Bien.. otra traducción.. me he obsesionado con ellas últimamente..xD Usualmente no leo AU pero este es especialmente lindo..! espero les guste tanto como a mi y me dejen su opinión..!=D

Disclaimer:

-Los personajes son de Cassandra Clare..

-La historia pertenece a Jagger3..

-Traducción de Nymphadora Tonks..

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Capitulo 1..!

Magnus Bane era el diseñador número uno en todos los Estados Unidos, y por supuesto que él pensaba que también de todo el mundo. Diseñaba nuevos éxitos totales cada vez que tocaba un pedazo de tela o una máquina de coser, y cada productor de moda, editor de revistas, y cualquier reportero quería tan siquiera cinco minutos de su valioso tiempo. Tenía muchas más ganancias que cualquier otro diseñador, pero nunca lo presumía. Había trabajado hombro a hombro con sus modelos, las había elegido él mismo y dirigía cada paso que daban. Pero a pesar de todo eso, no conocía a su fotógrafo, no hasta que una de sus mejores modelos tuvo un problema.

-Bane!- chilló, su cabello rubio platinado rebotando grácilmente sobre sus hombros mientras caminaba a toda prisa hacia Magnus, sus tacones crujían peligrosamente- tenemos que hablar!

-Camille- Magnus apartó la mirada de su máquina de coser, sacudiendo la oscura y lisa tela morada que estaba por convertir en un chaleco- que pasa ahora?

-Tu fotógrafo dijo que yo era basura! Esta tirando todas mis fotos! Haz algo!

-Que está haciendo QUE?!- Magnus se puso de pie de golpe, tirándola hacia atrás por la fuerza que empleó. Juntos, corrieron por el pasillo hasta la oficina a la cual el gran Magnus Bane de Brooklyn nunca había entrado. Pero ahora, hacía acto de presencia con todo su brillante ser, abriendo la puerta de golpe y marchando dentro- que demonios crees que estas hacien...- su voz desapareció cuando un par de despampanantes, furiosos y hermosos ojos azules se encontraron con los propios. El fotógrafo tiró el papel en el que escribía y se puso de pie, sus ojos brillaban, desafiantes.

-Yo? Que hay de ella? Estas fotos son una mierda! No podría posar ni aunque su vida dependiera de eso!- exclamó rodeando su escritorio, apartando sus mechones negros de sus ojos y tomando un montón de fotos y las puso frente al asombrado diseñador- mire!

Magnus salió de su estupefacción y miró las fotos, pasándolas una a una. Ese hombre había sido su empleado desde que Magnus había comenzado a coser, y cada fotografía que se tomaba tenía que ser aprobada por él. Todas las fotografías que eran enviadas a revistas debían ser examinadas por ese hombre; la mayor parte del tiempo, Magnus ni siquiera miraba las fotografías, pero siempre estaba de acuerdo con lo que él dijera. Ese hombre tenía un don con la cámara. Magnus pasó las fotos, estudiándolas. Todas eran de Camille, mirando altaneramente a la cámara, sus ojos fríos y su rostro sin expresión. Se veía hermosa, como una reina de hielo, pero había algo... mal, en cada foto.

-Lo ve?- preguntó el fotógrafo, su voz era mas suave ahora que examinaba su trabajo. Empujó a Camille fuera del camino y comenzó a señalar las fallas- aquí no se le ve la mano, y en esta parece que no tiene cuello. Y mire esta, el color del vestido se refleja horriblemente. Hizo ese vestido para que fuera cálido y divertido. Ella hace que luzca... no lo se, como si fuera a una casa funeraria vestida de viuda negra.

-QUE?!- exclamó Camille, sus uñas de repente parecían garras- como te atreves?! Acaso sabes quien soy?!

Magnus suspiró y se giró, poniendo una mano en el hombro de la chica.

-Haremos otra sesión mañana, de acuerdo? Cálmate. Obtendremos la toma- le hizo una seña para que saliera y luego se giró hacia su fotógrafo, pero el chico ya se había girado de vuelta a su escritorio y había comenzado a trabajar nuevamente- um... gracias. Por esto- le dijo señalando las fotos. El hombre levantó la mirada, sus ojos distantes.

-Si, como sea. Puede tirarlas cuando salga... por favor?- añadió después de pensárselo un poco, antes de volver a su trabajo.

El diseñador lo miró. Nunca lo habían mandado a volar de ese modo antes, y era algo refrescante... en cierto modo.

-Hace cuanto tiempo que trabajas para mi? Quiero decir, se que desde el principio... pero cuanto?

-Ocho años.

-... esto va a sonar terrible- dijo Magnus sonriendo avergonzado, pero el chico no levantó la mirada para verlo- pero cual es tu nombre?

Eso si llamó la atención del otro. El fotógrafo levantó la mirada, sus ojos azules miraron fijamente a Magnus.

-No entiendo por que le interesa saber eso si nunca antes hemos conversado, pero me llamo Alexander Lightwood.

-Alexander...

-Ahora, si me disculpa, señor Bane, necesito volver al trabajo- Alexander le dio la espalda y desapareció por una puerta al final de la habitación.

Alexander Lightwood... Magnus caminó de regreso a su oficina, su cabeza estaba en las nubes. Terminó su chaleco, aun soñando con su fotógrafo, y entonces se dio cuenta que había hecho el interior y las costuras del chaleco color azul marino. Magnus maldijo por lo bajo y se estiró para tomar la tela dorada que había apartado antes, pero se detuvo, mirando el chaleco nuevamente. Morado y azul... en realidad se miraban muy bien juntos. Magnus apagó la máquina de coser y se puso el chaleco, abrochó los dos botones. Le quedaba perfecto, claro, y se admiró en el espejo. Morado y azul, en definitivamente estaban hechos el uno para el otro. El diseñador miró fijamente su reflejo y después dirigió su mirada hacia el montón de tela dispersa por la mesa, piso y sillas. Una idea se comenzó a formar en su cabeza, toda una línea, basada en esos dos colores, con un poco de plateado y dorado. Magnus se sentó lentamente, tomando un pedazo de tela, su nueva idea se expandía en su cabeza, tomando cada vez mas forma. Rápidamente encendió nuevamente la maquina y se puso a trabajar, se quedaría toda la noche para tratar de seguirle el paso a sus ideas.

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Alec entró a trabajar la mañana siguiente y fue recibido con una escena completamente inusual. Su jefe estaba en su oficina, sentado frente a su escritorio con una taza de café balanceándose en su rodilla, parecía no haberse ido desde la noche anterior. Vestía las mismas ropas, aparte de un nuevo chaleco morado con azul, pero su maquillaje estaba un poco corrido y su cabello estaba aplastado. Entró en el lugar, arrojando su mochila sin cuidado en una mesa, y después puso su cámara sobre su escritorio como si estuviera hecha de cristal.

-Señor Bane, buenos días.

Magnus pegó un brinco, sus ojos mirando en todas direcciones.

-Qu... que? Alexander? Que estas haciendo aquí?

-Trabajo aquí, señor- dijo Alec, rodeando su escritorio para tomar su tri-pie- la rubia debe llegar en una hora, no debería estar arreglando las prendas? Señor.

-Una hora?- Magnus parpadeó, su mente adormilada apartó el mar de prendas morado y azul, y se fijó en el fotógrafo- que dijiste?- entonces reaccionó, el diseñador se puso de pie de golpe, milagrosamente no derramó ni una gota de café- oh no! Tengo que preparar todo! Alexander! Te veo en el set numero cuatro en treinta minutos!

Dicho eso salió corriendo, derrapando por el pasillo hasta el cuarto de la ropa. Magnus tenía montones y montones de habitaciones, cada una tenía un tema en especifico. Y también tenía su cuarto de trabajo. Magnus corrió hacia la habitación que contenía la línea de negro y rojo y tomó el vestido para Camille rápidamente, tomando un par de zapatos, un bolso, un pequeño sombrero con solo una pluma y por ultimo un grueso cinturón, antes de volver a correr como loco por el pasillo. Corrió hasta el probador y lo abrió de golpe, lanzó las prendas hacia una sorprendida y prácticamente desnuda Camille y después cerró la puerta para volver a correr hasta el set numero cuatro. Al llegar casi se da de frente con la puerta cerrada. Se detuvo y se inclinó sobre ella, jadeando mientras intentaba tranquilizarse, antes de abrirla y entrar calmadamente.

Alec ya estaba ahí, con su cámara lista mientras estudiaba la decoración con expresión seria. Apenas si notó a Magnus tratando de recobrar la compostura, después pegó un brinco cuando su jefe habló.

-Entonces como... oh, lo siento, no quise asustarte.

-No- dijo Alec, parecía un poco nervioso- es solo que usted nunca viene a las sesiones. Jamás.

-Si, bueno...- Magnus se encogió de hombros tratando de aparentar que no era la gran cosa. Se acercó a la enorme y falsa piedra detrás de Alec y se sentó, tratando de pensar en algo sobre que conversar con su fotógrafo- entonces...

-Ya llegueeeeeee!- Camille abrió la puerta de golpe, se veía absolutamente hermosa.

Magnus la miró con ojos entrecerrados, ella lo ignoró y se giró hacia el fotógrafo. El chico ni siquiera había apartado la mirada de su cámara.

-Bien- exclamó Alec, en tono profesional- en la roca, trata de no lucir como una reina de hielo.

Camille soltó una risotada y después se dirigió hacia la roca, sus tacones le dificultaban el proceso.

Magnus se sentó atrás, sentía curiosidad por ver que ocurría durante las sesiones fotográficas. Lo que no se esperaba era que hubiera tantos gritos. Alec se movía al rededor, tomando fotografías lo mas rápido que podía, el click de la cámara no dejaba de sonar, y Camille cambiaba de pose, una y otra vez. Alec le indicaba cosas como "Muestra menos la pierna... dame un poco de emoción... mas cuello... mira arriba, no! No tan arriba!... ahí... eso esta bien... ok, detente, que estas haciendo? Pareces retrasada mental."

Camille respondía a cada una de las ordenes y críticas que le daba el chico. Lo insultaba sin cambiar su expresión facial, y su creatividad con los insultos sorprendió a Magnus. Ella nunca le había hablado así a él, por que estaba escupiendo veneno a su fotógrafo? Miró rápidamente a Alec cuando Camille llamó a su madre con un nombre especialmente terrible, pero el chico estaba enfocado en su cámara, ni siquiera se inmutó por lo que le decía la rubia mientras le indicaba que bajara un poco el pie.

La sesión duró cerca de una hora, y era una de las cosas mas raras que Magnus había visto en su vida. Después de terminar, Camille bajó de la roca y se dirigió a ponerse el siguiente traje, Magnus se acercó y miró a su fotógrafo examinar las fotografías. Las pasaba muy rápidamente, apenas si veía una cabeza rubia y manchas rojo y negro, Magnus se mareó.

-Alexander, por que no me dijiste que te insultaba como marinero?

-Hm?- Alec alzó la mirada, sus ojos azules estaban distantes- oh, no me importa- volvió a ver las fotografías, pero su jefe lo detuvo, llamando su atención nuevamente.

-No, de verdad, te dijo cosas muy fuertes- Magnus puso una mano sobre el hombro de Alec- por que no me lo dijiste? Pude haberle dicho algo.

-Bueno, el gran Magnus Bane tiene muchas otras cosas por las que preocuparse que por algún fotógrafo lloriqueando por que lo insultan en el trabajo- dijo Alec, no sonaba sarcástico, no había acusaciones en su tono de voz. Pero Magnus sintió como si Alec le hubiera dado una bofetada, su mano cayó del hombro del ojiazul, completamente sorprendido. Acaso era tan frio? Él trabajaba de cerca con las modelos, pero nada mas; no trabajaba junto a muchas otras personas. Nunca había pensado en la persona que hacía que sus prendas y él lucieran bien. La persona que elegía solo lo mejor para él, sin siquiera conocerlo personalmente, y se había quedado con él por casi una década.

-Acaso soy tan idiota?- susurró Magnus, y parpadeó cuando Alec soltó una risita. Era como si fuera una persona totalmente diferente. Toda la seriedad había desaparecido y sus ojos se habían encendido como lámparas, una pequeña sonrisa curvaba sus labios a la perfección.

-Si, algo así- sonrió Alec antes de volver a su cámara- pero no te preocupes por eso.

-Demasiado tarde- Magnus levantó la mirada hacia Camille, que entraba en ese momento luciendo fantástica en un traje rojo que se le pegaba al cuerpo- Camille! Tenemos que hablar.

-Bane, justo ahora?- suspiró Camille, acomodándose los rizos rubios.

-Ahora- gruñó Magnus, sorprendiendo a todos. La tomó por el brazo, arrastrándola fuera de la habitación- por que eres tan grosera con Alexander?

-Que? Oh!- se burló Camille, sonriendo mientras negaba con la cabeza. Su sonrisa no tenía nada que ver con la radiante y cálida sonrisa de Alexander. La de ella era falsa y burlona. Camille le dio un golpecito en el hombro- no te preocupes por eso! Él es como un robot. Solo hace su trabajo, nunca habla con las modelos y no dice nada que no sean ordenes- se burló nuevamente- honestamente, no puedo creer que notaras su presencia.

Magnus entrecerró los ojos, una pequeña flama se había encendido dentro de él. Le tomó un segundo darse cuenta de lo que era. Desagrado. Le desagradaba su mejor modelo.

-Fuera.

-Que?- la sonrisa de Camille se congeló, sus ojos se convirtieron en bloques de hielo.

-Vete. Quítate mi ropa y vete. No quiero verte aquí nunca mas. Te enviaré un cheque por esta sesión, pero no quiero que vuelvas a poner pie en mi edificio- le dijo Magnus.

-Debes estar bromando!- cuando la chica se dio cuenta de que no era así, su sonrisa desapareció- no puedes despedirme!

-Acabo de hacerlo- Magnus se giró sobre sus talones y volvió al set, cerrando fuertemente la puerta detrás de él.

Un grito furioso se dejó escuchar del otro lado, y después le siguió una tanda de coloridos insultos dirigidos a Magnus y a su familia. Alexander lucía un poco alarmado por todo eso, se sorprendió aun mas cuando Magnus se acercó a él y dijo.

-Terminamos por el día de hoy. Parece ser que necesitaremos otra modelo.

-Espero que no hayas hecho eso solo por mi- Alec apagó su cámara y comenzó a guardarla.

-No, lo hice por que ningún empleado mío va a sufrir abuso por parte de otros empleados. Ya sea verbal o físicamente- Magnus se encogió de hombros, pretendiendo examinarse las uñas mientras miraba a Alec por el rabillo del ojo- lamento mucho eso. Pero tengo una modelo de emergencia que tiene las mismas medidas que Camille. Solo que tiene cabello anaranjado, espero no te importe. A menos que quieras que encuentre una mejor.

-Anaranjado...- Alec meditó, mirando por su cámara hacia el set de rocas- eso estará bien...

-También, tengo una nueva línea en camino...

-No la tienes siempre?

Magnus sonrió sin poder evitarlo.

-Si, bueno, necesito a alguien que se parezca a ti como modelo.

Alec frunció las cejas y se paralizó.

-No! Yo no voy a modelar! Eso no esta en mi contrato!

-Cálmate! No tu, te necesito para tomar las fotografías- Magnus levantó la mano, sonriendo- pero tal vez alguien que conozcas.

-... por que yo? Pensé que tu elegías a las modelos- preguntó Alec lentamente, luciendo algo temeroso.

-Si, así es. Pero mira que tal resultó eso- Magnus rodó los ojos y se dejó caer sobre la roca, tratando de lucir encantador- tal vez tu puedas encontrar a alguien mejor. Pero tiene que ser chica. Ya hice las prendas, así que tiene que parecerse a ti. Cabello negro, ojos azules, algo pálida.

Alec rió.

-De acuerdo, creo que puedo encontrar a alguien- se puso de pie y se colgó la cámara al cuello antes de salir, deteniéndose en la puerta- podría preguntarle a mi hermana... se parece a mi... bueno, no los ojos azules, pero puede usar lentes de contacto- la malo de Alec se paseó por la perilla de la puerta antes de mirar a Magnus- sabes; casi suena como si hubieras hecho esa línea de ropa para mi- sonrió y se fue, cerrando la puerta detrás de él.

-Lo hice- suspiró Magnus, mirando hacia la puerta por la que había salido Alec.

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Como todo buen Malec... Magnus enamorado a primera vista y Alec no se da cuenta..xD dejen Review para ver que piensan..=D