¿Estoy cayendo?
Si, se siente como tal.
¿Habrá algo abajo que amortigüe mi caída?
¿O simplemente caeré y me romperé en mil pedazos?
Quiero saber que hay debajo.
Tengo miedo de caer.
Se siente como dar un paso al vacío, pero esta sensación no termina.
No termina hasta que toque el suelo.
Mi corazón se agita. Se acelera.
Mis ojos están abiertos pero todo esta oscuro.
No existe esa luz al final del túnel, en medio de la oscuridad.
Esa luz que a medida que te vas acercando, va creciendo, y solo quieres llegar y agarrarla.
No está.
No existe.
Fue una ilusión creada por ti.
Otra mentira más.
Para ti fui solo un atajo, no querías llegar a mí pero necesitabas pasar por mí.
Me usaste.
Como él.
Soy una herramienta en la vida las personas.
Una muñeca perfecta en lugar de una hija.
Un objeto sexual.
Un atajo, para llegar a ellos.
He despertado luego de pasar la noche en vela llorando, mis ojos hinchados y mi boca seca son pruebas de ello.
Junto fuerzas para levantarme de la cama, mi cuerpo pesado no quiere moverse, mis músculos no obedecen y me tiemblan las piernas.
Kate me ha llamado 4 veces y he rechazado cada una de sus llamadas, debe estar preocupada.
Habíamos quedado y nunca aparecí, nunca le avisé de mi ausencia, conociéndola debe de haberme esperado por horas.
Antes de darle explicaciones necesito refrescarme.
El agua de la bañera calma mis músculos, mi cuerpo, mi mente.
Lo necesitaba.
No he dejado de pensar y remover cosas en mi cabeza.
Necesito respuestas.
¿Las… necesito?
El móvil suena otra vez e interrumpe mi relajación. Agradezco que haya sonado, podría haberme pasado el día entero en la bañera.
Creo que es hora de responderle a Kate, no se merece esto.
De: 435-xxx-xxx
- Quiero hablar contigo. No me ignores. Tengo las respuestas que buscas.
- Y como si leyeras mi mente, apareces. Como siempre.
No, no era Kate.
¿Borrar mensaje?
-Si -No
FIN PRÓLOGO.
