Hahi, aquí vengó con nuevo Fic para todos ustedes, por ahora llevo el prologo más tres capítulos ya concluidos. Una historia con uno de mis estilo favoritos, mundos paralelos, con un hermano malvada pero que no es gemelo (El gemelo malvado o manipulado es muy cliché). Espero que os guste, quizás más adelante os pida un poco de ayuda para saber que desean en algunas cosas que necesito decidir para completar correctamente partes de la trama.

DISFRUTAD DE ESTA NUEVA HISTORIA!

SUMMARY: Sawada Iemitsu no desea nada más que convertir a su hijo favorito, Ietsumi, en el próximo jefe de Vongola; siendo así que sella las llamas de su hijo menor, Tsunayoshi, apenas despiertan. Pero nunca imagino las consecuencias de su ambición. Ahora Reborn llega para entrenar a un Ietsumi de 18 años, pero… ¿Qué es lo que esconde Tsunayoshi?, ¿Cómo puede tener gente tan poderosa de su lado?... La travesura del Tri-Ni-Sette sin duda a causado una grande, pero a la vez a salvado al equilibrio… ¿Quién pensaría que por una vez Byakuran si vio un bien mayor?

DISCLAIMER: Solo me pertenece la trama de la historia, los personajes, lugares y otras cosas son propiedad de Amano-sensei. Todo hecho sin fines lucrativos.

Hahi, aquí vengó con nuevo Fic para todos ustedes, por ahora llevo el prologo más tres capítulos ya concluidos. Una historia con uno de mis estilo favoritos, mundos paralelos, con un hermano malvada pero que no es gemelo (El gemelo malvado o manipulado es muy cliché). Espero que os guste, quizás más adelante os pida un poco de ayuda para saber que desean en algunas cosas que necesito decidir para completar correctamente partes de la trama.

DISFRUTAD DE ESTA NUEVA HISTORIA!

SUMMARY: Sawada Iemitsu no desea nada más que convertir a su hijo favorito, Ietsumi, en el próximo jefe de Vongola; siendo así que sella las llamas de su hijo menor, Tsunayoshi, apenas despiertan. Pero nunca imagino las consecuencias de su ambición. Ahora Reborn llega para entrenar a un Ietsumi de 18 años, pero… ¿Qué es lo que esconde Tsunayoshi?, ¿Cómo puede tener gente tan poderosa de su lado?... La travesura del Tri-Ni-Sette sin duda a causado una grande, pero a la vez a salvado al equilibrio… ¿Quién pensaría que por una vez Byakuran si vio un bien mayor?

DISCLAIMER: Solo me pertenece la trama de la historia, los personajes, lugares y otras cosas son propiedad de Amano-sensei. Todo hecho sin fines lucrativos.

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Una noche tranquila en medio de las campiñas italianas, una mujer de cabellera oscura vistiendo un traje sin chaqueta miraba hacía el horizonte mientras suspiraba. Las cosas iban a cambiar para bien a partir de ahora. Quien pensaría que un cambio como aquel se estaba formando enfrente de las narices del mismísimo Vongola sin que pudieran controlarlo.

—Sawada Tsunayoshi y su Famiglia… les deseo la mejor de las suertes… futuros protectores de dos partes del Tri-Ni-Sette.—

Murmuró a la nada mientras llevaba una mano al chupete en su cuello, aún no era momento para ello, pero en cuanto lo fuera ella misma se contactaría con CheckerFace para que arreglara el traslado de los poderes del Arcobaleno antes de que cayeran en manos equivocadas. Por ahora lo mejor que podía hacer era asegurar que Varia fuera a Namimori para ayudar al verdadero Cielo de Vongola.

Ayudaría a aquellos que mantendrían el equilibrio, a la vez que aseguraba que su pequeña Yuni no fuera utilizada para los planes que sabía tenía Gamma tras su muerte. Maldiciendo ser el Cielo Arcobaleno con la poca esperanza de vida que eso traía, solo pudo suspirar una última vez. ¿Cómo pudo ser tan ciega en sus momentos para no ver las señales?, debió haber escuchado a Reborn cuando se lo dijo, pero ella lo desestimo estando tan idiotamente enamorada.

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A la vez que aquello sucedía, ocho personas despertaban sobresaltadas en medio de la noche. No mayores de los 10 años ninguno de ellos, pero sus ojos reflejaban la sabiduría de mucho más tiempo, junto a la añoranza de volver a estar juntos una vez más.

Esos sueños, visiones, o lo que resultaran ser… En ellas se habían visto tan felices, tan desprovistos de toda preocupación que los pudiera acechar. Siendo aceptados por personas tan variadas, pero que de alguna manera lograban complementarles de manera distinta. Ellos querían eso, querían que se volviera realidad… Y darían todo lo que estuviera en sus manos para estar juntos una vez más.

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En la casa de uno de ellos, un pequeño castaño de 9 años se miraba en el espejo, ubicando que aquello que soñó no era real, al menos aún no. Porque si existía la posibilidad, por más remota que fuese, de que su sueño se volviera tangible la iba a tomar.

Es en ese momento que escucha voces, por lo que haciendo caso a su intuición apago la luz del baño para poder espiar lo que sucedía.

—Te digo, Ietsumi, quiero que te conviertas en el heredero de Vongola, yo me encargaré de todo. Al menos ya elimine al inútil de tu hermano como candidato… Nunca nadie va a adivinar que lo he sellado. Pero para ello tienes que entrenar, vas a volverte imposible de derrotar, el mejor de los mejores, que nadie pueda negarte nada.—

El más joven de todos cubrió su boca con sus manos para no dejar escapar un jadeo… Es obvio que el bastardo de Iemitsu sello sus llamas igual que en el otro mundo, dado que sigue vivo pero no puede sentirlas. Tendrá mucho trabajo para encontrar al resto sabiendo eso. Aunque lo primero que podría hacer es hallar una manera de eliminar aquella restricción a su propia alma. ¿Dónde puede conseguir la ayuda que necesita?, quizás cuando se pueda reunir con sus 3 guardianes que están en Namimori ellos puedan ayudarle a pensar en eso.

—Por supuesto padre. Que se prepare la mafia. Sawada Ietsumi viene para reinarla sobre todos esos idiotas inservibles, jajajajaja.—

Quedó el pasillo en silencio, pero no se atreve a moverse todavía, con las enseñanzas de un Reborn que ahora no conoce, pero sabe que diría algo estilo "Un jefe nunca se arriesga a ser atrapado, siempre al pendiente de que no haya moros en la costa", y el obedece, permanece en aquel baño durante lo que parece una eternidad antes de volver a su cuarto e intentar dormir al menos un poco más.

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—Bossu... Tsuna-san… Mukuro-sama… Minna… Vuelvan por mí.— Susurra una peli morada de 9 años mientras aprieta sus manos contra su pecho, escuchando como su madre se queja una vez más sobre su comportamiento no apto para una buena señorita, amenazando con golpearla en cualquier momento, como cientos de veces antes, pero esta vez no teme. Ella ya no es Nagi, ahora es Chrome… Dokuro Chrome, la mitad femenina del Guardián de la Niebla de la Decima Generación Vongola, y tiene que volver con el Cielo que la acepta sin importar si es Chrome o Nagi.

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—Kufufufu… ustedes son tan débiles, incluso la Vaca duraba más tiempo.— Sonreía maniacamente el ilusionista de 10 años mientras miraba los cuerpos tirados a su alrededor, pero no están muertos, esta vez no cometerá el mismo error, solo los ha roto mentalmente para que no vuelvan a dañar a nadie. Mira a los dos chicos que junto a él sobrevivieron, haciéndoles una seña para que le sigan. Ahora tiene cosas más importantes que hacer, como buscar a su otra mitad sintiendo que ella le llama, y después reunirse con el Cielo que lo acepto si importarle el pasado y la sangre que corrió antes por sus manos. Porque él es Rokudo Mukuro, la mitad masculina del Guardián del la Niebla de la Decima Generación Vongola.

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—Omnívoro…— Susurraba un pelinegro de 10 años mientras miraba desde un poste de luz la casa de la Familia Sawada.

Había escuchado todo lo que aquellos herbívoros planeaban. Pero no iba a permitir que lo consiguieran, no permitiría que nadie más tomara el lugar que solo su líder merecía, solo ese Cielo que le acepto, que supo que deseaba sentirse aceptado pero nunca enjaulado, y le dio la libertad que deseaba, siempre teniendo un lugar al cual volver, al cual proteger. Porque él es Hibari Kyōya, el Guardián de la Nube de la Decima Generación Vongola, quien va a velar siempre por la Famiglia sin importarle nada. Pero por ahora lo mejor que puede hacer es retirarse para no causar sospechas a sus padres y hermano. Va a ser difícil volverse a acostumbrar a tenerlos.

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—Tsuna-nī…— Susurró un pequeño de 2 años, mirando sus manos con miedo. No puede creer que una vez más se encuentre en ese infierno que fue su infancia. Pero iba a ser fuerte, a salir adelante para poder reencontrarse con su verdadera familia, con su adorado Tsuna-nī… con Estupidera y Takeshi-nī, con la siempre amable Chrome-nē, con el animado Ryohei-nī, incluso los aterradores de Mukuro y Hibari. En esos momentos solo quiere volver su reciente sueño en realidad. Va a conseguirlo, sobrevivirá a aquel infierno, no por nada es Bovino Lambo, el Guardián del Rayo de la Decima Generación Vongola, superará sin duda aquella situación para volverse fuerte, quiere ser digno cuando vuelva a ver a su Tsuna-nī… a ese hermoso Cielo que siempre tenía una sonrisa para darle, quien le mimaba, y quien de verdad lo quería.

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En casa de la familia Sasagawa, un chico de 10 años de cabello blanco miraba con melancolía a través de la ventana de su habitación. Estaba preocupado por el resto de sus compañeros guardianes, sabía que la vida de ninguno de ellos había sido algo sencillo, por lo mismo estaba decidido a ser quien protegiera a su adorado Cielo mientras el resto conseguía llegar hasta ellos. Iba a cumplir su papel como el Guardián del Sol de la Decima Generación Vongola, protegiendo con su cuerpo a aquel chico que le demostró que podía volverse más fuerte con determinación, quien siempre se preocupo por cada herida que pudiera tener, su amado hermanito menor.

—Te protegeré al extremo… Sawada.— Prometió Sasagawa Ryohei, mirando la luna como testigo que aquel juramento personal.

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—Tsuna… Hayato… nos volveremos ver— Murmuró Yamamoto Takeshi de 9 años mientras estaba recostado en su cama, una sonrisa sincera en sus labios como no portaba desde la muerte de su madre.

Aquel sueño había hecho maravillas. Sabía ahora que no tenía porque morir de ninguna manera. Comprendía el miedo de su padre por perderle, después de todo las Tríadas eran un tema bastante delicado, pero iba a esforzarse para poder cuidar de sus amigos. Sobre todo del Cielo que le mostro que ninguna lluvia debe ser vista como algo triste, sino que su deber es limpiar la tristeza permitiendo que puedas desahogarte, y quien estuvo para él incluso cuando pensó en acabar con su existencia. Porque era el Guardián de la Lluvia de la Decima Generación Vongola, e iba a demostrar que podía ayudar a su Cielo como éste una vez hizo por él.

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—Tsuna-sama… Jyūdaime... Estúpido friki del beisbol…— Exclamó un emocionado Gokudera Hayato de 9 años sentado en su escritorio, en sus manos portando lápiz y papel. Va a intentar comunicarse de manera convencional con las dos personas a las que más quiere de maneras diferentes.

Después de que termino, sello las cartas con sus llamas, las cuales sorprendentemente le responden de manera perfecta a pesar de ser la primera vez que las usa en esta vida. De aquella manera las misivas podrían ser identificadas con facilidad como algo que es verídicamente suyo.

Con cuidado escribe las direcciones que recuerda, rogando que no haya existido ningún cambio con respecto a ellas en este momento. "Yamamoto Takeshi" y "Sawada Tsunayoshi" son los remitentes de las dos letras que ha redactado con esmero.

—Intentare llegar lo antes posible hasta ti… Tsuna-sama.—

Porque es el Guardián de la Tormenta de la Decima Generación Vongola, y va a encontrar la manera de regresar con el Cielo que lo trato como algo valioso por primera vez, aquel que le hizo sentir necesario… quien se convirtió en su mejor amigo.

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Regresando con el castaño, este descansa en su cama con una sonrisa de felicidad, su intuición diciéndole que antes de que lo note todo va a mejorar, que encontrará la solución para los problemas que ahora le aquejan… pero lo principal es que siente a los elementos preparándose para volver a él.

Porque no es nadie más que el Cielo de la Decima Generación Vongola, aquel que acepta a todos los elementos sin importarle las peculiaridades de cada uno de ellos, y que sin estos no puede sentirse completo.

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Y con eso concluye el prologo. Y el lunes de la próxima semana estaré trayendo el primer capítulo, el cual para vuestra fortuna ya esta escrito. Y es un poco más largo que este sencillo prologo.

Como pequeño dato. Me estoy inspirando en un par de Fics que he leído tanto en español como en inglés, pero intentaré darle un toque distintivo.

Si te intereso por favor deja un review para saber que deseas que esta historia continue.

Atte: Hikari-chan!