Disclaimer: Ni la serie ni sus personajes me pertenecen. Son propiedad de la CW. Unicamente hago esto por el placer de perder el tiempo.

Basado en la escena de la promo del 4x16. Se aceptan sugerencias para el título.

Para Spiderwoman.

¡Disfrútenlo!

Quizás debería haber dicho algo...

Quizás debería haber dicho algo, haber hecho algún ruido para que se diera cuenta de que estaba allí, detrás suya, pero la cuestión es que no lo hizo.

Todavía ahora, tres horas y un par de mentiras después, se siente paralizado por el mismo cansancio, la misma resignación. Porque lo vio y lo sintió como una derrota personal. Mientras ella, le sostenía la mirada, radiante, soberbia, con la puta sonrisilla pintada en los labios. Y él, incapaz de apartar los ojos de la nuca de su hermano, ni siquiera sintió ganas de partirle la cara.

Tiene la televisión baja para que no moleste a Sam mientras, por una noche, duerme en su cama. Son ya demasiadas noches en las que lo oye levantarse de madrugada para subirse a su coche e irse con ella, para volver al amanecer, cuando todavía lo cree dormido y sin importarle que, como un imbécil, lo haya esperado toda la noche en vela sólo para saber que vuelve vivo y solo.

Emiten una película barata, de serie B, de esas que, en cualquier otra noche, verían juntos. Pero, esta vez, no le presta atención. Porque no puede quitarse la imagen de su hermano inclinado sobre ella del cerebro ni dejar de escuchar sus jadeos entrecortados. Y porque no puede dejar de preguntarse qué es lo que ha fallado.

Cuando abandonaron Standford su concepto de moralidad estaba bastante claro. Los demonios son malos, los humanos buenos. Se salva a todos lo que se puede y si no se puede, se busca otra solución. Él era el cabezota, él testarudo que no admitía tonalidades al margen del blanco y negro. No, Sam. Él necesitaba entenderlo todo, salvar a todos los que pudiera. ¿En qué momento cambió todo?

Si no puedes salvar a tu hermano, mátale.

La orden de su padre resuena en su cabeza produciéndole los mismos escalofríos que sintió cuando lo sintión inclinarse sobre él, con la mano sobre su hombro, y susurrar esas palabras en su oído. Y mientras lo oye, lo ve sujetar su brazo contra su boca, desesperado, ansioso, y beber la sangre muerta que fluye por sus venas. Lo disfruta. Está disfrutando cada gota que mana de su herida y que empapa su garganta.

Y ella no dejaba de sonreír ni de enredar sus dedos entre los mechones azabaches de su pelo, como una madre dando de mamar a su hijo. Sonreía satisfecha. Sonreía a Sam y le sonreía a él.

Debería haber hecho algo para detenerlo.

Pero solo retrocedió, en silencio, abandonando la habitación mientras ella le observaba. Está demasiado cansado de luchar y aún queda demasiada guerra por delante. Él no puede luchar por los dos. Ya no.

Y sabe que ha perdido esta guerra y que no puede salvar a su hermano. Algo en su interior se lo dice. Solo Sam puede salvarse a sí mismo.

Así que, ahora, hace lo único que puede. Verle dormir reflejado en el espejo de la pared e intentar entender en que instante lo jodió todo.

FIN