Miedo. Miedo es lo que recorría su cuerpo. Los gritos atravesaban la cuatro paredes donde se protegía. En un rincón lloraba. El frió ya era parte de su cuerpo , de su mirada. El dolor se incrustaba en el alma por el llanto de la mujer.

El cuarto repleto de oscuridad, la puerta con dos seguros, y el olor a licor se expandía por toda la casa.

El pequeño no se podía mover del terror que sentía. Sentado en el suelo tomando sus rodillas y escondiendo sus lagrimas.

La palabras retumbaban y se clavaban en el corazón.

Desde hacia mucho lo había escuchado, los gritos, los golpes hacia su madre. No podía hacer nada, solo esconderse.

Silencio. Se azoto la puerta principal. El pequeño rezó porque su padre hubiera abandonado la casa.

Salió de su rincón y fue a abrir la puerta, pero por su estatura no alcanzaba el ultimo seguro. Cuando lo alcanzo y abrió la puerta, vio lo que mas le dolería el resto de su vida.

La sala estaba en silencio, la mesa volteada; nada fuera de lo común, después de una de las típicas peleas, pero lo que se le hacia extraño era que un bulto se encontraba en el viejo sofá. Era su padre

Lentamente el pequeño se acerco. A cada paso que daba el fétido olor se incrementaba, y sus pies se mojaban con un liquido; por el olor, sabia que era sake. Llego junto a su padre.

-Papá, papá- dijo el pequeño jalando la mano que colgaba del sofá.

- ¿Qué quieres?- contesto el hombre sin siquiera mirarlo.

-¿Dónde esta mami?- pregunto temeroso.

El hombre se quito la mano con la que tapaba sus ojos, volteo ver al pequeño y con pesadez se levanto hasta quedar sentado.

-¿Quieres saber donde esta tu madre?- Dijo con la voz llena de odio. El pequeño asintió- Se largo ¡Se largo! Quien sabe a donde ¡ La muy cobarde me ha abandonado! Y sabes que es lo peor, ¿sabes?- El pequeño negó- M e tengo que hacer cargo de ti y de tu hermana. ¡Ja! Como si quisiera. Son solo estorbos. Los debimos de haber dejado en el bosque como le dije a tu madre cuando supe que ibas a nacer...pero la muy estúpida se negó, y ahora mira, ella corre. Pero yo no me haré cargo de ti ni de tu hermana. Estoy harto ¡Harto!

Los ojos del pequeño se llenaron de lagrimas pero o las dejo salir.

-¡Deja de verme! Engendro- grito y empujo al pequeño con tal fuerza que el pequeño se estrello contra la pared, y como es lógico comenzó a llorar.

El hombre estaba lleno de ira, no pensaba. Su rostro se puso rojo, y sus ojos se abrieron para dejar ver unos ojos negros llenos de odio.

Se paro del sofá y se dirigió a donde se encontraba el pequeño. Lo levanto jalando de sus cabellos, luego lo tomo de los hombros y lo cargo para que estuviera a la altura de sus ojos.

-¡CALLATE!- Le gritó al niño, lo cual aumento los gritos de terror de este. El hombre estaba desesperado. Lo golpeo en la cara y lo dejo caer y ya en el suelo le dio una patada. El pequeño se desmayo, pero su padre no se dio cuenta ye le dijo- Te pudrirás en el infiero al igual q tu madre y tu hermana- Después de esas palabras, salió de la casa para no volver nunca mas.....

Otro portazo. En ese momento HoroHoro despertó. Estaba bañado en sudor, estaba temblando. Otra vez la misma pesadilla. Miro toda la habitación para cerciorase de que había sido un sueño. Así era, se encontraba en la pensión. La luz de la Luna iluminaba un poco y pudo ver a Pilika durmiendo en el futon de a lado.

Respiro tranquilo. Todo estaba bien. Se recostó y miro al techo, y como otras tantas noches se prometió que no volvería a temer por ese recuerdo, pero en el fondo sabía que volvería. Prefirió dejar eso a un lado y seguir durmiendo.

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Hooola! Espero q les haya gustado. Muchas gracias a los q me han dejado reviews, muchas gracias. Gracias a: Jackie de Black, Hoen, Haron y Etha.