Disclaimer: Si fuese mío, no tendría que preocuparme por el dinero que me costará el título de lo que estoy estudiando...¡usureros! *cof, cof* así que no, The Mentalist no es mío.
A/N: Este es un minific de tres partes que es lo que me ha dejado más satisfecha. Fue en una noche de insomnio muy productiva, y mi querida Yamila lo beteó (aunque no ve la serie, pero se preocupo de aspectos gramaticales...y ahora que lo pienso, salió muy dura la niña, no hay forma de convencerla de que vea la serie...) en fin...nació por cierta pregunta que nació después de leer un fic (no recuerdo cual, lo siento) y tiene que ver con el ¿y si...?. Un poco OOC, y tiene algo de Universo alternativo respecto a las acciones de los personajes. Rated T por canción incluida es una de un animé "Darker than black". la traducción chapucera de la misma está al final de este capi. Si alguien quiere deprimirse y escucharla, la puede buscar en Youtube o bajarla. Como siempre, reviews y críticas son bien recibidas, las segundas siempre que se hagan con respeto.
Gracias por pasarse y leerlo
Innocence.-
No One's Home
Though it's all over
Sometimes I wonder still
"What you're doing now?"
Well..
Tears are all I ever get enough of here
Without you in my life
Without you in my life
Might be time to lose you
Just let it go
And walk away
Ain't no use in trying
'Cause you're too far away now
Empty rooms that I can't hold
Silence gets cold
No one's home
Nothing I can do
I had it all within my reach but now it's gone There's no smile in my life
There's no you here to love me
Odiaba los sábados. Con toda el alma. Y ese era un hecho que no aceptaba dudas. No recordaba bien cuando aquel odio por ese día en particular de la semana había comenzado; quizás fuese cuando era una adolescente…sí, eso era lo más probable. Estaba segura que su padre, llegando a casa borracho los sábados en la madrugada, tenía algo que ver con el asunto. No importaba ahora, de todas formas. Ya se había convertido en una especie de mantra del que no podía escapar. "Odio los sábados" se repitió una vez más, antes de salir del departamento. Prefería pasar ese día caminando por ahí, a quedarse encerrada…
Llegó al pequeño restaurante en el que solía almorzar, y eligió una de las mesas que estaban fuera del local. Si existía algo que de verdad disfrutaba y la hacía feliz, era la ciudad en primavera. A pesar del tiempo que llevaba allí, cada año se sorprendía por el repentino cambio que se daba después del invierno. No sólo los árboles y las flores comenzaban a florecer, sino también la gente parecía hacerlo. Esa alegría que de pronto iluminaba los rostros, la amabilidad perdida durante los meses grises que volvía a aparecer…las sonrisas por doquier. Suponía que era eso lo que más le gustaba de la primavera.
Por eso estaba allí, en ese momento. Le gustaba almorzar en ese pequeño restaurante de la avenida, frente al parque lleno de flores, gente riendo, disfrutando del sol y niños jugando. En cierta forma, la primavera animaba en algo su vida…
Una mano posándose sobre su hombro, la sobresaltó. Antes de poder siquiera ver quién era la persona, tocó su costado, buscando el arma. Sonrió. Las viejas costumbres nunca se olvidan…
-Sabía que eras tú-una mujer de cabello rojo la miraba feliz-estaba segura…
En un comienzo, no supo cómo reaccionar. Frente a ella se encontraba Grace Van Pelt, la ex novata de su equipo. Con el cabello algo más corto y cierta madurez que se reflejaba en su rostro. Pero a pesar de esa madurez, le pareció descubrir un brillo distinto, una expresión relajada que nunca había visto antes en ella. Ciertamente, algo tenía que ver con que tuviese el estómago abultado, pensó.
-Grace-sin detenerse a pensarlo, la abrazó afectuosamente. La pelirroja pareció sorprenderse, pero de inmediato correspondió al abrazo de la misma forma.
-¿Es un mundo pequeño no?-rió Van pelt, mientras se sentaba frente a ella-nunca pensé que te encontraría en esta ciudad…pensé que estabas en Nueva York o Washington…
-Pues si…estuve algún tiempo en Nueva York, pero luego vine aquí-su mirada se perdió en el parque frente a ella-necesitaba comenzar de nuevo-antes de que la mujer frente a ella tuviese tiempo a preguntar, decidió cambiar el tema-¿y tú, qué haces aquí, cómo has estado, qué has hecho? Bueno, aparte de lo obvio-le dijo, apuntando a su panza.
-Uno de mis hermanos se casa mañana, así que estoy aquí por su boda…estoy bien y esto-respondió, rodeando al bebé que llevaba en su vientre- es una bendición…bueno, lo es ahora porque creí que moriría del hambre hasta que cumplí los cuatro meses, las náuseas no me dejaban comer nada…hasta Wayne somatizó y dejó de comer durante ese tiempo…
-¿Wayne?-Lisbon abrió los ojos como platos-¿Wayne, Wayne Rigsby?
-Oh sí-levantó la mano izquierda, mostrando un anillo de diamantes y la alianza de oro-nos casamos hace poco más de un año.
-¿Y cómo pasó eso?-Lisbon seguía sin salir del asombro-pensé que ambos…
-También yo-sonrió-pero…de pronto las cosas cambian...en cierto momento estás bien, parece que todo en tu vida va fantástico…pero al siguiente algo pasa, echa abajo todo lo que pensaste que era lo que querías y te cambia…te das cuenta que sólo te estás engañando…
-Asumo, por lo que dices, que fue a ti a quien se le vino todo abajo.
Van Pelt asintió pensativamente.
-Hace…casi tres años ya, estábamos en medio de la investigación de un caso, una chica había sido asesinada en su propia cama y las pistas no nos llevaban a ninguna parte…Wayne y yo fuimos a investigar un poco, a interrogar algunos testigos en el vecindario de la víctima, con la esperanza de sacar algo en claro-suspiró con fuerza-era todo muy normal, estábamos en la entrada de uno de sus vecinos hablando con uno de sus mejores amigos, cuando de pronto todo cambió. Wayne estaba en el suelo, con dos balas en el pecho y yo estaba intentando detener la hemorragia y llamando al 911…-Con el pulgar impidió que una lágrima corriera libre por su mejilla-fue en esos días, mientras Wayne se debatía entre la vida y la muerte, en que cuestioné mi decisión...amaba mi trabajo, pero no tanto como al hombre que estaba en esa cama de hospital…allí supe que lo necesitaba más de lo que podía imaginar…
-Y decidiste dejar el puesto en el equipo.
-Si…la vez anterior Wayne había decidido que él se iría, así que pensé que lo más justo era que me fuera yo…aunque debo decir que Hightower se ha portado bastante bien. Sigo trabajando en la oficina de Sacramento, pero ahora en informática, aunque Cho siempre se las arregla para incluirme en algún caso.
-Escuché por ahí que Cho ahora es vuestro jefe-Lisbon sonrió al recordar al agente.
-No seas tan modesta…todos sabemos que fuiste tú quien pidió que lo ascendieran.
-Sólo di una recomendación, él es un buen agente y tarde o temprano sería ascendido…
-Tú y yo sabemos que no lo habrían ascendido tan rápido si no hubieses movido tus influencias-la morena la miró sorprendida-me encontré con Minelli poco después de que te fueras y me lo contó todo…
-Ese bocazas-masculló.
-No le conté a nadie más…en parte porque él me lo pidió, en parte porque sabía que seguramente, no querrías que nadie más lo supiera.
Asintió ligeramente, antes de volver su atención hacia un auto que pasaba a gran velocidad.
-Supongo que Cho también lo sabe-continuó Van Pelt-quizás por eso te echa la culpa cada vez que Jane hace una de las suyas…
El nombre del consultor hizo que su corazón diera un vuelco. Demasiado tiempo había pasado ya, sin que alguien más vocalizara aquel nombre. Los recuerdos se agolparon en su mente uno tras otro, trayendo consigo una mezcla de nostalgia y dolor que no quería sentir. No ahora, no después de todo el esfuerzo que había puesto en conseguir olvidar. Y ahora, con apenas un nombre, Van Pelt tiraba todo al carajo.
-Ha de odiarme-las palabras salieron de su boca antes de poder detenerlas, sorprendiéndola.
-No te odia-la mano de Van Pelt cubrió la suya, como si quisiera confortarla-tan sólo…se siente traicionado. Bueno, no fue el único que se sintió traicionado cuando dejaste el CBI…-la miró con tristeza-sabíamos que era una gran oportunidad para ti, pero aún así…eras nuestra jefa, confiábamos en ti y de un día para otro, viene este tipo ofreciéndote un puesto con los federales y tú ni siquiera dudaste un segundo…
-Ustedes me importaban, demonios siguen haciéndolo-le dijo, sabiendo a dónde se dirigía Grace-pero debía irme…
-Red John.-negó con la cabeza-parece que no sólo la vida de Jane giraba en torno a él, la de todos nosotros lo hacía también…fue una verdad que nos aplastó cuando mató a su penúltima víctima y cometió ese error (uno más) y para cubrir sus pasos, mató alguien fuera de nuestra jurisdicción…el caso pasó a los federales, nos ataron de manos…nos sentimos desorientados, Jane por poco se volvió loco cuando Hightower le dijo que no podría tener acceso a nada que tuviese relación con él… Y luego tú fuiste tras él…-retiró la mano que aún cubría la de ella-en la oficina hubo muchos chismes, la mayoría apuntaba a que era tu gran caso, que te habías ido tras él porque era un caso "levanta carreras"…aunque no lo necesitabas…no niego que yo misma creí que te habías ido por eso…
-Debía irme-repitió con tozudez-era necesario que lo hiciera. Tú, Cho y Rigsby lo saben. O por lo menos espero que lo hayan entendido después, el por qué me fui.
-Lo hicimos…querías salvar a Jane.
Aunque todo ha terminado
Hay veces en las que aún me pregunto
"¿Qué estás haciendo ahora?"
Bien…
Aquí sólo me sobran lágrimas
Sin ti en mi vida
Sin ti en mi vida
Quizás es tiempo de olvidarte, tan sólo dejarlo ir y marcharme
No vale la pena que lo intente
Porque ahora estás muy lejos
Habitaciones vacías, que no puedo soportar
El silencio se torna frío
No hay nadie en casa
Nada puedo hacer
Lo tuve todo a mi alcance, pero ahora ha desaparecido
No hay alegría en mi vida
No estás aquí para amarme.
5
