Los personajes no me pertenecen, estan inspirados en Shingeki No Kyojin, del mangaka Isayama Hajime.

Notas de autora:

Uso de palabras anti sonantes y/o agresiones leves.

Parejas:
Levi Ackerman & Eren Jaeger, las demás seran reveladas con el tiempo.

Género: Romance, Escolar, Comedia, Yaoi.

Comentarios personales de la autora al final de la historia.


Solo quiero evitarte a toda costa, sin embargo te has convertido en mi sombra.

Las puertas blancas a mi parecer se cerraban cada vez mas, el oxígeno de aquella oficina no era suficiente para mí. Necesitaba salir y tomar un poco de aire fresco, me sentia sofocado porque sabía que esto no terminaría en nada bueno. El suave sonido de las manecillas del reloj era realmente debastador para mi paciencia, moví mi pie con demasiada ansiedad, no era la primera vez que me habían mandado a llamar a dirección pero siempre tenía la preocupación de saber que me dirán. Suspire fastidiado y desesperado en cuanto me sente en la silla justo en frente de un gran escritorio de madera que dictará mi sentencia. La otra silla al lado mía fue ocupada por la persona que causó este conflicto, él a diferencia de mí estaba bastante relajado, su cabello azabache hacía juego con él uniforme negro del instituto. Él con 17 años ya era conocido por su filosa mirada, nadie podía descifrar el color de sus ojos, era un extraño negro con reflejos azules, verdaderamente enigmáticos, también es popular gracias su peculiar forma de vestir el uniforme, nunca venía con su camisa arreglada, siempre con botones abiertos de más y una corbata mal arreglada a mi parecer, tenía las mangas de su saco subidas a la altura de sus codos, contaba con una expansión en su oído derecho y con su inseparable cinturon siendo adornado con picos de fantasía. Dejó caer su mochila a un lado dejandola a su suerte en el piso, seguido de eso con poca gracia tomo asiento de forma despreocupada echando atras su cabeza junto con sus brazos sosteniendo su nuca, al menos tengo ese consuelo que ahora en su mejilla izquiera reposaba un moreton junto con un labio roto, estaba mal que me sintiera orgulloso de mi acto. Pero él se lo merecía por ser tan patético,

Levi Ackerman, un chico busca problemas que todas estaban tras él. Era todo un personaje común entre novelas juveniles, totalmente absurdo y altamente sobre valorado e incluso estúpido.

Él era lo opuesto a mí, no tenía mucho que describir acerca mío ya que yo, a diferencia de él, teniamos un año de diferencia y solo me limitó a portar el uniforme adecuadamente, limpio y bien lucido, aunque ahora no lo estaba debido al conflicto que tuvimos, yo también contaba con golpes en mi rostro y raspones, incluso mi labio estaba más roto pero no me queje. Podría decirse que lo único desarreglado es mi cabello castaño rebelde y lo que sobresale son mis ojos, los rayos del sol aveces los hacía ver azules pero yo siempre he creído que son verdes. Vaya enigma, es maravilloso todo lo que puedes pensar cuando estas en dirección con la persona que menos te agrada esperando ser castigado. Pasaron cerca de cinco minutos y ninguno de los dos queríamos ni siquiera voltear a vernos, al fin estaba de acuerdo con él, verle es lo menos que necesitaba hoy. Otros minutos pasaron y la puerta aviso que el director llegó. Un hombre bastante alto caminó hacia el escritorio, tenia el cabello rubio y ojos azules con unas cejas pobladas. Siempre tenía un porte militar, sin embargo venía vestido con un traje gris y corbata azul. Yo me acobarde al ver como tomaba asiento enfrente de nosotros soltando un suspiro de decepción.

— Saben porque estan aquí ¿Cierto? — la voz con autoridad habló, yo temble del miedo. El director Erwin Smith no era un hombre con paciencia.

— Usted nos citó debería saberlo — ahí esta, de nueva cuenta con ese sarcasmo que me sacaba de quicio. Sólo me límite a rodar los ojos.

— Joven Ackerman debe hablarme con respeto, le recuerdo que su situación puede empeorar. — lo reprendió y yo esbozó una sonrisa sin querer, él director para mi mala suerte se percató de ello. — Borre esa sonrisa Eren ya que usted esta en el mismo problema - mierda.

— Es realmente injusto, esta bestia comenzó todo — me defendí por mero impulso pero sólo cause el enfado de Ackerman.

— ¿A quién le dices bestia, mocoso? — me vio enfadado, yo sonreí sin intimidarme.

— ¿Mocoso? Podrás decirme así cuando tengas los 10 centímetros que te hacen falta — di en el clavo, justo en su pequeño orgullo, igual que su altura.

— Hijo de ...

— Ackerman — levantó su voz el director antes de que el pelinegro pudiera ofenderme. — Cuide su lenguaje en mi institución.

— Bien — chasqueo su lengua irritado.

— El colegio Scouting Legion no puede tolerar esta clase de comportamiento dentro de las instalaciones — pronunció el director un poco más calmado pero Ackerman silvo sarcasticamente como si lo dicho hubiera sido bastante interesante.

— Entonces director, expulseme de la institución — su voz era tan desinteresada, lo mire confundido, no parecía molestarle absolutamente nada la palabra expulsión, incluso hasta podía jurar que se notó calmado.

— Sabe que no puedo hacerle eso a su tío Kenny — le dijo y Levi parecía tornarse mas serio, me sentía fuera de la plática asi que calle pero con una gran curiosidad.

— Como si me importara ese vejete fanfarrón — después de decirlo volvió a tomar su pose despreocupada.

— Quiero que me expliquen que es lo que ocurrió — el director volteó a verme al ver que Levi no se tomaría la molestia de hablar.


Fue cuando se dio por terminada la última clase del día; la de informática, asi que yo junto con mis amigos, Armin un chico amable rubio con ojos azules y Mikasa una joven de cabello oscuro y ojos negros con luces azules ¿Les suena la descripción? Si, mi mejor amiga es la prima de Ackerman ¿Irónico no? En fin, salimos de la sala de cómputo y ahí estaba. Levi Ackerman acechando a su prima de nueva cuenta, siempre fue protector con ella. Se acercó a nosotros, no apartaba su mirada sobre mí pero yo lo ignore.

— Mikasa, vamonos ya — ella asintió fastidiada, es cierto, me había dicho que hoy iría a casa de su tío pero en el fondo se que también suele a estresarse por su comportamiento.

— Armin, Eren, nos vemos mañana — iba a despedirse con un beso en la mejilla a cada uno pero inevitablemente yo me aleje y al parecer Armin hizo lo mismo. Era un impulso ya que su primo era sobre todo celoso.

— Tranquilos, a Mikasa sólo la protejo de hombres — su sarcasmo me saco de mis casillas.

— ¿Qué insinuas? — me mostre enojado, mi actitud impulsiva salió a frote y me acerque dos pasos a él pero una mano en mi hombro me detuvo.

— No prestes atencion Eren — mi mejor amigo me aconsejo.

— Tiene razón, deberías obedecer a tú novia Jaeger — trate de calmarme pero su sonrisa llena de ironía señalo que seguiría hablando. — Se un buen perro y obedece.

Ese fue el último comentario que hizo antes de que mi puño chocara con su mejilla, no le di tiempo de reaccionar porqué le devolví otro en su labio. Esta vez si lo hice cabrear y conocí porqué todos temían de él. Con facilidad me propinó una patada haciendo que cayera al suelo, cuando estuve en el se lanzó encima mío golpeandome varias veces, así es, quede como un completo idiota. Pronto él escándalo ganó la atención del maestro Mike y nos dirigieron a la dirección inmediatamente, ni siquiera a la enfermería ya que nosotros contabamos con demasiado historial por nuestros anteriores roces.


Termine de contarle al director ganandome otro quejido de él, parecía molesto e irritado de nuestra situación. ¿Cómo no estarlo? Desde que yo pise esta instalación creció una gran enemistad. La verdad es que también estaba fastidiado, pero pronto se acabaría ¿Por qué? Bien, este año se gradua, él esta en sexto y yo en quinto, al fin me librare de ese fastidioso. Es por eso que este año lo denomine triunfante, podría jurar que yo estaría mas alegre por su graduación que sus mismos padres. Después de su partida podría disfrutar de un grandioso año escolar, el último, cerrando con broche de oro.

— Eren tus calificaciones como siempre son excelentes pero tú conducta es miserable — él director saco de unos cajones dos carpetas, era mi expediente y el de él. — ¿Ves esto? — señalo mi carpeta, estaba llena de hojas en rojo, diferentes colores conforme a la gravedad del reporte, la verdad es que estaba bastante llena. — ¿Crees poder ingresar a la universidad con semejante expediente?

— No — como un cobarde conteste pero esto comenzaba a preocuparme, si quería seguir los pasos de mi padre e ingresar a la facultad de medicina tenía que solucionarlo.

— Fracasado — rió el azabache con burla.

— Mejor guarde silencio Ackerman, su situación es mucho peor — su voz estaba aún mas seria y el chico mostró interes al fin.

— Suéltelo, juro no llorar — dijo, ¿Nunca podía hablar seriamente? Al parecer no.

— Podría repetir sexto semestre — por favor quien sea, digame que es una jodida broma. Ackerman se acomodó de su asiento, esta vez tomo una postura recta y sería. ¿Yo? Bueno, al parecer mentalmente me estoy despidiendo de mi buen año sin él.

— ¿Es definitivo? — su voz se escuchaba mas seria, ronca y masculina, según las chicas era un tono bastante hipnotizador. Que cabezas tan huecas.

— No, no lo es — volví a respirar, que alivio. — Aquí es donde entra Eren

— ¿Por qué yo, director? — no lo sabía pero ya tenía un mal presentimiento.

— Lo mismo digo, ¿A Jaeger que le interesa? — trató de opinar pero Erwin con la mirada lo calló, Rivaille lanzó un bufido y volvía a su pose sin preocupación alguna.

— ¿Que me dirías si te diera la oportunidad de borrar todo tu expediente? Libre de reportes, llamados a tús padres y todo lo que tenga que ver con tu horrible conducta. — me entusiasme, de verdad lo necesitaba pero sospechaba.

— Diría que me pedirá algo — el director esbozo una sonrisa.

— Por eso tienes magníficas calificaciones; es cierto, te hare un pequeño favor a cambio de uno — demasiado tentador pero todavía sentía que no debía. — Incluso podría hacerte una carta de recomendación para la universidad que desees — es todo, a la mierda mis presentimientos.

— Acepto — dije sin saber que era el dichoso favor pero porfavor, con tremenda oferta bien podría vender droga. — ¿Cuál es el favor?

— Vigilar a Ackerman — estoy jodido. — Tanto académicamente como en su vida social — entendía perfectamente el aspecto estudiantil pero de eso a su vida personal era una exageración.

— Eso es hostigamiento y de mal gusto, mi comportamiento fuera de su escuela no es su asunto — odiaba admitirlo pero esta vez él tenía razón.

— No lo pedí yo, hace semanas lo exigió su tío, justo un día después de la noche en que tuvo que pagar tu fianza por exceso de velocidad ¿Lo recuerdas? — Yo me sorprendí, sabía que él era problemático pero no creí que a tal grado. Giré mi rostro para ver su reacción y dejó caer su mano en su rostro totalmente irritado. — Si no accedes te mandará a la militarizada quieras o no. Le di todo mi apoyo con solo una condición, que Eren Jaeger fuera tu tutor académico y además de eso irán con la psicóloga para arreglar su nada sana relación.

Me quede analizando todas sus palabras y caí en cuenta, fue un plan perfecto, tanto que daba miedo, por eso se ganó la fama del director militar, siempre parecía tener estrategias que mataran dos pajaros de un tiro. Él aprovecho la desesperación del tío de Levi de querer mantenerlo en control de su rebeldía pidiendo a cambio que tomara cursos para sus materias. También aprovechó mi situación, manipulandome con algo que de verdad me importa y por si fuera poco obtendría así que fueramos con la psicóloga por nuestras diferencias, hasta podría apostar que las asesorías son un plan para mejorar nuestra simpatía. Era fríamente calculador, sin errores ni fallas, todo perfecto.

— Usted lo planeó todo — susurre sorprendido.

— Exactamente — orgullosamente admitió.

— Pero mi tío lo pidió hace dos semanas ¿Por qué hasta ahora? — pregunto Ackerman, él también se dio cuenta de todo el plan del director.

— Quedaría como un director que castiga sin motivo y eso mancharia mi reputación. Necesitaba una razón, sólo era cuestión de tiempo — en eso señaló mi labio partido y entendí todo. — Ustedes sólo me la dieron.

— ¿Qué tengo qué hacer? — dije ya derrotado y Ackerman también parecía ya estarlo.

— Informarle a su tío cualquier rebeldía suya, cuando se va de fiesta, practiqué bandalismo, consuma alcohol o maneje sin control. — no sabía que él acostumbraba a hacer todo eso, escuche un quejido molesto.

— No hay necesidad de exponer lo que hago — volví a estar a su favor pero de verdad que comenzaba a causarme gracia.

— Soy menor que tú y cuidare de ti — me burle, esta vez no hubo regaño de Erwin, hasta esbozo una sonrisa.

— ¿No dira nada director? — parecía ofendido, a decir verdad mucho.

— Tú mismo te lo buscaste, ahora hablaremos de su horario. Lunes, miércoles y viernes seran de asesorías después de clases, los martes y sábados irán a una consulta con la psicóloga de la escuela para hablar de su conflictiva relación. Ademas, Eren se que es demasiado pedir pero tendre que hablar con tus padres junto con el tío de Levi para pedir permiso de quedarte en su hogar hasta las nueve de la noche, hora en que su tío llega del trabajo, excepto los domingos que no asiste a trabajar. — Tragué grueso, sólo con decir todo eso me sentía asfixiado.

— Esto es una mierda — dijo en un tono bastante bajo, creó que solo yo pude escucharlo. — No pueden tratarme como un niño. — esta vez con un tono ya alto.

— Bien, entonces no te comportes como uno — vaya, el director no pudo decirlo mejor.

Soltó una mueca, esta estaba llena de cansancio y de nueva cuenta con fastidio, mordí mi lengua para no reírme, de verdad que la mordí fuerte. Tenía el poder de controlarlo y prácticamente estaba en mis manos, un paso en falso y podía hacer que fuera a la militarizada. Glorioso karma, al fin de tres años soportando sus burlas, golpes y ofensas estaba acorralado.
Él pareció sentir mi gozo y me dedicó una mirada gelida, ese color tan sigular se apoderó de mis sentidos. Me sentía atrapado y sin salida, una refrescante tortura. Esa peligrosa mirada que solo me hacía enojar, sabía que ocultaba algo más, siempre lo supe, de todas las personas que he conocido él poseía ese brillo que ocultaba bastantes secretos. Una de las cosas del porqué lo odiaba era esa, cuando me miraba sentía que podía ver a través de mi. Creí que pasaron cerca de diez minutos pero solo llegaron a ser cuatro segundos, era otra cosa que me enloquecía, como si sus ojos tuvieran el poder de detener el puto tiempo.

— Ya que hoy es viernes el fin de semana será usado para hablar al respecto con los padres de Eren y su tío Ackerman. — su sonrisa amable me tranquilizó pero Levi bajo la mirada perdida, su cabello ocultaba sus ojos. — Pueden retirarse. — me levanté del asiento pero Ackerman no lo hacía, al parecer iba a decir algo.

— Director ¿Por qué a Jaeger si le dice por su nombre? En cambio a mi, por mi apellido — era verdad, nunca lo nofe hasta ahora.

— Para recordarle a usted quien es — dijo serio, esa frase me dejo con dudas ¿A que se referían? Pude notar que fue algo serio porque Levi se fue rápido sin decir nada.

— Con permiso — dije al director antes de salir y me dedico otra sonrisa.

Salí al fin de la oficina para poder descandar de tremenda paliza que me dio Ackerman. Mis pasos lentos y llenos de dolor era una prueba de que en verdad me dolían, él muy idiota no solo golpeó mi mejilla y rostro, si no que también me dio unas cuantas patadas en mis costados. Es por eso que yo le apode bestia, era como un lobo, parecía solitario pero siempre dispuesto a proteger su manada, eso lo supe el día en que insultaron a Hanji Zoe, una chica de su mismo salón, castaña y con anteojos, su mejor amiga era conocida por su personalidad tan diferente y llena de energía pero sobre todo por sus gustos extraños, por eso le habían dicho loca chiflada. Hanji solo rió pero a diferencia de ella Ackerman tomo del cuello al que la había insultado.

" No le vuelvas a decir loca chiflada a mi cuatro ojos — recuerdo que eso fue lo que dijo antes de golpear al chico. "

Después de eso nadie se atrevió a tocar ningún amigo de Ackerman, mucho menos a su prima Mikasa, eso era considerado prácticamente el suicidio. Otra característica de el es su inquietante inteligencia, según maestros posee una mente brillante pero él no muestra ningún interés, sólo hace lo necesario para aprobar aunque a juzgar creo últimamente ni siquiera hace eso. De igual forma, no necesito pensar en él, o tal vez si, ahora tendre que convivir con él para asegurar mi pase a la facultad de medicina, quiero hacer sentir orgulloso a mi padre mas que nada en el mundo. Para cuando me di cuenta ya me encontraba en la salida de la institución. Suspire, realmente debo dejar de ser tan despistado, un día seguro casi me asesinan y no me dare cuenta hasta que este en el cielo. Volví a caminar para salir pero una voz me detuvo.

— ¡Eren! — esa voz, sabía quien era y suspire fastidiado. Me giré para sonreír fingiendo amabilidad.

— Historia ¿Qué haces a esta hora en la escuela? —le dije a la chica, de estatura pequeña y cabello rubio, con unos ojos azules demasiado grandes. Si lo se, al parecer mi escuela estaba invadida de rubios. Vi que se sonrojo al escuchar mi voz, era obvio. Gracias a mi amigo entrometido llamado Jean terminé dandome cuenta que yo le gustaba.

— Hoy me inscribí al club de teatro ¿Sabes que es lo sorprendente? — le dedique una mirada dando a entender que siguiera y ella capto la indirecta. — Ymir —su mejor amiga. — También accedió a unirse conmigo, creó que al fin intenta socializar. De hecho acaba de irse.

— Oh — tan solo pude decir, de verdad estaba bastante incómodo. Claro que su mejor amiga intenta algo, pero no precisamente socializar; Ymir intenta desviar la sexualidad hetero de Historia ¿Por qué? Simple, ella gustaba de su amiga pero existe un pequeño problema, Yo le gusto a Historia, poniendome en graves aprietos con su mejor amiga. Esta de mas decir todas las amenazas que Ymir me dio.

— ¿Estas aquí por el problema con Levi cierto? — pude ver su mirada preocupada y lentamente dirigió su mano a mi golpe en la mejilla pero antes de que pudiera tocarlo me hice atrás. — Lo siento, debe dolerte mucho.

— ¿Cómo sabes lo que pasó? — la mire con duda, demasiado fijo y ella bajo la vista apenada.

— Toda la escuela se entero, ya sabes como es la popularidad de Levi — doble mierda, ya me imagino el escándalo que me armaran su admiradoras. — ¿Estas bien?

— Lo estoy, gracias por preocuparte — le sonreí, a pesar de que no pudiera corresponder sus sentimientos no quería ser grosera con ella, era una de las chicas mas dulces que conozco.

— ¿Entonces me iré si? Cuidate — se acercó a mi y dio un saltó para alcanzar la altura de mi otra mejilla intacta depositando un beso, no pude responder nada porque salio corriendo muerta de vergüenza.

— Ymir va a matarme —susurre espantado, esa chica castaña y alta daba miedo.

Después de ese suceso mi mente voló en mis fantasías, a pesar de eso seguí caminando para ir directo a mi casa, no podía evitarlo, era despistado y mi mente podía viajar de la nada, creando historias, cosas que me gustaría que pasaran o creerme un filósofo retirado. Historia era bonita, agradable y demasiado tierna ¿Por qué no sentía nada por ella? No había motivo para que no me gustara, pero supongo que en el amor no existen, nace ahí de la nada para joderte un rato y desaparecer como apareció, sin motivo alguno. Amor, esa palabra a mi edad era comúnmente como la reina del drama, podías sentir maravilloso y a la vez como el mismo infierno, si soy sincero ese sentimiento me aterraba. De tan solo pensar que una persona pueda dominar mis sentimientos y estado de ánimo me estresaba, por eso nunca llegué a enamorarme, ni siquiera me ha gustado nadie. Mi vida es demasiado tranquila como para desperdiciarla con eso. Simplemente no lo necesito.

— ¿Donde estoy? — hablé cuando salí de mi pequeña plática conmigo mismo — Mierda, debí girar en la anterior calle.

¿Lo ven? Necesitaba dejar de desconcentrarme tan fácil, me gire al lado contrario y dispuse a caminar ahora por la dirección correcta a mi casa. Llegué al principio de la calle en donde debí dar vuelta desde el principio, esta siempre se encontraba sola, mucho más el pequeño callejón que daba vuelta para llegar a casa. Iba a volver a caminar pero justo cuando mis tobillos giraron para dar vuelta una figura me lanzó directo a una pared acorralandome en ella. Me espante y mi cara quedó sin color pero al darme cuenta de quien era mi cara tomó color, pero de un fuerte rojo por el coraje que sentía. Un fuerte olor a tabaco mezclado con menta y tierra mojada llegaron a mis fosas nasales, lejos de ser desagradable era un olor curioso, lleno de peligro pero con un fuerte poder enigmático, una sensación embriante. Sus ojos filosos se clavaron en los míos, eran tan rasposos que llegue a sentir que me cortaba.

— ¿Qué quieres Ackerman? — claro que mi voz era molesta, suficiente tenía con él este dia para que viniera a molestarme.

— Realmente eres un idiota — me dijo y pude ver como crecía una pequeña sonrisa en él. — Perderte de camino a casa ¿Quién hace algo más estúpido que eso? — se burlo.

— Tú al seguirme — contra ataque y el chasqueo los labios si querer, siempre hacia eso y también le di un apodo a ese gesto. El tic del fastidio.

— Deja de jugar Jaeger — ese tono realmente parecía peligroso pero mi terquedad evitó que me asustara. Quiero creer que fue mi imaginación pero sentí que apreto mas mi cuerpo al suyo. Seguramente un acto para intimidarme.

— ¿Qué quieres? — dos podían jugar el mismo juego, no dejaría que pensara toda la vida que espantaba a todos. Sentí que mis ojos adquirian un brillo lleno de desafío, él quizá lo noto, ya que siempre que sentía ese ardor en mi mirada la suya brillaba entusiasmado.

— Solo vengo a prometerte algo — lo mire extrañado y sonrió con una clara mueca de superioridad, se inclinó a mí, a la altura de mi oído mientras yo sentía un mareo por esa acción, por primera vez me sentí débil e indefenso. — Prometo que te fastidiare lo más que pueda. Hare que caigas — me susurro amenazadoramente, un susurro letal que hizo mis oídos zumbar.

Abrí los ojos con sorpresa, como él dijo, sentía que quería caer, mis piernas temblaban y mi respiración estaba aturdida. Lo empuje con todas mis fuerzas y él me miro sin dejar su mirada gélida pero con una ceja levantada sutilmente denotando un pequeño interés por mi acción. Me sentía pequeño a pesar de que yo media 1.70 y el escasos 1.60, estaba mal, realmente mal como me llegue a sentir por su cercanía. ¿Así se sentiran los adictos a una sustancia en específica? Porque eso presentía, me sentía desorbitado y fuera de mis sentidos, una pequeña llama dentro de mí llegó a querer más pero deseche la idea inmediatamente, seguramente era por el olor a tabaco, estaba en una edad en que soy propenso a querer probar cosas dañinas. Seguramente es eso pero igual odie ese sentimiento.

— No te acerques Ackerman yo no pedí el acuerdo — le dije con enfado y obtuve toda su atención, me estaba mirando atentamente. — Yo puedo hacer que caigas, pero directamente a la militarizada. — ahí esta, el tic de fastidio volvió. — Así que comportate bestia.

— Detesto que me digas así — lo sentí, volvió a presionar mi cuerpo con el suyo, mis rodillas se doblaron sin querer dejándonos en la misma altura.

— No te digo así para que te agrade — le respondí — Lo digo porque así te veo. — él lejos de molestarse sus labios formaron una sonrisa egocéntrica.

— ¿Sabes como te veo a ti? —negué con la cabeza pero sosteniendo mi mirada enfurecida, eso pareció despertar aun mas su interés — Como un cachorro y te estás metiendo con el lobo alfa.

— Dejame ir — evite su mirada, nunca lo hacía pero esta vez era diferente. Quería alejarme, solo necesitaba eso, irme corriendo lejos de su presencia.

— Estas advertido su voz, su fastidiosa voz resonaba, creo que me estaba metiendo en graves problemas pero no me importo, por eso tengo tantos reportes, por mi personalidad explosiva.

— Tú también — me quite de encima suyo tocando su hombro para lograrlo, el contacto quemaba y no sabia porque. Caminé rápido a pesar de que él cuando me aleje había caminado hacía la dirección contraria.

Ese encuentro hizo que mi mente ahora se encontrara en un torbellino. Idiota pensé, era una gran idiota, su personalidad y cada cosa de él me asfixiaba y sacaba de quicio. Esta claro que nunca nos llevaremos bien, seguí caminando hasta llegar a la puerta de mi casa, con mis llaves abrí la cerradura, no tenía que ser genio para adivinar que mi casa estaba sola, mi madre es dueña de una panadería a dos cuadras de aquí y mi padre un gran médico en el hospital Maria ¿Extraña pareja verdad? Subí las escaleras, ni siquiera tenía apetito, sentía mi estomago revuelto asi que me tire a la cama ahogandome mas en mis pebsamientos. Esa pequeña discusión seguía presente.

" Prometo que te fastidiare lo más que pueda. Hare que caigas "

Ackerman, juro que en realidad tú caerás ante mi. — le dije al silencio y mi almohada como testigo.


Muchas gracias por leer y darle una oportunidad al fic, les agradecería demasiado votando y dejando su comentario para saber su opinión. Me darían grandes ánimos y razones para seguir la historia.

Si les interesa podrían leer también mi Attack On Love, una historia que promete no solo amor entre Heichou y Eren, también emocionantes escenas acerca de los titanes y su origen.

Besos & de nuevo gracias