Bueno, realmente soy nuevo escribiendo fics, y este fic no es solo mio, es parte de una actividad grupal realizada en un fc dedicado a hinata… el estilo de narrasion esta sujeto a cambios según la persona que escriba…
Naruto no me pertenece… le pertenece a kishi… ya saben el resto
Cap. 1
El sol estaba por esconderse, la aldea de la hoja empezaba a cesar sus actividades, salvo los negocios que recibían clientes nocturnos, los comerciantes de konoha daban por terminado su día, las calles empezaban a ponerse solitarias, mientras poco a poco la noche empezaba a llegar, cubriendo de oscuridad cada parte de la aldea.
En una de las varias zonas de entrenamiento de konoha se encontraba una joven kunoichi, parecía exhausta, y debía estarlo, pues llevaba toda la tarde entrenando, sin embargo para ella ya era una costumbre, los últimos tres años de su vida se habían centrado solo en eso: entrenar para intentar volverse más fuerte. Cuando no entrenaba el trabajo en equipo junto con sus compañeros Kiba inuzuka y Shino Aburame y su maestra Kurenai-sensei, o en una misión, le gustaba entrenar por su cuenta, incluso los días que tenia libre de misiones, o de entrenamiento grupal solía gastar su tiempo con ejercicios de control de chakra, de cierta forma era su forma de descanso.
Aunque no estaba del todo segura que tanto había mejorado, en el transcurso de los tres años había logrado subir de rango dentro de la aldea, ahora era chunnin, aunque ella no estaba del todo segura si merecía el asenso; fuera de esto, las cosas también parecían haber mejorado en su clan.
La joven kunoichi pertenecía a una de los más prestigiosos clanes de konoha, sino el más prestigioso, un clan caracterizado por tener una poderosa línea de sangre o kekegenkai, un dojutsu que se identificaba por unos peculiares ojos plateados sin pupila, que cuando era activado era capaz de ver el sistema de chakra de cualquier ninja, una ventaja en muchos casos mortal para los oponentes; sin embargo pertenecer a este clan no había sido del todo placentero para ella, durante su niñez había probado no ser lo suficientemente fuerte para ser aceptada por su padre, el mismísimo líder del clan; por suerte en los últimos tres años las cosas parecían haber cambiado un poco, su padre era menos frío con ella e incluso en algunas oportunidades le había enseñado algunas técnicas del clan, con su hermana que recién había llegado a ser genin la relación también había mejorado; la más visible mejoría había sido la relación con su primo, se habían vuelto más cercanos (hasta donde su timidez se lo permitía), e incluso en más de una oportunidad él le había ayudado con su entrenamiento.
Mas allá de esto, la kunoichi no solo había cambiado como ninja, el cambio físico producido en los tres años también era evidente, había crecido varios centímetros, su cuerpo había madurado (y de qué forma), la ropa que solía usar también había cambiado e incluso su cabello había crecido bastante.
Después de descansar un poco en el suelo la kunoichi se puso de pie y se preparo para ir a su casa, o mejor dicho su mansión, la mansión de los Hyuga, el nombre de esta joven ninja es Hinata Hyuga, la heredera del clan.
Cuando emprendió su camino se detuvo cuando repentinamente su estomago hizo un sonido pidiéndole comida, y ciertamente la merecía, no comía nada desde el almuerzo, aunque en ocasiones llevaba un Bentō, también le gustaba comer un poco de comida chatarra, puntualmente ramen, por tanto se había vuelto una cliente habitual de ichiraku, así se decidió encaminarse hacia el negocio del teuichi-san y su hija.
Cuando llego al negocio tomo asiento e inmediatamente fue reconocida por el cocinero
-Oh, pero si es mi actual mejor cliente, supongo que estarás cansada, te daré mi mejor plato de ramen para que recuperes tus energías- la saludo alegre
- Hai, muchas gracias- respondió tímidamente
-Hola Hinata-chan, veo que no dejas de entrenar aun cuando mañana es el día- la saludo Ayame, la hija del cocinero
Hinata no sabía de que hablaba – eto... no se a que te refieres- respondió tímidamente
-Esta tarde estuvieron aquí los compañeros de equipo de Naruto, le escuche decir que aparentemente mañana volverá de su entrenamiento… supongo que debes estar contenta- dijo mirando a Hinata con una sonrisa cómplice
Inmediatamente la cara de Hinata tomo un fuerte color carmesí -eto… no… yo… ano… yo no…- empezó a tartamudear
-No molestes a mi mejor cliente áyame- la reprendió su padre – Aunque sí es cierto mi otro mejor cliente volverá, eso es bueno-
El cocinero de ramen y su hija siguieron hablando, mientras Hinata de sumía en sus pensamientos…"Mañana volverá naruto-kun… debe haberse vuelto muy fuerte… espero que siga tan alegre como siempre… "
Después de acabar su plato, Hinata pago y partió rumbo a la mansión Hyuga, aun metida en sus pensamientos "qué demonios le diría al verlo".
