Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia, viene de mi mano ;)

INTRODUCCIÓN

Cada dos días saco a pasear a Doggy, mi bulldog francés (.org/wikipedia/commons/2/29/Confucius_De_la_ ). Los días restantes me dedico a culminar las paredes de mi habitación con dibujos de pinturas abstractas sólo para pasar el rato, mientras Doggy merodea por la casa zampándose las deliciosas magdalenas de chocolate cliente que, a menudo le hacen estallar de felicidad sobre la alfombra persa del salón.

Normalmente, los fines de semana me dedico ha escribir artículos que dan vida a una revista virtual relatando en ellas echos con grandes cantidades de humor, o al menos, eso me dicen. Y los domingos por la tarde, cuando las vecinas se quejan, de mi música demasiado alta, mientras bailo, me dirijo con Doggy hacía el parque más cercano de casa y me quedo sentada bajo el follaje de un cerezo disfrutando de una novela extraordinaria de Marc Levy. En cambio, el perro se pasea elegante entre los árboles de mi alrededor, hasta que se cansa y se queda tumbado junto a mí.

Cuando empieza a anochecer y las primeras estrellas se dejan divisar por mis ojos silbo en señal de aviso y mi bulldog se levanta y va corriendo hasta la fuente del parque. Espera mientras yo me aseguro de que estamos solos. Asiento con la cabeza e impulsándose con las patas traseras hace saltar su cuerpo hasta caer dentro. Ladra dos veces y luego sale batiendo el aire con el va y ven de su cola. Se acerca despacio, le digo que no y se aleja de nuevo removiendo su cuerpo para deshacerse del agua que ha absorbido.

Rápidamente, nos dirigimos a casa fingiendo hacer footing debido a las abundantes multas que he pagado para darle el gusto a mi querido amigo. A escasas dos cases de la mía Doggy emite un ladrido que me indica que tenemos compañía. Así que corremos tan rápido como podemos dejando nuestra casa atrás y giramos la calle a toda prisa fingiendo no escuchar el fastidioso agente que amenaza con arruinarnos el final del domingo. Dejamos un rastro de orina de perro, que parece agua, y nos escabullimos en casa saltando el muro. Desde allí, contemplamos el espectáculo, porqué mientras el agente se cae de culo y comprueba que nadie le ha viso, yo me caigo de culo riéndome mientras Doggy recupera fuerzas bebiendo de su cubo de agua.

El agente se levanta y yo me quedo callada observando su reacción. Se sacude ligeramente los pantalones y luego se huele. Es en ese instante cuando maldice por lo alto y se va derrotado siguiendo el falso rastro de la calzada.

Y con este van doze- Exclamo en señal de visctoria.

Doggy ladra y me agacho de inmediato tendiendole la mano, él golpea su pata contra mi mano haciéndolas chocar y mientras le acaricio la cabeza se sienta listo para recibir su galleta especial recomendada por el veterinario.

Cuando el vecindario parece haberse tranquilizado y Doggy tiene las patas limpias le aplico una loción que disimula su natural peste canina y entramos en casa a la vez que la fragancia del ambientador me invade las fosas nasales haciendo estornudar a Doggy.

Melbin, mi cocinero fantasma, le sirvió la cena a Doggy mientras yo me dirigía hacía el baño. Me despojé de mi ropa y me deshice del sudor de mi cuerpo con ayuda de los relajantes chorros del agua y el jabón con olor a frutas. Salí del cuarto de baño y pasé por delante de la ventana en ropa interior, como era costumbre, dirigiéndome hacía la cocina donde mi plato de arroz con gambas estaba servido junto a una nota del cocinero fantasma avisando que mañana estaría allí a las seis como cada lunes.

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Lunes 13,

a.m.

Buenos días en directo desde...

Guau, guau!

Sí, buenos días a ti también Doggy. ¿Qué porqué no me he levantado con la habitual canción de Fuck you? No tengo ni idea.

Salí de la habitación y frotando mis ojos me dirigí hacia el baña, me duché y me cepillé el pelo a conciencia dejándolo mojado para sacarlo más tarde. Cambié de dirección rodando hasta la cocina con el perro detrás como si de mi sombra se tratase.

En la mesa de esta divisé mi desayuno a base de frutas y otras cosas sanas y observé a Doggy devorar su plato con hambruna. Más tarde me enfundé en un traje adecuado para mi trabajo, me maquillé ligeramente y abandoné mi casa dejando a Doggy disfrutando de su día de descanso.

Me dirigí andando dos calles más abajo donde tenía mi Audi R8 (.com/audi_ ), que había costeado gracias a la venta de algunas de mis pinturas sin sentido, aparcado en el parking del edificio donde vivía mi mejor amiga, Alice. Como cada mañana, esperé en mi auto hasta que Alice golpeó ligeramente el portaequipajes de mi coche. Así que salí del cocho abriendo el maletero.

Buenos días, Alice.

Lo siento, pero no soy Alice...

La voz me resultó familiar y alcé la mirada de inmediato chocando con unos penetrantes ojos esmeralda apuntando hacía mi. Ninguno de los dos dijo nada mientras jo babeaba como lluvia de verano por el musculitos de sonrisa bonito que me habían colocado enfrente.

Hola soy Edward, el primo de Alice. Tu debes de ser Isabella.

Em...sí, pero llamamé Bella...em, Alice?- Estúpida, pensé de inmediato.

No va ha venir, un amigo suyo va ha acercala hasta el trabajo y...em ¿Te importaría llevarme? Tengo el coche averado y...Alice se ha ido- Y allí estaba de nuevo, su magnifica y maldita sorrisa.

Em...oh...sí, claro sube.

Edward se encaminó hacía el lado del copiloto dejando su masculina fragancia suspendida en el aire y se acomodó en el asiento mientras yo intentaba no perder la cordura.

¿Dónde te dejo?- Pregunté tan pronto salimos del parking.

Oh, no te preocupes, dejame donde tu vayas y yo ya iré desde allí.

Prendí la música quebrando la incomodidad del vehículo y avancé velozmente colándome entre el tráfico matutino de la ciudad.

Y desde cuando conoces a mi prima?

Alice. Desde la universidad.

Oh! Pareces más joven que Alice.

Me adelantaron un curso.

Así que tienes 23, ¿cierto?

Muy observador, ¿y tu?

23 también, soy como el hermano pequeño de Alice.

Es extraño, no te había visto nunca con ella.

Sí, estuve un par de años en el extranjero, por eso Alice me quiere en su casa ahora.

¿Te quedas en su casa?

Sí, por el momento- Respondió girando su rostro hacia mi- Oye Bella, perdona el atrevimiento pero...cuando pares el coche...¿Dejarás qué te bese?

N/T: Hellow! Estoy de vuelta con nueva historia pese a no tener la anterior finalizada. Espero que les guste porqué aquí les dejo un mini capítulo de lo que vendrá y nada...lo de siempre, que lo disfruten mucho y que me lo hagan saber, ¿si? ;) Besitos...Loves Mia's