El tiempo que acompañaba esa mañana en la ciudad, acompañaba tambien el corazon de una mujer hundida. Aquella que un dia logro posarse en lo mas alto de fama, ahora caia sin remedio en un viaje sin retorno.
Flash Back
En la colsulta del especialista mas reconocido de todo tokyo una mujer recibia la peor noticia de su vida.
-Lo siento mucho señora, pero no hai nada que podamos hacer-- realmente estaba afligido, no era facil decir ese tipo de noticias, mas aun si el paciente era una persona joven.
-Esta seguro?- pregunto
-Si, la mento ser tan franco, pero soy de los que creen que en este tipo de situaciones es lo mas adecuado.- en un lento gesto se quito las pequeñas gafas que llevaba para mirar directamente a los ojos a la mujer que tenia enfrente- lo unico que puedo hacer, es intentar darle una calidad de vida razonable.
-Y segun usted, cuanto tiempo me quedaria- estaba destruida, pero aun conservaba la dignidad suficiente como para no derrumbarse frente a un estraño.
-No le puedo asegurar nada, pero deacuerdo a los resultados... un año como mucho.
End Flash Back
Un año, ese era todo el tiempo que le quedaria, tenia tantas cosas que hacer, tantos sentimientos que no habia dado aun. Que le diria a su marido, y su hijo, como decirle a un niño de apenas 4 años que su madre se muere y nunca la volveria ver. No tenia el valor suficiente para hacerlo, no seria ella la que les estropearia el poco tiempo que les quedaba para disfrutar juntos. Tenia una idea en mente, podria ser egoista de su parte, pero conseguiria que fueran felices, costase lo que le costase.
En la torre de NG records el famosisimo grupo Bad Luck, estaba enfrascado en un nuevo dia de arduo trabajo, lo que se podria deducir como un Sakano desmayado, un Suguro totalmente desanimado, mirando como un dia mas, todo se desmoronaba. Shuichi, que para variar estaba llorando por que su Yuki se habia ido de viaje a estados unidos para promocionar su nuevo libro. Mientras que algo apartados del resto K y Hiro estaban enfrascados en una amena charla, a la espera de que Shuichi volviera en si para poder trabajar un poco mas antes de que la noche se les viniera encima.
Al cabo de dos horas de su ardua monotonia, K no lo resistio mas y sacando su amadisima magnum, disparo al aire para llamar la atencion de todos.
-Ok, me tienen artos, me da igual los problemas que tenga cada uno- dijo mirando especialmente a Shuichi- si Yuki se a largado, te jodes y te pones a trabajar. Y vosotros dos, moved el culo asta vuestros instrumentos.- tan pronto termino de hablar todos estaban en sus puestos empezando ya si, un arduo y fructifero dia de trabajo.
Desde que K dispara al techo, el grupo trabajo como pocos dias lo hacian.
Eran cerca de la media noche, cuando por fin cierto rubioamericano los dejo libres. Casi todos decidieron irse a un bar de copas, que quedaba cerca del estudio, tenian que celebrar que ese dia habian salido pronto y que afortunadamente tenian mucho trabajo adelantado. Pero para sorpresa de todos K no los acompaño, alegando que no se sentia muy bien, escuho muchas quejas, mas teniendo encuanta que habia sido él el que propuso lo del bar.
Cuando llego a casa, le estraño mucho que todabia hubiera alguna luz encendida, normalmente para cuando regresaba del trabajo siempre encontraba a su familia dormida. Pensando que esa noche estaba de suerte y pillaria a su mujer despierta, dibujo una sonrrisa en su cara, la cual daba claros signos de noser muy inocente.
Entro a la habitacion de manera sigilosa para que su mujer no se percatara y asi cojerla por sorpresa, cosa que le resultaba facil devido a su entrenamiento militar. Como si fuera el mas temible de los leones en plena caceria, acecho a su mujer asta tenerla a una distancia casi minima. La abrazo por la espalda, causando que ella pegaraun pequeño brinco al no darse cuenta que lo tenia tan creca, como pudo guardo unos papeles que estaba revisando, por nada del mundo queria que el rubio los llegara a leer. K no le dio importancia a ese hecho, estaba acostumbrado a que lo hiciera con todos los guiones que le llegaban y no hubiera aceptado.
-K!!!- le reprocho- no me asustes asi, un dia terminaras por matarme.
-Lo siento querida- se escuso- pero sabes que no puedo resistirlo, jajaja. A demas, no hables sobre eso que da mal fario.
-No es para tanto- dijo restandole importancia, al comentario de su marido- algun dia tendra que pasar.
-No digas eso ni embromas- contesto con tono mas serio- sabes que no podria soportarlo.
Aquella ultima frase le dio el valor suficiente para realizar lo que tenia en mente, sabia que seria dificil, pero haria cualquier cosa por que cuando llegase el momento, tanto su hijo como su marido fuera felices apesar de todo.
-Vale, no lo dire mas- el tono ya no era el mismo, a K le sono estraño, pero mejor no hacer caso, que ya conosia a su mujer- pero, promete que si algun dia eso ocurre, tu encontraras a alguien que te haga feliz.
-Sabes que eso no podria hacerlo- se callo cuando vio la expresion de suplica que tenia su mujer- de acuerdo, prometo que si eso llega a pasar, intentare volver a ser feliz.
Con aquellas palabras dieron por termina toda la conversacion. Esa noche se dedicaron a marse como no lo habian hecho en mucho tiempo, parecia que con sus actos intuían que serian pocas las ocasiones en las que podrian volver a disfrutar de algo como eso.
