¡Increíble! Pude terminarlo antes de irme a la escuela.
¡Hola! Aquí trayendo otra historia, originalmente One-Shot pero que se me salió de las manos en extensión y tuve que dividirla.
Nunca pensé escribir algo así pero este relato tendrá Incesto y shota (en el siguiente capítulo) y algo de ¿BDSM? No sé exactamente que es, pero tendrá algo
Personajes de M. Kishimoto, por cierto ya leí al manga y no sé cómo reaccionar, que invite a lo que se fuma (es broma). ¡El sueño de Gaara fue hermoso!
Importante: este fin no es anti algún personaje, solo utilice al que me pareció mejor.
Advertencias: AU, shota, incesto y futuramente lemon y algo más.
Amor de padre
A sus 28 años Uchiha Sasuke era uno de los mejores neurocirujanos de Japón, en su medio era reconocido como un prodigio y su familia estaba sumamente orgulloso de él, aunque no siempre fue así ya que al principio su padre se enojó cuando le dijo que no quería estudiar empresariales y pese a todo presentó en la carrera que había elegido.
Su padre recibió la carta de aceptación y su disgusto desapareció al ver el documento que informaba que su hijo había sido aceptado en la escuela de medicina con una beca completa. El Uchiha menor no les había dicho su elección hasta tener seguro su lugar en la Universidad, su madre Mikoto, era una famosa ginecóloga especialmente en casos de infertilidad, lloró de felicidad al saber que su niño seguiría sus pasos; Itachi lo felicitó y se sorprendió al notar el puntaje casi perfecto que obtuvo, Fugaku fue menos efusivo pero de igual manera se alegro; fue cuando Sasuke preguntó el porqué su poco apoyo y el patriarca confeso que temía que quisiera ser dibujante de manga como había dicho en su niñez.
El azabache no pudo reprimir la risa sardónica y su progenitor frunció el seño, se disculpó conteniendo la risa.
La familia Uchiha tenía varias empresas siendo la de bienes inmobiliarios la más importante, así que mientras el azabache estudiaba su carrera adquirieron un pequeño hospital que remodelaron e hicieron que fuera uno de los mejores. Cuando se graduó le dieron la oportunidad de ser el director, pero rechazó la oferta alegando que quería especializarse y ejercer aunque se encargaría de supervisar los servicios y equipos, su familia lo apoyo en todo.
Con la noticia todos sus parientes apostaron la especialidad que adquiriría, Itachi ganó sin que supieran que los hermanos habían llegado al acuerdo de repartirse el botín.
Hacia seis meses que había terminado con su especialidad y trabajaba en el hospital de la familia, igual que su madre. Ese día les tocaba revisar y vacunar a los niños del orfanato local, el había ido como supervisor.
-Muchas gracias por venir- agradecía contento Iruka, el hombre encargado de la institución
-No es nada- respondió seriamente Sasuke.
Ambos observaban como en el comedor se habían instalado camillas individuales separadas con mamparas, mientras los médicos y enfermeras terminaban de alistar su instrumental las trabajadoras sociales entretenían a los pequeños.
-¿Son todos los niños cuestiono Sasuke?- las consultas ya habían iniciado y se escuchaban algunos llantos
-Los dulces y premios fueron una buena idea Sasuke-kun- interrumpió una de las enfermeras acercándose a los varones
-Bien Sakura- concedió -Iruka-san- llamó para que respondiera
-Si son todos- El sonido de la puerta cerrándose llamo su atención -oh, no Naruto- murmuró
-¿Quién es Naruto?-
-Un niño nuevo, perdió a sus padres en un accidente automovilístico: un conductor ebrio colisionó con el coche en el que iban y los empujó a un barranco, los adultos murieron y él cayo en coma por dos semanas-
-Es una lástima, creo haber leído una noticia sobre eso-
-La policía cree que Naruto sobrevivió porque su madre lo protegió con su cuerpo, de hecho cuando lo rescataron lo tenía sujetado con fuerza- el azabache se conmovió
-¿No tiene más familiares?-
-Por desgracia no, razón por la cual lo trajeron aquí. Todo esto ha sido muy duro para él, aún no se adapta-
-¿Me permitiría ir a buscarlo?-
-No hay problema- el moreno asintió, tomo su maletín y escondió una jeringa en su bata
-Sasuke-kun no creo…-
-Sakura, ayuda a los demás- sentenció
-¿Sabe donde puede estar?-
-En la recámara, tercera puerta a la derecha del segundo piso-
-Ya vuelvo-
Sitio las instrucciones y se encontró con una habitación espaciosa con catorce camas, recorrió los lechos y entre la ultima y la ventana diviso un pequeño niño de cabellos rubios abrazando sus piernas
-Hola Naruto- lo llamó suavemente
-Soy Sasuke- continuó mientras se sentaba al bode de la cama
-Tengo un chocolate ¿no quieres?- ofreció, el rubito negó con la cabeza
-¿Y que quieres?-
-Quiero a mi mama- respondió con voz queda, el mayor trago saliva sin saber cómo continuar
-No estés triste, tu mami no hubiera querido eso-
-La extraño mucho-
-Me imagino- respiró profundamente –ven- extendió su mano
-No-
-¿Por qué no?-
-Eres doctor y los doctores lastiman- recordó que el menor había estado en un hospital herido y solo, debió haber sido aterrador
-No te hare daño, solo quiero asegurarme que estés bien-
Con indecisión el niño tomo la mano que le ofrecían y se levanto del suelo alzando la cabeza revelando unos enormes y brillantes ojos azules, el Uchiha quedo cautivado
-¿Te pasa algo?- preguntó con su infantil voz colocando su pequeña mano en la mejilla del menor
-No...no. Empecemos- el pequeño se tenso -tranquilo, solo voy a revisarte-
Sentó al ojiazul en el borde y comprobó sus reflejos, su respiración estaba perfecta pero el infante se quejó, con cuidado le levantó la playera y observó moretones en sus costillas, algunos los raspones y vendajes llegando a la conclusión de que eran consecuencia del accidente
-Ahora que terminemos te pongo una pomada ¿de acuerdo?- el niño asintió
Continuaron con la revisión, ya solo faltaba echar un vistazo a la garganta del infante, el médico tomo un abate lenguas desechable
-Abre la boca- pidió
-No me gusta-
-Sera rápido-
-¡No!-
Ante la negativa del niño pensó unos segundos y dejo el instrumento
-De acuerdo, abre muy grande la boca. No usare nada-
El rubio obedeció y tras unos instantes el galeno terminó
-¡Muy bien, ya acabamos!- felicitó
Como prometió extrajo un ungüento de su maletín y con cuidado lo esparció en el pequeño cuerpo
-¿Se siente bien?-
-Si- respondió asintiendo
Cambio los vendajes teniendo especial cuidado en las heridas que seguían abiertas
-Solo tengo que vacunarte y terminamos- informó
-¡No quiero! ¡No me gusta!-
-Es una pequeña inyección-
-Me va a doler- se quejó
-Solo será un piquete
-No quiero-
-Es para que no te enfermes, prometo hacerlo con cuidado ¿sí?-
El menor lo miró con un poco de miedo mientras asentía. Aprovechando Sasuke tomó asiento en la cama y coloco al ojiazul en sus piernas boca abajo; bajo su short y ropa interior dejando a la vista sus nalguitas, de uno de los bolsillos de su bata sacó un paquetito con el algodón y la jeringa ya preparada
-No te muevas- pidió
-Abrió el desinfectante y lo unto en la parte superior del glúteo derecho ante el estremecimiento del niño
-No te asustes- reconfortó
Destapo la jeringa, preparo la zona y aplicó el medicamento, escucho el pequeño grito que el rubio soltó cuando la aguja perforo su piel, seguido de un pequeño llanto. Terminó, puso un curita, subió su ropa y lo sobó
-Ya, ya paso- intentó calmar aun dando el masaje
Como Naruto seguía soltando hipidos el adulto lo cargó para arrullarlo mientras caminaba por la habitación, al cabo de un rato el menor ya no lloraba peró el médico no de detuvo, sino que empezó a acariciarle la espalda.
El sol que se colaba por la ventana le dio una idea de lo tarde que era, el tiempo había volado sin que se percatara.
Con cuidado acomodó al niño en la cama que decía Naruto, arropándolo. Tomó sus cosas para retirarse pero antes de salir le dio una última mirada al pequeño y sin poder resistirlo se acercó al lecho y depositó un suave beso en la frente de el de marquitas.
-Adiós Naruto- susurró al alejarse
…
Los días pasaban y el doctor Uchiha no podía sacar de su mente al pequeño huérfano, el cielo se lo recordaba y lo veía en cada niño que se le cruzaba.
Llego a su limite el día en que pasando por el área de pediatría observó a un pequeño llorar para ser consolado por el que seguramente era su padre. Inmediatamente regresó a su oficina para llamar al departamento de servicio social; aprovecharía la cena de esa noche para comunicarle a su familia se decisión.
-Repítelo- exigió Fugaku
-Que he decidido adoptar un niño-
-Sasuke, si deseas un hijo puedes alquilar un vientre, no tienes que casarte si no quieres -aconsejó su padre
-No lo entienden, este niño es especial-
-¿¡Ya lo escogiste!?- se sorprendieron todos los presentes
-Creo que te estás apresurando- habló si tío Kagami -nunca habías hablado de planes de adopción y de repente sales con que ya iniciaste los trámites-
-Concuerdo con mi hermano- dijo Fugaku -tal vez la visita al orfanato te afecto mucho-
-No es eso, sus ojos te hipnotizan, son muy bellos pero ahora están tristes al igual que él-
-Si te preocupa el niño puedes buscarle unos buenos padres adoptivos- sugirió Itachi
-No quiero buscarle una familia, quiero que sea la mía- explicó -escuchen, he sido bendecido con la familia que tengo, todo lo que soy es gracias a ustedes, pero si no los hubiera tenido me gustaría que alguien como ustedes me hubiera acogido- intentó convencer, si no lo lograba recurriría a la vez que desconfiaron de él en la elección de su carrera; eso sería un chantaje, pero estaba dispuesto a todo
-Yo creo que hemos criado a un buen hombre- inició Mikoto -se debe tener un gran corazón para educar a un niño como propio y Sasuke lo tiene. Fugaku, querido, nuestro hijo ha demostrado saber tomar decisiones acertadas. Personalmente me siento muy orgullosa de lo que planea hacer y cuenta con todo mi apoyo- finalizó con una sonrisa maternal pero con una mirada seria, la morena era la única capaz de controlar a todos los Uchiha hombres y hacer que su palabra se cumpliera
-Y al final resultó que mi ototo no es tan baka- rió
-Itachi- amenazó
-Tranquilo hermanito, sabes que cuentas con mi apoyo aunque te recomiendo que controles tu mal humor si vas a tener un niño pequeño en cada- se burló
-Antes de que inicien con una tonta disputa de hermanos- interrumpió Shisui -yo también te ayudare primo- ofreció el abogado de la familia
-Gracias- dijo el azabache -padre para mí es muy importante tu opinión-
-De verdad debes querer hacer mucho esto- soltó un suspiro de resignación -si eso te hace feliz, tienes mi aprobación- concedió
-Gracias a todos-
El lunes siguiente Shisui llamó a unos conocidos para agilizar un poco los trámites, por lo que en conjunto con el prestigio del apellido Uchiha y del reconocimiento personal de Sasuke el tramita que tardaría en promedio un año fue de solamente seis meses.
En ese tiempo el médico visito al niño rubio cada semana, un mes después le dijo de su idea de adoptarlo causando alegría al menor. Cuando faltaban dos meses para finalizar los trámites el ojinegro pidió un permiso al orfanato para sacar un fin de semana a su futuro hijo para mostrarle la casa que había comprado para ellos y también para decorar su habitación, esos días fueron como una nube de felicidad para los dos. A finales de mayo el rubio tenía un nuevo padre y ahora se llamaba Uchiha Naruto.
La llegada del infante causo gran alegría a su nueva familia; Mikoto lo adoró solo entrar a su casa, a la mujer le encantaban los niños y Naruto fue como el tercer hijo que nunca tuvo y siempre deseo. Itachi y Shisui disfrutaban de jugar y consentir al pequeño, ya que con Sasuke nunca pudieron al ser tan serio. Kagami se complacía de la inocencia con que el ojiazul miraba el mundo, hasta el frívolo Madara se derritió ante el pequeño que le había devuelto las ganas de vivir, pues una enfermedad lo había postrado en una silla de ruedas siendo la muerte lo único que esperaba, el niño escuchaba sus relatos sentado en sus piernas y los viernes salían al parque a jugar o a dar de comer a las palomas, tanto así que sin falta un vehículo lo iba a buscar a la escuela y lo llevaba al hogar familiar donde todos pasaban el fin de semana.
Fugaku fue el último en encariñarse con el nuevo miembro de la familia pero finalmente cayó cuando al pequeño se le escapo un abuelito que le causo gran alegría al mayor.
…
La vida de Naruto parecía un sueño con una familia adoptiva que lo amaba y aunque a muchos no les parecía, a los Uchiha no les importaba, tal como se demostró en una ocasión...
El último fin de semana de agosto las empresas Uchiha celebraban su fiesta anual con los empleados más destacados y otras personalidades; la reunión se llevaba a cabo en el salón principal de la mansión Uchiha, ser invitado era un honor y representaba las expectativas que tenían.
Observaba con detenimiento el gran salón y a las personas, solo se había distraído cinco minutos a saludar a unos importantes socios y su acompañante había desaparecido
-Sasuke-kun- lo llamaron interrumpiendo su escrutinio
-Hola Sakura- saludó sin ánimo
-¿No te gustaría tomar algo?- ofreció
-No gracias- respondió mientras sus ojos recorrían la gran sala
-¿Y si bailamos?- se aventuró
-No gracias- contestó seco
-¿Que te parecería charlar un poco entonces?-
-Sakura, no me interesa y si me disculpas busca a…-
-Es adorable, sus ojos y sus marquitas- comentó una chica que pasaba por allí interrumpiendo al azabache
-Esas marquitas son de lo más hermoso- afirmó la otra
-Disculpen- se acercó a las chicas para preguntar por la personita de la que comentaban, mientras le relataban iba frunciendo mas el ceño
-¡Esos idiotas!- pensó
A paso rápido y claramente enojado, pasó de la chica pelirrosa sin siquiera mirarla
-Ese mocoso- masculló la mujer
Sasuke llego a uno de los ventanales del salón y con molestia observó como un grupo de mujeres rodeaba a su hermano y a su primo mientras el primero cargaba a un rubito de hermosos ojos azules, su niño
-¡Itachi, Shisui!- bramó enfurecido
-¿Qué pasa ototo?- preguntó el de coleta con una sonrisa
-Ya les he dicho que no utilicen a Naruto para llamar la atención-
-Vamos Sasuke- dijo Shisui pasándole un brazo por los hombros solo -estamos presumiendo a nuestro sobrinito-
-Es patético que tengan que utilizar a un niño para sus conquistas- les espeto burlesco para después sostener al infante en brazos y alejarse
-¿Estas enojado?- preguntó con voz infantil
-No me gusta que te exhiban- una carcajada del Pequeño alivió su mal humor -¿Quieres comer algún bocadillo?-
-¡Sí!- exclamó contento
-Vamos a la mesa- Colocó al infante en el piso tomando su mano para dirigirse a su mesa.
Salió por la blanca puerta topándose con una hermosa mujer, sonrió al reconocerla
-Buenas noches Sakura-chan- saludó educadamente
-¿Chan? eres un irrespetuoso niño- respondió mordaz
-No es cierto- expresó indignado
-¿Pero que más se podría esperar de un huérfano?- sonrió triunfante cuando el rubio bajo la mirada
-Sasuke me adoptó- murmuró
-Claro, Sasuke-kun es muy bueno, él solo te tuvo lastima ¿en serio crees que él se haría cargo de ti así nada mas? Por favor, podría tener a la mujer que quisiera para darle hijos
-A él no le interesa casarse- se defendió
-¿Eso te dijo? pues te mintió. Claro que quiere una familia, pero ahora tiene que cuidar a un mocoso insolente. Entiéndelo ¡tú solo le estorbas!- aseguró
-¡Naruto!- ambos escucharon una suave voz -¡Naruto!- se escuchaba más cerca
Con altanería y orgullo ingresó al sanitario dejando triste al lindo niño en el pasillo
-¡Naruto aquí estas!-
-¿Paso algo tía Rin?- La castaña era la esposa de su tío Obito, siempre era muy buena y decía que quería un hijo como él
-No cielo, pero tardaste y tu padre ya se estaba preocupando-
-Había mucha gente- se excusó
-Bien, volvamos- avanzaron -¿estás bien?- preguntó
-Si- contestó intentando poner una sonrisa
La mayor asintió no muy convencida, pues había notado un deje de tristeza en el de ojos azules; regresaron al salón y la velada continuó
-Un browni con chocolate y crema batida por favor- Pidió al joven de la mesa de postres, este solo asintió y preparó
-Aquí tienes pequeño- dándole un plato
-¡Gracias!- exclamó para regresar a su lugar
Las personas adultas bailaban nuevamente haciendo difícil su recorrido con el plato, lo empujaron por accidente y trastabillo hasta dar con alguien de vestido blanco embarrándole el dulce
-¡Lo siento mucho!- se disculpó inmediatamente
-¡Mocoso idiota, mira lo que hiciste!- reclamó indignada
-Fue un accidente Sakura-san-
-¡Acabas de arruinar un vestido de diseñador! pero que puede saber un mocoso sobre eso-
-No fui mi intención-
-No sé porque Sasuke-kun te saco del orfanato, ese es el lugar al que perteneces-
-El me quiere-
-¿Te quiere?- se burló -¿porqué alguien quería a un huérfano?-
-¡No más!-
-¿Te duele la verdad, Naruto? acostúmbrate porque eso eres: un recogido que no causa más que problemas, si dependiera de mi te regresaría al orfanato- se sintió orgullosa cuando vio los ojos del infante llenarse de lagrimas, sin embargo olvido donde estaba
-¡Basta Sakura!- bramó el azabache enfurecido
-Pero Sasuke-kun...-
-¡Nada! fue un accidente y Naruto se disculpó, además solo es un estúpido vestido pero si es tan importante para ti te compro otro-
-No pretendía...-
-Y por si fuera poco, tus comentarios fueron de muy mal gusto y están fuera de lugar ¿quién eres tú para opinar en vida? no te quiero cerca de mi ni de mi familia -exigió, la pelirrosa quedo impactada
El azabache cargó al rubito que se aferró a su cuello llorando y se retiraron del gran salón. Los presentes empezaron a Cuchichear sobre lo ocurrido.
-Sakura- la llamaron -será mejor que te retires- prácticamente la estaban sacando –y también el lunes no te presentes a trabajar, tampoco nos pongas como referencia-
-¡Pero Mikoto-sama, soy una de las mejores enfermeras!-
-Puede ser, pero podrías ser una mejor persona. No sé qué buscabas al humillar a Naruto, pero es obvio que no lo conseguiste-
-Pero ese niño…-
-No sigas por ese camino muchacha- la calló la severa voz del patriarca del clan, Madara -te voy a aclarar algo a ti y a todos los que piensan igual, tal vez Naruto no tenga nuestra sangre pero es tan Uchiha como mis propios hijos y como tal, algún día será accionista de nuestro complejo empresarial y por lo tanto su jefe, si no están de acuerdo presenten su renuncia- sentenció.
La de ojos verdes se retiro humillada y conteniendo las lagrimas.
En la sala, Sasuke estaba sentado en el sillón con Naruto en sus piernas que seguía llorando amargamente
-Ya paso, ya...ya- lo consolaba
-No...no quiero...ser una molestia- sollozó
-Y no lo eres-
-Pero Sakura dijo...-
-No creas nada de lo que dijo ¡olvídalo!-
-No puedo- dijo entre hipidos
-Escúchame -le alzo el rostro al menor- ¿tú sabes porque dijo eso?-
-No- respondió quedito
-Lo hizo porque te tiene envidia-
-¿Envidia?-
-Si, por que tú tienes algo que ella nunca va a tener: mi amor-
Naruto se aferro al pecho del azabache un poco mas calmado
-¿Ya está mejor?- preguntó con voz dulce Mikoto
-Un poco- dejo salir un suspiro -lamento el espectáculo-
-Cariño, no fue tu culpa- dijo complaciente -¿tú como estas?-
-Enojado-
-Es comprensible ¿quieres un te o una copa?-
-No. Regresa a la fiesta, estaremos bien-
Paso su mano por los cabellos rubios y azabaches antes de retirarse.
Menos de quince minutos después Naruto ya dormía, el Uchiha se recostó en el respaldo con el niño aun sobre él. La puerta se abrió lentamente, se escucharon voces en la habitación.
-Shh- chistó -ya está dormido-
-Disculpa ototo-
-¿Que hacen todos aquí?- se encontraban desde Obito hasta Madara
-Ya todos se fueron- acotó Fugaku
-Nosotros también deberíamos ir a dormir- sugirió Mikoto
Sasuke intentó ponerse de pie pero la posición y el peso del niño le jugaron una mala pasada ya que solo pudo alzarse unos pocos centímetros para volver a caer en el sillón. La risa burlona de Itachi y Shisui no tardo en aparecer
-¡Ya cállense par de idiota!-
-No te enojes hermanito, veamos, cargaré a Naru en lo que te pones de pie-
El pelilargo sujeto al niño y al tratar de alejarlo se aferró a la camisa del azabache, intentó de nuevo con el mismo resultado
-No importa- Sasuke se pudo acomodar y sin gran esfuerzo quedo de pie
-Llévalo a su habitación para que descanse- dijo Mikoto
-No, lo mejor será que esta noche duerma conmigo- toda la familia estuvo de acuerdo
Se dirigía a su alcoba después de cerciorarse de que toda su casa estaba en orden, pasó por la puerta de la habitación de su hijo menor notando que la luz seguía encendida. Lentamente ingresó
-Sasuke- llamó -¿qué pasa?- el azabache estaba sentado en su cama, contemplaba al niño que dormía a su lado mientras acariciaba sus suaves cabellos
-No puedo dejar de pensar. Estoy consciente de que a muchos no les parece el papel de Naruto en la familia, nosotros no hacemos caso pero pueden atacarlo de nuevo-
-Y para eso estamos- explicó la mujer -no podemos protegerlo por siempre ni tenerlo aislado, pero podemos explicarle que a pesar de las habladurías de la gente él es uno de nosotros y lo amamos-
-Gracias- tomó las blancas manos de su madre y las llevó a los labios para depositar un beso en ellas
-Es hora de dormir Sasu-chan- dijo divertida con la voz que utilizaba cuando era pequeño
-Buenas noches-
-Descansa hijo -
Le dio un beso en la frente y salió para dirigirse con su lecho con su amado esposo.
Al medio día la familia Uchiha preparaba una parrillada en el jardín, todos estaban al pendiente del niño rubio pues todavía estaba triste por el suceso de la noche anterior
-Oye Naru, ¿has visto a un gato en una piscina?- el mencionado negó -¿te gustaría verlo?- inquirió con una sonrisa malévola
-Ni siquiera lo intestes o mamá tendrá una bufanda de comadreja idiota- amenazó Sasuke
-Que aburrido hermanito- comentó decepcionado
El día siguió su curso, el asador estaba prendido y Fugaku mas que listo para preparar la carne
-¿Y la salsa?-
-Me pareció verla en la cocina- respondió Shisui
-Itachi ve por la salsa- ordenó a su hijo mayor que cruzó por su mirada, resignado el pelilargo cumplió el encargó.
El primogénito hacia malabares con la salsa y los aderezos que le había dado su madre en la cocina, no se fijo en que su hermano caminaba de espaldas al querer tomar una foto de Naruto con su abuelo; inevitablemente chocaron
-Itachi- gruñó
-Fue un accidente ototo, aunque el aderezo cesar combina con tu piel y te hace ver exquisito- se burló el mayor
Sumamente enojado el azabache sujetó el puré de papas de la mesa de comida y se lo estampo a la cara de su aniki
-Ahora tendrás la piel suave y brillante- comentó mordaz
-Te arrepentirás de esto mocoso llorón-
Entre insultos inició una batalla de comida entre los hermanos que terminó con ellos forcejeando en la piscina
-¡Itachi y Sasuke!- gritó Mikoto -¿qué rayos hicieron?- los ojinegros detuvieron su pleito para observar a su madre furiosa en la orilla -¡vengan aquí en este instante!- ordenó
Los hermanos salieron del agua y rápidamente una de sus orejas fue estrujada por su progenitora
-¡Mamá no!-
-¡Duele mamá!- Se quejaban
-Si se comportan como niños chiquitos, como niños chiquitos los trataré. Debería ponerlos en mis piernas y darles una buena tunda hasta dejarles el trasero rojo –murmuraba- ¡y tu también Fugaku!- dijo seria
-¡Pero yo no hice nada cielo!- se excusó el hombre
-Precisamente, no hiciste nada para detener a tus hijos- acusó
-Y ustedes dos- se dirigió a los adultos que seguía sujetando de las orejas -limpiaran este desastre y pagaran la comida ¿entendido?-
-Si mamá- respondieron al unisonó, finalmente fueron liberados
Una carcajada les llamo la atención, todos voltearon y se encontraron a Naruto sentado en las piernas de Madara sosteniendo una cámara fotográfica, una sonrisa afloró en los labios de todos los mayores, especialmente en Sasuke, su niño estaba feliz nuevamente.
Continurá…
¿Les gustó? Déjenme saber su opinión.
Gracias por leer.
Perdonen si hay faltas de ortografía porque no pude volver a checarlo
P.D. Mis títulos siguen siendo un asco.
Nos vemos en el siguiente capítulo.
