía que lo mejor fuese subirse a un tren en marcha. En ese momento James Potter apareció junto a Jennifer.

-Dame la mano.-le dijo amablemente aunque su voz mostraba preocupación.

-Oh, no. ¡Ni hablar! No voy a consentir que tú, Potter, me ayudes.-dijo sin parar de correr.

-¡No seas orgullosa, Lils!-gritó Elizabeth que estaba al borde de la desesperación viendo que el tren comenzaba a ir deprisa.

La morena iba a sugerir que se quedase abajo que sería peligroso cuando por fin la chica aceptó la mano del merodeador. James la agarró con fuerza y la atrajo hacia sí para que no pudiese caer. Tras ellos se cerró la puerta. La pelirroja se quedó unos segundos pegada a él respirando entrecortadamente. Jennifer se apoyó en la pared y suspiró hondo.

Cuando se recuperó, se apartó rápidamente de él y asió su baúl.

-Vamos a buscar un compartimiento.-dijo la morena cogiendo su baúl y su jaula con una bonita lechuza blanca con algunos plumas violetas muy claras y echando a andar.

-Después de esto, tendremos una cita el sábado para celebrarlo, ¿verdad, princesa?-dijo James con una sonrisa seductora.

Lily que ya había echado a andar se paró bruscamente y, por el contrario, se giró lentamente.

-En primer lugar yo soy Evans para ti, no princesa, y en segundo lugar ¡no tendremos nunca ninguna cita! James se quedó mirando a la pelirroja mientras ella se iba con una sonrisa. Él era alto, moreno, llevaba unas gafas redondas que lo hacían parecer más maduro, firme, serio, no expresaba sus sentimientos ni tan siquiera a su mejor amigo y tenía una sonrisa que ponía nervioso a más de uno.

Junto a él, se apoyó en la puerta un joven de diecisiete años también, moreno, alto pero con ojos azules. Él y James eran dos de los merodeadores, el grupo de chicos más conocidos de todo el colegio y que tenían tanto muchos amigos, como enemigos, ya que eran adictos a gastar bromas. Se llamaba Sirius Black.

-¿Qué le has hecho esta vez, prongs?-dijo con una sonrisa.

James lo miró y sonrió.

Ambos echaron a andar en busca de otro compartimiento.

-Deberías buscarte otro amor prohibido.-dijo irónico Sirius.

-Sabes que no puedo…

-Creo que te has pasado un poco con Potter.-le dijo la morena sentándose en un compartimiento que sólo estaba ocupado por una chica con el pelo rubio que dormitaba.

La pelirroja ignoró el último comentario.

-¿Y qué tal el verano, Jenny?-preguntó con una sonrisa.

-Fantástico, Lily. Aún no te he hablado de Fran…

-¿Fran?-preguntó la pelirroja escéptica.

-Sí, es mi novio muggle…-dijo sonriendo la morena.

Lily se echó a reír.

-¿Y desde cuando?

-Desde julio. Es un encanto. Lo malo ha sido tener que decirle todos los días alguna excusa para que no fuésemos a mi casa. Imagínate si ve el coche volador de mi padre.-Jennifer rió.

-Bueno, pero si es muggle, no puedes decirle ni cual es tu colegio y tendrás que llevar siempre mucho cuidado….-dijo la pelirroja pensando que era una locura.

-Lo sé, pero mientras que no me lo pregunte, no me preocuparé por eso.

-Pues me lo tienes que presentar…-dijo Lily.- ¡Yo soy hija de muggles!

Jennifer rió.

-Todo a su tiempo…

La chica del cabello rubio que estaba junto a Jennifer se despertó.

-Hola.-la saludó la morena mientras se levantaba a comprar algo del carrito de dulces que pasaba por la puerta.

La chica se apartó el pelo de la cara y las saludó:

-Soy Emma, de Ravenclaw. Estoy en sexto curso. ¿Y vosotras?

-Ella es Jenny y yo Lily, de Griffindor. Estamos en séptimo.-dijo la pelirroja cogiendo los dulces que la morena le tendía.- ¡Jenny! ¿Realmente crees que podemos comernos esto?-dijo viendo la cantidad de cosas que había comprado.

-Claro. Además podemos guardarlas, este año no estoy dispuesta a pasar sin estos dulces antes de ir a Hosgmeade.-dijo sonriendo como una niña. Era increíble que aún así estuviese tan delgada.- ¿Quieres, Emma?

La chica cogió agradecida una rana de chocolate.

-¿Habéis oído lo que está pasando?-preguntó Emma bajando la voz.

-¿Sobre qué?-inquirió Jennifer.

-Hay un mago tenebroso.

Lily y Jenny se miraron como evaluando la salud mental de la chica.

Ella se dio cuenta y las miró un poco molesta.

-¿Cómo que un mago tenebroso?-preguntó Lily para que no pareciese que desconfiaba demasiado de ella.

La chica se levantó, abrió su baúl y sacó una carta del interior. Tenía aspecto de haber pasado por numerosas manos.

Jennifer la cogió indecisa. En ella sólo había unas cuantas palabras escritas con letra aparentemente presurosa:

"Mago tenebroso, ponte a salvo junto con Emma."

Jennifer tenía el ceño fruncido, al igual que Lily que había leído la carta por encima del hombro de ésta.

-¿Qué se supone que pasa?-preguntó Lily.

-No lo sé, pero he oído a varios padres comentar en el andén que el único lugar seguro en los próximos meses sería Hogwarts. Esa carta se la envió mi padre a mi madre al principio de las vacaciones. Mi padre trabaja para el ministerio.

Después de eso no volvieron a sacar el tema y siguieron hablando de cosas menos transcendentales.

James y Sirius se encontraban junto al último de los merodeadores: Remus Lupin. Era más bajo que los otros pero no en exceso, tenía el cabello castaño claro y unos bonitos ojos miel. Era el más serio de los tres.

Sirius se encontraba mirando por la ventana.

-Eh, chicos, creo que va a llover.-dijo mirando los grandes nubarrones que se acercaban.

Justo al decir eso empezó a llover copiosamente.

-Deberías ser el hombre del tiempo.-rió James asombrado de ver como la lluvia había comenzado tan rápido.

-Sí, pero deberías perfeccionar un poco tu técnica, porque así no da tiempo a coger ni un paraguas antes.-terminó Remus.

Todos rieron.

-Será mejor que nos pongamos las túnicas.-dijo Remus.-Estamos llegando.

Cuando el tren se detuvo seguía lloviendo aunque con menos intensidad. Se pusieron las capas y bajaron del tren, directos a los carruajes para llegar al castillo. Hacía bastante frío.

En el castillo la entrada estaba rebosante de gente, pues al final todos habían querido quedar a salvo de la lluvia que estaba cayendo.

Lily y Jennifer se quitaron la capucha al entrar al vestíbulo chocándose con todo el mundo y sonrieron al encontrarse de nuevo en Hogwarts. Lily se giró y quedó mirando de frente a James que la miró con una sonrisa. Él llevaba el pelo mojado pero no parecía preocupado en absoluto.

-Mantén las distancias, Potter.-dijo Lily seria apartándose de él.

Él la siguió y le pasó un brazo por los hombros caminando junto a ella:

-No te enfades, princesa.-dijo susurrándole al oído.

-No me enfado, pero mantente alejado de mí.-dijo ella quitándole el brazo e intentando mantener la compostura tras ese susurro en el oído.

Vio como James sacaba su varita y al igual que muchos alumnos hacía un hechizo para secarse.

Se fueron adentrando poco a poco en el gran comedor donde los alumnos de primer año comenzaban a ser seleccionados para sus casas. Lily y Jennifer se sentaron junto a algunas compañeras de dormitorio en la mesa de Griffindor.

Mientras cenaban la morena se quedó mirando a Lily embobada.

La pelirroja tras beber agua se dio cuenta de que su amiga la miraba.

-¿Qué pasa?-preguntó extrañada.

-¿Eres premio anual?-preguntó su amiga con una expresión que no se sabía si era de enfado o de asombro.

Lily enrojeció y bajó la mirada.

-Sí…, se me olvidó decírtelo…-murmuró entre dientes.

-¡Lils! Tú siempre tan tonta, ¡es genial! Sabía que serías tú, pero como no me dijiste nada pensaba que no te habían nombrado y…-fue interrumpida por James, que acaba de ocupar el sitio donde antes se encontraba Kate Lewis junto a Lily.

-¿Premio anual, princesa?-dijo con esa voz seductora que hacía estremecer a todas las chicas que se encontraban en el comedor.-Eso te hace más atractiva aún.

Jennifer rió y siguió cenando. Sabía que pronto Lily le diría algo.

La pelirroja intentó ignorar al chico, pero él no hacía más que mirarla mientras cenaba y eso acabó con su paciencia.

-¡Potter!-exclamó.- ¿No tienes nada mejor que hacer?

James apoyó un codo en la mesa, como ayudándose a encontrarse mejor para contemplarla y sin quitar la encantadora sonrisa le respondió que no.

-Potter, tú y tu cabeza de chorlito estáis invitados a iros a otra parte.

El chico hizo un gesto con la mano y dijo:

-No te tomes molestias, princesa. Contigo estamos bien.

-Te lo diré más claro para ver si lo entiendes.-dijo ella que ya estaba muy irritada.-Estás perturbando mi intimidad y si no quieres que me haga una túnica nueva contigo lárgate de aquí.

James no dejó de sonreír.

-Vaya, este año estás más agresiva que ninguno, Lils….

-¿Más agresiva? ¿No te acuerdas en quinto cuando…?-ella misma cortó su frase horrorizada ante lo que iba a decir.

James borró su sonrisa y la miró extrañado, igual que hacía su amiga.

Lily parecía confusa. Se levantó y se sentó algunos asientos a la izquierda para no estar cerca de él.

-¿Qué le ha pasado? ¿Qué iba a decir?-le preguntó Jennifer a James.

James negó con la cabeza, se había quedado sumido en sus pensamientos.

Holaaaaa! Aquí está el primer capítulo de Love is aoround us. Y es que este curso es muy importante para todos los merodeadores. El amor siempre nos rodea! Aunque no nos demos cuenta :P jejeje. Porfis manden reviews que soy nueva me encantarían!

Pronto el próximo capítulo: Dertllino.

James le sonrió pícaramente. Ella se mostró tan altanera como siempre. Comenzaron a girar sin dejar de mirarse, no era algo que tuviesen preparado pero a los dos les pareció que querían recrear un duelo de verdad. Lily apretó con fuerza la varita...