El personaje que protagoniza la historia y todos los que se sobreentienden en ella pertenecen a J. K. Rowling, y yo no poseo ningún derecho sobre ellos.
MIS MOTIVOS
"Aún recuerdo la primera vez que te vi… ¡Qué demonios, siempre la recordaré! Eras preciosa, y tu presencia me impactó desde el primer momento. Por desgracia no fui el único que se fijó en ti…
Desde el principio supe que mis sentimientos nunca serían correspondidos; mi aspecto no era atractivo en absoluto. Sólo una ciega se hubiese enamorado de mí, así que durante los años siguientes tuve que llevar una máscara para ocultar mis sentimientos, ya que sabía que si él se enteraba me mataría de una paliza, y conocía de sobra su temperamento como para saber a qué atenerme. Por suerte siempre me quedaba el consuelo de que siempre lo rechazabas, y mi corazón se alegraba salvajemente mientras que mi rostro fingía pena y preocupación. Era un excelente actor. Pero un día tus labios dijeron sí, y mi mundo se derrumbó…
Si antes tenía que fingir y ocultar mis sentimientos, ahora tenía que hacerlo mil veces más. Si primero debía aparentar tristeza, ahora hacía que mi cara se mostrara sonriente mientras en realidad mi alma vivía el infierno más absoluto. Pero lo peor aún estaba por llegar: de pronto un día me confiaste las cosas que más querías del mundo. Tu voz sonaba tan dulce cuando me lo pediste que no pude rechazar tu petición. ¿Quién no te habría ayudado? Tu agradecimiento fue como una puñalada en el corazón: "Eres un buen amigo". Me costaba un esfuerzo terrible contener las lágrimas mientras tú me abrazabas y me decías aquellas lacerantes palabras.
Un día no pude contener más mis sentimientos, y éstos salieron de mí como en una explosión. Tú por supuesto me rechazaste argumentando cuáles eran tus sentimientos, pero yo estaba tan desesperado que intenté tomar por la fuerza aquello que le entregabas a él voluntariamente. Entonces él apareció, y me echó a golpes de tu casa. Al cerrarse la puerta por fin salieron mis lágrimas; lloré de desesperación, de tristeza, de rabia.
Por eso lo hice. Por tu rechazo. Por tu desprecio. Por tu odio. Al principio disfruté inmensamente de mi venganza; ya que no podías ser mía, no serías de nadie. Sin embargo, cuando tu cadáver se mostró ante mis ojos, los remordimientos aparecieron en mi alma y me arrepentí de todo. Pero ya no había vuelta atrás. Sólo quedaba una salida: escapar. Escapar disfrazado con mi verdadera personalidad; una criatura del submundo, indigna de ver la luz.
Tras un tiempo huyendo el azar me llevó a la casa de una familia tan simpática como acogedora, que me aceptó a pesar de mi aspecto sucio y desagradable. Muy pronto fui acogido como uno más de la familia y empecé a sentir por fin un poco de paz interior. Pero el destino siempre nos guarda sorpresas, y a mí me reservaba tres. ¡Quién me iba a decir que la parte más importante de tu alma había sobrevivido, y que además uno de los niños de esa familia, por si fuera poco mi favorito, mantendría lazos fraternales con esa parte de ti! No pude creerlo cuando lo vi. Y dos años después aparecieron mis antiguos amigos, y me descubrieron. Nuevamente huí.
Reunido con aquél a quien entregué tu vida y otra vez a salvo, empecé a luchar contra esa persona a la que tanto odia mi señor, y a quien por desgracia debo la vida. No soporto mantener ese lazo con él, puesto que está vinculado a ti, a quien amé con todas mis fuerzas, y a él, a quien odié por tenerte entre sus brazos.
Pero mi lucha ha sido en vano. Ahora me encuentro de rodillas ante él. Tenéis la misma mirada, pero la suya es de odio absoluto. Sus centelleantes ojos son tan verdes como el hechizo que empieza a nacer en la punta de su varita. Acepto sin rechistar el destino que me espera, porque no merezco otro más que esas dos palabras.
¡Avada Kedavra!"
