Luisa: ¡¡Hola!! Sam, saluda a nuestro adorable público

Sam: [deja de comer y hace el signo de paz]

Luisa: Con eso me conformo, ¿nunca dejas de comer? Ya te vas pareciendo a Ron…

Sam: Con tanta presión e intriga con este fic se me olvida comer, lo que hago por Carlisle…

Luisa: Es que… ¡¡ES CARLISLE!!

Sam: ¡¡LO SE!!

[Se ponen a saltar y a gritar]

Luisa: Carlisle inspira a cualquiera…

Sam: ¡¡Ya se!! Bueeeeno, la idea básica del fic es de esta adorable chiquilla llamada Luisa, yo solo voy aportando pequeñas ideas, algunos párrafos y prestando la cuenta ja, ja y déjenme decirles que ¡¡escribe genial!! [Hace que Luisa se sonroje]

Luisa: Así que sin más las dejamos que disfruten esta loca idea que va resultando espectacular.


Esme P.O.V.

Era un día soleado en Forks, de esos que rara vez ocurren, por lo cual mi familia y yo tuvimos que quedarnos en casa, o al menos mi esposo y yo. Mis hijos estaban de caza al lado de Reneesme así que la casa estaba solo para nosotros, hacía bastante tiempo que Carlisle y yo no nos quedábamos abrazados en el sofá hablando de las cosas más triviales.

Una sonrisa plena se mantenía dibujada en mi rostro cada vez que pensaba en mis hijos o en mi esposo, en la vida que siempre soñé y que ahora estaba hecha realidad. Pero mis pensamientos fueron interrumpidos por sonidos extraños, seguidos de un olor que me estremecía, sin embargo no podía identificar quien era, me tense un poco y me incorpore buscando con la mirada la persona que irradiaba ese olor, sentí como Carlisle tomo mi mano.

- ¿Has oído eso? - pregunte algo confundida por lo familiar que se me hacia el aroma.

A pesar de que mi mente no recordaba ese efluvio mi cuerpo lo tenía muy grabado, Carlisle notó lo tensa que estaba y me acercó mucho más a el. Para este tipo de casos esta Edward o Alice quienes nos avisan en caso de que tengamos una visita ¿Alice habrá visto esto? Tendría que ser algo bueno si a pesar de que mi hija lo haya visto ellos se hayan marchado, pero existía la posibilidad de que mi hija no lo haya detectado. Carlisle se levantó a pesar de que traté de que se quedara conmigo, lo necesitaba más que nunca, el extraño poseedor de ese olor me atemorizaba si razón aparente.

Carlisle seguía moviéndose lentamente hacia la puerta, el olor cada vez se hacia mas intenso, mi cuerpo cada vez se estremecía mas mientras trataba recordar que parte de mi humanidad me traía esos recuerdos. En ese momento gire solo un poco para mirar a Carlisle el ya estaba a pocos pasos de la entrada. Mi mente seguía esforzándose, en ese momento pensé en que personas me habían hecho daño en mi humanidad, solo pensé en una, me levante de golpe, pero en ese instante sentí como la puerta se abrió de par en par seguido de los cristales rompiéndose, vi como Carlisle salio aventado cayendo con un fuerte estruendo.
Ahí estaba Charles, ahora parado en el hall de mi hogar, con ojos profundamente escarlatas y el cabello con una tonalidad rojiza oscura. No había cambiado, seguía siendo igual de atemorizante a mis ojos.
Toda mi humanidad pasó frente a mí de nuevo, al tener al destructor de mi vida mirándome con picardía.

- ¡Pero mira que bonita esta mi esposa! - exclamo con el mismo tono odioso con el que me había hablado en los primeros años de mi vida.

Ante su mirada me sentía sucia, era volver a esos escalofriantes días. Quería gritar, correr, hacer algo pero mis pies parecía que estuvieran clavados al piso. No recordé que Carlisle estaba en el piso por lo que no pensé y me acerqué a el con rapidez sin embargo con eso misma rapidez Charles me tomó por la cintura y me pegó a el.

- ¿Piensas huir de mi como lo hiciste hace algunas décadas, amor?

Me sentía débil, vulnerable, traté de alejarme de el sin mucho éxito. Los helados dedos de Charles recorrían mi rostro y acariciaban mi cabello. Noté como alejaba los mechones de mi cuello y lo que sucedió después pasó increíblemente rápido; sus labios se acercaron peligrosamente a los míos pero tomaron una dirección que me tomo desprevenida: mi cuello. Pasó la cicatriz que Carlisle me había dejado hace años al salvarme y de un momento a otro sentí sus afilados dientes dentro de mi piel.

Clave mis uñas en su espalda mientras un grito ahogado salía de mi pecho, mi cuerpo helado e inmóvil, mis piernas temblaban y mis manos le pegaban puños en el pecho en el fallido intento de que me soltara, pero el seguía mordiendo e inyectando ponzoña con gruñidos sonoros y aterradores, mi grito fue acabando en solo un débil gemido, todo parecía ser tan lento, cuando en realidad fue cuestión de segundos. Charles se aparto abruptamente de mi cuello arrancando a su paso un pedazo de mi piel, me percate casi en el momento de que Carlisle le había pegado un puñetazo en la cara, Charles tomaba posición defensiva contra Carlisle, yo estaba en estado de shock, no tenia la menor idea de cómo reaccionar, y aunque la hubiera tenido, mi cuerpo no respondía. Solo me limitaba a mirar, nunca había visto tan furioso a Carlisle y mucho menos con ese brillo de venganza en sus ojos, Charles en cambio se reía burlonamente mientras posaba su mirada en mí.

- ¿Así que con este pobre idiota estás? Ahora verá lo que le pasa por haberme quitado a MI esposa.

Carlisle al escuchar las últimas dos palabras de Charles se volvió loco y arremetió contra el, Charles gruño e hizo lo mismo. Tomaba mi cuello asustada y asqueada, hace nada que los labios de los que huí habían estado ahí.
Escuché un grito y supe rápidamente que se trataba de Alice, Jasper se unió a la pelea mientras Edward alejaba a un Carlisle fúrico y Emmett protegía a las chicas en caso de que Charles fuera hacia ellas.

Alice trataba desesperadamente zafarse de Emmett para ir hacia Jasper sin embargo el ya lo tenía todo bajo control. Rosalie me miraba en el mismo estado que yo, Edward trataba de tranquilizar a Carlisle.

- ¡¡Ese mal nacido!! ¡¡¡¡Te ordeno que me sueltes Edward!!!! ¡¡Mataré a ese tipo!!

Edward hacía lo que podía para mantener en sus brazos a mi esposo; "mi esposo", mi mirada viajo hasta Charles que trataba de luchar débilmente contra Jasper. Una ola de tranquilidad me inundó y pude aclarar mi mente para siquiera abrir la boca.

- ¿Qu... quien... es el? - pregunto entre unos cuantos gruñidos Emmett.

Charles me miró con la burla grabada en el rostro.

- Vamos, cariño, diles quien soy

Jasper lo tomó aún más fuerte por el cuello claramente enfadado. Mi mano seguía presionando con fuerza mi cuello, la ponzoña recorría mi cuerpo dándome una sensación nada placentera, escuche las palabras de Charles mientras observaba la escena con sufrimiento, los ojos llenos de cólera de Carlisle me hacían sentir terrible, los gruñidos de Emmett, la furia de Jasper, la preocupación de Alice.
Gemía mientras pensaba en que contestarle a Emmett, ¿quien era Charles?... esa pregunta me destruía, ¿era el patán que arruino mi vida? ¿O mi primer esposo? Mire a Carlisle con miedo y confusión.

- El... el es… - un gemido se escapo de mis labios, negué con la cabeza desesperada - mi... esposo...

No podía creer lo que había dicho, ¿era eso cierto? Yo tenia un compromiso con el, además fue la primera persona con la que me case, el padre de mi hijo. Después de todo, nunca nos divorciamos. Sentí que caería al piso, solo escuche las risas de Charles y las miradas fijadas en mi, no me atrevía a mirar a Carlisle o a alguno de mis hijos. Carlisle se volvió más loco aún, las carcajadas de Charles resonaban en mis oídos. De un momento a otro Jasper le arrancaría la cabeza.

- El... - Alice tuvo el valor de hablar - el no es tu esposo
- Eso no es lo que dijeron sus padres, niñita - Jasper lo golpeó

Alice lucía confundida, a pesar de que mis hijos sabían lo que sufrí cuando era humana era bastante sorprendente que el hombre que arruino mi vida estuviera allí presente destruyendo lo que más quería en esta existencia.

- ¡¡Emmett, ayúdame!! - mi hijo fue en auxilio de Edward para sostener a Carlisle.

Di un paso para acercarme a él pero Jasper me detuvo.

- Esme, ahora no

No hice caso y fui hasta el, nunca lo había visto así y era doloroso de mirar. Con una mano levanté el mechón de su cabello que caía a causa de todo el revuelo y pareció relajarse un momento, acaricié con el dorso de mi mano su mejilla y le di un pequeño beso en los labios.

- Lo siento – susurré

Mi rostro aun se encontraba a escasos centímetros del suyo, desde mi posición pude notar la misma tranquilidad que Carlisle siempre me hacia sentir, de nuevo su mirada era oro fundido, Edward y Emmett soltaron lentamente a Carlisle, algo que de verdad debía agradecerles. Sus manos se enredaron con un movimiento sutil en mi cintura, yo baje mi mirada, su olor dulce se hacia mas intenso, mareándome de culpabilidad por lo que había hecho…
Sus labios se posaron suavemente cobre los míos, yo me quede inmóvil, siempre para mi habían tenido un sabor a gloria, ahora solo podía sentir mi amarga traición en ellos, sin embargo eso a el pareció no importarle, sus labios tomaron un movimiento suave con los míos, mis manos fueron a su cuello, cada vez que sus labios me daban un espacio sollozos casi inaudibles salían de mi garganta.

Todo detrás de mi eran simples ecos, las respiraciones poso constates de Edward y Emmett y un paso de Jasper, luego pasos violentos que apenas me dieron momento de reaccionar cuando manos ásperas tomaron mi cabello con brusquedad y una boca amarga de ira se desataba en mis labios con pasión colérica, la lengua de Charles me asqueaba mientras tiraba de mi cabello, Edward y Emmett tomaron a Carlisle antes de que abalanzara sobre nosotros.

- ¡Aléjate de ella! ¡Suéltala maldito bastando! ¡No te pertenece! – Los gritos de Carlisle me partían el alma, escuchaba los forcejeos que tenia con Edward y Emmett - ¡¿eso es lo tanto que quieren a su madre?! - les reprochaba a gritos. Edward y Emmett no respondieron.

En menos de un segundo se escucho un gruñido, claramente proveniente de Rosalie, ella pareció caer encima de Charles que no se desprendió de mi cabello hasta caer al suelo del salón. asper fue hacia nosotros tratando de alejar a Charles entretanto Emmett sujetaba a Rosalie por la cintura tratando de no hacerle mucho daño. l parecer Alice había llamado a Bella porque sentí que las manos gentiles de mi hija me levantaban, Jasper tenía de nuevo bajo su dominio al que hace años era mi esposo.

- ¡Tu y yo, nos vamos! – gritó Charles fuera de sí

- ¿Quién se va? – rápidamente mi vista viajo hasta la entrada donde cierta niña de rizos color cobre lucía confundida.

Edward estaba sorprendido de que su hija hubiera venido hasta acá por su cuenta, esto no era una escena que una niña deba ver.

- Alice, llévate a Reneesme de aquí – ordeno Emmett, su semblante estaba serio.

- Papá, ¿Quién es ese señor? – Nessie no miraba a nadie más, solo al hombre de cabello rojizo que Jasper sujetaba. Nadie le contesto a la nena, solo se escuchaban los forcejeos de Charles por quitarse a mi hijo de encima.

- Este señor, linda, es el esposo de ella – Charles habló y me señaló

- No es cierto, la abuela Esme es la esposa del abuelo Carlisle – Nessie miraba a Edward en busca de respuestas. Charles estalló en carcajadas.

- A ella no la metas – por primera vez Carlisle parecía calmado.

Alice fue hasta mi nieta y la tomó en brazos. Bella tenía su brazo alrededor de mi cintura y lo miré; una tristeza infinita lo consumía, se veía débil y no fui lo suficientemente valiente para decirle lo mucho que lo amo.

- Ahora si me sueltas, rubio, quiero irme lo más pronto posible con mi esposa – Jasper me miró y solo asentí con la cabeza, aún así Jasper no lo soltó.

A pesar de que mi matrimonio con Charles fue hace años, me había comprometido con mis padres en seguir con el pasará lo que pasará. No lo cumplí hace mucho y debía hacerlo ahora. Tenía bajo mi conocimiento que mis padres sufrieron demasiado cuando fui con aquella prima a tener mi bebé.

- Chicos, suéltenme por favor, les juro que no haré nada – Carlisle lucía cansado, Emmett y Edward a regañadientes lo soltaron y fue hacía mi – Te vas…

No era una pregunta, hasta el sabía que me iría con el tipo que me lastimo. Bajé la mirada tratando de reprimir sollozos sin lágrimas, Carlisle tomó mi barbilla e hizo que lo mirará.

- Dime que aún lo amas, dime que lo amas más que a mi – trataba de alejarme de el y no tener que contestar esas afirmaciones absurdas – Si tan solo lo dices, no volverás a saber nada de mi

Las palabras de Carlisle me partían el alma, no podía mirarle a los ojos, simplemente era una tortura, jamás me había puesto en una situación como esta, simplemente no podía responder a eso, yo seguía esforzándome por salirme de sus manos, por evitar su mirada.

- Esme... - murmuro el, en un tono que pareció una suplica.

Yo le mire conteniendo los sollozos, simplemente no podía verle así, negué con la cabeza sin saber que contestar, yo no amaba a Charles, pero debía hacerlo, era mi deber. Tome la mano que tenia en mi barbilla, por primera vez sentí que mi corazón me pesaba cuando me vi obligada a apartarme de el; dejándole con una pregunta, dejándole con mi alma, dejándole con mi espíritu. Jamás podría amar a alguien mas que no fuera el.

Caminaba con pasos lentos mientras evitaba mirar a mis hijos, todos tenían facciones confundidas, a Reneesme le dedique una sonrisa un poco esforzada, me agache para quedar a su altura di un beso en su mejilla.

- Esme... - susurro Emmett, yo preferí no mirarle para evitar más preguntas o recuerdos torturadores.

No me extrañaba que Alice luciera confundida, al igual que Edward, sabía que yo aun no tenía un rumbo o decisión alguna, y mis pensamientos eran confusos.

- Charles... - susurré algo suplicante

- Jasper – habló con voz firme Carlisle – ya escuchaste a… Esme – su voz se quebró al decir mi nombre y el tono frío y distante que utilizo me dolió aún más – suéltalo

- Pero… - Jasper no lo podía creer

- ¡¡Que lo sueltes!! Mientras más rápido se vayan de mi casa, mejor – miré al amor de mi vida que me dedico una sonrisa cortés y subió a la que hace no mucho era nuestra habitación


Luisa: Esa última frase... [saca un pañuelo]

Sam: [Se suena la nariz ruidosamente] Lo se...

Luisa: La despedida de Carlisle & Esme... ¡¡Ahhhh!!

Sam: Shh, eso es para el siguiente capítulo, bueno, digan que les pareció ^^

Luisa: Los reviews hacen que nuestra imaginación vuele y podamos terminar este fic con un final feliz, todo depende de ustedes

Sam: Sin más nos despedimos... Mismo lugar...

Luisa: Misma historia...

Sam&Luisa: ¡¡Hasta la vista!!