Disclaimer: Inuyasha no me pertenece le pertenece a Rumiko Takaeshi.

Atención:
Errores de gramática y puntuación, -y exceso de la palabra estúpido- everywhere.
Pequeño spoiler del último capítulo del manga. Pero ¿quién no lo leyó? Y sin no lo leíste ¿qué haces aquí? Ve a leerlo o harás que te grite: ¡Siéntate!... Ups.
Esto tiene lugar entre la (saca-mocos) despedida de Kagome e Inuyasha, y antes de que volviera. Y que cierta mangaka nos dejara con un beso picando para toda la eternidad. A los mangakas les gusta amagar, y a nosotros sufrir.
Este drabble ha sido subido en diferentes foros por mi misma, en los cuales tengo diferentes nombres. Pero como tengo mala memoria no se en qué foros, ni bajo qué nicks lo publiqué.

Y ya habiendo planteado mis quejas y ocurrencias… Lean.


Under the Rain

La lluvia golpeteaba tortuosamente en las maderas de la cabaña, adonde cierto joven de cabello alvino yacía intentando conciliar el sueño.
"Intentando", claro está, porque la maldita lluvia no lo dejaba poder sumergirse entre los brazos de Morfeo... Bueno eso es de lo que quería convencerse.

Dentro, ahí donde nadie quería asomarse, él lo sabía perfectamente, el verdadero porque no podía dormir, y no era precisamente esa lluvia la que perturbaba su sueño. Entendía perfectamente cuál era el causante de sus constantes desvelos, o mejor dicho quién era la causante de ese diluvio de-estúpidos-pensamientos que cada noche se revelaban ante él y cada día se ocultaban en algún rincón recóndito de su mente.

Con una mano en la nuca se revolvió quejumbroso sus cabellos…
¡¿En qué rayos estaba pensando?!
Él no era así, él era un poderoso hanyou que no necesitaba compañía humana, ni mucho menos una adolescente con un grave trastorno ciclotímico que además de todo lo trataba como un perro -o peor-.

Bufó roncamente mientras se acomodaba entre la esquina de la pared y se rodeaba con una manta vieja, que una niña se lo había regalado por rescatar a su pequeña mascota.
Cerró sus ojos y se concentró en dormir.

―Duérmete gran idiota, duérmete―susurró para sí mismo mientras cerraba sus ojos con fuerza.

Y sin embargo, su mente divagó por un par de horas más, hasta que se sintió adormilado. Cuando por fin se durmió completamente, aún así, su subconsciente se negó a cooperar en forma de un estúpido-sueño-cursi.

Entonces, despertó, y más que enfurecido estaba desilusionado, ya no lo podía ocultar.

Esos malditos sueños, que eran la causa de su insomnio, esos malditos y estúpidos sueños… Donde se reencontraba con cierta azabache de ojos chocolates; ojos que hacían sacar aquella parte de muchachito-bueno que tanto se esforzaba en ocultar, pero que tan fácil se le hacia a ella descubrir.

Ella lo había cambiado, como lo había hecho su antecesora. Y es que nadie más que ellas, tenía ese poder sobre él.
Ese poder que estúpidamente, los estúpidos humanos llamaban "amor" –estúpido-, y el muy estúpido estaba estúpidamente enamorado de una aquella humana… Estúpida.

― ¡Qué estupidez!

Y aunque fuera muy pero muy estúpidamente cursi, y aunque su orgullo dolía un poco, debía aceptarlo. Estaba muy enamorado de la muchacha…

"Así es, nada mas podrá cambiar mi mundo".


N/A: Por no-se-cuanta-aba vez he corregido este drabble, no creo que sea la última porque ustedes sabrán nunca se termina de aprender cosas nuevas.

¡Eh-eh tú! Si tú, lector inmiscuido que se está escapando sin decir nada o incluso agregándolo a favoritos. Los reviews tienen 0 calorías, y yo me alimento de ellos, así que pueden comentar sin culpa a que yo engorde. Incluso se aceptan correcciones.

Por último, la frase marcada entre comillas y en cursiva, pertenece al manga Bleach y a su autor –todopoderoso- Kubo Tite.

Fin.

Miau!~