N/A: Por un lado esta es una historia que había empezado a escribir hace unos años atrás, la cual no llegue a continuar, hasta hace unos días que decidí retomarla pero adaptándola a Jori , los dos primeros capítulos están publicados en un foro en cual siguen y donde aparece con los personajes originales que había creado. Aclaro esto por si de casualidad se topen con la historia, no vayan a pensar que se trata de un plagio.

(AU) Por otro lado la historia transcurre fuera del contexto de Hollywood arts, Jade y Tori rondan por los 23 años, ya superaron sus rivalidades y mantienen una amistad bastante unida.

Este primer capítulo se centra principalmente en Tori, a quién al parecer la vida se empeña en jugarle malas pasadas.

En fin espero que les guste, trataré de subir los capítulos semanalmente.

P.D.: Posiblemente esta sea una de las pocas historias que escriba con más de dos capítulos xD

Disclaimer: Victorious y sus personajes no me pertenecen.

El tiempo lo dirá

Solo el tiempo me dirá que hago yo aquí,

Solo el tiempo me dirá lo que siento por ti,

Solo el tiempo me dirá que soy yo para ti,

Solo el tiempo me dirá si lo nuestro es verdadero…

Capítulo Uno

El cielo se alzaba más brillante que nunca, era posible apreciar en él como las distintas tonalidades de un profundo azul y el más puro de los blancos se fundían en un único tono, se podía vislumbrar la claridad con la que el sol iluminaba aquel esplendido día, sin embargo, dos gotas de la más cristalina pureza rodaban por sus mejillas, surcando en ellas un triste camino para luego ir cayendo lentamente sobre sus manos, pero ¿cómo podría ser eso posible, siendo que las engañosas nubes estaban tan ausentes?, la respuesta estaba claramente marcada en sus ojos, esos increíbles ojos cafés, que hoy día se mostraban tan apagados, tan tristes, tan distantes, era imposible dejar de notar a través de ellos que indiscutiblemente una tormenta se avecinaba a pesar del despejado cielo, un vendaval se estaba desatando pero en su interior.

En un pausado movimiento Victoria Vega llevo su cabeza hacia atrás recostándola sobre el banco del parque donde se encontraba, rindiéndose ante sus pensamientos, cerró sus llorosos ojos, y se dedicó únicamente a disfrutar del suave golpeteo del viento contra su moreno rostro, desprendiéndose así por un momento del mundo que la rodeaba, mientras a su alrededor la vida seguía su marcado ritmo, las personas iban y venían dejando como prueba de su existencia tan solo el eco de sus pasos y el casi imperceptible murmullo de sus voces.

No supo hacía cuanto tiempo se encontraba en esa posición pero por unos instantes había logrado su cometido, pudo olvidarse de los motivos por los cuales se encontraba en ese estado, la razón por las cuales sus lágrimas insistían en abrirse paso a través de sus ojos, hasta podría decirse que en cierta forma estaba recuperando algo de ese brillo, el cual se había apagado tan abruptamente la noche anterior.

Pero no todo dura para siempre y ese momentáneo estado de calma en el cual se encontraba fue interrumpido por el insistente sonido de su móvil.

Despertando del trance en el cual se encontraba solo atino a inclinar levemente su rostro fijándose así en la iluminada pantalla de su teléfono donde se leía claramente el nombre del causante de todas sus penas, "Ryder" susurro por lo bajo, decidiendo hacer caso omiso a la tan insistente llamada, dio un largo suspiro y trato de retomar la posición en la cual se encontraba anteriormente, con la diferencia de que esta vez decidió mantener abiertos los ojos y disfrutar un poco de tan hermoso día que le estaba brindando la naturaleza.

Se dedicó a observar detalladamente el lugar donde se encontraba, los arboles a su alrededor cuyas hojas seguían el compás de la danza marcada por una suave brisa, el pasto todavía algo húmedo producto del rocío de la madrugada, el contraste de las primeras luces del día que le otorgaban una sensación de mayor profundidad a las imágenes que se presentaban ante ella, tal cual si fueran una pintura del mismísimo Monet, por último fijo su vista en el sin número de personas que transitaban despreocupados por el mundo, mujeres, hombres y niños con alegres sonrisas marcadas en sus rostros, y la llevaron a preguntarse, ¿cuántos de ellos serían realmente felices?, ¿cuánto dura la felicidad?, ¿realmente existe la felicidad?, preguntas las cuáles por ahora no tenían respuestas para ella ya que en toda su vida fueron contados esos momentos en los cuales podía decir que se sintió verdaderamente feliz o que su sonrisa haya sido autentica, desde que tenía memoria la vida se había mostrado mezquina con ella y no hacía más que arrebatarle las cosas que más quería y que más ilusiones le causaban; de esta forma nuevamente iba logrando sumergirse en ese mundo distante que había creado recientemente, ese lugar en su mente donde solo estaban ella y sus pensamientos.

Sentía que sus párpados iban perdiendo fuerza, con cada tic tac que marcaba su reloj iba abandonando este mundo para adentrarse al tan ansiado mundo de los sueños, pero al momento en que sus ojos estaban a punto de cerrarse completamente, la sombra de un intruso se hizo presente ante ella, y el crujir de sus pisadas fueron sacándola de su ensoñación, siendo el sonido de su voz lo que terminase de devolverle por completo a la realidad.

"Debí saber que estarías aquí" Dijo de pronto una voz que sonaba preocupada y cuya dueña era la portadora de unos ojos tan cafés como los suyos. Era Trina Vega, su hermana mayor, quién había escuchado la discusión que había tenido con su ahora ex novio y por ende la andaba buscando, ella pudo haber intervenido antes de que la discusión sobrepasase los límites de las palabras y se convierta en algo físico, después de todo era instructora de defensa personal, pero sin embargo decidió no hacer nada, problemas de pareja pensó en ese momento, sin sospechar siquiera que en esos instantes las palabras habían dejado de ser palabras y decidieron dejar más que una marca en el aire, más que una marca en el corazón.

"Tenía que despejar mi mente". Informó la menor con la mirada perdida y un tono desinteresado.

Trina se sentía con demasiada culpa, adoraba a su hermana y desde que murieron sus padres se había prometido que no iba a dejar que nada le faltase, sobre todo que nada malo le pasase y sin embargo ahora su promesa estaba rota.

"Estaba preocupada por ti hermanita, no tenía idea de adonde pudiste haber ido, y yo…realmente me siento tan culpable, yo…debí haberme quedado, debí haber intervenido, es solo que pensé que era una más de sus peleas no pensé que…".

"Nada, no tenías por qué pensar nada". La interrumpió de golpe Tori tratando de sonar tranquila, "nadie tiene la culpa, no podías habértelo imaginado, estábamos en constantes discusiones y nunca antes había pasado de los gritos, así que pudo haber sido una pelea más, nadie se hubiera imaginado que reaccionaria así…, no lo podías saber y yo tampoco, no tienes porqué reclamarte nada y yo… tampoco". Se acercó a su hermana y deposito un beso en su frente.

"Mejor siéntate a mi lado y conversemos un rato". Volvió a decir Tori simulando una sonrisa tratando de ocultar toda la tristeza, el dolor y la frustración que realmente sentía.

"Eres increíble". La mayor abrazo a su hermana con todas sus fuerzas y al terminar con el abrazo, le pregunto," ¿Y dónde se supone que fuiste anoche?, no dormiste en casa, llame a todas tus amigas y nadie tenía noticias tuyas, normalmente irías donde Jade pero como no está no supe donde podrías haber ido".

"Oh, yo si fui al departamento de Jade en realidad, perdona que no te haya avisado, pero no podía quedarme ahí".

"Está bien Tori yo lo entiendo, solo estaba preocupada. ¿Y entonces dices que Jade está de regreso?... ¿Se lo contaste?, Ryder no la estará pasando muy bien en estos momentos si fuese así". Río ante las imágenes que se le presentaron en su cabeza.

"No, ella continua en su viaje, lo que pasa es que me dejo sus llaves, Cat tampoco estaría hasta hoy, así que quede en pasarme por ahí a ver qué tal estaban las cosas de todas formas y… por supuesto que Jade aún no lo sabe, supongo que tienes razón una vez que se entere, Ryder no la va pasar muy bien que digamos, así que mejor que no sepa nada por ahora, y esperemos a que se demore un poco más en su viaje, en realidad… lo que más odiaría ante cualquier cosa es que me viera en estas condiciones". Dijo bajando la mirada con un dejo de tristeza en su voz.

"¿Pero porque? Se supone que ahora es una de tus mejores amigas, creo que te haría bien hablar con ella". Preguntó sorprendiéndole la actitud de su hermana. Hacía varios años que las chicas habían dejado de lado esas peleas de instituto, eran casi inseparables, compartían prácticamente todo, le pareció raro que no quisiera contarle sobre esto.

"No sé, solo sé que no quiero que me vea así, no sé, no quiero". Volvió a repetir, sin embargo luego se sinceró "Ella me advirtió sabes, me dijo que Ryder no era de confiar, me dijo de los rumores sobre sus antiguas novias, y yo soy una idiota, debí escucharla desde un principio pero pensé que exageraba, que lo decía solo porque… " .

Y corto lo que estaba diciendo dejando la frase colgada en el aire.

"No eres una idiota Tori, estabas enamorada de Ryder, ante tus ojos él era incapaz de hacer nada malo, cuando una está enamorada es difícil escuchar razones". Trina se acercó a abrazarla nuevamente. Realmente adoraba y admiraba a su hermana menor.

"Eso es lo que me hace más idiota Trina, sabes, yo ni siquiera puedo decir que estuviese enamorada de Ryder, ni siquiera sé porque seguía con él, tal vez por costumbre o por comodidad, simplemente no lo sé".

"En serio que soy una tonta". Volvió a repetir más para sí misma que para la persona que tenía al lado.

De pronto el teléfono de la mayor de las Vegas comenzó a sonar, sin embargo esta parecía dudosa de contestar, solo se había quedado mirando su móvil.

"¿Por qué no contestas?". Preguntó Tori señalando el aparato.

"Eso iba a hacer". La mayor pareció reaccionar de pronto cogiendo el móvil.

"¿Hola?... este…, espera un segundo creo que no hay tanta cobertura aquí". Tori oyó decir a su hermana mientras veía como esta se alejaba torpemente.

Al quedarse sola no pudo evitar dejarse arrastrar de nuevo por sus pensamientos, los cuáles esta vez cayeron sobre quién le había servido de apoyo en los últimos años. ¿Cómo podría contarle lo sucedido? Sin embargo a pesar de saber lo idiota y avergonzada que se sentía por no haberla escuchado, sabía que más que nunca la necesitaba a su lado. Le sorprendía la capacidad que tenía para levantarle los ánimos. Y pensar que en otros tiempos ni se hubiese imaginado que al terminar la secundaria seguirían en contacto siquiera.

Sus pensamientos fueron cortados rápidamente cuando vio a su hermana acercarse de nuevo al lugar donde se encontraba. "¿Y bien, era algo importante?". Preguntó cuándo la tuvo enfrente suyo.

"No era nadie, es decir nadie importante, era… era solo un chico que conocí el otro día". Contesto Trina y agregó rápidamente cambiando el rumbo de la conversación. "¡Mira helado! ¿Quieres que vaya por uno?".

Tori solo asintió con la cabeza, quiso decir algo más ya que la actitud de su hermana le pareció extraña, sin embargo antes que pudiera decir nada Trina ya estaba alejándose de ella.

Continuará…

¡Gracias por leerme! Sería agradable si comentan que les pareció el capítulo =)