Pero en ese mismo año la madre contrajo una fiebre que rondaba por esa zona y falleció dejando una pena, este relato empieza en la casa de la adinerada familia con un par de meses de la muerte de la mujer todos sentados en la sala de estar mientras afuera se podía apreciar una fiera tormenta de nieve.
-Padre, extraño mucho a nuestra mamá- se lamentaba Sasuke.
-No seas llorón- le reprendió Itachi –Podemos vivir sin ella, no me interesa.
-Silencio- Dijo el padre de ambos infantes- Y por favor Itachi, no hables así de tu madre.
En ese preciso momento, escucharon un ruido proveniente de la puerta, Sasuke se asusto y también Itachi solo que no lo demostró .El dueño de casa se levantó a abrir la puerta para ver que pasaba mientras Sasuke se aferraba a su haori e Itachi le acompañaba caminando cerca de el.
Abrieron la puerta y se encontraron a una mujer boca abajo en la entrada de la casa que no se movía.
-Puaj- Se quejó Itachi- Que horrible olor.
-Por favor hijo- Le volvió a reprender su papá- Ten más respeto. Señora, ¿se encuentra bien?
La mujer no respondía para nada, además que tenía mucha escarcha y nieve combinada en su pelo, esa mujer debía estar muerta por el frío, el padre de familia lo supo de inmediato.
-Papá- Llamó Sasuke- Ella está muerta.
-Que repugnante, llévensela- ordenó Itachi.
-Esperen-Los detuvo el hombre- Tiene algo.
Antes de poder deshacerse del cadáver de la desconocida, notaron que tenía un bulto justo debajo de su cuerpo.
-Tendré que ver que es- dijo una vez más acercándose.
Levantó un poco el cuerpo de la dama y notó que algo se movía, como pequeños puñitos que movían una tela. El padre tomó el bulto y lo puso en sus brazos con Sasuke e Itachi observando con curiosidad.
-Vamos papá, destápalo- insistió el pequeño Sasuke.
Destapó el bulto con mucha suavidad, revelando así a una hermosa bebita que observaba a los hermanos y a su padre con unos ojos jade que tenía bastante bellos además de que su pelo era de un color pelirosado.
-Es una niñita- comentó Sasuke mirando a la pelirosa.
-Es realmente tierna- dijo el papá sin quitar su vista de la niña.
Todos sentían curiosidad por saber quien era la recién llegada y sentían muchas ganas de tenerla junto a ellos. Pero Itachi la miraba con desprecio, como una cosa sin valor que debía ser desecha pronto.
-Yo opino que la dejemos aquí- declaró Itachi- No sabemos por donde ha estado, y no pienso cuidar de ella.
-No le hagas caso a Itachi papá- Pidió el pequeñín- Es mejor si la llevamos adentro.
El hombre miró a sus dos hijos con una mirada en conflicto pues no sabía a quien seguirle la idea sin pelear con ninguno, hasta que se le ocurrió una muy buena idea.
-Hm- Pensó ideando un plan- Todo lo vamos a aclarar ahora mismo, voy adonde el terrateniente a llevar el cuerpo de la mujer. Ahí mismo voy a preguntar si la niña tiene parientes o alguien quien la cuide y si no tiene a nadie pues nos la quedamos.
-Bien, a mi me gusta esa idea- Decretó Sasuke.
-Yo no, no lo acepto- Se opuso Itachi.
-Vas a tener que aceptarlo hijo- dijo el mayor de los hombres- La otra salida sería dejarla en adopción y opino que sería como enviarla a una muerte segura, tu sabes que nosotros, los japoneses no adoptaríamos a nadie por cuidar nuestro honor.
-Hagan lo que quieran- Se resignó Itachi- Pero cuando crezca un poco más va a ser mi esclava.
-¿Y quien te dijo que iba a ser nuestra esclava?- preguntó un poco enojado su padre.
-Por fin tenemos la oportunidad de tener una esclava, ¿Y vas a dejar que se escape?- dijo Itachi.
-¿Y quien te crees tú para dar órdenes Itachi?- Cuestionó su papá.
-Tú primo genito papá- respondió el hermano mayor.
-Por eso mismo debes ser el primero en obedecerme- le siguió la corriente el cansado hombre.
-Siempre lo hago- Le reclamó Itachi- Solo cuando tú lo ordenas llevo la casa.
-Mucho cuidado- advirtió el padre- mira que puedo pasarle mi puesto a Sasuke en cualquier momento. Mejor me voy a dejar el cuerpo de la mujer y hacer todo lo que tengo planeado ahora, cuida de tu hermano mientras no estoy, Itachi.
Itachi obedeció pero refunfuñando. Era bastante maduro para su edad pero habían cosas en las que se podía comportar más infantil que Sasuke a pesar de que éste fuese menor.
Isis: Listo, fin del primer capítulo y me despido con Sasuke-kun
Sasuke: Ya no me digas así, ni te conozco, ni siquiera vine acá por mi voluntad, me transportaste al cuerpo de un muñeco de plástico de mí y ya me estoy cansando de medir menor de 20 cm.
Isis: Abres la boca de nuevo y hago que te maquillen.
Sasuke: (voz medio gay) Ay si porfa.
Isis: Uh… mejor me despido ahora porque este se está poniendo medio rarito, bye…
