Había una chica mirando fijamente al mar

Las gotas cayeron en la luz del sol desvanecida

Pequeñas manos se estiraron, tratando de regresar al cielo.

La oscuridad se había apoderado del lugar, haciendo más difícil su orientación al grado de no distinguir el lugar donde se encontraba, hasta que sus oídos se agudizaron al escuchar el rechinido constante de un metal. Ladeo su cabeza en varias direcciones, cuando una pequeña luz se presento frente a sus ojos, lentamente y con temor de que aquel destello desapareciera, se fue acercando. Todo comenzaba a tener lugar y forma, los arboles, el sube y baja, la caja de arena y la enorme resbaladilla en forma de pingüino, pero el sonido no provenía de ninguno de esos juegos, no fue hasta que giro sobre sus talones y observo de frente los columpios.

-Ha pasado mucho, mucho tiempo-escucho decir de una joven que le daba la espalda, solo logrando distinguir su largo y espeso cabello castaño mientras se mecía levemente en el columpio.

-¿Quién eres?-pregunto, desconociendo la voz y sobre todo la identidad de la joven.

-Te espere, después te busque por mucho tiempo, pero fue inútil, es momento de decir adiós-la joven se detuvo y su cuerpo comenzaba a desvanecerse en suaves gotas de agua, dejando paralizado al muchacho quien solo alcanzo a ver cuando ella miro hacia atrás posando sus ojos color azul celeste sobre él-Se feliz-fue lo ultimo que dijo con tristeza antes de desaparecer.

-¡Espera!-él trato de alcanzarla pero fue demasiado tarde, solo sintió como alguien lo arrastraba hacia a la realidad.

-¡Erio!, ¡Eriol!, por favor despierta-despacio, fue abriendo sus ojos distinguiendo el semblante preocupado de su acompañante- ¿Tuviste otra pesadilla?-pregunto mientras el joven lentamente se incorporaba de su cama.

-Si-contesto mientras alcanzaba sus lentes y recordaba aquel sueño recurrente que ha estado presente en sus últimas noches, pero que siempre le dejaba más de una incógnita y una sola sensación: dolor. Un terrible dolor acudía a su corazón como si este le fuera estrangulado en su pecho que casi le quitaba la respiración. No entendía la razón, ya que ni siquiera conocía a la chica de sus sueños y nunca antes había visto esos ojos azules tan serenos y profundos como el mar.

-Nunca me has querido decir que ves en ellos-dijo acongojada la guapa mujer quien permanecía sentada en la orilla de la cama-Después de todo, pueda que sea una predicción del futuro, no quiero que nada te pase-menciono lo ultimo un poco alterada y angustiada por el bienestar del pelinegro.

-No te preocupes Kaho, nada va a pasarme-se acercó a ella para regalarle un pequeño beso en sus labios y despejar cualquier preocupación que albergaba la bella profesora-Te lo prometo-la castaña sonrió con tranquilidad, dejando finalmente solo al joven hechicero dentro de su habitación admirando a través de una ventana cercana como las hojas de su árbol de cerezos descendían en una coordinada danza-Ya es hora-dijo mientras recuperaba sus ánimos, disponiéndose a un nuevo día.

¿Qué ha decidido?

Lo sé mejor que nadie

Si estás sola y llorando, trata de hacerte más fuerte.


Tempest

Parte I

"Luz Primaveral"

Estaba agitada por la extensa carrera que tuvo que hacer desde su casa hasta la preparatoria. No podía darse lujo de llegar tarde en su primer día de clases y ser objeto de burlas por parte de su hermano mayor, debido a su retraso, no tuvo oportunidad para detenerse unos segundos y admirar la lluvia de pétalos que caían de los arboles de cerezos, aunque eso no evito que esbozara una sonrisa al portar el mismo nombre que aquella hermosa flor. Al llegar al instituto pudo darle un rápido vistazo al enorme cartel donde se asignarían los grupos, para su suerte el grupo en donde estaba no sufrió grandes cambios, todo indicaba que casi (en su mayoría) se repetiría el alumnado que en su primer año.

Sin más percance tuvo que dirigirse al gimnasio donde se daría el discurso de bienvenida e inicio de año de la preparatoria Seijou. En el recinto se encontró con sus amigas incluyendo a la joven de ojos amatista que se había convertido en su confidente desde la primaria. Trato de poner atención a las palabras del director, pero de manera inconsciente sus ojos buscaban de orilla a orilla a una persona en especial, ante tal ademan la amatista no evito sonreír ante la impaciencia de su querida amiga. Cuando se dio por finalizada la tradicional reunión se dio por iniciado el nuevo curso, tanto la castaña como su amiga se dirigieron a su salón, en el camino la ojiverde pudo toparse con la imagen del joven de imponente presencia y fuerte personalidad, quien iba caminando con su espalda recta y pasos firmes ganándose la mirada del alumnado, algunos con envidia, otros con admiración desmedida.

- ¡Shaoran! - una sonrisa apareció en su rostro antes serio cuando una joven de ojos color esmeralda se acercaba rápidamente hacia él para tomarlo del brazo, como ya era costumbre, sin embargo aquel acto no evitaba que sus mejillas se sonrojaran levemente, un efecto que difícilmente se borraría con el pasar de los años.

- Buenos días Sakura -dijo tratando de recuperar su color natural, pero al ver la deslumbrante sonrisa de su novia fue completamente inútil tal esfuerzo, no obstante seria incapaz de remplazar aquellos momentos a su lado.

- ¡Hoe!, pensé que estarías acompañado, pero ni siquiera noto su presencia - argumento la joven mientras inspeccionaba su alrededor, sin embargo al ver a su acompañante suspirar presto mas atención a su semblante.

- Meiling se adelantó al salón para ponerse al corriente con las demás compañeras - su intrépida prima deseaba enterarse de los pormenores que habían suscitado en su ausencia debido a la visita que realizo en sus ultimas vacaciones a Hong Kong-Y ella, salió de la casa antes de que me diera cuenta, pensé que estaría aquí, pero como tú dices, ni siquiera siento su presencia -dijo con preocupación, algo que la ojiverde estaba dispuesta a enfrentar junto a él.

- Confiemos, que ella estará bien, después de todo no creo que se pierda -comento Sakura, pero sus palabras no fueron lo suficientemente convincentes para que el ambarino se tranquilizara del todo- Además, este día es muy especial para ella y creo que solo fue a dar un pequeño paseo y disfrutar del espectáculo -la ojiverde se detuvo junto con el castaño para que ambos observaran los arboles de cerezo de la parte trasera del instituto.

- ¿Cómo olvidar ese día? -pregunto un poco mas relajado, sin embargo cierta incomodidad persistía- A veces pienso, que a esa niña solo le encanta angustiarme - dijo a modo de reproche haciendo que la castaña riera de forma nerviosa por los arranques de ira y de tensión que suele tener su apuesto novio-Pero supongo que necesita un tiempo a solas para asimilar tan siquiera un poco de lo que vivirá en los siguientes días-

- ¿Crees, que finalmente este lista? -pregunto la ojiverde esperando alguna señal positiva por parte del ambarino, sin embargo en el fondo también se preguntaba eso.

- Por desgracia no podemos hacer mucho al respecto, pero estoy seguro de que podrá enfrentarlo y allí estaremos junto a ella para apoyarla -argumento Shaoran con firmeza a lo cual la ojiverde asintió enérgicamente asegurando su cooperación en el proceso.

Mientras tanto afuera de la escuela una joven estaba parada frente al instituto, dejando que su cabello largo fuera mecido con el viento, en un principio tenia miedo e incertidumbre, pero ya había tomado una decisión después de haberlo pensado tanto tiempo, además de que ese día, aquella fecha en especial tenia un significado: Un nuevo comienzo. Sonrió con optimismo al escuchar las campanas y estiro su mano para que una delicada hoja rosada cayera en su palma y conservarla como un apreciado amuleto.

El pelinegro después de asistir al discurso de bienvenida, se dirigió con calma a su salón, en su camino saludo a compañeros y conocidos, antes de entrar estaba por saludar a la pareja de castaños, pero observo que ambos estaban atentos a la agradable exhibición que era común presenciar al iniciar un nuevo año y que para ambos enamorados les traía alegres recuerdos, celebrando cuatro años de estar juntos sin ningún peligro o amenaza que agobiara sus pensamientos. Sonrió ante la felicidad que se reflejaba en sus rostros, ellos habían vencido todo tipo de adversidades para poder estar juntos. Sin embargo, en el fondo tenia un extraño sentimiento que lo incomodaba y que no lograba comprender con claridad, no podía tratarse de alguna envidia, ¡que absurdo!, él estaba con Kaho y vivían una vida tranquila, monótona, pero pacifica, no podía quejarse, lo que tenia ahora nunca antes lo hubiera podido lograr.

- Buenos días Eriol-saludo desde adentro del salón Tomoyo, quien se asomó para observar a la pareja de jóvenes lamentando por un momento no tener su cámara y grabar otro memorable momento.

-Buenos días Tomoyo- respondió con amabilidad despejando por completo sus pensamientos y concentrarse en el presente.

- ¿No se ven adorables?- pregunto extasiada al ver como su joven amiga se perdía en un mundo que solo compartía con el muchacho de ojos color ámbar.

-Tanto, que ni siquiera se han dado cuenta que la campana ya sonó-respondió el pelinegro en medio de una sonrisa.

-¡Tortolos!, ¡La clase ya va empezar!- la voz fuerte de Meiling se encargó de llamar la atención tanto de su primo como de la ojiverde, se dio cuenta de lo mucho que se tardaban en entrar que no pudo aguantar las ganas de verlos sonrojarse debido a la distracción de ambos castaños.

A mitad de una disculpa por parte de Sakura, finalmente todos estaban dentro del salón, con los mismos compañeros, en los mismos asientos. Shaoran seguía sentándose en el último asiento de la fila que se encontraba cerca de las ventanas detrás de Sakura, mientras que a la derecha de la ojiverde se encontraba su incondicional amiga, quien estaba en medio de Eriol, en el asiento de atrás y de Meiling en el de enfrente. Era casi un hecho que el curso se desarrollaría en el mismo ambiente, eso hasta el momento era lo que pensaba el pelinegro de ojos azules. El profesor en turno ingreso al salón, un hombre de edad madura, con algunos signos de vejez en su rostro y en su cabello, portaba lentes con graduación moderada debido a su miopía, sin duda el elegante traje que portaba influía bastante en su recta y respetable actitud.

-Buenos días alumnos, mi nombre es Kugami Akira y yo impartiré la clase de matemáticas, además de ser el asesor de este grupo, así que no teman en acudir a mi si surge algún problema, siempre y cuando no sea con respecto a mi materia- con aquellas palabras mas de uno temió por su vida, entre ellas la excazadora de cartas por tener que lidiar con una materia que nunca ha sido su fuerte.

-"Consideraría volver a reunir las cartas de nuevo"- pensó abatida reconociendo que su nuevo profesor seria bastante estricto.

-Pero antes de iniciar con la clase, debo presentarles a la nueva alumna que estará con ustedes en este inicio de año, pasa por favor-anuncio el profesor y segundos después la puerta se abrió para que una joven de mediana estatura entrara con pasos lentos pero firmes, ganándose la mirada de mas de uno, todos y todas estaban admirados al ver su largo y sedoso cabello castaño, sus delicadas y finas facciones de su rostro, pero lo que les robo el aliento a la mayor parte del alumnado masculino fueron sus destellantes ojos azul celeste que la embellecían aun mas, mientras sostenía una amigable y natural sonrisa

- "Sus ojos, los he visto antes" –pensó un joven de cabellos negros sin poder despegar su vista de la joven que se encontraba frente al grupo.

- Su nombre es Li Ishizu y espero que sean amables con ella-todos estaban sorprendidos y hubo uno que otro que no se contuvo en de decir alguna exclamación.

-¿Li?- -¿Sera pariente de Li Shaoran y de Meiling?- -Es muy linda- -Viéndola bien si se parecen- fueron de los tantos comentarios que circularon en el salón.

-¡Silencio por favor!-exigió el profesor después de dejar la tiza de nuevo en el pizarrón, los alumnos callaron y el maestro continuo- ¿Algunas palabras que quieras decir?-pregunto amablemente a lo cual la joven asintió de la misma forma.

-Mucho gusto en conocerlos, espero que nos llevemos bien y seamos buenos amigos-termino de decir mientras se inclinaba levemente y al final sostenía una sonrisa, estaba claro que estaba nerviosa, para sus compañeros les pareció cautivador.

-Bien veremos donde te sentaras-decía el profesor mientras buscaba un lugar disponible hasta que finalmente encontró uno, justamente enfrente de una joven de cabellos cortos castaños y ojos color verde- Sera delante de tu compañera, en la ultima fila- la nueva alumna sonrió ampliamente al ver como la ojiverde le hacía señas para que se acercara, le agradeció rápidamente a su profesor y se dirigió a su nuevo lugar disimuladamente saludando con su mano a Sakura, quien respondió con alegría, antes de sentarse sintió una fuerte mirada sobre ella, giro su rostro un poco para topar su mirada con unos ojos profundos y serenos color zafiro, trato de no ponerse nerviosa e inclinar su cabeza en señal de respeto hacia el pelinegro.

-"Me conoce"- extrañamente su corazón dio un brinco al ver como su compañera tomaba asiento- "Al parecer conoce a Sakura y sabe quién soy, también quizá… "-Eriol miro hacia su izquierda para ver al próximo líder de la familia Li, Shaoran de inmediato noto que detrás del rostro afable y tranquilo del pelinegro se albergaba una gran duda, a lo cual él respondió con una mirada dándole a entender que esta seria resuelta-"Eso quiere decir que ella es parte del clan, sin embargo siento que ya la conozco"-pensó al mismo tiempo cuando vio a la nueva alumna suspirar con alivio, liberando algo de tensión acumulada.

Las clases continuaron sin ningún contratiempo, todos los jóvenes asimilaban los nuevos retos que debían de enfrentar, estando o no preparados, tenían que salir adelante. Finalmente el descanso había llegado para fortuna de los alumnos, sin embargo para la nueva integrante del grupo comenzó a ser bastante abrumador al verse de repente rodeada por sus compañeros de grupo y con ello una serie de preguntas que no lograba distinguir muy bien ya que no había orden en ellas, hasta que una voz altiva fue a su rescate.

-¡Cálmense todos!- una pelinegra de ojos vivaces frunció su entrecejo mientras alejaba un poco al grupo y se acercaba a la castaña.

-Meiling no es para que te alteres tanto-dijo la azul tratando de tranquilizar a la joven que había llegado para ahuyentar la muchedumbre que se había acumulado alrededor de ella.

-Entonces, ¿si se conocen?-se escucho decir de uno.

-¡Claro!, ella es mi prima-respondió con entusiasmo mientras que una pareja de castaños, un pelinegro y una joven de ojos color amatista se acercaban al lugar.

-Eso tal vez significa, que también es tu prima, ¿cierto Li? –dijo otro dirigiéndose al chico de ojos castaños.

-No-respondió creando una gran confusión en el salón, no podían creerlo, algunos se preguntaban si habían mucha gente con el apellido Li en Hong Kong como para no ser parientes entre si y ser simples conocidos, discusión que le causo mucho gracia a la excazadora de cartas-Ella es mi hermana-aquellas palabras lograron que el silencio se presentara por varios segundos.

-"¿Hermana?, yo tenia entendido que solo tenia cuatro y que eran mayores que él"-le pareció increíble, era la primera vez que se sentía genuinamente sorprendido y confundido, siendo que él, años atrás había llegado a Japón con mas de un secreto.

-¡Mellizos!-se escuchó de Naoko mientras acomodaba con asombro sus lentes y observar detenidamente a la ojizul y al novio de su amiga, los demás volvieron a exclamar con asombro y el silencio se esfumo por completo, haciendo comentarios acerca del gran parecido entre ambos e incluyendo las características que los diferenciaba, pero después también hubo reclamos al no saber dicha información.

-Por favor, no se enojen con mi hermano-dijo de manera conciliadora la joven ojos celestes, todos nuevamente le prestaron suma atención- Él no tuvo la culpa, además, solo quiso, tal vez, no sé… ¿darles una sorpresa?-decía mientras trataba de dar una explicación lo mas creíble posible pero al final se dio cuenta que eso era demasiado absurdo.

-Sera mejor salir de aquí- dijo Shaoran por lo bajo al oído de su hermana, tomándola de la mano y llevarla fuera del salón mientras los demás seguían distraídos, siendo acompañados solamente por Sakura, Meiling, Tomoyo y Eriol, este último parecía ser parte de los jóvenes que aun no entendía nada acerca de ese secreto recién revelado, algo que lo hizo sentir bastante excluido.

-Por fin, ¡Paz!-exclamo con alivio la joven de lacios cabellos oscuros cuando llegaron al patio trasero del instituto.

-¿Te encuentras bien Ishizu?-cuestiono gentilmente la amatista acercándose a la ojizul.

-Sí, muchas gracias Tomoyo, será cuestión de tiempo para que me acostumbre-respondió con una sonrisa.

-Ya veras que si, nosotros te ayudaremos-agrego Sakura desbordando su optimismo.

-Disculpen-hasta ese entonces todos voltearon a ver al pelinegro quien segundos antes estaba atento a la conversación y se mantuvo al margen- ¿No hay algo que quieran contarme?-pregunto, observando después como los hermanos compartían una mirada, él con un preocupado semblante, ella asintiendo con una leve sonrisa.

-Lo siento-todos estaban atentos a los movimientos de la ojiazul, quien se acercó al pelinegro y dio una profunda reverencia-Mi nombre es Li Ishizu, soy hermana de Shaoran y para mí es un gusto conocerlo finalmente- el castaño estuvo alerta al semblante de su hermana, pero se relajo al escuchar lo natural que había salido esa presentación.

-El placer es todo mio- como ya era costumbre para el joven al presentarse, tomo delicadamente la mano de la castaña, sintió su suavidad al tacto mezclado con una extraña sensación de nostalgia, cuando estuvo apunto de acercar el dorso de la ojiazul a sus labios esta le fue abruptamente arrebatada, al querer descubrir la causa de esto, vio que Meiling era la causante ya que la había agarrado del brazo para alejarlo de él sin entender el motivo.

- Ishizu, acompáñame a la cafetería, quiero comprar unos dulces que están deliciosos-dijo sin soltarla tratando de acaparar toda su atención, algo que había logrado con creces.

-Meiling tiene razón- ahora era Tomoyo quien la tomaba del otro brazo- ¡Vamos!, tienes que ir a probarlos-

-Claro-fue lo único que atino en decir, para después ser llevada casi a rastras del lugar sin importar que la confusión aumentara en el joven de cabellos oscuros.

-Eso si que fue extraño-dijo Eriol en un murmuro al ver como las tres jóvenes se alejaron del lugar, lo mismo hubieran hecho Sakura y Shaoran de manera sigilosa si no los hubiera detenido a tiempo- ¿Me podrías dar una explicación?-pregunto a lo cual el castaño no tuvo otra opción que detenerse y mirar de frente al ojiazul.

-Por cuestiones familiares, que no me es permitido revelarte por el momento, la existencia de mi hermana estuvo oculta por varios años-menciono con seriedad captando toda la atención de Eriol, sin embargo no podía razonar tales hechos.

-¿Y porque hasta ahora?-pregunto algo intranquilo.

-Porque ya no era necesario ocultarla-

-Entiendo que Meiling supiera de ella, pero, ¿Qué hay de Sakura y de Tomoyo?-aquella pregunta complico aun las cosas para Shaoran, pero la ojiverde no iba ser capaz de dejarlo solo en esto.

-No es que no quisiéramos decírtelo, yo lo descubrí hace poco-aseguro la ojiverde sin embargo Eriol presentía que era una verdad a medias, con los años aprendió que Sakura no era buena diciendo mentiras- Además, no puedes culparnos, años antes tu también guardaste un secreto-pero también era buena recordando cosas que sirvieran para su defensa.

-Siento mucho que te enteraras de esta manera, pero no tenía opción-Shaoran dijo a manera de que el pelinegro no sintiera que desconfiaba de él, al contrario, siempre acudía a él para que lo aconsejara con respecto a nuevas técnicas para controlar su magia, más que un maestro, también se había convertido en un amigo.

-Entiendo-por un momento se sintió culpable por el reclamo y recordó también un aspecto importante que no podía dejar para después- Ella, también posee poderes mágicos-mas que una pregunta, era ya una afirmación que aun así hizo que Shaoran asintiera. Sin embargo había cosas que deseaba descubrir, sabía que había más de un misterio que envolvía a la joven de ojos claros, entre ellos, uno que acababa de descubrir, su sueño.

CONTINUARA…


Hola, comenzamos con este short-fic, una serie corta de una historia que ya lleva mucho tiempo en mi mente y espero finalmente darle un buen final. Desde que vi la primera película de SCC, me quede con esa intriga, espero y me comprendan y tengan la mente muy abierta.

Tempest.- Interpretada por Namie Amuro.

Saludos.

Chaito.