Blood Pain
Capitulo 00
[Harry Potter – Originales - Parejas Varias]
[ By Sadic & Sado Comany ]
[ Kaede Sakuragi – Luna Shinigami]

Nota Principal – CAMPAÑA: No permitamos que el PLAGIO se lleve nuestro trabajo, así que si conoces una historia Robada, por favor denúnciala a sus respectivos dueños. No es justo que nuestras horas de dedicación se vayan a la basura y se vean inmiscuidas en una total falta de respeto para el Autor y los lectores. Entre más luchemos, más saldremos adelante. Kaede Sakuragi y Luna Shinigami adheridas a esta propuesta. Gracias, Katrinna Le Fay, por prestar tus palabras, y que seamos varios en gritarlas.

Estaba allí, tirado en el frio suelo de algún callejón sucio. Abrió pesado sus ojos, intento ver hacia el cielo, pero todo era rojo. Vio como escocía la sangre dentro de este, y su mano estaba pesada para levantarla, quitar el exceso de aquello y ver con claridad. Rio despacio, desganado, sintiendo como su cuerpo dolía, como las piernas abiertas, desnudas al frio del otoño se entumecían despacio.

Rio otra vez, pero con lagrimas salían sin pudor, provocando que toda su cara ardiera de los cortes que había sufrió. Movió sus dedos, los sintió algo duros, pero sabía que en su mano derecha solo descansaban tres de ellos…

"Ahora no podrás apuntarme con esa maderita"

Eran las palabras de su atacante, cuando lo golpeo fuerte a traición. Cuando lo encontró en el suelo, le pego una patada en la cabeza, desorientándolo aun más, y con ayuda de otros sujetos, tomo fuertemente la mano, inmovilizándola contra el suelo con su rodilla, y con una navaja empezó a desmembrarlo. Pero lo irónico era que mientras en se removía para alejarlo, los otros reían, y le decían que cortaba mal debía hacerlo desde la coyuntura de la falange.

Tardo 10 minutos poder sacar uno, y otros 7 con el otro, ya estaba semi desmayado de tanto dolor, sus pulmones ya no parecían recibir aire por la presión de una rodilla sobre su espalda, mientras sus piernas eran casi arrancadas de la presión que hacían para que se quedara quieto.

Cuando termino aquello, ya no tenía fuerza, fue dado vuelta bruscamente, desnudado rápidamente, lo mojaron con cerveza, whisky y algo de ron, pudo identificar, luego que lo insultaron, patearon y hasta lo cortaron ante su debilidad, le metieron algo duro por el culo, grito, y al hacerlo recibió una patada justo en su mandíbula, rompiéndole unos dientes, desencajándosela.

Todos reían, invitaban a otros al espectáculo, sentía que más gente se unía, le escupieron, lo mearon y hasta se sortearon para violarlo. Uno a uno fue puesto en su interior su miembro, de a dos o tres, lo que fuera primero, por la boca, dos por su trasero, dos en la boca…

Sintió como terminaban dentro de él, sintió aquel asqueroso liquido amargo en su garganta, sintió como sus pelotas eran tajeadas y no sabía si amputadas, todo era una pesadilla, todo era una pesadilla… tenía que serlo… tenía que ser un sueño malo…

Intento moverse otra vez, sin poder lograrlo. Gimió, lloro y maldijo a cada uno de lo que lo llevaron allí.

La noche estaba a plena, el silencio de la misma era realmente inquietante, ni una rata o cucaracha podía escucharse o verse. Todo era tranquilo. Rio otra vez, e invoco a la muerte, a la dulce y eterna dama, con sus manos frías, y huesudas tan igual a un dementor, pero luego pensó que sería mejor un hombre, con traje elegante, con su andar delicado y varonil, que lo viera a los ojos y le dijera si quería que su alma fuera a descansar, y él le diría:- Claro, es lo que más anhelo – susurro con su lengua, aunque salió un "laro e lo ma gue alelo". La mandíbula estaba rota.

El frio del suelo sucio y mojado estaba entrando en su piel, atacando su corazón que bombeaba con rapidez, rogaba que la muerte te apresurara, tenia dolor de cabeza.

El bao de su respiración era lento, por lo tanto se canso de tanto pensar y sentir, se dispuso a cerrar sus ojos, a dormirse y esperar jamás despertar. Su mente viajo a sus amigos, lejanos. Los que alejo al enterarse de que no eran verdaderos, si no mandados por el director de Hogwards, donde vio como cada uno recibía un pequeño libro de hechizos, Hermione podía apreciar eso, amaba los libros, pero Ron pareció más entusiasmado cuando empezó a leer entre paginas.

"Hechizos de reducción de poder – Hechizo contra la mente – Hechizos para dominar el poder de otro... Genial!" – había dicho al pasar página por página intentando absorber cada una de las cosas escritas – "Harry Potter jamás podrá adivinar que lo golpeo "– su mirada, su sonrisa, todo su brillo ante las palabras dichas.

Fue el momento que decidió escapar, de huir lejos, estaba harto de que lo persiguieran, lo controlaran y lo maltrataban. Su familia muggle era un grano en el culo, pero sus amigos… una puñalada en su corazón. Podía quizás esperarlo de Dumbledore, luego de que Sirius muriera, o que Snape lo castigara muchas veces o intentara enseñarle Oclumancia a pedido del viejo, pero sus amigos… era otra cosa. No espero eso del pelirrojo.

Suspiro, cuando cansado llego a ese lado de la cuidad muggle inglesa, creyó estar libre, pero no fue así. Vagabundos, borrachos y peligrosos lo sorprendieron, y pensando que al ser menor de edad no podía usar magia o lo detectarían y volvería otra vez al infierno… irónico, verdad?

Pasaron minutos, horas, lo que sea, y parecía que hasta la muerte no lo quería.

Los pasos lentos, hicieron que abriera sus ojos desviándolos a un costado. Una figura se acercaba, podía reconocer que llevaba bastón, negro, y rojo, con dibujos o figuras que resaltaban extrañamente en la oscuridad, podía ver muerte y desesperación en aquellos gravados. El andar era elegante, varonil y aristócrata, gruño por lo bajo, un sangre pura venia a burlarse de él…. Esperaba que no fuera Lucius Malfoy, otro grano más en su violado culo.

Los zapatos se detuvieron justo a centímetros de su rostro, aquel bastón toco su mejilla y gimió cuando movió su cabeza hacia un costado, vio el mango, la cabeza de una extraña criatura con diente, no era una serpiente, si no algo con orejas puntiagudas y pequeña nariz graciosa. La mano blanca llevaba dedos finos, con largas uñas de color negro, casi filosas se podían ver desde su posición, aunque el dolor de sus ojos ante la hinchazón y la sangre no podía distinguir bien.

Vestía smoking, elegante negro, la camisa blanca resaltaba entre la ropa, y la capa parecía ser negra con forro rojo dentro, si no recordaba mal, había un teatro cerca. El hombre llevaba galera, y sus cabellos largos, oscuros rizados caían sobre los hombros, y su rostro, sus ojos en particular, eran bloqueados por unas gafas redondas.

Empezó a reír, recordó una película, "Dracula" de Coppola, creo que era el director, aquel sujeto era igualito…rio aun mas, escupiendo sangre, gimiendo ante el dolor y llorando otra vez … patético.

El sujeto lo observo, paso su fino bastón por su rostro, pecho, bajando por su abdomen y luego tocar sus piernas, Harry tembló, no quería volver a sentir como era vejado.

- No … - gimió llorando aun más – o avor … no ma … - lloro agonizante, mientras la sangre se agolpaba en su garganta y se convulsionaba, escupiendo sobre los finos zapatos.

Las lagrimas limpiaron un poco sus ojos, mostrando el verde de ellos, llenos de tristeza, de angustia y rotos … totalmente rotos.

El moreno ya no supo mas nada, al fin sintió que la dama tocaba su piel, le sonreía y lo llevaba a la oscuridad.