Disclaimer: Dragon Ball es propiedad de Akira Toriyama.
A Pamela, a Schala S Nin: a ti, completa.
«La gota horada la piedra, no por su fuerza, sino por su constancia». ~ Ovidio
CONSTANCIA
Un fic de Tenshinhan y Chiaotzu
por
Esplandián
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—¿Porqué? —el reproche mancha la inocencia de su voz infantil; el temblor del llanto amenaza con cerrarle la garganta.
—¿Porqué, Tenshinhan?
Su acompañante –un hombre alto, imperturbable como una piedra–, levanta su cabeza rapada hacía el cielo estrellado: un destello apenas de sus tres ojos. Entrenado como asesino, resguarda todo atisbo.
Silencio.
Silencio: del que aleja, que incomoda como guijarro en los zapatos, que corta como témpano. Se conocen como nadie, y sin embargo hay puertas cerradas, recovecos inalcanzables…
—¿Porqué le hiciste lo mismo que a Inoshikacho?
El niño de palidez cadavérica, infinitamente leal, por una vez se planta a sembrar la cuestión intocable: la qué sabe, habita en el corazón de su amigo.
—Si ella nos quiere…
La bóveda celeste, añil, irrealmente clara contra los pinos distantes a toda civilización: ellos, un nada insignificante en un mar de estrellas.
—Si ella te quiere…
Ellos: compañeros, cómplices, amigos, hermanos. Antes iguales, lado a lado: mazorcas sobre el fuego, un balón de voleibol para pasar el rato, risas y chistes bajo el sol de verano…
«Tiempo detente».
Ellos: adulto y niño, padre e hijo. Ahora desiguales, contrapuestos: ¡juventud eterna, mortalidad fugaz!
«Tiempo revierte».
—¿Porqué siempre la lastimas, te lastimas, así?
Sus lágrimas en su constancia, gota a gota, doblegan la piedra.
—Si tú quieres a Lunch también… ¿porqué la dejas ir?
Nota de Autor: Pieza para el reto semanal de "Por los que leemos fanfics de Dragon Ball", una amistad en 220 palabras.
