DISCLAIMER: todos los personajes y lugares mencionados son propiedad de Craig Bartlett y de Nickelodeon Studios a excepción de los que no pertenecen a "Hey Arnold" ya que estos son de mi propia creación.
FLASHBACK (muchos años atrás)
La tormenta azotaba fuertemente contra Hillwood, las calles estaban desoladas y la poca gente que pasaba utilizaba amplios impermeables y sombrillas y solo un pequeño puntito rosado se veía moviéndose solitario por aquellas frías y mojadas calles, la pequeña Helga G. Pataki.
Tenía la cara y la ropa manchada de lodo, su lonchera se la había quitado un perro y el frio azotaba fuertemente contra su piel, muy en el fondo tenía ganas de llorar pero era una niña fuerte y procuraba no hacerlo, aun asi, con todas sus fuerzas intento llegar hasta aquel kindergarten cuando algo la cubrió desde arriba.
-Hola! Lindo moño- un pequeño niño rubio con bonitos ojos verdes y una gran cabeza con forma de balón de futbol americano se había acercado con una gran sombrilla.
-¿Qué?- respondió Helga, consternada
-Me gusta tu moño porque es rosa como tu ropa- respondió el alegre niño
Cuando menos lo notó ambos ya estaba ante la puerta del kindergarten, aquel niño al que nunca había notado al parecer iba al mismo lugar.
Helga se sintió notablemente halagada por el comentario, su ropa iba increíblemente sucia y llena de lodo, pero su moño en lo alto de su cabeza seguía con su distinguido color rosado, un pequeño rubor broto de sus mejillas, ¿Quién era Él? Gritaba su mente, pero, fuese quien fuese, causo un gran impacto en ella
FIN DEL FLASHBACK
NARRADO POR ARNOLD
La chica me miro directamente a los ojos y yo también la mire, en cuanto esto pasó ella inmediatamente aparto la mirada.
¿Acaso era ella? me preguntaba
¿Era ella la chica que no veía desde hace 6 años? ¿Era ella la chica que yo sabía que aunque tuviera una dura y fría coraza por fuera era tierna, dulce y sensible por dentro? ¿Era ella la chica que me había declarado su amor?
Tal vez, tal vez si era ella.
Esa mañana en Hillwood era lluviosa, obscura y fría pareciese como si fuese tarde, pero aún faltaban unas cuantas horas para el medio día.
La vi pasar, de hecho iba corriendo por la lluvia sin nada con que cubrirse
Cuando la vi pasar yo me encontraba fuera de la tienda de flores de la Sra. Vitello, que, ahora era atendida por su hija mayor Magdalene.
Llevaba unos girasoles y unas cuantas rosas blancas en manos muy bien cubiertas en periódico, pues mi abuela las necesitaría para un arreglo que pensaba hacer con los vecinos de la casa de huéspedes.
Y al salir de la tienda, simplemente la vi pasar.
Vestía de colores obscuros, pero no totalmente de negro. Su pelo ya no estaba recogido, estaba completamente suelto. Iba corriendo bajo la lluvia sin nada con que cubrirse.
La mire fijamente, una extraña sensación invadió mi estómago, no sabía si era nerviosismo o simplemente tenía hambre, y esa sensación aumento aún más cuando me percate que ella me estaba mirando también
Me quede pasmado, congelado, sin poder articular palabra alguna y con la respiración entrecortada. Ella seguía mirándome y la velocidad con la que corría disminuyo a tal punto que se quedó parada justo enfrente de mí, al otro lado de la calle
No sé cuánto tiempo transcurrió, pero fue casi una eternidad o al menos así lo sentí
La mire directo a los ojos, esos ojos azules y terriblemente provocadores, un instinto mío decía: pasa la calle y ve hacia ella. Pero no fue por mucho tiempo pues, cuando ella me miro a los ojos, salió corriendo de ahí una vez más.
Y la mire partir, mientras más se alejaba lo único que alcanzaba a distinguir de ella en la distancia era su rubio cabello mojado moviéndose mientras corría.
¿Qué demonios había pasado?
¿Esa era Helga? Y si lo era, ¿Por qué corrió?
No podía decirlo, ahora me encontraba parado en medio de la banqueta completamente mojado. ¿y si fue solo una alucinación? Pero si así fue, vaya… ¡QUE ALUCINACION TAN MAS REAL!
El último recuerdo que tenia de ella era el de ella retractándose de su amor por mí, después de que me había confesado que me amaba en aquel alto y frio lugar de Industrias Futuro.
El agua comenzaba a colarse por debajo de mi ropa, a pesar de que iba abrigado no fue suficiente como para evitar mojarme.
Camine lo más rápido que pude a la casa de huéspedes, donde mis padres me esperaban un poco molestos.
-Mirate Arnold! Pareciese que fuiste a nadar abrigado- Dijo mi madre dándose una palmada en la frente.
-Ok muchacho, ¿a donde fuiste?-Pregunto mi padre
-A ningún lado, yo solo… me encontré con alguien- mascullé
-Hijo, ¿te encuentras bien? Luces pálido
-Corrí hacia el espejo para mirarme y efectivamente, estaba pálido, si esa chica era Helga, creo que verla si me causo varios efectos y también una extraña sensación en el estómago que todavía perduraba en mi cuerpo
-Si madre, es solo que, creo que estar tanto tiempo bajo la lluvia me está provocando un resfriado.
-Lo que digas, hijo, solo quítate esa ropa
-Sí, madre.
-Subí lo más rápido que pude y puse mi ropa en una canastilla y después me di un baño.
Hice mi tarea lo más rápido que pude, estaba terriblemente ansioso
-Hey Arnold!-escuche gritar al abuelo- tu amigo Gerald te está esperando aquí abajo.
-Ah sí! Claro abuelo! Déjalo pasar!- respondí desde mi habitación
En poco tiempo Gerald se encontraba en mi habitación
-Oye viejo, no luces muy bien ¿Qué sucede? – preguntó al recostarse en el sillón de mi cuarto.
-Creo que estoy enloqueciendo
-Whoa, ¿Por qué lo dices?
-La vi
-Viste a quien
-A ella, a Helga
-Helga!? Helga Pataki!? Sabes qué?, tienes razón, estas enloqueciendo- Gerald cruzo los brazos en señal de desaprobación
-es enserio Gerald, vi a Helga.
-Imposible, Helga abandono este lugar hace 6 años
-Sí, es verdad, pero nunca prometió no volver
-Bueno, tienes razón en eso pero, ¿Por qué volvería? ¿Hablaste con ella?
-No Gerald, solo la vi
-Y como sabes que era Helga y no una chica parecida a ella
-Ese moño rosa y esa uniceja jamás se olvidan Gerald, sé que era ella porque la vi, la vi de frente y tuvimos contacto visual, no dijimos nada pues estábamos a ambos lados de la calle, estaba saliendo de la tienda de flores de la Sra. Vitello cuando la vi y cuando quise cruzar la calle ella salió corriendo del lugar, solo alcance a ver como se alejaba.
-Vaya, amigo, eso es raro
-Sí, creo que aún no he superado lo de… tú ya sabes, lo de industrias futuro
-Ah, sí, lo que me contaste del beso.
-Sí, eso.
-Cielos amigo creo que es tarde hace 10 minutos que debería estar en casa
-No te preocupes Gerald, te acompaño.
-Salimos de la casa de huéspedes después de hablar un muy buen rato, y cuando volví, lo único que pude hacer durante la noche fue pensar
"Si ella es Helga… ¿por qué volvió?"
