Si hay algo que no puede faltar en los relatos de SS/HG es el inevitable viaje en el tiempo. Aquí está mi contribución a la causa, hecha con mucho cariño y tras el quinto libro. O sease, que tiene Spoilers. Espero que os guste.

CUANDO EL PRESENTE CONOCE AL PASADO

-¡Hermione!-gritó Ron. Los dos chicos atravesaron la enfermería corriendo, para abalanzarse sobre su amiga.

-¡Au! Eso duele...

-Lo siento...

Harry y Ron se separaron de su amiga. Tenía un aspecto horrible.

-Oh, Harry... ¿por qué lloras?-murmuró Hermione con un hilo de voz. Harry restregó los puños contra sus ojos.

-No.. estoy llorando-dijo, finalmente.- sólo me alegro de que estés... bie.. viva...

-¡Pues yo sí estoy llorando! ¡Y no me conformo con que estes viva, deberías estar bien!- gimió Ron, atrapando a Hermione en un abrazo que casi le rompe los huesos, a pesar de sus protestas. Luego se apartó de ella y le miró a los ojos- Y te prometo que los encontraré, Hermione, y cuando lo haga patearé sus huesudos traseros de mortífago. Eres como mi hermana, ya lo sabes... y nadie le hace daño a mi familia... Nadie.

-Tú no harás nada, Ronald Weasley. No dejaré que te maten por una estúpida venganza. Estoy bien, chicos, de verdad... afortunadamente el profesor Snape estaba allí y le dio a Voldemort una excusa perfecta...

-Ya nos lo ha dicho Dumbledore- murmuró Harry, mirando para el brazo izquierdo de la chica- Lo siento tanto, Hermione...

Harry rozó con sus dedos el antebrazo vendado de su amiga, sin poder seguir finjiendo que no lloraba. Ron se estremeció y apartó la vista.

-No es tu culpa, Harry-murmuró Hermione rozando la mejilla de su amigo con los dedos.-No lo es... ¡ánimo! Todo cambio implica una oportunidad... Hay que mirar las cosas por el lado positivo... ahora la Orden no dependerá solo de los informes de Snape... eso debería alegraros, chicos...

-¡No si el precio a pagar es que mi mejor amiga se vea forzada a llevar la Marca Oscura!-gritó Ron.-No es justo... no hay nada positivo en eso... tú no te mereces eso...

-Todo es culpa mía- repitió Harry.

-Harry...-musitó Hermione.

Harry miró a Ron, tal vez buscando algo de apoyo, pero ese apoyo no lo encontraría ahí. Al sentir la mirada desesperada de Harry, Ron apartó la vista, mordiendose el labio inferior. Harry dejó de llorar y se puso en pie, separándose de Hermione.

-No... no intentes protegerme, Hermione. Es la verdad... si no... si no fuese por mí... no te habrían secuestrado...

-Es una locura...-murmuró Hermione- lo que dices... yo no dejaría de ser hija de muggles aunque tu no fueses mi amigo, Harry.

-No, no dejarías de ser hija de muggles, pero al menos no serías uno de los principales objetivos de Voldemort...

-Harry... -suspiró Hermione, tendiendo una mano hacia su amigo. Harry dudó, pero cogió la mano y llevó los dedos a sus labios. Al ver el gesto, Ron se puso en pie, y salió de la enfermería sin mirar atrás.

-No le hagas caso...-murmuró Hermione-él no sabe a quien culpar, no se da cuenta de que no puede culpar a nadie... Tú, Harry, tu amistad, es lo más importante que me ha pasado nunca... es la mayor ventaja que he conseguido de la magia... Me alegro de haber tenido la oportunidad de descubrir que detras de la leyenda de el famoso Harry Potter, se esconde un chico tímido, dulce y valiente, capaz de amar por encima de todo, capaz de ser el mejor amigo del mundo... Si el precio a pagar por esa amistad son estos pequeños sacrificios... no me importa pagarlos. Sabes que Voldemort no podrá obligarme a hacer nada, no hasta que esté fuera del colegio... por más que lleve la Marca Oscura... ni Draco ni yo somos "suyos" todavía... estamos bajo la protección de Snape... De momento, para Voldemort Draco y yo sólo somos peones... pero para la Orden del Fénix podemos ser mucho más, Harry... Ron también se dará cuenta, antes o después, ya lo verás...

-No, Hermione, él lo sabe... Sabe que todo esto es por mi culpa.... año tras año te pongo en peligro... primero la piedra filosofal... el maldito basilisco...¡casi te matan en el Ministerio, Hermione! Sólo por mi maldita obsesión... estarías más segura lejos de mí...Hermione...

-Poción para dormir sin sueños, Señorita Granger...-murmuró una voz fría, que arrastraba las palabras detrás de ellos. Harry se sobresaltó y dejó caer la mano de Hermione, dejandole espacio libre al profesor para que le diese la poción.

Hermione cogió la copa con manos temblorosas, y levantó la vista para mirar a los ojos al profesor.

-Gracias...-murmuró- por todos...

Luego se bebió la poción de un sólo trago, cayendo sobre las almohadas.

-Profesor...-musitó Harry. Snape no se movió. Su cara estaba oculta por la cortina de cabello grasiento.- Yo también quería... darle las gracias....

-No me las dé, Potter... tenía que haber otra solución... pero hágame un favor... intente que esto no se repita... no la deje sola... ahora le necesita mas de lo que parece... cuando... ella le necesite... ¡mantengase a su lado! No importa lo que cambie... No me gustaría tener que hacer esto por alguno de los Weasley...

Harry comenzó a caminar hacia la salida...

-Así lo haré- murmuró-, así lo haré.

Pero antes de cerrar la puerta detrás de él, no pudo evitar mirar atrás por última vez.

Y vio cómo Snape se inclinaba para coger la copa de manos de Hermione. Cómo tras dejar la copa en la mesilla, entrelazó con sus largos dedos, los de Hermione. Y cómo, exactamente como había hecho Harry minutos atrás, llevaba aquellos dedos a sus labios.

Harry cerró la puerta muy despacito. Sin querer ver cómo el profesor separaba la cara de los dedos de Hermione, para acercarse a sus labios...

*****

-¿¡Hermione!? ¡Espera!

-¡Vete, Harry, sal de aquí!

-De eso nada... no dejaré que te vayas tú sola... se lo prometí... será un viejo murcielago enorme, pero sabe lo que dice...

-¿De que hablas?-preguntó Hermione, exhasperada.

-Te oí, Hermione... Snape me encargó que no te dejase sola, nunca, que te apoyase en todo... y antes te oí, mientras hablabas con McGonagall...

Hermione miró el reloj que tenía en su muñeca y la poción que sostenía en la otra mano.

-Rápido... no tengo mucho tiempo... ¿qué fue lo que oíste?

-Oí que quieres hablar con mi madre, averiguar que hechizo utilizó sobre mí para protegerme... estás preocupada por Ron y lo que pueda hacer, y crees que el hechizo de mi madre podría protegernos a los dos de nuevo...Pero no te dejaré ir sola...¡McGonagall tampoco estaba de acuerdo! Hermione... no te dejaré ir sola...

-Harry... no voy a luchar contra Voldemort, sólo voy a hablar con tu madre, ya lo sabes...no necesito ayuda para eso.

-Yo también voy, Hermione.

-¡No puedes! Si ella te viese...

-Sería un desastre, ya lo se... Por eso he traído esto...

Harry alzó la capa invisible. Hermione pareció dudar, pero su reloj empezó a pitar, y ella cogió de encima de la mesa, el pequeño giratiempo de su tercer curso. McGonagall nunca se lo había pedido. Y ella sabía que algún día lo necesitaría. Pero ese era un dato que Harry y Ron no tenían por qué saber...

-Ya no hay tiempo, Harry... -murmuró la chica, con algo de pena. Acercó la copa a sus labios y apenas le dio tiempo de beber la mitad del contenido, cuando Harry le quitó la copa para beber el resto.

Justo un segundo antes de que la chica desapareciese, Harry se aferró con las dos manos al puño cerrado que sostenía el giratiempo.

Después sólo vio oscuridad.

*****

-¡Oh, mierda! ¡Harry, Harry! ¡Sal de encima mía! ¡Lo has roto! ¡He oído cómo crugía!

Dando un salto, Harry se levantó, y le tendió una mano a su amiga.

-¿Estás segura? ¿Cómo vamos a volver ahora?

-¡¡Y yo que sé!!-gimió Hermione, sacudiendo los granos de arena de la túnica, y guradando la inservible cadena en un bolsillo.-Ni siquiera puedo saber si hemos llegado a la fecha correcta... aquella poción estaba pensada para una sola persona... reza por que todo haya salido bien, y aún así, reza por que la McGonagall de esta época nos crea y nos pueda ayudar...

Hermione comenzó a andar y Harry la siguió.

-¿Dónde estamos?-preguntó el chico.

-No lo se... Deberiamos estar en el aula de transformaciones en 1980. Desde donde usariamos la red flú para ir a la mansión de la familia de tu madre, en el valle de Godric... Hay una leyenda que asegura que ella tenía premoniciones y sabía algunas cosas que pasarían... creo que solo es una leyenda, pero seguro que aún así conseguía convencerla de que me dijese el maldito hechizo... Ahora, por tu culpa, creo que estamos en el Bosque Prohibido. La fecha la averiguaremos dentro de un rato...

Harry agachó la cabeza, avergonzado... ¡pero no podía dejarla sola!

-Lo siento.-murmuró.

-Demasiado tarde para eso, Harry... ¡saca la capa, rápido! ¡Creo que viene alguien!

Harry miró a Hermione con pánico creciente.

-Creo... creo que se me cayó... antes... por lo de la poción...-murmuró.

-¡Oh, no! ¿Que hacemos ahora?

-¿¿QUIEN ESTÁ AHÍ??- rugió una voz conocida...

-¡Es Hagrid!-exclamó Harry- ¡Hermione, es Hagrid!

-Lo único que nos garantiza eso es que estamos en alguna fecha entre 1950 y nuestro presente...-contestó Hermione, secamente.

-Pero... ¡es Hagrid! ¡Él nos ayudará!

Harry ya corría hacia el lugar del que procedía la voz, y Hermione, poniendo los ojos en blanco, corrió tras él.

-¡Harry! ¡Seguramente aún no te conoce! ¡Ten cuidado!...

Cuando Hermione alcanzó a Harry, se vio atrapada dolorosamente por un brazo.

-¡¡Ahh!!

-Un chico y una chica...-gruñó un Rubeus Hagrid ligeramente más joven del que los amigos conocían.-¿Que demonios estabais haciendo ahí dentro? Bueno, bueno... mejor no me deis detalles... Podeis dar gracias de que todos los Profesores estén en una reunión y no se les pueda interrumpir... tendré que llevaros con los Delegados...

Conforme hablaba, Hagrid caminaba a grandes zancadas hacia el castillo, arratrándo con él a los dos chicos. Su enorme mastín, Fang, daba vueltas a su alrededor con potentes ladridos.

-Humm... muchacho... ¿eres pariente de ese trasgo de Potter o algo así? Te pareces mucho...que extraño... no creo haberos visto nunca en este colegio...Pero ambos llevais túnicas de Gryffindor, que raro... bueno... os dejaré con los Delegados... son unos chicos muy responsables...

-¡Hagrid, Hagrid!-gritó Hermione-¡Por favor, espera! ¡Tenemos que explicarte...! ¡Venimos del futuro...!

-¿Ah, sí? Esa debe ser la escusa más ridícula que me han dado nunca.

-¡Por favor Hagrid!-suplicó Harry- ¡tienes que creernos! Sabemos... ¡sabemos que eres un semigigante!

Hagrid se rió.

-Eso salta a la vista, chico.

-¡Sabemos que te echaron del colegio en tercero porque te acusaron de abrir la cámara de los secretos!- gimió Hermione.

Hagrid les soltó, quizá con demasiada fuerza, porque los dos amigos cayeron contra el duro suelo del pasillo del primer piso.

-No se... que persona cruel os puede haber dicho esa mentira... ¡pero está claro que no era un Gryffindor!

-¡También sabemos que eres inocente!-gritó Harry- ¡El heredero de Slytherin era Tom Ryddle, no tú!

-Sabemos que tú sólo cuidabas de Aragog, una araña gigante, y que aún ahora la tienes escondida en el bosque, que es tu amiga...

-Sabemos que tienes un medio hermano... Wamp, y qiue dentro de unos años le encontrarás... intentarás "socializarlo". Nosotros dos te ayudaremos, Hagrid. En el futuro... ¡somos tus amigos! Por favor, Hagrid, necesitamos que nos ayudes....

Hagrid estaba retrocediendo, mirandoles con terror. Harry y Hermione se pusieron en pie.

-Solo necesitamos que nos digas una cosa, Hagrid...¿en que año estamos?

-Los... los delegados están ahí dentro... ellos os dirán lo que sea.... yo me voy... me voy...

Antes de que Hermione o Harry pudiesen reaccionar, Hagrid ya había desaparecido.

-¿Qué hacemos?-preguntó Harry. Hermione se dió la vuelta y puso la mano en el pomo de la puerta.

-¿Acaso hay otra opción?

-Supongo que no...- murmuró Harry.

Hermione abrió la puerta, miró dentro, y muy maleducadamente la cerró de nuevo. Quizá con demasiada fuerza.

-¡Corre! ¡Corre!-le gritó a Harry, tirándole de la manga.

Pero antes de que alcanzasen siquiera la mitad del pasillo, la puerta ya se había abierto de nuevo, y los dos delegados corrían tras ellos, con las varitas en alto y gritando.

-¡Petrificus totalus!-gritó la chica. Harry sintió que Hermione caía, a su lado. Pero no tuvo mucho tiempo de reaccionar, porque acto seguido, fue el chico el que gritó.

-¡Petrificus totalus!

Harry se cayó, paralizado. Aterrorizado, sintió cómo los dos delegados se acercaban a ellos. Más despacio.

-¡¿¿Potter??!-exclamó el chico, sorprendido. Y la voz fue terrorificamente familiar para Harry.

-No, Severus... creo que no. James tiene los ojos marrones, no verdes... ¿quien es la chica? ¿La habías visto antes?

-No, Evans... ¿los despertamos y averiguamos quienes son?

-Qué remedio- suspiró Lily- ¡Enérvate!

Hermione se incorporó con un sobresalto.

-¡Mierda!-gritó, al ver a los dos delegados.-

Lily ignoró a Hermione y despertó a Harry. Severus le tendió la mano a Hermione para que se pusiese en pie.

-Vaya vocabulario para una... ¡¿delegada!?

-Este también lo es...-dijo Lily, con el ceño fruncido.

-No pueden ser auténticas- exclamó Severus- ¡tu y yo somos los delegados, no ellos!

-Lo sé, pero... parecen auténticas.-dijo Lily, tocando con la punta del dedo la insignia de Harry.

-¿Se puede saber de dónde habéis salido?- preguntó Severus, mirando a Hermione con los brazos cruzados.

-No.-repuso ella tranquilamente.-Harry, creo que hemos fallado por dos años... que pena...

-Ya lo creo-murmuró el chico, mirando embobado a su madre.

-Oye, niña -insistió Severus- creo que te he hecho una pregunta.

-Mira, guapito, tu no eres el más indicado para llamarme "niña". Además... yo te he contestado: No, no puedes saber de donde hemos salido, Snape.

Severus la miró con las cejas alzadas.

-Vosotros no sois de esta escuela, y Evans no ha dicho mi nombre... ¿cómo lo has sabido?

-Eso no es tu nombre, sino tu apellido... Aunque claro, igual prefieres que te llamemos Snivellus...

Severus se lanzó hacia Harry, dispuesto a pegarle, pero Lily le sujetó. Hermione miró a Harry enfadada.

-No es momento para que os peleis, Harry. Tenemos una misión que cumplir.

-Oh, Hermione... para una vez que puedo insultar a Snape sin consecuencias terribles...

-¿Hermione?-exclamó Severus, con un desagradable tono sarcástico- ¿que clase de nombre es ese?

-¿Uh? ¿Griego?... creo que existen más idiomas además del latín, "Severus"

-¿Porqué tendrán los magos esa costumbre de ponerse nombres raros?-musitó Lily.

-Para tu información, listilla, mis padres son tan muggles como los tuyos...-gruñó Hermione, ofendida. Esta vez fue Severus quien tuvo que contener a Lily.

-No se que derecho puedes tener tú de llamar listilla a nadie...-murmuró Harry- pero piensa que si de verdad quieres tener acceso a ese hechizo, vas a necesitar caerle bien.

Hermione miró a Harry.

-¡No pienso preguntarle nada a esta creída! Seguro que descubrió el hechizo por casualidad un par de días antes de necesitarlo...Ahora mismo sólo quiero encontrar a McGonagall y volver a casa.

-¡Pero Hermione!... -musitó Harry- yo aún quiero ver a p... James...

-Sabes tan bien como yo que no puedes hacer eso.

-¡Ella no me reconoció!¿Porqué tendría que hacerlo él?-murmuró Harry.

-¿De que estais hablando?-preguntó Severus, mosqueandose.

-De nada que te importe... sólo quería hacerte una pregunta... ¿al final... en tu quinto curso... Potter te quitó los pantalones?

De nuevo Severus tenía una mirada asesina, como dispuesto a lanzarse a la yugular de Harry, y Lily, cada vez parecía tener más problemas para contenerle. Tal vez porque ella misma estaba intentando contener la risa.

-¡Harry!-exclamó Hermione- Estás siendo cruel... recuerda que juegas con ventaja aquí.

-Él también jugó con ventaja durante estos siete años... deja que me vengue... aunque sólo sea un poquito...

-Está bien, pero luego no te quejes si cuando volvamos te odia aún más de lo que ya hacía... o si "por casualidad" una de las veces en las que te salvó la vida, su rencor pudo más que su sentido común y a consecuencia... ¡estás muerto!

Harry miró a Hermione con pánico. Se había olvidado de que todo lo que hiciese en ese tiempo tendría consecuencias en el futuro.

-No lo había pensado-murmuró. Luego se giró hacia Severus- perdona por lo que te dije antes, Snape... no pretendía ofenderte... bueno, sí, pero no tenía derecho...- Harry le tendió una mano a Severus, que la cogió con desconfianza y se apartó rápidamente, poniéndo las manos en las caderas. Lily, con los brazos cruzados y las cejas alzadas los miraba sorprendida.

-Tengo que reconocer que sois muy raros...-murmuró Severus- Ahora en serio...¿de dónde venís? ¿por qué llevais los dos insignias de delegados?¿y que es lo que queréis?

Hermione tomó aire, poniéndo las manos en las caderas.

-Te lo había dicho en serio, Severus... algún día lo entenderás, pero no podemos decirte de dónde venimos. Mi nombre es Hermione Granger y el suyo Harry... Harry a secas. Es todo lo que podemos deciros. Tenemos insignias de delegados porque los dos somos delegados, y en cuanto a qué queremos... queremos hablar con McGonagall.

Severus miró a Hermione fijamente, y a Harry no le gustó nada aquella mirada, pues no quedaba en ella nada del inicial desconcierto y obvio rechazo hacia la existencia de la chica. Empezaba a mirarla del mismo modo que había hecho últimamente en clase: curiosidad ante lo que era un evidente misterio. Tiempo atrás Harry había aprendido que si algo tenían en común Slytherins y Gryffindors era una curiosidad poco saludable.

-Pues entonces teneis un problema- dijo Lily.

-¿Cual?-preguntó Harry, cruzándose de brazos. Tratando de olvidar lo que intuía que ocurriría... ¡era simplemente ridículo!

-McGonagall y todos los demás profesores están en una reunión muy importante con el director Dumbledore.

-¿Y que hacemos?-preguntó Hermione-necesitamos hablar con ella...

-Tendreis que esperar a que termine la reunión...-dijo Severus- y podeis aprovechar el tiempo para explicarnos de donde habéis salido...

Hermione miró a Severus suspicaz.

-Sabes que no te lo podemos decir. Tal vez a ella sí...-dijo, señalando a Lily- pero definitivamente a tí no. Lo siento, es demasiado peligroso.

Severus miró a Hermione con los ojos entrecerrados, murmurando algo.

-Cuidado, Hermione.-le advirtió Harry- Está haciendo...

-Lo sé, Harry... ¡Protego!... con nosotros eso no te sirve de nada, Severus. Además, si no recuerdo mal... no es posible ser Maestro de Oclumencia con 17 años...

-No, pero definitivamente es el primero de nuestra clase...-dijo Lily, divertida. Severus frunció el ceño, y Harry no pudo evitar sentir un escalofrío al ver como a la anterior curiosidad se añadía la tan temida admiración. Ese hombre que siempre había sido un misterio para Harry, comenzaba a parecer un libro abierto. O mejor aún, una revista de Quidditch abierta... o mejor, el Quibbler invertido de Luna...

-¿Como puedes saber eso? Es un secreto...

-Sabemos muchas cosas sobre tí, Severus Snape. Algunas que tú ni siquiera te imaginarías...-Hermione se inclinó sobre Severus, susurrando lo último en su oído, con los ojos muy abiertos, con una mirada hipnótica que él sabía que había aprendido de Luna. Le costó trabajo no ponerse a gritar... ¿es que acaso Hermione no se daba cuenta del efecto que estaba teniendo sobre Snape?

Snape se sacudió la cabeza, como si.. como si efectivamente hubiese estado siendo hipnotizado...

-Oye Granger... ¿cómo es posible que seas inmune a mi Legimens ?

-Bueno... Harry, yo y un par de amigos estamos siendo entrenados por el mejor Maestro de Oclumencia que existe... para cerrar nuestras mente. Lo necesitamos... nosotros también entrenamos para ser aurores. Y yo... bueno, soy la primera de mi clase

Severus y Lily intercambiaron una mirada.

-¿Estais en una escuela adyacente a Hogwarts, o algo así?

-Hum... algo parecido. Por favor... no nos hagáis más preguntas, no podemos contestaros...-suplicó Harry.

-Está bien. -concedió Lily- acompañadnos a la sala de los Delegados... podreis descansar un poco antes de que los Profesores terminen su reunión.

Los cuatro Delegados caminaron hacia la sala, que no había cambiado nada en los 20 años que había de diferencia. Harry y Hermione se acomodaron en una esquina, dispuestos a dormir un rato, mientras que Severus y Lily retomaron las tareas que habían estado haciendo antes de ser interrumpidos.

*****

Harry llevaba un buen rato dormido, y Hermione estaba a punto de seguirle, cuando notó que alguien se sentaba a su aldo en el sofá. Giró la cabeza y se vió reflejada en el intenso negro azabache de los ojos de su profesor de Pociones... muchísimo mas joven y guapo, incluso sonreía levemente, pero le costó bastante no ponerse a gritar.

-¿Te ocurre algo, Granger? Estás hiperventilando...-murmuró, muy bajito. Hermione sintió su aliento en la cara. Olía a menta.

-No...no... que...¿querías algo, Severus?

-Pues... la verdad es que sí...-dijo, rozando con un alrgo dedo uno de los rizos castaños de Hermione.

-Y... y...¿qué quieres?

-Quería preguntarte qué fue lo que viste... antes, cuando entraste en mi mente.

-Tranquilo, nada que no haya vist... quiero decir, nada que realmente me sorprenda. El niño... los padres discutiendo... no es nada de lo que avergonzarse...

Severus se había puesto de un interesante color verdoso... y para Hermione fue obvio que a este chico no le gustaba nada que le psicoanalizasen, de modo que se buscó una vía escapatoria...

-¿Qué viste tú?

-Ví... tu primer día de clase, creo... un tipo muy desagradable, riñendote, por sabelotodo... No le vi muy bien porque estaba envuelto en sombras, pero tiene gracia... me recordó al jefe de mi Casa.

-¿Ah, sí?-preguntó Hermione, sorprendida- ¿Y quien es?

-El profesor Moody-murmuró Severus- da miedo... pero es realmente...

-Poderoso.

-Sí. ¿Le conoces?

-Por suerte o por desgracia, sí.

-Bueno, pues él también me colgó el sanbenito de sabelotodo desde el primer día de clase. Yo nunca haría algo así... juzgar a alguien tan a la ligera, quiero decir... si fuese profesor...

Hermione no pudo evitar un carcajada sarcástica, y Severus le miró con una ceja alzada.

-No... no me hagas caso, Severus. Estoy segura de que tú serías un gran profesor...

-Tal vez... me gusta Defensa Contra las Artes Oscuras, pero no creo que Moody esté dispuesto a dejar la vacante. Y de todos modos yo quiero ser auror... como Moody. Quiero demostrar que incluso en tiempos de querra, los Slytherin podemos ser valiosos, que no todos tenemos que ser mortífagos.

Esta vez fue Hermione la que se puso pálida. No sólo porque eso había sido exactamente lo que... su protegido le había dicho para convencerla de que él estaba del bando de los buenos... si es que algo así podía existir...Sino porque a Draco tampoco le había servido de nada. Inconscientemente llevó una mano a su antebrazo izquierdo.

-¿Estás bien?-preguntó Severus, extrañado.

-Sí... sólo... cansada...

-Pues descansa... descansa...

Sin previo aviso, él se inclinó sobre su cara y rozó sus labios muy suavemente. Hermione, que no se podía creer lo que le estaba ocurriendo, cerró lo ojos, y fingió quedarse dormida. Instantes después notó que Severus se separaba de su cara, sólo para envolverla en un firme abrazo. Y entre los brazos del que algún día sería su odiado, temido y admirado profesor de Pociones, la chica se quedó dormida.

*****

Cuando se despertó, Hermione se encontró a sí misma envuelta en los brazos de... Harry. La chica suspiró. Sólo había sido un sueño, ¿no?

A su lado, Harry se restregó los ojos, y los dos se pusieron en pie...

-No te frotes así los ojos, Harry- le reprendió Lily, en un tono maternal que a Hermione primero la enterneció, y luego la asustó.-te vas a hacer daño.

-Sí, mamá. -gruñó Harry, con el ceño fruncido. Lily se rió,tomando el comentario por una broma. Pero Hermione se estremeció de nuevo... ¿que le estaba pasando a esos dos?

-Vale, hijito, hijita.... creo que la abuelita ya ha terminado la reunión, así que podemos ir a su despacho.

Harry miró a su alrededor, ignorando la mirada furiosa de Hermione, no le gustaba nada el giro que estaba tomando la situación.

-¿Donde está Snape?-preguntó Harry.

-Se despertó hace unos minutos. Tenía un aspecto horrible y le obligué a irse a la cama. Lleva muchos días estudiando sin parar. Me pidió que le avisase cuando os despertaseis, pero creo que será mejor no hacerlo. Necesita descansar. ¿Vamos con McGonagall?

-Un momento...¿cuando se quedó dormido Severus?-preguntó Hermione, sintiendo que la garganta se le había quedado extrañamente seca.

-Después de hablar contigo-contestó la chica pelirroja, abriendo la puerta.- Supongo que ese sofá es realmente cómodo, porque os quedasteis los tres dormidos como piedras...

La chica ya estaba en el pasillo, y Harry la siguió. Sacudiendose la sorpresa, Hermione se apresuró a imitar a su amigo.

No había sido un sueño.

Y ahora venía la gran pregunta.

¿Realmente le disgustaba eso?

*****

-¡¡NO!!- exclamó McGonagall- ¡No es posible! ¡Hay una copia de Potter en el mundo! Que Merlín nos protega a todos...-ese fue el extraño saludo de la profesora al ver entrar a Harry y las dos chicas en sus despacho. Estaba de buen humor... eso era un buen síntoma.

-Vaya... esa era una teoría que no se me había ocurrido, Profesora...- comentó Lily alegremente.- muy buena, además.

-Señorita Evans...¿quienes son estos? ¿Más alumnos para Gryffindor? ¿te parecía que tenía poco trabajo con 70?

-71, profesora... tenemos a aquella muchacha tan rara que viene de una familia de Slytherins, este año, Nymp... nosequé Tonks, ¿recuerda?

-Bueno... su padre es muggle-musitó McGonagall.- para caso raro el de Sirius Black.

Lily se rió.

-Eso es porque Sirius en sí mismo es un freak un monstruo de la naturaleza...

Harry compuso una sonrisa triste... echaba tanto de menos a su padrino...Los severos ojos de McGonagall cayeron de nuevo sobre los chicos desconocidos.

-¿Y bien? ¿Quienes son?

-No tengo ni idea.-dijo Lily, sin dejar hablar a Hermione.- aparecieron en la sala de los Delegados, clamando que qerían verla a usted, profesora... confesaron algo de una escuela adyacente, pero Hogwarts no tiene...

-Escuelas adyacentes, ya lo sé, querida, todos hemos leído Historia de Hogwarts... espero.-dijo mirando por encima de las gafas a Harry y Hermione. La chica asintió fervientemente, Harry no pudo evitar ponerse colorado.-Por favor, continúa...

-Bueno... Severus intentó hacerle... ya sabe... Oclumencia, a la chica, pero al parecer ellos también la están estudiando y son inmunes.

-¿Y donde está el señor Snape?

-En su habitación. Estaba agotado.

-Me extraña mucho que te haya dejado un asunto tan raro a tí sola.

-No sabe que estoy aquí- declaró la chica tranquilamente, encogiendose de hombros. McGonagall sacudió la cabeza.

-Ese muchacho te está convirtiendo en una Slytherin.

Lily sonrió siniestramente, y Harry no pudo evitar su propia sonrisa.

-Bueno... sentaos, muchachos. De cualquier modo, y a juzgar por vuestras túnicas, los dos sois Gryffindors, así que Severus tampoco tendría que estra aquí. Podeis explicaros.

Hermione tomó aire, y tras mirar por encima del hombro a Lily, procedió a contarles todo, ayudada en algunos detalles por Harry. Desde el momento en que la secuestraron los mortífagos hasta que Hagrid los dejó en la puerta de los Delegados. Cuando terminó, la profesora estab boquiabierta. Harry miró a Lily. La chica estaba increíblemente pálida.

-Así que... venís del futuro-masculló McGonagall- y tu eres... un posible hijo de Potter- Harry asintió, tratando de ignorar lo mal que sonaba eso.

-Sí... si lo que queriais era preguntarme algo... ¿porqué no lo hicisteis en el futuro? Quiero decir... si pude salvar a mi hijo... se supone que podría defenderme a mi misma, ¿no?

Harry y Hermione intercambiaron una mirada lúgubre.

-Bueno...

-Tienes que entender, Lily, que hay algunas cosas que no te podemos contar...el problema es que no te lo podíamos preguntar, y punto-explicó Harry- Es la única explicación que te podemos dar...

-Ni siquiera deberías saber que tendrás un hijo con James, mucho menos que tú slavarás a ese hijo. Si he dejado que escuchases todo esto es por si existe alguna razón de que me puedas ayudar. Además siempre ha habido rumores de que tienes premoniciones... o al menos que sabías lo que le ocurriría a tu hijo... yo nunca creí en ello- añadió Hermione, al ver la expresión del rostro de Lily y McGonagall.-Y ahora mismo creo que esos rumores nacieron del hecho de que sí tenías una idea de lo que le ocurriría a Harry. Pero eso no tenía nada que ver con tu... "ojo interior"

-Imposible.-rió Lily- Esa vieja loca de Marty me echó de clase a las dos semanas... dijo que no tenía ni siquiera la paciencia necesaria para ser una buena adivinadora... y por una vez estuve de acuerdo con ella.

-De cualquier modo, no podemos especificarte nada más, Lily, o cambiarías el futuro. De hecho Severus no debería... habernos visto... sólo Dios sabe lo que podemos haber hecho... estoy aterrorizada de volver y encontrar alguna sorpresa desagradable... pero tenemos que volver antes de que todo sea peor aún.

-Tengo una ligera idea de que fue lo que hicisteis, chicos para llegar hasta aquí... necesitasteis un giratiempo, ¿verdad?

-Así es- exlicó Hermione- pero se rompió ¿no podría conseguirnos otro? Lily podría ayudarnos a hacer la poción... terminaríamos antes con un poco de ayuda.

-Está bien-aceptó Lily-pero será mejor que James y sus amigos nos ayuden... quiero decir, si Harry es capaz de evitar la palabra papá en su presencia, mejor de lo que hizo con mamá. Los cuatro son muy buenos en Pociones, mucho mejores que yo.

-No creo que sea bueno que tanta gente sepa sobre nuestra procedencia.- protestó Hermione- Además... no creo que los Merodeadores sean de fiar...

-No tenemos porqué usar a Peter pero... ¡Hermione! Será una pasada trabajar con Remus... Sirius... ¡James! Cuando tenían 17 años... ¿te lo imaginas?

-Estoy de acuerdo en lo del señor Pettigrew... es un buen muchacho, pero es demasiado torpe. Mantenganlo tan alejado como puedan. Pero lo de incluir a los chicos es una buena idea, Evans, y no es necesario que sepan toda la historia... incluso podemos cambiar un poco el aspecto del señor P... Harry, para que P... James no sospeche nada.

Sin más preambulos, McGonagall agitó su varita, y harry notó que sus gafas se desvanecían, y aún así seguía viendo perfectamente bien, cómo su pelo crecía hasta llegar a los hombros, y cómo, para su sorpresa, se volvía de un color rubio dorado.

-Uigh...-murmuró Harry.

-¡Pareces Lockhart!-exclamó Hermione, dividida entre la sorpresa y la risa.

-Bueno... Lily, acompañales a las cocinas para que coman algo y pídele a un par de elfos que preparen un par de habitaciones individuales. Mañana se los presentarás a James como... ¿Lucas y Lucy?

Harry y Hermione se miraron extrañados.

-Lucas y Lucy, entonces...recién llegados del futuro y que no pueden contar nada de ese futuro...Yo me encargaré de buscar el giratiempo. Tan pronto como esté lista la poción, los quiero a todos aquí, en mi despacho... en cuantovolvais a vuestra época, debeis presentaros en mi despacho para recibir el castigo que os corresponde por desobedecer tan artísticamente mis órdenes... ¡vergüenza os debería dar llevar esa insignia tras semejante acto!

Harry y Hermione agacharon la cabeza, y dejaron el despacho de la profesora precedidos de Lily, que los guió hasta las tan conocidas cocinas. Pobrecilla, no sabía que estaba a punto de recibir un cursillo intensivo de violación de derechos por parte de la presidenta de la P.E.D.D.O.

CONTINUARÁ...

... Muy a mi pesar. Tenía pensado publicarlo sólo en un capítulo. Pero se me ha alargado un poco y tendrá que ser en dos... en fin...Si quereis hacer algún comentario, pulsad abajo.

Iremione