EL OBJETO DE MIS CELOS


CAPITULO 01: TODO ESTÁ BIEN


Hacer que no veo nada…

Hacer que no escucho nada…

Sonreír como idiota…

Todo está bien, aunque no sea así…


Esta era la triste realidad que caía sobre mí todos los días, aunque decía todos los días, en verdad solo eran los días en que lo podía ver, corrección…se me dejaba verlo.

Plan para encontrar a Glen-sama, plan para buscar las puertas y llaves de las casa ducales, todo eso era un tontería que ya llegados a este punto, no me importaba ni un poco.

Solo me importaba él, mi hermano mayor, la única persona que realmente se preocupó por mí en su momento, aunque eso era tiempo pasado, ya no era siquiera el pensamiento casual que tienes sobre un familiar lejano.

Sus ojos solo estaban en esa sabandija Bezarius, realmente su existencia no le importaba en absoluto, pero todo se volvía personal al estar su hermano involucrado.

No…debía de dejar de pensar así, no necesitaba pensar cosas innecesarias, iba incluso contra su propio orgullo, aunque fuera gracioso pensar que lo tuviera, viendo sus propias acciones.

Al final, el mismo desaparecería de su vida – realmente no importa…- dije dando la vuelta, nuevamente estaba ese estúpido teatro del sirviente y su amo, Gil date más dignidad, si pudiera regalarle la que tenía, lo habría hecho la navidad pasada.

Da igual…- escuchaba diciendo el nombre de su amo varias veces – estúpido…- casi nunca decía esas cosas para describir a Gil, pero era la palabra que mejor describía esas escenas que veía en Pandora.

¿De qué me quejo?, al final, este Gil de ahora no me estima en lo absoluto, todo lo que lo movía era esa sabandija, Gil estaba con los Nightray para obtener información, aunque ya ni lo hacía desde que el Bezarius regresó. Sabía que el Mad Hatter tenía que ver con ese asunto, aunque me dio igual porque trajo a mi hermano de vuelta.

Pero no fue igual, Gil me odiaba, prácticamente le repugnaba, o eso me parecía, no veía ese amor y protección que me dio en el pasado, ya nada de eso existía.

Fueron diez largos años de esta forma, todo era tan forzado que dolía mucho, a veces prefería morir, pero tenía una misión.

Solo había que sonreír, no había con quién sacar la rabia que sentía por dentro, tuve que recurrir a cortar muñecos, era lo único que ponía mi mente en blanco y me alejaba de la realidad, no existía nada a mi alrededor, solo esos muñecos, la tijera y yo.

Creo que cortaré algo…- me dije tratando de sonar emocionado, pero la realidad era que nuevamente tenía más ganas de lanzarme de un balcón y acabar con todo, pero era contradecirme a mi mismo, haría entender que Gil no valdría ese sufrimiento.

Todo me tiene harto, odio ser yo, odio vivir, odio estar sumergido en esta mentira del tamaño de la Luna, odio todo.

No había un solo descanso mental, solo estaba Gil en su mente y todo lo que lo despreciaba, al final eso era, la pura realidad.

Estaba solo conmigo mismo y mi patética realidad, mis celos me consumen, la rabia me consume, ya no quedaba nada más que mi nombre.

Tengo que encontrar una solución – nuevamente perdía el tiempo hablando conmigo mismo, de todas formas no había con quién hablar, no tenía alguien de confianza para hablar estas cosas.

Y ahora mismo, la única solución a la mano que tenía, era una hoja que me había llevado del escondite de Ada.

Ada me había mostrado una dirección en donde conseguía los libros e ingredientes para sus hechizos, como le decía ella. Para mi suerte el lugar no estaba muy lejos, podía llegar hasta caminando.

Era una tienda siniestra, podías ver extrañas plantas y muñecos en la parte de afuera, era como ver una curvatura en medio de la calle, ya que junto a ese lugar habían dos tiendas lujosas.

Ignoré olímpicamente las miradas de las viejas chismosas que estaban a los alrededores, estaba seguro que me habían reconocido a la primera, pero me daba igual, solo faltaba que me conocieran mis enemigos como el "gran brujo".

Bienvenido~ - una mujer muy hermosa y voluptuosa me saludó muy coquetamente.

La miré algo indeciso, no sabía por donde empezar, ya que no podía decirle así de la nada "por favor deme algo para desaparecer de la faz de la tierra y de paso que borre el hecho de que existí, así y no olvide darme un caramelo", creo que me falta sueño, pienso estupideces.

Miré el mostrador en donde momentos antes me había saludado la mujer.

Para mi sorpresa, ya no estaba ahí.

¿Deseas desaparecer? – dijo ella, susurrando en mi oído.

Me volteé para encararla, pero ella no estaba ahí.

¿A dónde miras? – ella dijo, estaba de vuelta en el mostrador, ciertamente había algo raro en esa mujer, un miedo extraño recorría mi cuerpo aún siendo de día.

No juegues conmigo…- dije pacientemente aún temiendo a quién sabe que.

Disculpa, solo quería ver como reaccionarias ~ - dijo ella buscando algo.

¿Cómo sabías que quería desaparecer? – pregunté, tenía mucha curiosidad.

Tenías una expresión de depresión, solo por eso – hizo una pausa y me miró - ¿realmente quieres eso?, te va a costar mucho dinero y será doloroso – dijo ella sonriendo, como si me hubiera dado el menú en un restaurante.

Ignorando lo insensible que era, la miré – pagaré lo que sea necesario – dije sin titubear.

Saqué una bolsa de dinero que llevaba conmigo, venía preparado, la mujer miró la cantidad y la tomó.

Usted habla mi idioma – dijo complacida.

Sacó de una gaveta que estaba detrás de ella un pequeño frasco y un anillo – tienes que beber esto mientras llevas el anillo – me miró seria.

El procedimiento era extraño pero sencillo, no tenía que casi acosar a alguien para que cumpliera mi deseo. Mucho menos pedirle algo a esa Alice de blanco, su orgullo hubiera estado en juego horriblemente.

Mi paciencia para lo que venía era mínima, mi destino sería el mismo en donde estuviera, así que me puse el anillo y tomé el frasco.

La chica frente a mi solo sonreía, me daba igual, no la vería más – recuerda, el nombre de lo que te bebes – comenzó ella, cuando vio que acercaba el frasco a mis labios.

No pude entender lo que dijo después, ya que había bebido el contenido del frasco, todo se volvió borroso y caí, terminando en una profunda y silenciosa oscuridad.

Duerme tranquilo – alguien dijo en alta voz mientras reía.


Una taza se quebró de repente - ¿Gil que pasa? – preguntó Oz a un Gil desorientado.

Nada, es que me sentí raro – la cabeza le daba vueltas, tenía un raro presentimiento.

Un dolor en el pecho lo empezó a invadir y por instinto se abrió la camisa, comprobando sorprendido que la marca que le había hecho Oz no estaba ahí, mucho peor, sentía que su cuerpo se hacía pesado cada vez más.

Se levantó de la mesa y corrió al baño, estaba agitado, algo andaba mal con él.

Suavemente levantó el rostro hacia el espejo y ahí lo vio.

Estaba en forma de un niño, uno muy pequeño - ¿qué está pasando? – dijo aterrado antes de caer inconsciente en el suelo.


Una locura que escribo por no poder dormir :c, una historia un tanto extraña, ¿qué habrá pasado con Vincent? ¿qué pasó con Gil DX?

DEATH GOD RAVEN :3