DISCLAIMER! Bree no es mia, Riley tampoco (aunque el actor si ), el contexto de la historia menos.. y bla bla bla. Todo es de Meyer.
Sera siempre igual
-¿Estas perdido muchacho?- me había dicho Victoria aquella vez en el muelle. Por supuesto que no estaba perdido, me faltaban apenas 3 cuadras para llegar a mi casa. Voltee a ver de donde venía esa voz angelical, y fue cuando la vi. Era hermosa. Tenía cabello rojo que caía en cascada por su espalda, una piel de porcelana, blanca y perfecta, cuerpo de modelo, o quizá mejor y una sonrisa capaz de deslumbrar a cualquiera.
Aún así de perfecta tenía algo que causaba que una voz en mi interior me dijera: aléjate de ella. Sus ojos. Eran aún más rojos que su cabello y le daban un aspecto salvaje, letal.
Sin darme cuenta, retrocedí un paso.
-¿Cómo te llamas?- preguntó acercándose a mi.
-Riley- retrocedí un paso más.
-¿Quieres ser poderoso, Riley? ¿Inmortal?
No me dio tiempo a responder. Sonrió de forma felina dejando entrever sus relucientes dientes blancos y se abalanzó sobre mí. Apenas tuve tiempo de soltar un grito ahogado antes de que algo me cortara la yugular. Luego sentí mucho frío y, poco después, un calor abrasador. Caí al piso, cerré los ojos y me dejé llevar.
Vampiro. Eso era yo ahora. Sin alma, aunque poderoso.
Caminaba por el mismo lugar en el que había sido convertido, buscando a mi próxima víctima. A pesar de que eran apenas las 10 de la noche, la calle estaba desierta. Seattle se ha convertido en una ciudad muy peligrosa- se escuchaba decir.
De pronto oí unos pasos detrás de mí. Una muchacha caminaba apresuradamente por el callejón hacia el muelle. Aquí vamos- me dije y la enfrenté.
Era apenas una niña de unos 15 años. Tenía cabello oscuro que caía hasta su cintura en pequeños y perfectos bucles. Tenía ojos verdes, muy bonitos y un lunar debajo de su ojo izquierdo. No puedo hacerlo- pensé por unos segundos, pero luego recordé las instrucciones de Victoria, mi sed y me dije que no podía fallarle.
La chica se paró en seco cuando se topó con migo y atinó a darse la vuelta y regresar por donde había venido. Le sonreí. Ella me miró nerviosa y luego, después de pasear la vista por mi cuerpo me devolvió la sonrisa. Hermosa-pensé.
-¿Estás perdida muchacha?- reí para mis adentros pensando en lo irónico de la situación: el mismo lugar, la misma frase…
-No, gracias-respondió. La voz le temblaba. Podía sentir su corazón latir rápidamente y su sangre bombeando de la misma forma. La garganta me ardía, el dolor era insoportable, la quería. Dio un paso atrás y yo adelanté uno. No podía dejar que escapara.
-¿Quieres una hamburguesa?- ¡¿Qué demonios? ¿Qué era lo que acababa de preguntarle? Jamás me imaginé preguntando semejante estupidez. Era obvio que su respuesta sería no. Ya, ¿Quién acepta una hamburguesa de un desconocido?
-Eh… claro.-su respuesta me sorprendió más aún. La conduje hasta mi auto y le dije que iríamos a un Burguer king.
-¿Cómo te llamas?
-Bree, ¿y tú?
-Riley- sentí pena por Bree, parecía buena chica. Quise dejarla escapar, poder advertirle de lo que iba a pasarle, pero mi sed era insoportable y Victoria me había prohibido cazar hasta que no le llevara 19 humanos a convertir. Y Bree era la número 19.
-¿A dónde me llevas? Burguer esta en la otra calle-dijo alarmada. Sus latidos se aceleraron más y había comenzado a temblar.
-Lo siento, de verdad.-dije, y luego la aporreé contra el vidrio del asiento del acompañante.
Entré a la casa que Victoria me había indicado con Bree en mis brazos. Sus intentos de escapar eran tan patéticos que me daban pena. Victoria me esperaba en el living.
Miró a Bree con gesto evaluativo y me dijo:
-Es muy pequeña, ¿qué edad tiene?- levanté los hombros haciéndole entender que no tenía idea de su edad.
-Fue lo único que pude conseguir, tómala o déjala. De todos modos tendremos que matarla.-Bree chilló.
-¿Quieres ser poderosa niña? ¿Inmortal?- dijo Victoria mostrándole su mejor sonrisa gatuna.
-Cierra los ojos Bree.-fue lo último que le dije antes de que Victoria se abalanzara sobre ella.
:) Reviews reviews reviews :) jajaja. Espero que les haya gustado tanto como a mi!
Que tengan un buen dia,
Emily V. Howe.
