Tenía los ojos entrecerrados, miré hacia la ventana y vi la claridad de la mañana que iluminaba ese pequeño cuarto en el que estaba. Me giré esperando encontrar una pared, pero mi fría nariz toco con un muro de calor que se estremeció, me echo la respiración en la cara cuando miré hacia arriba, era Jacob, me abrazaba mientras dormía. Cuando se dio cuenta de mi intención de salir de sus brazos, abrió un ojo y me aferro con más fuerza acercándome a él. Me besó en la mejilla, y siguió besándome hasta llegar a la comisura de mis labios, en ese momento, una fuente de calor entró en mí, mi respiración se corto durante unos segundos, pero recordé que necesitaba respirar cuando sus labios se separaron de los míos. Sus dulces ojos habían posado su mirada en la mía y volvió a besarme acompasadamente y repetidas veces, se acerco a mi oído y dijo:

- Buenos días Bella sonrió Te quiero