¡Holaaa! Bien aquí estoy con una nueva historia de una pareja que me gusta mucho (Sonamy), espero de verdad que le den una oportunidad y les guste; si es así, agradecería que me dejen un comentario de que les pareció o si quieren que continué la historia.
"Pensamientos"
Disculpen si encuentran horrores ortográficos.
Sin mas que decir: ¡QUE COMIENCE!
El sueño
Corría tan rápido como sus pies se lo permitían, el sudor frió se sentía por todo su cuerpo y el miedo se acrecentaba con cada paso que daba. Su respiración era forzada haciendo que su pecho doliera y el viento helado que chocaba contra su piel la lastimaban cual pequeños alfileres haciéndole cada vez más difícil el moverse.
"Por favor, por favor deja de seguirme" rogaba con pánico.
Un hueco en su camino hizo que frenara su corrida y cayera al suelo lastimándose en el proceso.
"¡Mi tobillo!" exclamo para sí misma con horror. Intento levantarse pero el dolor era demasiado y el frio en el aire que congelaba sus huesos le impedían seguir moviéndose.
"Rose…"
"Esto no puede estar pasando, por favor, ¡Esto no puede estarme pasando!" lloraba de angustia y miedo al ver que su perseguidor se acercaba cada vez mas. "No… por favor… no…"
"Te tengo"
— ¡HAAAAA!— Amy se sentó en su cama exclamando un grito de horror para luego ver a su alrededor con confusión— Estoy… estoy en mi cuarto— Susurro para sí misma tratando de ubicarse, como si todavía no creyera que estuviera ahí. —"que habrá significado ese sueño"— Se pregunto, llevándose una mano a su cabeza y otra a su pecho inhalando y exhalando varias veces, para así, poder calmar su corazón agitado.
— ¡¿Qué paso?!— Grito un erizo gris al momento que pateaba la puerta del cuarto de Amy con bate en mano y en una posición de combate y mirando ambos lados del cuarto buscando algún intruso; atrás de él se encontraba una eriza fucsia que se acercaba a su hija con preocupación.
— ¿Qué paso cariño?, ¿Estás bien?— Pregunto preocupada mientras la examinaba por todos lados.
— Ah, sí Mama, estoy bien. Solo fue un sueño, es todo.
— ¿Estás segura?
— Gritaste como si te hubieran atacado.
— Estoy bien Papa, no hacía falta que vinieras con el bata— Dijo Amy con una sonrisa incrédula.
— Tenía que, pensé que te había pasado algo grave pequeña— Dijo el erizo gris bajando el bata y adoptando una posición más relajada.
— Estoy bien, de verdad— Repitió calmadamente Amy tratando de tranquilizar a sus padres.
— Bueno mi amor, nos diste un buen susto, por suerte no fue nada grave. Ahora arréglate y baja a desayunar con nosotros que se te hace tarde. — Ordeno la eriza fucsia sacando a su esposo de la habitación de su hija para permitirle arreglarse.
— Sí mama.
Ya con sus padres fuera de su cuarto, Amy se dejo caer en las suaves sabanas de su cama y contemplo la madera de su techo por un rato.
— "Que habrá significado ese sueño"— Se pregunto mientras sus ojos Jades se perdían en las machas cafés del techo. Pequeños fragmentos de su sueño pasaron por su cabeza haciendo que se estremeciera de miedo. — "Sea lo que sea, espero no volver a repetirlo"— Y con ese firme pensamiento, Amy se paró de su cama dispuesta a alistarse para el liceo.
— ¡Amy apúrate que se te hace tarde!— Llamo Ana, la mama de Amy.
Bajo a prisa las escaleras con un mejor humor. Amy llevaba puesta una falda recta azul oscuro que le llegaba un poco debajo del muslo, una camisa blanca, cuello polo y de mangas cortas y para finalizar, unos zapatos negros con medias blancas largas. Sus largas púas rosadas las llevaba recogidas en una cola alta y su flequillo perfectamente peinado estaba sobre su frente.
— Ya estoy lista.
— Ya era hora jovencita, ven a comer antes de que se te haga más tarde. — Ordeno Ana.
— ¿Qué hora es?— Pregunto Amy.
— Las 6:45— Respondió su padre viendo su reloj de muñeca mientras con la otra mano se llevaba una tostada a la boca.
— ¡6:45!, ¡Llegare muy tarde!— Exclamo Amy para luego agarrar una tostada y llevársela a la boca, yendo hacia la puerta. — Lhos amhos— Se despidió con la tostada en la boca.
Ana vio a Amy partir para luego soltar una risilla divertida.
— Esta niña, siempre tan olvidadiza.
— Es idéntica a ti, cielo. — Señalo divertido su esposo para luego reír junto a ella.
Amy corrió a prisa por las calles con su maletín en mano. —"Llegare tarde, llegare tarde, ¡llegare muy tarde! Mi primer día en 4to año y llegare muy tarde ¡esto jamás me había pasado!, estúpidos sueños"— Pensó angustiada y frustrada mirando su reloj de muñeca, y al no prestar atención al camino, al cruzar en una esquina choco con alguien, tirándolo al piso y quedando ella encima.
Amy se quejo del dolor porque gracias a la velocidad a la que iba, el impacto fue muy fuerte haciendo que se diera en la cabeza; pero su queja paro al escuchar un gemido de dolor debajo de ella haciendo que abriera los ojos de golpe encontrándose con unos esmeraldas provenientes de un erizo azul debajo de ella.
— ¡Lo-Lo siento!— Rápidamente se separo del erizo azul con un leve rubor de vergüenza en sus mejillas.
— No te preocupes, estoy acostumbrado— Dijo el erizo sacudiendo la tierra de su ropa.
— ¿Eh, a qué te refieres?— Amy lo miro con extrañeza, ¿acaso estaba acostumbrado a que las personas choquen con él?
— Ya sabes, que las chicas hagan de todo por llamar mi atención— Dijo con una sonrisa presuntuosa— Aunque tú eres la primera que me llega así, generalmente suelo recibir regalos, o cartas, o simplemente vienen con…
— Espera un segundo, ¿o sea que tú piensas que la única razón por la cual choque contigo fue para llamar tu atención?— Pregunto Amy incrédula.
— ¿De qué otra forma si no?— Levanto los hombros como si fuese obvio.
— Pues lamento romper tu burbuja, pero la única razón por la que choque contigo fue porque iba distraída y no te vi, no porque quisiera llamar tu atención— Aclaro.
— Mmm ¿O sea que siempre eres una eriza despistada que no ve por donde va y se llevar a todos por delante?— Dijo con una sonrisa juguetona.
— ¡¿Qué?! ¡Claro que no!, ¡eso fue porque estaba distraída! Además, tú te atravesaste en mi camino— Ataco molesta. No se iba a quedar callada después de cómo la llamo.
— ¡¿Yo?!— Espeto— Yo estaba caminando tranquilamente, tú fuiste la distraída que me choco. — Contraataco.
— Pues no lo hubiera hecho si no te hubieras atravesado; seguro ibas igual de distraído que no te diste cuenta de quién iba frente de ti.
— Hmph, eso no es cierto. Además de tonta y distraída: mentirosa.
— ¿Cómo me llamaste?— Gruño molesta.
— Tonta y mentirosa— Repitió con una sonrisa divertida.
Amy cerró sus puños conteniendo su ira. Este erizo, quien quiera que sea, la estaba provocando, y enojada Amy era peor que un terremoto. De repente se estremeció al sentir como él la miraba fijamente, su mirada la escaneaba de arriba abajo deteniéndose en sus pechos haciendo que Amy llevara sus manos a estos, tapándolos.
— ¡Eres un pervertido!— Le grito con un sonroje de cólera y vergüenza en su cara.
— Instituto Emerld ¿Eh?
— ¿Uh?— Murmuro extrañada hasta que entendió; lo que él estaba viendo era su insignia que yacía en la parte izquierda de su pecho. Amy no pudo evitar sentirse un poco tonta al pensar que él estaba mirando más que eso. – Hmph… ¿Y eso a ti que te importa?— Pregunto estoica.
— Nada— Dijo para después sonreír, sonrisa que a Amy no le dio buena espina.
— Hmph, mejor me voy, no quiero seguir perdiendo mi tiempo contigo— Se despidió, pasando al lado de él yéndose al instituto a paso veloz.
— ¡Nos vamos!— Escucho que le gritaba a lo lejos.
— " Volvernos a ver? ¡Ya quisiera él!, ojala que nunca me vuelva a topar con ese erizo molesto."
Continuara
