Bueno es una historia que en verdad son un poco mis pensamientos. y alee espero que os guste y si no pues nada! jajaja
NUESTRO PEQUEÑO GRAN MOMENTO!
Jamás había sentido tanta felicidad junta, sin duda nos acababan de dar una de las mejores noticias de nuestras vidas. Era un niño! Había esperado tanto este día, que cuando desperté esta mañana pensé que era un sueño, pero no. Por fin sabiamos el sexo del bebé. Justo era lo que queriamos un niño, ese niño que para bien iba a cambiar nuestras vidas, y seguramente las pondria de patas para arriba, pero ya iba bien salir de la rutina.
Lo amaba, amaba a esa criatura desde el mismo instante en que supe que estaba dentro de mi vientre. Incluso antes de que supiera que estaba ahy, en el mismo momento en que decidimos tener un bebé y nos pusimos manos a la obra ya lo amaba, porque sabía que de un momento a otro estaría ahy.
Desde mucho mi esposo y yo estabamos planeando tener un niño, era muy importante para los dos, nos encantan los niños, pero claro no bastó solo con casarnos, tambien teniamos que tener una estabilidad economica, un hogar y un puesto de trabajo fijo. Cuando por fin conseguimos todo eso nos pusimos de acuerdo. Y aqui estamos como dos tontos mirando la ecografia de nuestro futuro futbolista, Inuyasha ya me dijo que si era niño, iba a ser futbolista, y la verdad la idea no me desagrada. Siempre sentí envidía sana de las madres que junto con sus marido e hijos iban a llevarlos a los entrenos, aunque no se lo haiga dicho a Inuyasha.
El problema ahora mismo era escoger el nombre, teniamos gustos distintos. Esta claro el quería ponerle Inuyasha, y yo no. Con un Inuyasha en la familía ya bastaba. A parte soy yo la que lo iba a llebar unos 9 meses en mi barriga, era yo la que iba a cambiar mi rutina en todo, era yo la que iba a cambiar la forma de mi cuerpo y sobretodo era yo la que lo iba a parir. Así que tengo que ser yo la que decida el nombre. Y mi hijo se iba a llamar Iker. Adoro ese nombre desde pequeña. A parte se que acabará cediendo, siempre lo hace y esta vez no iba a ser distinto.
Si hace 5 meses ya estaba atacada de los nervios para que llegará este dia y saber si era niña o niño, ahora estaba muerta de los nervios porque llegará la hora de dar a luz, de poder cojerlo y sentirlo en mis brazos. Para ver su carita, sus ojitos y sus manitas. Y para ver a quién se parecía, porque aunque sea un niño supongo que tambien se puede parecer a mi, aunque me encantaría que se pareciera a él sobretodo que tubiera esos ojazos dorados, esos ojos que me hacen sentir única y la mujer más hermosa de la tierra.
Porque si, asi me sentía con él. Él era único para mi y yo sabía que era única para él. Me lo ha demostrado siempre, pero desde que nos casamos me ha echo sentirme más que eso, me ha echo sentirme mujer, amada, respetada y sobretodo protegida en todos los sentidos, yo se que con el jamás me pasará nada ni a mi ni a nuestro hijo, lo supe desde el primer instante que lo vi, sus ojos transmitian una seguridad inimaginable. Por eso decidí estar con él, casarme y tener un hijo, porque el era el indicado y siempre lo iba a ser, mi amor por el jamás terminaría, ni disminuiría, como a si se que el de el por mi tampoco. Estabamos echos el uno para el otro.
Ahora solo quedaba esperar la llegada de nuestro pequeño Iker. Asi que ibamos a prepararnos para todo, comprar lo necesario y tomar los ejercicios para antes del parto, para que todo saliera bien, eso era lo verdaderamente importante, que nuestro pequeño estubiera bien ahora y siempre.
Aquí acaba este pequeño argumento sobre mi vida y sobre mi embarazo. Algún dia se lo llegaré a enseñar a mi pequeño Iker y a mi amado Inuyasha.
Kagome.
FIN!
OLAYA!
