— ¿Asi que cada vez que mueres despiertas en un nuevo cuerpo? — Preguntó el pequeño de cabello negro y piel morena dejando de ver el piso debajo de ellos para mirar los algo anaranjado ojos de la castaña a su lado.
— ¡Exacto! ¡Este ya es mi intento número 27! ¡¿puedes imaginarte cuan molestó es despertar 26 veces en un cuerpo extraño?! — Pregunto molesta inflando sus mejillas.
— Debe ser molesto. — Asintio de acuerdo — ¿Pero porque lo hiciste? — Quiso saber ahora con algo de curiosidad.
— Bueno... — Murmuró, ¿Porque lo hizo? oh cierto. — Porque no pertenecia... No importaba a donde fuera o que hiciera, sentia que no encajaba... que sobraba. — Apreto su pecho con su pequeña mano y recordo por unos segundos una imagen que la hizo negar
— ¿y tú porque quieres saltar? — Quizo saber mirando ahora al niño.
— Rompi mi brazo... y no podre jugar en el proximo partido de Béisbol. — Respondio ahora inseguro de que esa fuera una buena razón para acabar con su vida. Si, ahora se sentía pesimo, pero al menos el tenia a su padre que siempre le hacia sentir bien... Nunca se sintio sobrante a su lado...
— Eso es una soberana estupidez. — Dijo sin tapujos la niña. — Tu brazo sanara, y ademas hasta donde se el béisbol es un deporte de equipo, y sin importar que tan bueno sea un jugador su victoria no puede depender de solo una persona. — Suspiro colocándose de pie para caminar por la baranda del techo y empujar al niño hacia atras haciendo que cayera sentado en el piso del tejado.
— ¿que haces? — Pregunto en cuanto salio de la confusión.
— Probablemente no sea la mas adecuada para decir esto, pero deberias darle una vida una segunda oportunidad, y esta vez no seas tan dramatico por un brazo roto. — Le sonrio y se dejo caer esperando la caide que llego mas rápido de lo esperada, pero cayo sobre algo ¿suave?
— ¡vivire! ¡Pero tu también tienes que hacerlo! ¡solo una segunda oportunidad! — Chillo el pequeño sujetándola de los hombros luego de que la tiro de la muñeca para que cayera sobre él en lugar de al piso.
— Pero... Esta ya es la 27...
—¡No importa! Yo estare contigo... asi que no volveras a sentir que no encajas... — La chica le vio algo sorprendida, para luego resoplar.
— No prometo que no lo volvere a intentar, pero al menos por hoy ya estoy muy cansada como para hacerlo.— Se rindió, comer, dormir e intentarlo de nuevo no parecia una mala idea.
— ¡Genial! por cierto! ¡Soy Yamamoto Takeshi! — Se presento con una sonrisa demasiado brillante para alguien que casi se mata.
— Un gusto Takeshi, Yo soy... — Ahora que lo pensaba ¿esta bien dar su nombre de origen? bueno, se suponia que ahora este cuerpo era suyo por el momento... — ¿sabes quien soy?
— ¡Dame-Tsuna! — Pero que nombre mas extraño le toco. — ¡Vamos! Mi padre debe estar esperándome para la cena, el Sushi que hace es el mejor. — Se levanto tirando su mano mientras ella le seguia ¿sushi? bueno, ¿quien era ella para rechazar comida gratis? Ya luego averiguaría sobre Dame-Tsuna
