Bueno… muy buen día a todos… quiero comenzar diciendo que, soy Infinity; Infinytum, pero también pueden llamarme [D. P. E.], o como os guste. Y también admito que este es mi primer FanFic general, y decidí que sea de esta gran pareja, que para mi es la que me gusta, pero no tanto como la de Rea y Chihiro, que es mi pareja favorita, aunque algo no cuadra en su relación, pero me encanta, y también insisto que últimamente la historia se ha ido aflojando un poco, pero si alguien de aquí ve el manga sabrá como que se esta estabilizando de nuevo, y sino, no es que se los recomiende ni nada, pero para mi es muy buena la historia, y si deseáis ver el anime, solo les advierto que se quedaran con un mal sabor de boca con el final… bueno, me Salí del tema, lo siento mucho. Regresando, la historia que les entrego ahora mismo, si es una NaLu, por que me encanta mucho, y he leído muchas historias y one-shots de esta pareja, y me encantan. Tanto que decidí crearme el mio, y… la verdad, esta historia esta basado en una historia original mía, que escribí como una simple idea de mi libro, y como un buen entrenamiento para comenzar a escribir, (así que si no les gusta la historia, no sean rudos, es mi primer escrito "PUBLICADO", no el primero de muchos) y esta historia de Natsu y Lucy es una adaptación de esa que yo mismo escribí. Y si alguien ya habrá leído, escuchado, o visto una idea similar, es inevitable (coincidencia).

NOTA: La historia termina cuando yo escriba "hasta aquí la primera parte", (así es son dos partes, para aquellos que se desesperan de que sea un one-shot), y el resto es la historia original de la cual les hable. Y no es obligación que la lean, así que no importa si lo leen o no. Ya si desean leerlo, por favor comenten si es que si o no les gusto, tanto la adaptación, como la trama original. Ah, y es bastante largo.

Los personajes de Fairy Tail no me pertenecen, son y continuaran siendo de Hiro-Mashima hasta la tumba

Ahora si… a leer.


"Mis besos son un premio, y tu te los tienes que ganar"

Adaptación al mundo ficticio de Fairy Tail

Por [D. P. E.]

—Lucy: Ahahaha… y-ya, hahaha… Natsu ya, hahaha… m-me duele, hahaha… me duele mucho… ahahaha… —Decía ella a duras apenas entre carcajadas la hermosa chica rubia procurando no hacer mucho ruido para no llamar la atención a afuera de la habitación, por que su "mejor amigo" el Dragon Slayer, le hacia inocentes cosquillas entre sus costillas, (mientras ella impedía obstruyéndole el paso protegiéndose con sus brazos).

—Natsu: ¿Por qué?, se ve que te gusta. —Junto con una gran sonrisa en su rostro, y cierto toque de malicia. Realizando tal acción a una velocidad impresionante, que ni los brazos de Lucy impedían su paso.

—Lucy: E-eso no, hahaha… eso no es cierto, ahahaha… —Mientras sollozaba con cierto toque de placer, pero no tanto, y pensaba nuevamente como es que llegaron hasta esta situación—. Y-ya, hahaha… para, ahahaha…

—Natsu: ¿como se dice? —De nuevo con ese toque de picardía, observando como el increíble y sensual cuerpo de su amiga se retorcía, y sus voluptuosos pechos rebotaban, de lo cual no eran la excepción.

—Lucy: P-p-por, ahahaha… p-por f-fav… hahaha…

—Natsu: ¿Por fav… que?

—Lucy: P-por fav… hahaha… p-por, ahahaha… p-por, hahaha… ¡POR FAVOR!, —Menciono a grandes gritos mientras recuperaba ella el aliento—, hahaha… ha, ha, ha… ahhh (suspiro de alivio).

—Natsu: Jejeje, —Rio por lo bajo junto a su típica sonrisa, mientras él recobraba la compostura encima de la cama de ella, sentándose cruzándose de piernas y brazos, ayudando a su linda compañera de equipo que estaba enfrente de ella. Quien también recobraba la compostura asimilando a su compañero jadeando con la cabeza cabizbaja, con su mano en su pecho—, te gusto… ¿verdad…? — ¡PAF!, fue el sonido que provino del empujón que Lucy le inquirió a su compañero y replicándole— ¿Eh? ¿Por qué fue eso?

—Lucy: ¡¿Cómo que por que fue eso? ¡es obvio que es por lo que hiciste!… esta mal hacer eso a la gente, y mas si no quiere, por eso… ¡baka!... —Aun con la cabeza cabizbaja, con la voz temblorosa, quien aun sollozaba resbalando pequeñas lagrimas entre sus hermosos grandes ojos café, retirándoselos con la ayuda de sus manos.

—Natsu: ¿Eh?, ¿esta mal?, pero si se ve que te gustaba, que hasta reías de felicidad. —Con su habitual sonrisa.

—Lucy: No, no eran de felicidad… al contrario, eran de dolor. —Enojada.

—Natsu: ¿De dolor?, ¿Cómo pueden ser de dolor cuando te reías así?

—Lucy: Claro que son de dolor… ¿o es que acaso quieres que te lo hagan a ti?

—Natsu: JÁ, eso no puedes ser. —Con tono burlón.

—Lucy: ¿Eh?, ¿Por qué no?

—Natsu: Por que yo no tengo cosquillas. —Cruzándose de brazos orgullosamente.

—Lucy: ¿En serio? —Con expresión y sonrisa malvada.

—Natsu: En serio. —Aun de brazos cruzados.

—Lucy: ¿Seguro? —Acercándose a él con los dedos de las manos revoloteando, y aura maliciosa.

—Natsu: Seguro.

—Lucy: Entonces… no te molestaría… ¿que yo también te lo haga verdad?… —Lanzándose encima de él, atacando con unas amenazadoras manos y dedos haciéndole también cosquillas a él. Lo cual, Lucy se quedo un buen momento sin darse cuenta de que algo extraño estaba pasando mientras ella hacia eso. Era que, en realidad su presa no mostraba ninguna señal de nerviosismo o algo por el estilo. Entonces levanto su mirada, sin detenerse en lo que hacia, y observo a un Natsu en brazos cruzados que apenas se contenía la risa mordiéndose los labios, y las mejillas infladas, un poco tenso, y casi temblando. (Casi del mismo modo que sucede con él cuando sube a un vehículo) —. ¿Eh? —Se intrigo la hermosa chica rubia observando a su compañero como soportaba "muy bien" la risa, ah, con que quiere jugar rudo ¿eh?, pues entonces dos pueden jugar el mismo juego, pensó la chica, en el mismo momento en que sacaba una pluma blanca de una de sus almohadas, y lo usaba como su mejor armamento de ataque contra él. Y nada. Rayos, es bueno, y saco otra pluma… y nada, agh, ya fastidiada, saco todas la plumas que hicieran falta y muy velozmente comenzó nuevamente con su labor, observando a un Natsu tornando diferentes colores… hasta que al final, no lo logro, y la que termino exhausta primero fue ella, a un lado de Natsu en su cama. Ah, ah, ah… rayos es muy bueno. Poso su mirada hacia Natsu…

—Natsu: Uhg, ahhhhh (exhalando)… jeje, te lo dije… yo no tengo cosquillas. —Tomando una buena bocanada de aire.

—Lucy: E-eso no es justo, h-hicisteis trampa, no es justo. —Cruzándose de brazos y mirando en dirección opuesta, haciendo un puchero.

—Natsu: ¿Eh?, yo nunca hago trampa… —También cruzándose de brazos y mirando hacia otro lado, para después levantarse de la cama e ir hacia una de las repisas llena de libros de Lucy—. Como sea… juguemos otra cosa… mmm… ah, ya se, hagamos una carrera hacia el… —Golpeando su palma izquierda con el puño de su mano derecha. Pero entonces fue interrumpido.

—Lucy: ¡No!... ya no quiero jugar nada más contigo. —Al unísono, de brazos cruzados observando en dirección opuesta hacia él.

—Natsu: ¿Eh?, pero si no me dejasteis terminar.

—Lucy: ¡No me importa!… En todo caso, ¿Por qué siempre esta aquí conmigo?, ¿porque no solo vas con uno los chicos y ya?

—Natsu: Bah… Elfman están de misión con Mira y Lissana… Gildarts se ha ido, y Gajeel no se donde esta.

—Lucy: Y… ¿que hay de Gray?

—Natsu: ¿Eh?, ¿ese inútil estúpido cerebro de hielo? Ni de broma,

—Lucy: ¿Ah?, ¿Por qué no?

—Natsu: Nada, olvídalo, solo es un perdedor, y una perdida de tiempo ir con él… además… me encanta estar aquí junto contigo, jeje, —Replicaba mientras sonreía, (esa de las sonrisa que tanto le agrada de él), lo que hizo que las mejillas de Lucy se ruborizaban y sonrojaran.

—Lucy: Esta bien… haz lo que quieras, siempre y cuando no me molestes, todo estará bien, ¿de acuerdo?

—Natsu: ¿Eh?, ¿es que no quieres jugar conmigo? —Menciono en dirección hacia ella.

—Lucy: No gracias, Ya tuve suficiente por hoy. —Quien se sentó y se acomodó en su cómoda cama y después se acostó en ella, mientras tomaba un lápiz y una hoja de papel blanco—. Como sea, voy a seguir escribiendo mi libro, así que repito, no quiero que me molestes.

—Natsu: Bah, como quieras. —a lo que pasaba sus brazos hacia atrás de su cabeza y se determinaba en dar media vuelta para regresar frente a la repisa, mientras este miraba de reojo encontrando algo interesante en que perder el tiempo y… lotería. Lo encontró. Un ligero y pequeño libro diferente a los demás—. ¿Hum?, ¿y este libro?, es mu diferente al resto… —Pensó y tiro de aquel librillo de la repisa para visualizarlo mejor, era uno sencillo, bueno, ya que en realidad se trataba de una libreta común y corriente, que en la portada decía en grandes letras encerrado en un cuadro, "Maya Forest" —, ¿M-m-maya F-fu-forest?, ¿hum?... oí Lucy, ¿Qué libro es este? —Alcanzo a mencionara a su amiga, quien también le dirigía la mira para después abrir sus ojos café como enormes platos diciendo.

—Lucy: ¿Ah?... n…no, ¡ese libro definitivamente no!… ¡S-SUÉLTALO! —Se expresaba totalmente nerviosa por alguna razón en especial.

—Natsu: ¿Eh?, ¿Por qué no?

—Lucy: ¡Por que es un libro muy valioso!, ¡Entiende!, ¡No toques ese libro, lo digo en serio! —Levantándose de su cama para ir directo hacia él.

—Natsu: ¿En serio? —Con un rostro malicioso y de pocos amigos ingeniándoselas para crear un plan divertido.

—Lucy: Si así es, así que devuélvemelo. —Decía algo alarmada, mientras estiraba sus brazos para apoderarse de ese cuaderno del Dragon Slayer, pero este se lo impidió levantando su brazo y extendiéndolo hacía el cielo—. N-Natsu, devuélvemelo. —Agitando sus brazos hacía donde el chico pelirosa tenia el libro, del cual no llegaba faltando solo uno pocos centímetros, muy pegado a él.

—Natsu: No, hasta que juegues conmigo. —Aun bromeando con ella divirtiéndose por la reacción de Lucy, sintiendo perfectamente como esos hermosos y grandes pechos de su amiga se pegaban y rebotan en él. Lo cual no se sonrojo, ni ruborizo, ni nada por el estilo, sino que sintió algo, como un cosquilleo o descarga eléctrica, un poco debajo de su abdomen, pero también un poco mas arriba de sus piernas, del que no comprendió porque.

—Lucy: ¡Natsu!, ¡es enserio!

—Natsu: Muy bien… —Se apartó de ella por impulso terminando a un lado de la cama de Lucy y con pose desafiante expreso—. Con una condición.

—Lucy: ¿C-condición?... ¿Qué condición?... si es sobre jugar contigo ya… —Pero fue interrumpida.

—Natsu: ¡No!, otra cosa. —Mas serio que nunca.

—Lucy: ¿Ah?, ¿Qué cosa? —Muy intrigada, y mas por su forma en que lo dijo.

—Natsu: Un beso…

—Lucy: … —Pasmada e impactada por la respuesta, reacciono totalmente espantada—. ¡¿Quééé? ¿Pero que estas diciendo idiota? —Acercándose pero no lo suficiente, pensando en intentar de nuevo quitarle su libro.

—Natsu: Lo que oísteis, un beso y solo un beso. —Con el brazo derecho donde tenia el libro, a arriba.

—Lucy: N-no digas tonterías, baka, c-como se te ocurre pedirme algo como eso… ¿e-es que acaso d-deseas mi primer b-beso… o que? —Recordando que nunca antes había besado a nadie, mientras intentaba tocarse los labios.

—Natsu: ¿Eh?, ¿de que rayos hablas?, no, yo no quiero un beso en los labios, quiero un beso en la mejilla… todas las chicas que conozco me han dado uno… bueno todas menos tu, por eso te lo estoy pidiendo… vaya que mal pensada eres. —Ahora fuera del tema sobre el libro.

—Lucy: M-mal pensada ¿yo?, y-yo no soy una mal pensada… e-es mas, tu eres el mal pensado.

—Natsu: ¿Eh?, ¿yo por qué?

—Lucy: ¿Cómo que porque?, pues por pedirme algo como eso, ¡baka!… además… no me importa si es un beso en los labios o un simple beso en la mejilla, la razón por la cual no doy besos a cualquiera, es por que "mis besos son un premio, y se los tienen que ganar", esos es todo.

—Natsu: ¿En serio?, vaya, si que eres muy exigente, es por eso que no tienes novio.

—Lucy: ¿Y a ti que te importa si tengo novio o no?, —Pensando en aquel momento en Aquario—. ¿Acaso tiene algo de malo ser exigente en algo?

—Natsu: No… solo decía… GROOOAAAAA. —Entonces, su estomago interrumpió inesperadamente su conversación, tras un fuerte rugido estomacal que indicaba ya tener hambre y la necesidad de comer inmediatamente.

—Lucy: ¿Ah?, ¿Qué fue eso? —Extrañada con una cara rara, y Natsu con una gotita que se le resbalaba por la nuca.

—Natsu: ¿Eh?, no n-nada… en serio.

—Lucy: ¿Como que nada?, si acabo de escuchar un fuerte gruñido.

—Natsu: No es nada, en serio, no te preocupes… debes de estar escuchando cosas.

Pero entonces ella analizo de donde podría haber surgido aquel extraño sonido, estaba segura de que provenía de él, muy cerca de su estomago, y pensó que quizás sea…

—Lucy: Natsu… ¿a-acaso… tienes hambre? —Muy temerosa, quien sabe porque.

—Natsu: Esta bien, si, si tengo hambre… —Muy apenado, bajando por fin el brazo—. Bueno, es normal, no he comido nada más desde el desayuno. —Cruzando los brazos y mirando a otro lado.

—Lucy: ¿Tanto tiempo? —Algo preocupado en su tono de voz.

—Natsu: Hm. —Asintió mientras miraba a su amiga.

Se quedo perpleja, no sabia que pensar, o que hacer, ni siquiera sabia si podía ayudar… pero entonces recordó.

—Lucy: O-oye Natsu.

—Natsu: ¿Hm? —Desconcentrado casi como siempre.

—Lucy: ¿Quieres comer?... porque si quieres, puedo darte un poco de comida.

—Natsu: ¿E-en serio? —Con ojos llenos de esperanza, con el rostro muy animado, y sacando fuego por la boca.

—Lucy: Hm. —Afirmando.

—Natsu: Pero… ¿ya comieron todas?, es decir, ¿habrá suficiente para todos?, ¿Estará bien?, ¿no se enojara quien lo preparo?

—Lucy: Esta bien, no te preocupes, normalmente se hace mas comida de la cuenta, que casi siempre sobra y se desperdicia… además… fui yo quien preparo la comida hoy… así que… no me molestaría… que la probaras. —Con cierto nerviosismo en su voz.

—Natsu: ¿Eh?, ¿tu, cocinas Lucy? —Intrigado.

—Lucy: C-claro que cocino… ¿acaso me crees una inútil? —Algo molesta en su voz.

—Natsu: No, no, no, yo solo decía. —Con tono de disculpa.

—Lucy: Entonces no digas nada. —Molesta, para también algo aliviada, que podía hacer, era Natsu de quien se trataba después de todo.

—Natsu: Esta bien… —Junto a su habitual sonrisa, y claro no faltaba el típico sonrojo de las mejillas de Lucy—. Bueno… ¿nos vamos? —Muy, pero muy hambriento, ya que ahora quien hablaba por él era su estomago.

—Lucy: A sí, pero… —Temerosa.

—Natsu: ¿Pero que? —Confundido.

—Lucy: ¿Ni creas que te va a salir gratis eh? —Amenazante.

—Natsu: ¿Eh?, pero.

—Lucy: Nada de peros, te daré de comer, con una condición. —Tomando la iniciativa.

—Natsu: ¿Cuál?

—Lucy: Que me devuelvas mi libro por favor —Apuntado desde el otro lado de su habitación enfrente de la repisa, hacia su compañero cerca de su cama, a aquel libro suyo, que no se había olvidado en ningún momento de él.

—Natsu: Esta bien.

—Lucy: ¿En serio? —Impresionada y confundida.

—Natsu: Claro… de todas manera ya te lo iba a dar… bueno ¿nos vamos si o no?

—Lucy: Esta bien, vámonos. —Se levantaron ambos al mismo tiempo, y cuando se acercaron Natsu le entregaba el libro a su amiga, y se precipitaron en ir dirección hacia la puerta enfrente de la cama, que los conduciría hacia la enorme sala de estar del edifico de apartamentos del que se encontraban.


Hasta aquí la primera parte de la historia, nos vemos hasta el segundo y quizás ultimo. Ya si desean continuar es por su propia voluntad.


A partir de ahora, ya nada es eventual, estáis entrando al universo del Infinity; infinytum, y recorrerás un solo fragmento de ese universo como un simple vistazo saliendo totalmente de la realidad. Ahora presentare los personajes que salen en esta parte de la historia:


-Nombre: Bíocon Yun e´ Salce Macrck.

-Sexo: Masculino.

-Edad: En esta parte de la historia debería de tener 18 ciglos de edad.

-Estado civil: Soltero.

-Fecha de nacimiento: 1 de Sere de 2994 D. M.

-Equipo: BíoHerc.

-Compañero (s): Emímit e´ Póranc Warlt.

-Rango: Guerrero - Tipo Centenaíls Avanzado – Nivel 10 de 10.

-Nivel de poder: 49% de 100%. (NOTA: Un solo maestro recién recibido llega a tener solo el 60 %, mientras que uno bien adiestrado solo llega a tener entre el 70% y 80% a lo largo de su vida activa)

-Sueño o meta: Convertirse en el mejor maestro guerrero de todos los tiempos.

-Personalidad: Un chico que simplemente vive el momento, que desde nacimiento se volvió huérfano, pero que encontró una oportunidad de crecer con una familia gracias a una vieja amiga suya. Egocéntrico de nacimiento, en sus venas corre la sangre de un asesino y traidor a la embajada aliada, y a la Hermandad. Fue reducado por sus padres, y con mucha ayuda de su vieja amiga Fílds, de la cual ha comenzado en cambiar de forma casi previsible a simple vista. Su completa personalidad ha quedado atrás, antes de eso, tenia toda su ambición y sed de matar a lo que sea que se mueve de forma extraña. Un simple chico que protegerá a su amigos cueste lo que cueste, inquieto e impredecible en su actos, que desea sacar una que otra carcajada a los demás, y junto con Áncel son el dúo mas loco y bromista del equipo de los Guerreros de la Luz.

-Gustos: Le encanta jugar videojuegos, no se pierde casi ninguna buena entrega que sea de disparo en primera persona, tercera persona, RPG, plataforma, acción, aventura, entre otros. Hacer bromas, estar con sus amigos, completar arriesgadas misiones en equipo, sus padres, a Fílds, y por ultimo pero no menos importante, jugar con su "mejor amiga" Emímit.

-Odia: Al Exclerio Inter, Vinnt, las personas "egocéntricas", y a su verdadero padre.

-Nombre: Emímit e´ Póranc Warlt.

-Sexo: Femenino.

-Edad: En esta parte de la historia debería de tener 17 ciglos de edad.

-Estado civil: Soltera.

-Fecha de nacimiento: 25 de Éndet de 2994 D. M.

-Equipo: BíoHerc.

-Compañero (s): Bíocon Yun e´ Salce Macrck.

-Rango: Guerrero - Tipo Centenaíls Avanzado - nivel 4 de 10.

-Nivel de poder: 31% de 100%. (NOTA: Un solo maestro recién recibido llega a tener solo el 60 %, mientras que uno bien adiestrado solo llega a tener entre el 70% y 80% a lo largo de su vida activa)

-Sueño o meta: Heredar el negocio de la familia y casarse con Pum Álmot Rett e´ Vald Besll, segundo futuro embajador de la embajada aliada. Y ser la más hermosa de todas.

-Personalidad: Totalmente egocéntrica, solo puede pensar en ella y nadie mas, los chicos siempre la ponen en un pedestal por su belleza (Cabello "blanco", ojos "azul claro", gran busto, grandes caderas, y rostro que parece ser la de una niña pequeña, y su tierna forma de ser), su clase alta, y su forma de imponer el orden ante los chicos, lo cual para ella todos los hombres son solo sus esclavos y fieles sirvientes. Razón por la cual la chicas la detestan por su personalidad, y forma de ser, de lo cual no tiene amigas, mucho menos amigos, pero ella asegura que no es cierto, ya que solo la detestan por que llama mas la atención de los chicos y por su sensual cuerpo perfecto. Y que todo debería de girar entorno a ella.

-Gustos: Aunque no lo crean, su deseo y admiración por lo videojuegos es tan grande como su obsesión por ser perfecta, y bella en todo momento. Le encanta ser adulada, y que le digan que es tan hermosa, entre otras cosa similares. Salir de paseo, en centros comerciales, parque de atracciones, al cine, de compras, y sitios así, mayormente con su, (como ella dice), "esclavo personal", Bíocon. Aunque piensa del joven Salce solo esta a su lado porque quiere llamar su atención, y no desea pensar en ello, por que según en sus propias palabras no puede suceder que alguien tan poderosa, bella, y especial como ella, pueda relacionarse con un civil pueblerino como lo es Salce Macrck. El cual compite celosamente con su rival Mírid Yásmet e´ Fówler Cabt la total atención de Bíocon.

-Odia: Los hombres que siempre la miran con lujaría por su cuerpo, Mírid, las chicas "superficiales" por no querer que sean sus amigas, Cualquier cosa que tenga que ver con la suciedad, Y "Bíocon"

Ahora si, a continuar con la historia. Y de nuevo, para que no se quejen después, es bastante largo, como más de 10 paginas en archivo Word.


I

"Mis besos son un premio, y tu te los tienes que ganar"

Versión original

Por [D. P. E.]

(Dormitorio de Emímit).

Para describir el lugar, principalmente es una habitación con dimensiones de 26 de largo, por 13 de ancho, y 4 de alto. Un gran ventanal de energía plasmaeléctrica como tragaluz, en el uno de los muros de ancho, enfrente del ventanal se encuentra, la cama a la izquierda pegada al muro largo y al otro muro de ancho en perpendicular con el ventanal, a la derecha la puerta de acceso de entrada y salida para la habitación del muro en perpendicular con el de la cama, enfrente del ventanal la puerta del baño. Y así sucesivamente. El material en que esta hecho la habitaciones básicamente de metal (si alguien a gustado de Star Wars, o jugado la serie de halo, sabe de lo que hablo), todo del mismo color, azul metálico, y lámparas fluorescentes como iluminación instalados de forma que parezcan desapercibidos, excepto de noche.

I.1. ¿Te importo?

—Emít: Ahahaha… y-ya, hahaha… Bío ya, hahaha… m-me duele, hahaha… me duele mucho… ahahaha… —Decía ella a duras apenas entre carcajadas la hermosa chica albina procurando no hacer mucho ruido para no llamar la atención a afuera de la habitación, por que su "mejor amigo" el mejor cazador furtivo de la hermandad, o CM (Cazador de monstruos) le hacia inocentes cosquillas entre sus costillas, (mientras ella impedía obstruyéndole el paso protegiéndose con sus delicados y hermosos blancos brazos).

—Bío: ¿Por qué?, se ve que te gusta. —Junto con una gran sonrisa en su rostro, y cierto toque de malicia. Realizando tal acción a una velocidad impresionante, que ni los brazos de Emít impedían su paso.

—Emít: E-eso no, hahaha… eso no es cierto, ahahaha… —Mientras sollozaba con cierto toque de placer, pero no tanto, y pensaba nuevamente como es que llegaron hasta esta situación—. Y-ya, hahaha… para, ahahaha…

—Bío: ¿como se dice? —De nuevo con ese toque de picardía, observando como el increíble y sensual cuerpo (Con esa pequeña blusa blanca, y pantalón corto del mismo color) de su amiga se retorcía, y sus voluptuosos pechos rebotaban, de lo cual no eran la excepción.

—Emít: P-p-por, ahahaha… p-por f-fav… hahaha…

—Bío: ¿Por fav… que?

—Emít: P-por fav… hahaha… p-por, ahahaha… p-por, hahaha… ¡POR FAVOR!, —Menciono a grandes gritos mientras recuperaba ella el aliento—, hahaha… ha, ha, ha… ahhh (suspiro de alivio).

—Bío: Jejeje, —Rio por lo bajo junto a su típica sonrisa, mientras él recobraba la compostura encima de la cama de ella, sentándose cruzándose de piernas y brazos, ayudando a su linda compañera de equipo que estaba enfrente de ella. Quien también recobraba la compostura asimilando a su compañero jadeando con la cabeza cabizbaja, con su mano en su pecho—, te gusto… ¿verdad…? — ¡PAF!, fue el sonido que provino de la bofetada que Emít le inquirió a su compañero (lo cual no le dolió, ya que ha recibido peores golpes, y muy seguro ella también lo sabia) y replicándole— ¿Eh?

—Emít: ¡N-nedt!... ¡c-como te a través… tu!... ¡u-un n-nedt pueblerino a tocarme!... ¡a-a mi… una importante persona como yo!... Sniff… sniff, —Aun con la cabeza cabizbaja, con la voz temblorosa, quien ahora lloraba, y sus preciosos y hermosos ojos grisáceos cerrados estaban inundado a la mar de lagrimas, sobándoselos con la ayuda de sus manos.

Bío, quien se percato de la situación, instintivamente solo pudo acercarse lentamente con el brazo derecho extendido con la intención de consolar a su amiga.

—Bío: Emímit… yo, lo siento… no quería… —Musitaba desconsoladamente, quien trataba de acercarse a ella y propiciar un mano de ayuda. Pero que no logro, ya que ella se lo impidió, negándosela con su mano izquierda para que no la vuelva a tocar.

—Emít: ¡No me toques!... sniff… ¡no quiero que me vuelvas a tocar nunca mas!... sniff, ¡¿me escuchasteis?... ¡NUNCA! —Apretándose el pecho con sus brazos, como si sintiera un insoportable dolor en el.

—Bío: Emímit… yo… no quería… no quería… yo, yo solo… quería jugar contigo… ya sabes, como siempre. L-lo siento mucho, ¡lo siento! —Sintiéndose muy afligido, con un insoportable sentimiento también en su pecho. Mientras en la habitación reinaba un incomodo y silencioso ambiente por un para de segundos.

—Emít: No puedo creerlo… sniff —murmuraba por lo bajo—, en serio que no puedo creerlo… sniff… no puedo creer, que tu seas… que tu seas, sniff…

—Bío: ¿Que yo sea que, Emít?, sniff —Ahora el también sollozando.

—Emít: Que tu seas… que tu seas… tan, tan…

—Bío: ¿Tan que?

—Emít: ¡Tan ingenuo!… jeje, ca-ís-tes. —Levantando su cabeza y recogiendo su hermoso cabello platinado, para hacer mostrar por fin sus ojos grisáceos, que ahora estaban tan hinchados y rojos por haber estado fingiendo, burlándose de él sacando su lengua. Y después realizar con una linda sonrisa (aquella de las que tanto le gusta Bío de ella), junto a una pequeña pero cómica risilla.

—Bío: ¿Eh? —Confundido.

—Emít: Ejejeje, hubieras visto tu cara… que nedlyt. —Decía con un divertido rostro, mientras con el dedo índice de la mano derecha le daba un débil empujoncito, lo cual hizo que este se hiciera un poco hacia a atrás.

—Bío: ¿Eh? —Nuevamente confundido.

—Emít: Ejejeje, no puedo creer que tú te lo creyeras todo. —Aun con su habitual gran sonrisa.

—Bío: Espera… ¿me engañasteis?

—Emít: ¡Hum! —Afirmando asentando con su cabeza, con las piernas hacia atrás, y los brazos enfrente.

—Bío: … —Él se quedo en blanco, sin palabras, el no sabia como reaccionar ante tal situación. Se lo pensó una, no, dos, no, tres veces, o tal vez más. Y entonces musito—. Entonces… —Con la cabeza cabizbaja cubierto por su cabello castaño.

—Emít: ¿hm?, ¿dijisteis algo?

—Bío: Entonces… ¿hiciste eso solo para vengarte… de mí?

—Emít: Hum… a ver si así aprendes a no jugar así conmigo… ¿algún problema? —Ahora de brazos cruzados, mirando hacia otro lado.

—Bío: Tu… si serás… si serás…

—Emít: Si seré que, ¿eh? —Retornando su vista hacia él.

—Bío: No puedo creer… que tu…

—Emít: ¿Qué yo, que? —Con tono de molestia.

—Bío: Que mi mejor amiga… mi mejor amiga… me hiciera algo como esto… —Con cierto tono de enfado en su voz.

—Emít: ¿M-mejor amigo?… ¿d-de que estas hablando nedt?, ¿desde cuando yo dije que tu fueras mi amigo?... yo no necesito amigos que sea chicos, los chicos son solo unos nets sirvientes para mi, y nada mas… prefiero primero ser amiga de un sucio, horrible y grotesco cárnoct, antes que ser tu amiga. —Lo dijo sin intención alguna, ya que fue como siempre un impulso simplemente.

—Bío: Entonces… lo que dice Mírid es cierto.

—Emít: ¿Eh?, ¿ahora que cosas ha dicho esa nedt cabeza hueca, y pecho plano de mí? —Protesto esta, mientras Bíocon se levantaba serio de su sitio, y se ponía de pie justo a lado de la cama con cierto aura de malicia en el—. E-espera, ¿que haces?... dime, ¿Qué fue lo que ella te dijo de mi? —Con voz temblorosa.

—Bío: … —Al principio no dijo nada, pero después se molesto en contestar con tal seriedad en su tono de voz sin voltearla a ver—. Ella me dijo… que solo eras una princesita, hijita de papi y mami… que sin importar lo que yo haga… no podre demostrar que te preocupas de alguien más… que no seas tú.

—Emít: E-eso no es cierto… si me preocupo por otros… Bueno, casi siempre. —Pensó—. Ya sabes… esta Loriéd… Eléid… Mílit… ehhh… mmm… Ísmil… y-y… … y también tu… —Este ultimo diciéndolo en un susurro, pero aun fue mas que suficiente para que Bíocon pueda escucharla.

—Bío: ¿Hm?, ¿yo?, creí que solo te preocupabas de mi solo porque yo era tu compañero de equipo, y que ese era como tu "deber".

—Emít: P-p-pero… —Y que podía decir, todo eso era verdad, ella lo reconocía, siempre lo decía. Pero no intencionalmente. Ya que desde un principio siempre que él estaba al borde de un camino sin salida, o en apuros, o peligro, ella se limitaba en preocuparse de él ofreciéndose en animarlo, y mimarlo de tal forma que pueda saber cual importante es él para ella. Tal es el caso cuando estaba al borde de la muerte por recibir un fuerte ataque directo del hastoc D. Celbr, para defenderla a ella y sus amigos hace un ciglo aproximadamente. Y que ella desparramaba sus lágrimas en su cuerpo inmóvil por el hecho de que creía ya haberlo perdido entre sus propios brazos. Mientras gritaba con todas sus fuerzas su nombre, después de haber escuchado de él mismo cual importante eran sus amigos… y ella también. Y se alegraba de que estuviera todas las veces inconsciente, de lo contrario hubiera sentido todo este tiempo una gran vergüenza de solo verlo¸ aunque, hasta la fecha, ya lo habían presenciado Eléirid, Loriéd, Ísmil, Áncel, Vinnt, Fáldow (que en paz descanse), y quizás también Hallowd. Pero le importaba en lo mas mínimo que sean ellos, ya que los conocían y cada uno de ellos eran mas que reservados. Pero, mas importante, si hubiera sido Mírid seguramente no la dejaría en paz burlándose de ella las veces que estuviera junto con Bío, y vaya que se la pasaba y pasa mayormente junto con él.

—Bío: Si realmente soy tan importante para ti como tú dices, quiero que me lo demuestres. — ¿Demostrárselo?, ¿Cómo?, todo el tiempo Emímit Póranc Warlt se había mencionado así misma que no estaba, ni estará atraída de su compañero de equipo, por que su corazón y su vida es, solo le pertenece a Pum Álmot Rett e´ Vald Besll, hijo, y supuesto futuro esposo de esta, del segundo embajador mas importante de la embajada aliada, el embajador Vald Acus—. Hum… lo suponía… suponía que no te importaba en lo mas mínimo… pero nunca creí que fuese verdad… me voy, no tengo nada mas que hacer aquí… —de su sitio comenzó a dar nos leves pasos… pero entonces.

—Emít: (Gemido) e-espera —Musito en un susurro, alargando su brazo derecho para sujetarla de él con todas sus fuerzas para que no se marchara, y continuo aun susurrando—. N-no te vayas… p-por favor… —y se aferro a él en un abrazo, colocando su rostro gentilmente en su espalda—. Por favor… ¿no quieres saber que importante eres… para… mí? —Abrazándolo ahora como si ella deseara partirlo en dos—. Por favor… no me dejes sola… no quiero… que te vayas.

—Bío: ¿Es… en serio…? —Mirándola por encima de su hombro derecho.

—Emít: Hm. —Afirmando mientras aflojaba los brazos para que él pudiera girar y ahora le pueda abrazar. Debía admitirlo, sus abrazos del chico castaño era una de las razones de la cual le hacia sentir mejor, tal vez por que le recordaba los abrazos que les regalaba sus padres de niña, o por que no había nadie quien mas pudiera obsequiarle una ahora. Se regocijo entre su pecho, y nuevamente comenzó a abrazarlo con tal fuerza que no pueda escapar de ella.

—Bío: Huh, huh, huh… lo sabía. —Pronuncio realizando una risilla maliciosa—. Ca-is-tes… jeje…

—Emít: … ¿Eh? —Totalmente confundida mientras levantaba su mira y la dirigía hacia la de su compañero, quien ya tenía una enorme sonrisa, esa de las que tanto gustaba—. Te odio. —Dijo en un susurro.

—Bío: ¿Eh, que dijisteis?

—Emít: ¡Que te odio, te odio, teee ooodiooooo! —Gritaba mientras le daba golpes en su pecho, (lo cual no eran gran cosa comparado con lo que recibe a cada rato de droidenets Cómbateck, o Íntercink, o Centenaíls). Para que después este tomara la cabeza de ella con la mano derecha y la acercara a su pecho mientras la abrazaba y replicaba.

—Bío: No… no me odias… sino, me hubieras dejado ir… je, te conozco. —Le decía cerca de su oído izquierdo.

—Emít: ¿Por qué?...

—Bío: ¿Por qué, que?

—Emít: ¿Por qué lo hiciste? —Susurraba y se sostenía de la playera de él en su pecho.

—Bío: Para que ves que se siente, cuando alguien te hace sentir mal, como tú lo haces con otros… y conmigo… Se siente horrible, ¿verdad?

—Emít: Hm. —Para que negarlo, lo sabia, bueno, en realidad desde un principio ya lo sabía. Es solo que cuando lo hacia, le hacia sentir cierta superioridad ante todos, como se supone que debería de ser… o eso creía ella.

—Bío: Además… eso demuestra que Mírid se equivoca.

—Emít: ¿Eh?, ¿c-como?

—Bío: Bueno… ella dijo que tú solo pensabas en ti misma, como lo más importante en este planeta, que eras superficial, y algo así como no sé que para todas las mujeres… pero se equivoco. Porque no solo piensas en ti, sino también en otros… y también en mi.

—Emít: Hum… —Risilla— Te lo dije… ella mentía, y yo tenia razón… esa cabeza hueca de pechos planos, hablando mal de mi a mis espaldas, como se atreve.

—Bío: Jeje, si, tienes razón… —Pensó—. Todo menos lo de cabeza hueca y pechos planos… creo. Huh.

—Emít: No, tengo razón, es una inútil cabeza hueca, con el pecho plano, e inadaptada social.

—Bío: Bueno, técnicamente tu… uhm… nada olvídalo.

—Emít: ¿Qué?, ¿dices qué soy igual a ella?, ¡¿eso dices?

—Bío: Buuuuueenoo.

—Emít: ¡Claro que no, yo no soy igual a ella!

—Bío: ¿Por qué no?

—Emít: P-por que… ¡por que yo si tengo amigos…!

—Bío: ¿En serio?, ¿Quiénes?

—Emít: ¿Quiénes?... bueno, este… Loriéd y Eléirid por ejemplo. —Muy segura.

—Bío: Bueno, técnicamente tú, Loriéd y Eléirid son amigas por ser las hijas de las tres de trece personas más importantes para los embajadores… así que eso no cuenta.

—Emít: C-claro que cuenta, no digas neditses.

—Bío: Esta bien, esta bien, si "cuenta". —Con sarcasmo—. Pero… además de ellas, ¿Quiénes mas?

—Emít: ¿Quienes mas?... —ah, ¿es una indirecta?, si, si, seguro es una indirecta, quiere que yo diga que es mi amigo… pero… si eso es lo quiere… entonces…—. ¿Y-y t-tu… no eres mi amigo? —en voz muy baja y con cierto nervosismo.

—Bío: ¿Yo?, pero… ¿Qué no dijisteis que no era tu amigo… sino uno de tus mas sirvientes del montón?

—Emít: Rayos, se me olvido. —Y entonces, él la volvió a abrazar.

—Bío: Esta bien, todo eso ya paso. —Con una voz tan relajante que ni ella se pudo resistir. Hasta darse cuenta de algo importante de aquella situación.

—Emít: ¡¿Qu-que estas haciendo? —Exclamo mientras se apartaba de él como en un impulso, y quizás no intencionalmente—. N-no me toques… s-sabes que no me gusta que me toquen… de más. —Alcanzo a decir para que no lo malinterpretara directamente.

—Bío: Huh, huh, si, cierto, lo siento… pero no es del todo cierto… yo sé que a ti te gusta que te abrace y acaricie tu cabello… ¿no?, jeje. —Acompañado de una sonrisa.

—Emít: C-c-claro que no. —Se volteaba hacia su cama cruzándose de brazos, y cabeza cabizbaja para evitar que él le viera ese débil pero previsible sonrojo.

—Bío: Bueno, hum. —Jadeo mientras tomaba asiento cruzándose de piernas, abajo en el suelo a un lado de la única de las esquinas que sobresale de todas, de la cama de Emít. Y sacaba algo con gran dificultad de entre su bolsillo derecho—. A continuar con lo que vine hacer aquí.

—Emít: ¿Eh?, ¿aun te piensas quedar?

—Bío: Claro, para eso vine… a jugar. —Musitaba, después de haber sacado de su bolsillo su DDC portátil para jugar con el. El mismo que le había regalado Emímit en su cumpleaños numero dieciséis.

—Emít: ¿Eh?, ¿y-y por qué siempre aquí, y no con uno de los chicos?

—Bío: Bueno… Áncel y Véntral están de misión con Hallowd y las chicas… y Geredmínd esta de entrenamiento con sus padre, ya sabes.

—Emít: Y… ¿que hay de Vinnt?

—Bío: ¿Eh?, ¿ese inútil? Ni de pedt, ese nedt sin sentimientos, que seguro es más frio y hueco que el vacío, es un terrible dolor de cabeza… además, es mi rival de convertirme en el mejor maestro guerrero, y un verdadero guerrero nunca forma amistad con el enemigo.

—Emít: ¿Rival?, ¿enemigo?, ¿de que hablas nedlyt?

—Bío: De nada, olvídalo, solo es un perdedor, y una perdida de tiempo ir con él… además… me encanta estar aquí junto contigo, jeje, —Replicaba mientras sonreía, lo que hizo que las mejillas de Emít se ruborizaban y sonrojaran nuevamente.

—Emít: Esta bien… haz lo que quieras, siempre y cuando no me molestes, todo estará bien, ¿de acuerdo?

—Bío: ¿Eh?, ¿es que no quieres jugar conmigo? —Menciono hacia el unísono, sin apartar la vista de la pantalla de la pequeña consola.

—Emít: No gracias, no tengo muchas ganas de jugar hoy. —Quien se sentó y se acomodó en su cómoda cama y después se acostó en ella, a lo que su amigo asentía con su cabeza y un gemido.

Tomo una consola de entretenimiento de su mesita de noche a lado de su cama, y selecciono la sección de artículos y citas de la selección de "jóvenes y adultos jóvenes del Infinity; Infinytum", y comenzó a dar un vistazo por si encontraba algo interesante, como la sección de belleza, moda, chicos, y para variar el test de la semana también, lo cual esta semana irónicamente el tema era "Cómo saber si te gusta tu mejor amigo en trece sencillas preguntas". De las cuales algunas preguntas eran algo así como, ¿Su intereses también son de tu interés?, o ¿Te pones nerviosa simplemente cuando dice algo tan insignificante, pero te ruboriza a la vez?, o también ¿Te ruborizas fácilmente al estar cerca de él? Y cosas así.

—Emít: ¿Qué nedt escribe cosas como estas?, que nedly… hm, mejor veo que otra cosa hacer. —Pensó, dejo la consola en su lugar, y muy cerca de ahí se encontraba su pequeño espejo, que, por impulso la tomo y comenzó a mirarse en el. Y esta mientras se miraba, se arreglaba su hermoso y platinado cabello, se retocaba las mejillas, (solo para no encontrar ninguna señal de imperfección en su lindo y hermoso rostro), y también observaba detalladamente que sus ojos grises ya no estuvieran tan rojos ni hinchados, y cosas así. Hasta que Bío, cuando al parecer ya había a completando una misión de su juego, por impulso sobre observó lo que estaba haciendo su hermosa amiga, y le dijo:

—Bío: ¿Que estas haciendo?... vamos carga mas rápido. —Regresando su total atención a su juego.

—Emít: Que te importa.

—Bío: No es que me importe ni nada… ¡vamos, vamos!... pero no le veo el caso de estar maquillándose a cada rato…. ¡¿a eso le llamas un golpe crítico?... No le veo el chiste, es decir, después se quitara, ¿no?... ¡yo te enseñare como vencer a un grult de un solo golpe, pedazo de gotd! —Jugando y hablando.

—Emít: Claro que no, eres hombre y todos ustedes no entienden nada de nosotras a la hora de verse súper hermosas y lindas en todo momento… es decir, una nunca sabe cuando te encontraras con chicos súper guapos y lindos, nedt.

—Bío: Estoy seguro que en donde sea… ¡Vamos, vamos, más rápido!... donde sea, menos aquí en tu propia habitación, je… ¡Ya te enseñare! —Bromeo.

—Emít: T-tu que sabes, nedt.

—Bío: Además, ya esta súper linda así como estas. Jeje. ¡Ah, al fin!—Sonriendo pero aun concentrado en su videojuego.

—Emít: C-cállate, tú no sabes nada de nada… nedt. — Y así, ella continuo retocándose con la ayuda de su espejo. Pero debía de admitir, que la curiosidad de saber que es lo que estaba jugando tan emocionadamente su amigo le cosquilleaba. Asentó su espejo a un lado de ella, y sigilosamente, se determino en avanzar en su cama un poco más cerca de Bío, quería saber lo interesante de ese juego, y quería saberlo ya. Se acercó y quedo como a cincuenta centímetros de él y le pregunto:

—Emít: O-oye, ¿Qu-que estas jugando?

—Bío: Adivina.

—Emít: ¿Adivinar?, mmm… mmm… ¡ah!... Sálored.

—Bío: No. —negando también con la cabeza.

—Emít: ¿No?, mmm… ¡ah! Céld del Prenms.

—Bío: No. —De nuevo negando con la cabeza.

—Emít: ¿Eh? ¿Tampoco?, agh… ah, Jórmed Melss.

—Bío: No.

—Emít: ¿Vorves?

—Bío: No.

—Emít: ¿Kelsit?

—Bío: No.

—Emít: ¡Xelxelt!

—Bío: No. —Negando por sexta vez consecutiva.

—Emít: ¡ahhh!... ¡puf! —Cayó rendida en su cama—. Ya dime, ¿Cuál es? —Recostándose del lado izquierdo de su cuerpo, con su cabeza encima de su brazo izquierdo, utilizándolo como apoyo.

—Bío: No, hasta que adivines. —Jugando.

—Emít: Por favor. —Con vocecilla de niña pequeña.

—Bío: No. —Jugando con ella.

—Emít: Vamos, por favor… ¿Siii? —Picándole con su dedo índice de su mano derecha.

—Bío: Esta bien. —Rindiéndose.

—Emít: ¡Si! —Exclamando animadamente cual niña pequeña, sentándose en su cama con las piernas hacia atrás—. Entonces, ¿Cuál es?

—Bío: Hallwarmet.

—Emít: ¡No! —Impresionada.

—Bío: ¡Si! —Emocionado.

—Emít: ¡A ver!, ¡a ver!, ¡a ver!, ¡a ver! —Súper emocionada acercándose mas hacia la persona de Bío.

—Bío: No. —Jugando de nuevo con ella.

—Emít: ¡Vamos préstamelo! —Pasando sus brazos por los hombros del chico y sosteniéndose de él, intentando arrebatarle la consola de sus manos, mientras este se lo impedía.

—Bío: No. —Aun jugando.

—Emít: ¡Vaaamooosss! —Haciendo berrinche, ahora con medio cuerpo en la cama y la otra mitad encaramada encima del muchacho.

—Bío: No.

—Emít: Vaaamooosss, Bíííoooooo. —Haciendo un berrinche de niña pequeña, con sus voluptuosos pechos aplastando su espalda, y casi llegando al cuello y cabeza del chico.

—Bío: Te lo daré, pero con una condición.

—Emít: ¿Cuál?, ¿Cuál? —Aun súper emocionada. Sin siquiera saber en donde rayos se encontraba.

—Bío: Un beso…

—Emít: … —Pasmada e impactada por la respuesta, reacciono retrocediendo y despegándose totalmente de el—. ¡¿Quééé? ¿Pero que estas diciendo nedt? —Sentándose de nuevo en su cama con los pies hacia atrás.

—Bío: Lo que oísteis, un beso y solo un beso.

—Emít: N-no digas neditses, nedly, c-como se te ocurre pedirme algo como eso… ¿e-es que acaso d-deseas mi primer b-beso… o que? —Pensando que aun no ha besada a nadie… nunca, intentando tocarse los labios.

—Bío: ¿Eh?, ¿de que rayos hablas?, no, yo no quiero un beso-beso, quiero un beso en la mejilla… todas las chicas que conozco me han dado un beso… bueno todas menos tu, por eso te lo estoy pidiendo… vaya que mal pensada eres.

—Emít: M-mal pensada ¿yo?, y-yo no soy una mal pensada… e-es mas, tu eres el mal pensado.

—Bío: ¿Eh?, ¿Por qué?

—Emít: ¿Cómo que porque?, pues por pedirme algo como eso, nedt… además… no importa si es un beso-beso o un beso, la razón por la cual no doy besos, es por que no soy como cualquier otra chica que se entrega tan fácilmente a la primera, por que, "mis besos son un premio, y tú te los tienes que ganar", esos es todo.

—Bío: ¿En serio?, vaya, si que eres muy exigente.

—Emít: ¿Y?, ¿tiene algo de malo ser exigente en algo?

—Bío: No… solo decía… GROOOAAAAA. —Entonces, su estomago interrumpió inesperadamente su conversación, tras un fuerte rugido estomacal que indicaba ya tener hambre y la necesidad de comer inmediatamente.

—Emít: ¿Ah?, ¿Qué fue eso?

—Bío: N-nada… en serio.

—Emít: ¿Como que nada?, si acabo de escuchar un fuerte gruñido.

—Bío: No es nada, en serio, no te preocupes… debes de estar escuchando cosas.

Pero entonces ella analizo de donde podría haber surgido aquel extraño sonido, estaba segura de que provenía de él, muy cerca de su estomago, y pensó que quizás sea…

—Emít: Bío… ¿a-acaso… tienes hambre? —Muy temerosa, quien sabe porque.

—Bío: Esta bien, si, si tengo hambre… bueno, es normal, no he comido nada más desde el desayuno.

—Emít: ¿Tanto tiempo? —Algo preocupado en su tono de voz.

—Bío: Hm. —Asintió.

Se quedo perpleja, no sabia que pensar, o que hacer, ni siquiera sabia si podía ayudar… pero entonces recordó.

—Emít: O-oye Bío.

—Bío: ¿Hm? —Muy concentrado en su juego.

—Emít: ¿Quieres comer?... porque si quieres, puedo darte un poco de comida.

—Bío: ¿E-en serio? —Con ojos llenos de esperanza.

—Emít: Hm. —Afirmando.

—Bío: Pero… ¿ya comieron todas?, es decir, ¿habrá suficiente para todos?, ¿Estará bien?, ¿no se enojara quien lo preparo?

—Emít: Esta bien, no te preocupes, normalmente se hace mas comida de la cuenta, que casi siempre sobra y se desperdicia… además… fui yo quien preparo la comida hoy… así que… no me molestaría… que la probaras. —Con cierto nerviosismo en su voz.

—Bío: ¿Eh?, ¿tu, cocinas? —Intrigado.

—Emít: C-claro que cocino… ¿acaso me crees una inútil buena para nada… como Mírid? —Algo molesta en su voz.

—Bío: No, no, no, yo solo decía. —Con tono de disculpa.

—Emít: Entonces no digas nada. —Molesta, para también algo aliviada

—Bío: Esta bien… me alegra que puedas cocinar, eso quiere decir que ya eras algo independiente, ¿no? —Con una de sus sonrisas.

—Emít: Si, así es. Ahora soy totalmente independiente. —Muy segura de si misma

—Bío: Bueno… ¿nos vamos? —Muy hambriento.

—Emít: A sí, pero… —Temerosa.

—Bío: ¿Pero que? —Confundido.

—Emít: ¿Ni creas que te va a salir gratis eh? —Amenazante.

—Bío: ¿Eh?, pero.

—Emít: Nada de peros, te daré de comer, con una condición. —Tomando la iniciativa.

—Bío: ¿Cuál?

—Emít: Que me dejes jugar Hallwarmet. —Apuntado desde su cama hacia la consola en manos de su compañero.

—Bío: Esta bien.

—Emít: ¿En serio? —Impresionada.

—Bío: Claro… de todas manera te lo iba a prestar… bueno ¿nos vamos si o no?

—Emít: Esta bien, vámonos. —Se levantaron ambos al mismo tiempo, y se precipitaron en ir dirección hacia la puerta enfrente de la cama, que los conduciría hacia la enorme sala de estar del edifico de apartamentos del que se encontraban.


Bueno… ahora si tenéis alguna duda por algunas palabras que parecen no entenderse, las responderé con cuidado, y los espero en la segundar parte.

[D. P. E.]