MAL HÁBITO
Aunque sabía que era tarde, no estaba muy segura de la hora. Solo sabía que llevaba horas dando vueltas en la cama y enredando las sábanas. Sí, no podía dormir, y me preguntaba por qué. Había sido un día bastante largo y agotador, teniendo en cuenta que hoy habíamos vuelto de un trabajo algo… Difícil.
Volví a girarme, en dirección a la pared opuesta a la ventana esperando acomodarme por fin, y así, dormir, cuando sentí que a mis espaldas, la cama se hundía. Mi primer instinto fue gritar, pero enseguida me di cuenta de que esto era algo familiar.
Natsu.
Esto realmente se estaba convirtiendo en costumbre.
Bueno, ¿qué más da? Entonces por alguna razón, comencé a recordar las cientos de veces en que se había colado en mi cama.
Una de las primeras veces en que esto había pasado, yo me había ido a la cocina por agua…
Bajé las escaleras tallando mis ojos y bostezando. Al llegar a la cocina busqué el interruptor de la luz a tientas. Reprimiendo un bostezo tomé un vaso, para llenarlo con agua. Estaba a punto de beberlo, cuando escuché unos pasos tras de mí.
-Kyaa!-Por poco el vaso termina en mil pedazos en el piso, de no haber sido por que el dueño de esos pasos, fue rápido y lo atrapó, quedando muy cerca de mí, y derramando el contenido de éste en mis pies.-Natsu!
Se puso de pie rápido con el vaso medio vacío, entregándomelo en la mano, y dándome una enorme e irrazonable sonrisa. Antes estaba pensando en hacer un alboroto, pero su despreocupación me hizo olvidar esto.
-Ah! Lucy. Creí que estabas durmiendo.-Dijo rascando su nuca.
-Eso hacía.. Eh, espera, ¿Qué estás haciendo aquí? ¿No deberías estar durmiendo tú también?
-Y es por eso que vine aquí.-Volvió a sonreír.
-¿Eh…?
-Tu cama es realmente cómoda, te lo dije antes…- Se estiró.-Bien, hora de ir a dormir.
-¿Como que hora de…?-Antes de que pudiera terminar de hablar, me levantó sin previo aviso, y me puso sobre su hombro como si fuera un ligero saco de patatas.
-Natsu! Hey!
Subió las escaleras conmigo sobre su hombro, y después me puso sobre la cama, con un "Buenas noches", entonces se tiró sobre la misma, ocupando todo el espacio posible, extendiendo los brazos.
-¿Y dónde se supone que duerma yo entonces?
Su respuesta no fueron más que salvajes ronquidos.
…
Y también estaba aquella vez que había saltado a mi cama después de entrar, saludando con un ilógico "Buenos días", olvidando la discreción por completo, y despertándome. Esa vez ninguno de los dos podía dormir, así que de alguna manera, habíamos terminado jugando cartas con Happy:
-Ahh! Vale, ya es suficiente, no quiero jugar más.-Crucé los brazos sobre el pecho tercamente.
-Eso es porque has perdido siete veces seguidas-. Dijo Happy. Le aventé mi almohada.
-Juguemos uno más, Lucy-. Propuso Natsu con su habitual optimismo.-Te dejaré ganar esta vez.
-Tonto! Eso no! Olvídalo, no quiero que me dejes ganar.
-Pues entonces no te dejare hacerlo, pero juguemos uno más!
Lo pensé durante unos segundos, entonces sonreí intencionalmente en su dirección.-De acuerdo. Pero creo que a este juego le falta algo, ¿No lo crees tú?
-¿Algo? Mmmm, Ya sé; Apuestas!
-Sí, exacto!
-El que pierda se quita la ropa y…-Lo golpee con la otra almohada. Vaya! Ya no había más.
-Esto no es Strip Poker, Natsu.-Lo reprendí con una mirada molesta.
-Entonces, Lucy, de que se trata esa apuesta?-Intervino Happy. Lo cierto es que me había olvidado que seguía aquí.
-Uhh.. Pues no lo había pensado, ¿Alguna idea, chicos?
-Yo sé. El perdedor tendrá que esconder la ropa a Gray la próxima vez que se la quite, sin que él se dé cuenta… Oh! Y si gano yo, los dos tienen que darme 10 pescados-. Propuso Happy como si estuviera hablando de hornear pastelillos, mientras volaba en un lento vaivén en su lugar. Diabólico.
-Biieeen! Me gusta! Quiero ver su cara cuando lo haga-. Dijo Natsu.
-Pe-pero…-Tenía miedo de lo que pasaría, lo cierto es que era algo cobarde-. Oye, Natsu! No puedes dejarte ganar solo porque quieres molestar a Gray! Y... no creo que sea buena idea.
-Oh! Lo siento, Lu. No me dejaré ganar.-No estaba muy segura de que hablara en serio.
Pero si las cosas iban a ser así, yo de verdad NO iba a perder.
Happy comenzó a barajear las cartas con una sorprendente habilidad muy poco felina, moviendo sus manitas azules al sostener las cartas. Luego las repartió alternativamente. Natsu sonrió, y esto me paralizó: Quizá su juego era genial y yo estaba frita.
…
Luego de terminar el juego, era oficial: Natsu había perdido deliberadamente. A menos que fuera rematadamente idiota como para perder teniendo 4 ases y una corrida. Pero no podía quejarme, realmente estaba feliz de no tener que ser yo quién le jugara una broma tan pesada a Gray… Pero me sentía mal por Happy, su ánimo había decaído bastante, ahora que no iba a tener 20 pescados más.
Me estiré mientras contenía un gran bostezo.
-Vamos a la cama, Lucy-. Gritó Natsu, arrojando las cartas al piso. Me sonrojé furiosamente… Luego sacudí mi cabeza, intentando, en vano, despejar mi mente… Pero claro que Natsu no se refería a lo que tú estás pensando, idiota!
Me giré y le sonreí, solo para encontrarlo sobre me cama acostado de lado, con una mano en la cintura y haciéndome señas de acomodarme a su lado, dándole suaves golpecitos al espacio libre en la cama. Esto hacía que se me hiciera más difícil auto-convencerme. Tragué fuerte y me dirigí a mi lugar, sintiéndome una completa pervertida.
...
Y no podía olvidar la vez en que le arrojé un zapato por la ventana…
Eran cerca de las 12 de la noche, hora en la cual usualmente estaba dormida. Pero, a diferencia de lo de siempre, esta vez estaba en mi escritorio, pensando y escribiendo mi novela… Rayos! Si tan sólo él no fuera un personaje tan difícil… Podría terminar este capítulo de una buena vez e irme a dormir.
Comencé a escribir de nuevo, mirando el reloj con desesperación… Quizá sería mejor si me fuera a dormir y así poder consultarlo con la almohada, pensé, cuando escuché un fuerte ruido de algo golpeando contra mi ventana. Me levanté de un salto, tirando la silla hacia atrás con otro fuerte ruido.
-Lucy! Tu ventana está cerrada.-Escuché la inconfundible voz de Natsu. Pues claro que estaba cerrada! Sabía que, como siempre, intentaría colarse y aún seguía bastante molesta por lo que había pasado en la tarde, así que había decidido que Natsu dormiría en su propia casa esta noche.-Lucy! ¿Estás durmiendo? ¡Luuucy!-Esto me irritó. Si se suponía que estaba durmiendo, ¿entonces por qué intentaba despertarme? Tomé un zapato, abrí la ventana, y lo arrojé con fuerza a Natsu. No le dí.-Ah! Lucy, gracias por abrir!
-No estoy dejándote entrar-. Le saqué la lengua y cerré la ventana. Entonces miré el reloj; 12:12. Así que a esta hora venía siempre. Por eso nunca sabía en qué momento había llegado. Huh, espera, ¿Las 12:12? Tenía un deseo que pedir!
Antes de que pudiera pensar en mi deseo, se escuchó un fuerte ruido. Salté en mi lugar, por segunda vez en menos de cinco minutos. Me giré para encontrarme con que Natsu estaba ahí, en mi habitación. ¡Había quebrado MI ventana?!
-Porq..
-¿Todavía estás enojada por lo de esta tarde?-Preguntó serio. Realmente se veía preocupado.
La verdad, dejando de lado lo de mi ventana, su actuación de entrar por ella y preocuparse sobre si aún seguía molesta con él, hacía disminuir ese "enojo", al menos cinco rayitas.
-No, Natsu, no estoy molesta-. Dije cortante, cruzando los brazos sobre el pecho.-¿Cómo estarlo cuando después de lo de esta tarde, vienes y rompes mi ventana?-´Pregunté sarcásticamente, rezando porque captara mi sarcasmo.
-Oh! Es verdad, repararé la ventana, lo prometo… Oye, lo de esta tarde... Así que sí estás molesta! miré arqueando una ceja, esperando ponérselo más fácil.-Oh, vamos, Lucy, después de dormir te sentirás mejor, es lo que siempre le digo a Happy, ¡Y sí que funciona! O alguna vez lo has visto de mal humor por la mañana?-Estaba a punto de enumerar todas esas veces en que el felino azul había estado de malas en la mañana, cuando él siguió hablando:- ¿Así que no, eh? A dormir!-Entonces tomó una manta del piso, se la anudó al cuello cómo una capa, e hizo una pose de Supermán, subiendo una pierna en la silla de mi escritorio y sacando el pecho. No pude evitar soltar una carcajada al ver una imagen tan hilarante de Natsu.-Hoy ha sido un largo día, ¡A dormir!-Dijo con voz de superhéroe. Dicho esto, tomó impulso y se tiró sobre mi cama, entonces se tapó con la manta, recordándome apagar la luz.
Me quedé en mi lugar con una sonrisa, ¿Qué demonios había sido eso? Era sin duda la peor actuación que había visto. Pero había servido para olvidar cualquier razón por la que estuviera molesta con él, y sin duda, ése era su objetivo.
Caminé a mi cama dudando, ¿Esperaba que durmiéramos en la misma cama? Sabía que esto ya había pasado, pero las circunstancias eran diferentes, como todas esas veces en que él entraba sin que yo supiera, pero hacerlo así, era extraño. Dejando fuera la noche del póker. Realmente extraño.
Pero ésa era mi cama, si Natsu quería dormir aquí, podía quedarse con el sofá. Además, estaba el asunto de la ventana rota. Si dormía en el sofá, me iba a congelar. Si dormía en mi cama, con Natsu (siempre calientito), tenía la seguridad de no pescar una pulmonía.
Caminé decididamente a mi cama, apagando la luz de paso. Si mañana Natsu tenía algo que decir, yo sólo le diría que era culpa suya, por quebrar mi ventana y robar mi cama.
…
O la mejor de todas:
Erza, Gray, Natsu, Happy y yo, habíamos decidido quedarnos todos en una sola habitación del hotel, para ahorrar (Nadie quería admitirlo, pero no teníamos mucho dinero en este momento, esperábamos el pago por este trabajo), ya que el trabajo que habíamos tomado, se estaba alargando más de lo esperado.
Después de que todos tomáramos un baño, Erza decidió que Gray, Natsu y Happy compartirían cama, mientras ella y yo dormiríamos en la misma.
Probablemente todos estaban durmiendo, menos yo. Los ronquidos salvajes de Natsu no eran precisamente una canción de cuna.
Me giré, esperando poder acomodarme mejor y así dormir de una buena vez, cuando una mano se puso sobre mi cintura. Me asusté, y de alguna manera conseguí no gritar.
Miré en dirección en dónde había estado la mano, entonces en verdad me asusté.
"No por favor no, aquí no. Por favor no!". Recé.
Había un Natsu algo sonámbulo arrastrándose penosamente hasta dónde yo estaba.
Pensé que sólo tenía dos opciones:
Uno; Dejarlo quedarse conmigo (y Erza), y que al día siguiente todos se dieran cuenta y sacaran conclusiones extrañas, o Dos; Despertar a Natsu y pedirle amablemente que regresara a su cama, arriesgándome a que hiciera un escándalo, todos se despertaran e igual se dieran cuenta.
Temblé. En las dos opciones, todos se daban cuenta de esto (Excepto Happy, que claro, estaba más que enterado)… Y espera! Happy podría contarles que esto pasaba todo el tiempo, y entonces... Ugh, mierda! Las dos opciones apestaban.
Oh! Había una tercera opción: Dejaba que Natsu durmiera aquí, y despertaría más temprano que el resto, entonces arrastraría a Natsu hasta su cama y desaparecería hasta más tarde fingiendo que nada raro había pasado. Eso! ¿Cómo no lo había pensado antes?
Sonreí satisfecha con mi astucia, acomodándome nuevamente en la cama. Fue cuando entonces noté que teníamos tres pares de ojos sobre nosotros.
Erza, Happy y Gray estaban mirándonos fijamente, a mí y a Natsu, que estaba abrazando mi cintura cómo un bebé, y yo, sonriendo estúpidamente.
-Esto…-Comencé. Intentando dar una explicación totalmente incoherente, estoy segura.
-Se guuuustan!-Exclamó Happy.
…
Vale, la última vez había sido un poco incómoda, pero comenzaba a acostumbrarme a este mal hábito que Natsu y yo habíamos acostumbrado poco a poco, sin pensarlo. Incluso me había atrapado a mí misma considerando comprar una cama un poco más grande… Pero sería una invitación demasiado obvia a que él se quedara aquí. Y estaría más alejada de Natsu.. ¿Eh? ¿Pero qué ha sido eso? Seguro ya estaba más dormida que despierta. Sí, eso era seguro.
Noté a mi lado que Natsu se había quedado dormido. Bostecé y sonreí, pensando en lo mucho que me gustaba este mal hábito, quedando inconsciente con el calor de Natsu a mi lado.
Como que esos dos se pelean como si estuvieran saliendo, o ¿es mi imaginación? Bueno, comenten que les pareció. Hicimos este fic pnsando en que hacía falta una historia sobre que pensaba Lucy de que se metieran a su cama a media noche... y bueno, pues quedo esto.
Y antes de que se me olvide, gracias a Luisa, otra vez, que ella piensa y yo escribo, osea que, si, la historia es de ella y yo más bien solo la escribo y le doy detalles xD, pero a ella le da flojera escribir por aquí.
Si llegaron a leer esto sin aburrirse, dejen dos reviews, uno para mí, y otro para Luisa.
Gracias!
