Bueno esta es mi segunda historia, también es una especie de Song-fic puesto que mi inspiración nace de la canción Deray de Rosana.

Es un Naruto X Hinata… Se puede decir que es algo tragica la historia, pero tratare de darle un buen final… bueno, ya juzgaran.

La historia se sitúa en la villa de konoha, en un universo alterno. Yo solo utilizare a los personajes para dejar volar mi imaginación en esta canción.

Deray, un amor letal.

Capitulo 1: La leyenda de Deray

La noche estaba cayendo y miles de antorchas se podían ver en el horizonte, se escuchaban los rezos y cantos de los sacerdotes, se podía oler el incienso en el aire y el sonido de un carruaje jalado por caballos. Una mujer embarazada se encontraba caminando sola al frente de la peregrinación, tenían que llegar antes del anochecer a la montaña sagrada y en el altar predispuesto dar a luz a su bebe.

El dolor que sentía en su bajo vientre era ya insoportable y anunciaba la llegada de un nuevo miembro en la familia; pero esta llegada ya estaba predicha. Los sacerdotes habían leído en las estrellas que ese año la diosa Derey bajaría del cielo y reencarnaría en una bebe. La luna estaba posicionada sobre la montaña sagrada y esa noche en particular se veía más cerca de lo normal; ya era oficial, en la futura heredera de la Familia Hyuga reencarnaría Deray, la diosa de la luna.

Poco a poco la mujer tomo su lugar, el altar estaba lleno de velas a su alrededor y lo único que tenia era una almohada y una sabana bajo sus pies. Jadeos y el ritmo del corazón acelerado era lo que se percibía, la esposa Hyuga debía dar a luz ella sola, y si era necesario, morir hasta lograrlo. El dolor punzaba como veneno de escorpión, el sudor caía por su frente, pedía ayuda pero nadie podía hacer nada por socorrerla. Después de un incesante martirio y un grito de dolor el llanto de una hermosa bebe calmo los corazones de todo el pueblo que estaba expectante a la llegada de la diosa.

Solamente una vez pudo ver a su hija, bien sabía que iba a morir esa noche y como ultima petición su esposo accedió a llamarla Hinata.


Habían pasado ya 17 años, hinata creció siendo una bella mujer. Vivía con su padre y hermanastros en una mansión apartada de la ciudad y que colindaba a un bello rió. No tenia amigos, solo tenía a sus sirvientes; su padre nunca estaba con ella y sus hermanos no tenían permitido hablarle. Se sentía sola y desdichada por ser quien era. Nadie la veía como era ella de verdad, los sacerdotes solo la llamaban para hacer venir la lluvia y para calmar al mar cuando los barcos estaban próximos arribar.

¿Por qué tanta soledad? ¿Por qué tanto cuidado? Ella era hija noble, pero mas que eso era "la hija de la luna", nacida bajo su luz y belleza; no tenia permitido amar ni ser amada, solo debía vivir para traer consigo la prosperidad y la lluvia a las cosechas.

Tal vez moriría siendo anciana y estando sola, bajo reglas y protocolos, pero mientras la luna brillara en la noche ella podría ser libre en su corazón.

En las afueras de la ciudad.

Estaba llegando la tan esperada estación de primavera, las mañanas esa temporada estaban siendo bástate calurosas, era insoportable sentir el sol sobre la piel desnuda y la mayoría de la gente se quedaba en casa con las ventanas abiertas tratando de soportar el abrasador calor. Otras mas lo disfrutaban yendo al rió a nadar, comprando agua fresca o internándose en el bosque donde los árboles proporcionaban un poco de fresco y sombra.

Había un muchacho que caminaba por los campos cubriéndose tan sólo con un mochila, lo bastante grande para saber que era un extranjero en busca de oportunidad en la capital, sus cabellos eran dorados y semejaban a los rayos del sol, sus ojos eran tan azules como el cielo y su sonrisa calida y contagiosa, su nombre era Naruto.

-Al fin llegue ala capital pero aun así tengo mucho calor- exclamo el muchacho rubio.-Desearía que el sol no quemara tanto… Ya se, buscare un lugar en el bosque donde me pueda refrescar, hace un momento escuche que había un rió cerca de aquí.

Se interno en el bosque y llegado al rió se dio cuenta de que en su camino había una valla que prohibía su paso, mas eso no le importo y ágilmente la salto dejándose caer en el fresco pasto. Siguió el camino del rió hasta que se topo con un gran árbol que proporcionaba una bella sombra para descansar y sin mas se acomodo y quedo dormido hasta llegado el anochecer.

Se oye hablar de un canto de mujer

Nadie la ha podido ver

La leyenda habla de una voz sin piel

El sonido de los grillos lo despertó y se asombro por haberse quedado dormido, mas un sonido peculiar lo alerto; el sonido del agua al salpicar y la risa divertida de una joven jugando cerca de ahí; camino lentamente entre los arbustos y se topo frente a frente con la criatura mas linda que en toda su vida jamás conoció.

Quien sabe, un fantasma tal vez, una ninfa o una oreada de rio, pero Naruto no podia dejar de verla.

-Que bella… tengo que acércame un poco más…

Era alta y esbelta, su piel era blanca como la porcelana y sus eran tan largos que llegaban a su cintura, traía puesto un sencillo komon, de color blanco y lo recogía con sus delicadas manos tratando de no mojarlo.

Naruto estaba maravillado, en toda su vida jamás espero ver tal belleza inmaculada en una mujer y que decir de su voz, un lindo y fino timbre de voz y un canto tan peculiar que lo hacia sentir en paz.

Sin darse cuenta poco a poco se había acercado hasta quedar parado en la orilla del lago. La mujer se dio cuenta y rápidamente se cubrió el cuerpo con sus manos. Naruto no lo podía creer, era aun más bella de cerca, sus extraños ojos opalinos brillaban como estrellas y lo único que atino decir fue:

-Por favor, se mi mujer.


Y bien, que les parecio... interesante o no?

Tengan en cuenta que apenas me estoy lanzando de escritora, tambien que esta es la primera historia con por los menos 3 capitulos que haré...

Yo no soy Fanatica del Naruto-Hinata... pero la canción es perfecta para los dos...

Dejenme sus sugerencias. Gracias por leer xD