Respuesta transparente
Nagisa x Rei
By: Hiikary Li
Prólogo
Probablemente no debió de haberlo dejado solo. Y sin embargo lo había hecho y sin dudarlo ni un poco. Si en ese entonces no lo había dudado, ¿por qué lo hacía ahora?
Eso era lo que intranquilizaba la cabeza del peliazul.
No lo entendía, o no lo quería entender al menos. Por qué el hecho de recordarlo le dolía, le lastimaba en lo más profundo de su ser. Había sido egoísta con la única persona que le había jurado amor eterno en toda una vida.
Era la escoria más grande existente en todo el planeta. No. Era la escoria más grande en toda la galaxia, y eso se quedaba corto porque estaba seguro que sería la escoria más grande de todo el universo y aún más allá.
El muchacho se recostó en su cama mientras contemplaba el color blanquecino y algo opaco del techo de su oscura habitación.
¿Cuántos días habían pasado desde que se encerró en su habitación? Eso lo tenía sin cuidado.
"Hikimori."
Así les llama a esta clase de personas. Personas que sin importar lo que intentaran o por mucho que quisieran, no podían dejar la comodidad de su habitación por razones diferentes.
¿Que cual su razón?
No había nada lo suficientemente importante allá afuera para él. No, ya no lo había. Y lo que más le dolía en ese momento, era que él mismo había terminado con aquello que consideraba lo más importante en su vida entera.
Agarró la almohada que estaba más cerca de su alcance, ni siquiera necesitó estirarse para lograr el cometido. Incluso pudo jurar que sintió la almohada estremecerse ante su contacto agresivo.
–Maldito seas... –Gruñó para sus adentros. En ese punto ya ni siquiera sabía si se estaba refiriendo a él mismo o a la persona que había dejado morir por mera estupidez.
Le propinó a la almohada un gran golpe antes de volver a tirarla y levantarse como lo haría un muerto. Eso claro si es que los muertos se pueden si quiera levantar.
Estaba demasiado claro que su cordura cada vez abandonaba más rápido su inestable cuerpo.
¿Pero quién mierda necesitaba la cordura cuando ya no se tenía nada más que dolor y sufrimiento?
Exacto, nadie necesita la cordura y mucho menos alguien como él, o al menos eso era lo que el pensaba.
–Maldito seas Nagisa Hazuki... –Gruño de nuevo aún más enojado consigo mismo porque sabía que ni siquiera lo estaba maldiciendo. Lo estaba pidiendo a gritos, suplicaba muy a su manera poder volver a rozar la suavidad de su tersa piel. Deseaba muy en el interior que si lo llamaba por su nombre se volvería a aparecer con aquella sonrisa suya que lo caracterizaba tanto.
–Nagisa... –susurró de nuevo y el simple hecho de hacerlo le quemó como acido en la garganta. Decir su nombre se sentía tan incorrecto. No tenía el derecho de pronunciar su delicado nombre.
Golpeó la pared con demasiada fuerza que incluso se pudo escuchar el crujir de los huesos de su muñeca.
–Rei... –la voz de su madre le saco de su transe momentáneo volviéndolo al mundo real por solo un par de segundos. –Tienes que bajar a cenar, por favor. No has comido en 2 días. –su preocupación era evidente.
Rei se limitó a sentarme en la puerta sin hacer el más mínimo ruido.
"¿Cena? ¿Quién mierda necesita eso?" Pensaba en su interior.
El no necesitaba nada de eso, no si eso significaba salir en el exterior donde aquel niño de cabello rubio no estaría. Donde no existía más su cuerpo delgado y hermoso. Donde ni el más mínimo susurro de su hermosa voz podría llegar a ser escuchado. Ese era un mundo cruel donde Rei no quería vivir. Y lo peor de todo es que nadie lo tomaba en cuenta.
Ni el mismo sol que se asomaba con tanto esplendor fuera de su ventana sabía el tesoro que este infame mundo había perdido. Y Lo odiaba por esa misma razón. Rei empezaba a odiar cada cosa que lo rodeaba. Odiaba clima soleado, el sonar de los animales felices fuera de su temible habitación. Odiaba tener que llenar sus pulmones de oxigeno solo para poder sobrevivir un día más de su miserable vida. Odiaba todo y estaba seguro de que no dejaría de hacerlo.
Hundió su rostro entre sus manos y miles de recuerdos empezaron a abordarlo en ese pequeño instante. Todo lo que había pasado a lado del que era su mejor amigo y quien habría sido el amor de su vida.
Desde su dulce sonrisa angelical hasta las lágrimas que le corrían de aquellas gemas rozadas. Desde su dulce voz hasta el cruel llanto desesperado que abandonaba su garganta. Desde que lo besó hasta que volvió a tocar su cuerpo inerte. Desde que lo conoció hasta aquel trágico día que deseaba borrar de su memoria. Cada segundo de sus recuerdos litigaron el frágil corazón de Rei hasta que quedo hecho polvo.
Definitivamente no iba a vivir sin su preciado tesoro.
Y de eso estaba completamente seguro cuando saco de uno de los cajones el cuchillo que escribiría su salvación.
(N/A):
Antes que nada quiero aclarar que esta es una historia inspirada en la canción: Toumei Answer de Ai. Hoy la descubrí en Youtube y la verdad llamo mucho mi atención. La única cuestión era que algo le faltaba… Un poco más de historia y drama. Y así fue como nació esta historia.
No creo que sea muy larga. A lo mucho unos 5 capítulos (Eso es lo que tengo planeado al menos).
Quería probar algo nuevo… Ya saben Yaoi. Pero aún me siento tan inexperta. De cualquier manera daré lo mejor de mí para terminar esta historia lo más rápido que se pueda.
En fin también quiero aclarar que lo más probable es que esta historia sea escrita en primera persona. Pero el prólogo sonaba mejor en tercera persona así que ahí lo tienen.
Nos vemos en el próximo capítulo que con suerte subiré en los próximos días.
Kary~
