Cap. 1

Era un día muy tranquilo. Demasiado tranquilo. El robot no estaba muy seguro de que todo estuviera bien y se dirigió al invernadero. Nada… es que no había nadie?... pero era imposible, nadie podía salir de la nave. Se dirigió a la cocina cuando…

-JERONIMOOOOOOOOOOOOOOO!

-HAAAAAAAAAAAAAA!

Un enorme y pesado cuerpo cayó sobre el pobre robot, mandando a rodar un brazo que se deslizó hasta el cuarto de controles.

-Ups

-BELARDO!

-Qué? … eres una maquina, las maquinas no sienten- se defendió

-Que no sienten… que no sienten!... tu… ARGHHHHHHHHHH!- el robot se puso una mano en la cabeza y soltando un suspiro fue a recoger su brazo- ya, olvídalo… no tiene caso discutir contigo

-Otra vez?- el pequeño Otto entró dejando su videojuego a un lado, ayudando a Larry a recolocarse su brazo- el que se metan el uno con el otro ya debería convertirse en deporte

-Jajajajaja!... en deporte, que gracioso!- comenzó a reír Belardo

-Si, si, muy gracioso- dijo cínico el robot moviendo la cabeza- mejor me pondré a limpiar antes de que ocurra otra cosa

-Cómo que podría ocurrir?- dijo Otto

-Como… jugar al super héroe!- gritó Belardo

-SIIIIIIIIII!- gritó también Otto corriendo detrás de Belardo mientras Larry agitaba los brazos

-Ah, no, que acabo de limpiar el suelo!... con lo que les importa- murmuró el robot mientras veía salir a ambos corriendo de la cocina y dirigiéndose inevitablemente al invernadero

Movió la cabeza negativamente mientras comenzaba a caminar detrás de ellos. Lo mas probable era que destruyeran sus queridas plantas y comenzaran a romper cosas como tenían acostumbrado y él, tendría que limpiar el desastre COMO SIEMPRE.

Comenzaba a cansarse… solo por el hecho de ser una máquina le trataban como esclavo, nadie lo valoraba, bueno, Otto lo hacía de vez en cuando… pero la mayoría del tiempo, se comportaba como niño y eso era lo que era, no lo culpaba en absoluto.

Pero Belardo!. Belardo ya era un adulto, un agente calificado del Escuadrón, debería portarse como tal pero parecía que su capacidad no había crecido desde los 7 años. Y no dejaba de llamarle cosas como "Lata", "Metal oxidado" y otras que prefería olvidar.

Sonrió para si mismo. A pesar de todas esas cosas, a pesar de tener que ser el niñero permanente de Otto y Belardo, era feliz. Cuanto estaba en el cuartel principal, cuando era una unidad nueva, solo era uno de los tantos robot que servían para mantener el tiempo en orden, solo un número mas.

Pero luego lo asignaron con Belardo. Y luego trajeron con ellos a Otto. Y ambos aunque muchas veces lo trajeran de sirvienta, lo querían y el también los adoraba; eran los únicos que lo trataban como un individuo (aunque Belardo dijera que no).

-Oigan, ustedes dos!- gritó por el pasillo sabiendo que aunque finjieran que no, lo escuchaban perfectamente- vayan a lavarse, que ya va a ser hora de cenar!

-Ya vamos Larry!- exclamó Otto corriendo por su lado, mientras Larry lo empujaba con las manos

-Que hay para cenar hoy "latita"?- preguntó el hombre frotandose el estómago, mientras Larry ponía expresión de felicidad completa y algunas pequeñas luces flotaban alrededor de su rostro por la emoción

-Hoy tenemos un buen plato de Langosta con crema agria!- dijo emocionado- y un delicioso caldo de mariscos!

-Suena rico- dijo Otto acomodandose mientras Belardo levantaba el plato

-No hay algo mas comestible?- se quejó- como un buen bistec?

Larry puso las manos en la cintura con una expresión muy peligrosa. Otto y Belardo se miraron; el niño tragó un poco cuando Larry ponía esa expresión solo podía significar una cosa: iban a comenzar a discutir (otra vez). Pero no: esta esa ocasión volvió a hacer un amago de suspiro y se dirigió al trastero, donde comenzó a acomodar la vajilla.

-Comiencen con la cena, antes de que se enfríe- dijo- y no, no tenemos Bistec, si quieres comer eso tendrán que ir tu y el peque a comprar, te acabaste la carne la última vez

El niño y el adulto se vieron. Larry tranquilo?. Algo no estaba bien.

-Oye, latita!- gritó Belardo- te sientes bien?... no se te a aflojado una tuerca?

-No, para nada- dijo Larry- solo… pienso que tal vez soy muy duro con ustedes, eso es todo

Otto y Belardo se encogieron de hombros. Y entonces, Belardo abrió mucho los ojos.

-Lo había olvidado!- exclamó

-Qué extraño- murmuró Larry para si mismo

-Sheila y su lata de refresco nos van a venir a visitar!

-Uhm, me parece bien- dijo Larry, antes de que la información llegara a su procesador donde golpeó muy fuerte e hizo que dejara caer la vajilla, que se rompió en pedacitos

-Larry!- exclamó Otto preocupado

-Va a venir Sheila?- dijo Larry- y… también…

-J-5- completó Belardo- me pregunto… porqué vendran?... Bah, seguramente Sheila quiere discutir conmigo otra vez… por los viejos tiempos!- Belardo se fue corriendo mientras Larry solo se quedaba ahí estático, sintiendose pequeño

Otto miró al robot, que parecía no salir del shock y le tiró levemente de un brazo.

-Larry?

-Eh?... ah, Otto!... vamos, vamos, hay que limpiar este desorden antes de que llegue la exesposa de ese idiota- murmuró mas para si mismo que para el niño, comenzando a recoger los trocitos de vajilla del suelo

El niño miró un poco extrañado al robot, mientras comenzaba a ayudar. Que le sucedía a L-3000?... ya lo averiguaría, por lo pronto, tendrían que prepararse para la visita de Sheila…