¿A quién no le vas a gustar? A mí me gustas.

Advertencias: Ligero Shonen Ai. Romance entre líneas.

Disclaimer: ¿Kuroko no Basket? No, no es mío. Es de Tadatoshi Fujimaki.


—Ah.

Yukio vuelve a suspirar. De nuevo se ha puesto nervioso delante de esa chica que se le ha confesado y apenas y a atinado a negar con la cabeza para disculparse después por no poder corresponder sus sentimientos y marchándose enseguida avergonzado.

—¡Rayos! Siempre es lo mismo conmigo. —Dice para sí, sin saber aún qué hacer en esos momentos para no ponerse tan nervioso ante ellas.

Por más que lo intenta y se repite mentalmente mil veces que sólo es una chica, que no pasa nada, no puede controlar su nerviosismo ni ansiedad, trabándosele la lengua y quedándose sin palabras ante ellas.

A esas alturas ya está más que acostumbrado a ello y es por eso que procede a disculparse —o intentarlo— lo más rápido que puede para luego marcharse.

Ahora, va de regreso a su salón. Claro que alguien lo divisa en el pasillo y lo llama al tiempo en que corre hacia él.

—¡Kasamatsu-senpai!

—¿Eh? —Se gira a ver quién lo llama—. Ah, Kise… eres tú.

El rubio nota de inmediato la expresión decaída que su capitán lleva y sabe que algo ha pasado, por ende, se preocupa por él y su expresión y forma de actuar lo confirman.

—¡Senpai! —Lo toma preocupado de las manos—. ¿Qué sucedió, por qué luces así?

—¿Eh? —Sin duda alguna le sorprende que el modelo le diga eso. ¿En verdad luce tan mal?—. Ah, nada. No pasó nada, sólo… —Lo piensa unos segundos y después se lo dice, es Kise después de todo y puede confiar plenamente en él—. Otra chica se me confesó.

Y suspira.

Con eso, el de ojos castaños entiende lo que su senpai le quiere decir. De nuevo, ha rechazado otra chica o al menos ha hecho el intento, al volver a ponerse nervioso al estar ante ella. El mismo problema que tiene al acercarse y tratar de hablar con las chicas.

—¡Ah, de verdad que ya no sé qué hacer conmigo! —Confiesa un tanto preocupado—. Si sigo así, ya no le gustaré a nadie ni se confesarán y terminaré completamente solo.

Al escucharlo decir eso, Kise de ríe y se relaja visiblemente al ver que aquello no es "tan grave" como pensó en un principio.

—¿Pero qué dices, senpai? —Pero no por eso suelta sus manos, no dejará pasar esa oportunidad tan fácilmente—. Estoy seguro que muchas personas se te seguirán declarando y no terminarás solo. Después de todo, ¿a quién no le vas a gustar? A mí me gustas. —Confiesa con una sonrisita traviesa al guiñarle divertido el ojo.

—¿Eh?

Yukio vuelve a sorprenderse, sonrojándose visiblemente al escucharlo y poniéndose nervioso, y como consecuencia, se enoja al instante con él.

—¡P-Pero qué rayos estás diciendo y… suéltame! —Se libera de su agarre, dándole la espalda para no verlo más.

Kise y sus tonterías sin sentido, se repite en su cabeza, tratando de calmarse.

—Sólo la verdad, senpai~. —Le dice en su oído al pasar su brazo por sus hombros para no dejarlo ir.

Y como toque final, le da un beso en la mejilla haciendo que el de ojos azules se pongo rojo hasta las orejas.

—¡I-Idiota! —Se gira para verlo—. ¡Pero qué diablos crees que estás haciendo!

Pese a sus gritos y golpes, Kise no deja de sonreír en ningún momento. Su senpai es tan lindo, que no puede evitarlo. Así le gusta él.

Fin.


Una pequeña viñeta que tenía escrita por ahí en mi LJ.

Gracias por leer y comentar de antemano.