Renuncia: Todo a Hirohiko Araki.
Je veux t'aimer, comment t'appelles-tu?
Se ha dado cuenta.
Mista está enamorado. Ni siquiera lo conoce bien, pero sabe que está enamorado; habla con la voz llena de ilusiones y brillantina en la mirada cuando se refiere a Fugo.
Se ha dado cuenta.
Entonces es como si literalmente el amor de tu vida cayera sobre ti, y así sus vidas se enredan para siempre, rápido como un disparo de revólver.
Es feliz, feliz, completamente feliz en su presencia. Lo es aun más cuando lo ve detenidamente: tiene la figura delgada, los ojos grandes como dos lunas que le observan fijos, y si no le hubiera visto antes -en acción-, pensaría que está bastante enfermo y necesita descansar un poco. Así mismo Mista muere al ver su sonrisa de vía láctea derretirse en un cosmos lejano, y le resta importancia a las muecas de agujero negro que se le forman en los labios cuando está molesto.
Se ha dado cuenta.
El mundo a su alrededor se torna todo rojo y todo verde, y púrpura y azul,
y son ellos.
Pero-
Bang, bang. Vuelve a estallar su carita de enojo en papel celofán, y a pesar de ello -Fugo no lo nota- , desde el asiento de atrás está Mista adorando cada grieta y cada gota de sangre, cada fragmento de su ser.
Mista se ha dado cuenta de que está enamorado.
Y sonríe. Aunque Fugo no lo note.
Sueña con el día en que sus olas -aquellos brazos que se ven tan cálidos- lo empapen.
