La luz de tus ojos, solo en ella me siento cómodo. Daría lo que fuera por retroceder el tiempo y ver esa luz que ciega mi alma. Quiero tenerte junto a mí, quiero ser para ti, al menos por un segundo de mi martirio
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En una base de armamento del gobierno se planeaba encontrar la solución para lograr la victoria del país en una guerra futura. Tales inventos fueron desarrollados por más de 15 años. Ese día se pensaba que lograrían tenerlo listo y convertir su país en un ejemplo para el mundo. La persona a cargo de la investigación, Kira Seijirou, decidió que ese día encenderían su valiosa arma
-Ha sido mucho tiempo de esfuerzo y dedicación para nuestro país, llevamos la ciencia más allá de los límites de la actualidad y logramos desarrollar una increíble mente artificial capaz de obedecernos en nuestras futuras guerras. El mundo alabará tal logro – Decía enfrente de todos el Jefe de la investigación – Hoy es el día, de ver los frutos de nuestros esfuerzos.
Se escuchó una gran ovación de parte de todo el personal que se encontraba escuchando su discurso.
-Padre, voy a encenderlo – Pedía autorización una joven oji-azul, que llevaba lentes y una bata
-Hazlo Hitomiko – allí fue donde comenzó todo.
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-Ranmaru, pásame la pelota – Pedía un pequeño peli-gris a un peli-rosa con 2 moños, que tenía ojos color cyan.
No sólo se encontraban los dos niños, sino también su grupito de amigos. Un niño entusiasmado y alegre, peli-castaño de nombre Matsukaze Tenma; un chico con un semblante frío y serio pero con gran corazón, con cabello azul oscuro llamado Tsurugi Kyosuke; un arrogante peli-azul llamado Kariya Masaki; y un inocente peli-azul llamado Kagemaya Hikaru. Además el pequeño peli-rosa se llama Kirino Ranmaru y el peli-gris, Shindou Takuto.
Todos vivían en un pequeño pueblo a orillas del mar, se habían conocido todos desde la guardería y no se querían separar apenas a los 10 años de Ranmaru y Takuto, y los nueve años de Kyosuke, Hikaru, Masaki y Tenma. A parte de Ranmaru, las demás familias eran muy bien posicionadas económicamente y si querían podían irse de ese pequeño pueblo, pero los niños no querían irse y dejar atrás a Ranmaru, por lo menos hasta que todos fuesen mayores y pudieran ir a estudiar con él en otra ciudad, al menos ése era su sueño.
Ranmaru sólo vivía con su madre, en una casa promedia, debido a la prematura muerte de su padre cuando el sólo tenía 6 años. Encontró apoyo en sus amigos y ellos deseaban estar todos juntos, pero eran muy pequeños para decidirlo.
-Allá va Takuto – El oji-cyan le lanzó la pelota, pero por el impulso se cayó, y se golpeó contra el suelo. – A-ay – Se sobaba donde se había dado el golpe.
-Jaja, ay Senpai que torpe es – Se burlaba a carcajadas Masaki
-No te burles de él – Le miró Takuto mientras corria a auxiliar al menor – ¿Te encuentras bien? – Le extendió la mano al peli-rosa, la cual aceptó con gusto, sonriéndole
-Si estoy bien, gracias – Se levantó y se estiró un poco, para besar la mejilla de Takuto en forma de agradecimiento con un tierno sonrojo en sus mejillas. Ante eso Takuto le sonrió embobecido.
-Tsk, consigan otro lugar para coquetear, ya se está acercando la hora para ir a casa – Ante lo dicho por el peli-azul de ojos ámbares, ambos se separaron riendo nerviosamente. Tsurugi vió su reloj y se dio cuenta que en efecto ya debían irse – Parece que nos pasamos de hora. Chicos los veo mañana ya debo volver a casa. Vamos Tenma te djo en tu casa –Esta vez se dirigió al peli-castaño. El cual dio un saltito de felicidad.
-¡Viva! – Se volteó a ver a los demás – Nos vemos mañana – Los despidió con la mano, y los demás devolvieron el gesto. Luego fue tomó la mano de Tsurugi mientras iban al auto de la familia Tsurugi, donde los esperaba su respectivo chofer.
-Y después dice que somos nosotros los que coqueteamos – Dijo riéndose el peli-rosa, haciendo que los demás también rieran.
-Nosotros también nos vamos Senpais – Habló el pequeño Kageyama, haciendo una pequeña reverencia –Invité a Masaki a ver una película en mi casa – Habla sonrojado, y sonrojando de paso a su compañero.
-Valla, valla, con que esas son tus andanzas, eh – Dijo riéndose el peli-rosa
-Sólo voy porque la película lo asustaría tanto que empezaría a molestar mañana porque tiene miedo
-Pero es una comedia – Comentó inocentemente, haciendo que una gotita resbalara por la nuca del mayor, mientras los mas grandes reían ante eso.
-Ejhem – Se aclaró la garganta – Bueno, vámonos ya –Dicho eso, Masaki se fue de la playa en la que estaban, siendo seguido por un Hikaru que les hizo otra reverencia a sus Senpais.
-Oye Takuto – Volteó a ver a su querido amigo, una vez se fueron todos
-¿Qué pasa? – Le contestó con una linda sonrisa
-¿Crees que podamos seguir viviendo como ahora?
-¿A qué te refieres?
– Preguntó algo confundido, acariciándole su mejilla derecha con el dorso de su mano, provocando un tierno sonrojo en el peli-largo
-Es que yo soy muy feliz con todos ustedes y a pesar de que a veces peleamos, ustedes son mi familia, no quiero que nos separemos –
Dijo con la mirada gacha. El peli-gris no entendió la razón del comportamiento de él, pero su deber era darle su total apoyo
-No pienses en cosas asi, siempre estaremos juntos, siempre estaremos para ti
-¿Lo prometes?
– Preguntó sonriéndole esperanzado a Takuto
-Te lo prometo – Y asi lo abrazó. Hay cosas que son difíciles de cumplir…
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Habían transcurrido 2 horas desde que se encendió la mente artificial capaz de lograr victorias, poseedora de una increíble tecnología avanzada, y siendo un secreto del gobierno. Todos los científicos se dieron cuenta que sus esfuerzos de quince años, lograron crear una increíble mente artificial capaz de superar la razón del humano, pero le dieron demasiado poder a esa maquina.
La mente artificial en cuanto fue encendida, le bastó dos minutos para destruir completamente el laboratorio donde fue creada, se fusionó con la tierra y lodo que habían en los jardines, y con algunos animales, dándole una apariencia monstruosa. Era una terrible arma de guerra que estaba en su contra, de sus creadores; y tras de eso tenían habilidades y una mente brillante, si eso escapaba de la base, el mundo podría correr un grave peligro en esa situación.
-Pa-padre – Llamaba Hitomiko con una gran herida en la pierna, a su padre,el cual tenía una herida en el brazo. Lamentablemente, ellos eran los menos heridos del grupo de científicos -¿Qué ha-haremos a-ahora? N-Nuestro plan fa-falló
-Le di-dispararemos bo-bombas, asi perderá su e-estabilidad y podremos destruirle
– Oprimió un botón que indicaban mísiles y fijó el punto donde se encontraba el monstruo, ya que no se podría llamar diferente a semejante cosa. Alli las bombas estallaron.
-Estoy se-seguro que con e-eso lo afec-afectamos asi s-sea un po-poco, y no te preocupes ya llamé a las o-otras ba-bases, ellos lo bu-buscaran y-y-y lo destruirán, mu-muy pro-pronto también vendrán por nos-nosotros
-En-Entendido, pa-padre.
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En efecto, las bombas lograron darle al monstruo, según sus análisis internos tendría que reconstruir gran parte de su sistema, pero también detectaba que varios vehículos venían, asi que entró al agua y nadó lo mas lejos que pudo. No llegó tan lejos como hubiese querido, pero el creía que a esa distancia era suficiente para que no lo alcanzaran, se detuvo en esa playa y apagó su detector, para que no pudieran rastrearlo. Él odiaba completamente haber sido creado por inútiles humanos, sólo habían pasado 2 horas, pero le molestaba seguir las órdenes de alguien tan inferior. Ya después buscaría su venganza, no sólo contra los del gobierno, sino también contra todos los humanos
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Ranmaru había llegado al lugar donde él y sus amigos siempre jugaban en las tardes, en la playa. Como llego una hora antes no había nadie cerca, asi que decidió pasear un poco la playa mientras los demás llegaban.
Llegó a una zona que no conocía y escuchó un terrible rugido, su sentido común le decía que debía alejarse de ese lugar, pero le ganó su duda, asi que siguió adelante. Al llegar encontró, algo que el creía saber que se parecía a pie grande o algo asi. Tomó una rama para comprobar se estaba vivo. El monstruo gruño, haciendo que el peli-rosa se cayera al suelo.
-¿Cómo te atreves a tocarme? – Gruñó molesto el monstruo, asustando a Ranmaru
-S-Solo quería saber si se encontraba bien – Decía, mientras temblaba un poco
-¿Qué te importa si estoy bien? – Decía muy molesto – ¿Acaso viniste a molestarme? Si es asi puedes largarte, asqueroso humano – El peli-rosa se molestó por lo que dijo el monstruo, si interesaba de si seguía viva ¿y asi le pagaba?
-Oye – Se levantó del suelo y lo miró con más confianza – No te he dicho nada grosero, para que los demás te acepten, tú debes aceptarlos primero.
-¡Tu no me mandas!
-¡Tu a mi tampoco! Si yo quiero, me quedaré aquí, por lo que veo está herido asi que no lo puedes impedir
– Sonrió victorioso mientras se sentaba donde antes había caído. El monstruo decidió dejar de pelear, ya que eso gastaría mas sus circuitos y no valía la pena
Luego de un rato el oji-cyan comenzaba a aburrirse y a sentirse culpable por hablarle asi a esa criatura, asi que se giró a verlo tiernamente
-Oye, lamento si me comporté mal antes, pero no deberías ser tan gruñón, yo solo quiero conocerte, ne? – El monstruo no le contestó, Ranmaru suspiró y decidió continuar – Yo soy Kirino Ranmaru, tengo 10 años, mucho gusto – Volvió a sonreírle. El monstruo lo pensó un poco, se veía realmente tierno y aunque hubieses empezado mal, ahora veía a la único persona que le había sonreído con sinceridad y no con ganas de usarlo o con miedo. Técnicamente se enamoró de su sonrisa
-Yo soy una maquina creada por el gobierno, fui encendido ayer, y también trataron de destruirme mis creadores – El monstruo esperaba que el infante se asustara y saliera corriendo, pero en cambio siguió sonriendo.
-Eso es genial, no todos los días ves algo tan especial
-¿Crees que soy especial?
-Para mí todos son especiales, tu también los eres
Y asi pasaron un rato conversando, el monstruo no quería que le pasara nada a ese bello peli-rosa que le hablaba tan amablemente, por eso si destruia la Tierra, sólo a él lo dejaría vivo.
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-¡Ranmaru! – Gritaban todos su amigos recorriendo la playa. Ya habían pasado dos horas desde que acordaron encontrarse y él no aparecía, fueron a su casa y su madre les dijo que él había salido una hora antes. Todos estaban muy preocupados, no era normal que él se perdiese asi, algo malo le tuvo que haber pasado.
-Creo que es mejor llamar a la policía – Propuso preocupado Kyosuke, ya lo habían buscado en todas partes donde él solía ir
-Vallan ustedes, yo recorreré la playa una vez mas, nos encontramos en mi casa – Dijo Takuto
-Hecho – Y asi cada uno partió, dejando a Shindou preocupado corriendo alrededor de la playa
-Ranmaru, ¿dónde estas? – Susurró para sí
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Estaban hablando tan tranquilamente, que cuando se fijó en la hora se sorprendió de todo el tiempo que había transcurrido.
-Oh no, deben estar preocupados por mi, van a matarme – Decía el pequeño peli-rosa, mientras el monstruo se tomaba muy literal lo que dijo
-¿Quién te matará? Si las verá conmigo si siquiera lo intenta – Juraba el monstruo, a lo que al oji-cyan le bajo una gotita
-Es solo una expresión – Reía nervioso, mientras que el monstruo volvía a estar tranquilo – Si quieres puedo venir a verte mañana otra vez
-Ya mañana me habré ido
– dijo algo triste de separarse del chico, mientras este bajaba la cabeza también algo triste – Prométeme algo
-¿Qué cosa?
-No le digas a nadie sobre mi
-¿Por qué no?
– Él planeaba contarle todo a sus amigos
-Sólo promételo, si? – Aunque Ranmaru seguía confundido, asintió – Adiós, Ran
-Adiós
– Y asi se fue el pequeño niño
-No te preocupes mi Ran, no será un adiós eterno, no dejaré que te vallas de mi lado. – Susurró para sí, mientras lo veía alejarse
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-¡Ranmaru! – Aún gritaba el pequeño y preocupado Takuto, imaginándose hasta el peor escenario posible, cuando la vocecita mas hermosa lo sacó de sus pensamientos
-¡Takuto! – Ahí venía Ranmaru corriendo hacia él, el peli-gris no lo dudó y también fue hacia él, cuando llegaron se abrazaron, aunque Takuto con mucha fuerza – T-Takuto, no r-respiro
-¡Tonto! ¡¿Por qué hiciste eso?! Me tenías muy preocupado, y no solo a mi, todos están buscándote, no desaparezcas asi otra vez, entendido?
– Lo soltó un poco para tomarlo de los hombros mientras algunas lagrimas caian de sus mejillas, realmente se había asustado
-Lo lamento, Takuto. No volverá a ocurrir – Lo abrazó otra vez, poniendo su cabeza en su pecho, mientras este le acariciaba si cabello rosa.
-¿Y donde estabas? – Le miró ya mas tranquilo
- ¿Eh? – Lo miró a los ojos. Recordó lo que le dijo el monstruo – Sólo me perdí en una parte de la playa que nunca había visto.
- Entonces para la próxima no vuelvas a venir tan temprano o por lo menos no vayas a lugares que no conozcas, tu solo
– Le sonrió y le besó la mejilla.
-Si
Luego ambos fueron a casa de Takuto, que era el centro para reunirse. Alli algunos se abrazaban a Ranmaru, otros lo regañaban, y otros simplemente aliviados, la policía le aconsejó que no volviera por esos lares. Él sólo asintió, si supieran lo que realmente hubiese pasado no lo creerían, pero una promesa es una promesa
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Al día siguiente, el monstruo volvió a la base dispuesto a demostrarles a los débiles humanos que nunca podrían contra él y a lograr su plan secreto que formuló el día anterior.
Intentaron con diferentes armas, recursos, estrategias, pero era simplemente imposible de destruir. Cortos de ideas, y ya con las heridas mas o menos curadas, Kira alzó una bandera blanca en señal de derrota y con un megáfono se dirigió al monstruo
-¿Qué es lo que deseas para que dejes de destruir la base y no le hagas daño al mundo? – El monstruo simplemente sonrió, todo salía de acuerdo a su plan – Te daremos lo que quieras con tal de que pares esto y no hagas mas daño – El gobierno se sentía realmente impotente y humillado, tener que rogar la vida era demasiado.
-Tengo un deseo, si lo cumplen dejaré de destruir pero si no lo cumplen destruiré la Tierra entera hoy mismo – Tenía una risa muy maliciosa, no parecía una amenaza, parecía una promesa que cumpliría
-¿Qué es lo que deseas?
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Los niños estaban jugando como siempre lo hacían en la playa, esta vez Tenma decidió recoger a Ranmaru a su casa para que no volviera a pasar lo mismo que el día anterior. Todo estaba bien, hasta que de repente llegaron unos hombres en una camioneta negra y se dirigió a ellos.
-¿Alguno de ustedes es Kirino Ranmaru? – Dijo un hombre mostrando su placa para calmar a los niños, no querían que ellos pensaran que los iban a secuestrar o algo ai
-Soy yo, ¿Ocurre algo? – Al decir eso, el hombre lo tomó de la mano
-Llevame a tu casa, debo hablar con tu madre acerca de una misión del estado
-Que misión del estado ni que nada
– Dijo Kariya acercándose a ellos para proteger a Ranmaru, todos se acercaron a él a hacer lo mismo – No dejaremos que te lo lleves así como así.
-¿Por qué mejor no vamos a mi casa? Es mas grande y asi podremos identificar si son de verdad del gobierno
– Dijo esta vez Takuto que se paró delante de Ranmaru protegiéndolo
-De acuerdo, desde allí avísale a tu madre para que hablemos allá – No servía de nada pelear con los niños, pensó el hombre.
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En la casa de la familia Shindou se encontraban los padres de todos los niños, estaban los niños, el sujeto que les había mostrado la placa y 3 personas mas del gobierno. El padre de Hikaru también trabajaba en el Gobierno, a pesar de no tener conocimiento del por qué estaban todos buscando a Ranmaru, podía asegurar que las placas eran reales.
-Mi nombre es Saginuma Osamu, soy la mano derecha del funcionario mas alto del gobierno – Todos en la sala miraban atentos y aun con duda – Tal vez suene algo extraño lo que estoy a punto de decir, menos para ti Kirino Ranmaru
-¿Por qué?
– Preguntó la Sra. Kirino que tenía a su hijo a su lado.
Comenzó explicando el verdadero motivo por el cual Ranmaru se había "perdido" ayer, todos estaban sorprendidos y algunos no lo creían. El peli-rosa solo agachaba la cabeza, mientras todos lo miraban sorprendido.
-¿Cómo se enteraron? Se suponía que nadie debía saberlo – Dijo el peli-rosa aun con la mirada abajo
-Ese monstruo llegó a nuestra base central destruyendo todo, nos humilló terriblemente, y con la condición de que no destruyera el mundo le decidimos conceder lo que él quisiera. El nos contó lo que pasó ayer con ustedes y luego nos pidió su deseo
-¿Y-Y qué pidió?
– Preguntó algo nervioso Takuto, eran muchas historias para un solo día
~~~o~ Flash Back ~~o~~~
-¿Por qué nos cuentas eso monstruo? – Preguntaba el científico que realmente no entendía la razón de si "historia feliz"
-Es simple, quiero que me entreguen a ese niño, si me lo dan ya no destruiré al mundo – Decía con una risa que heló a todos en esa sala
-¿Quieres que sacrifiquemos a un niño de 10 años? Eso es cruel – Habló esta vez Hitomiko
-Sacrificar es una palabra muy grande, sólo me lo llevaré de donde vive a otro país, yo viviré con él y él deberá quedarse conmigo y obedecerme en todo
-¿Lo quieres convertir en tu esclavo? Pero el fue amable contigo ¿Por qué le harias eso?
– Habló el científico mayor
-Vivir con humanos es detestable, lo sacaré de ese mundo y vivirá conmigo. Además sería normal que me obedezca, después de todo sigo siendo mas fuerte que él
-Acabarás con su vida
-Entonces hagamos un trato, que pase conmigo 6 años, donde me obedecerá y estará conmigo, luego de ese tiempo dejaré que decida si desea seguir conmigo o con los otros humanos, claro que querrá seguir estando conmigo pues soy mejor que ustedes. Y para que no esté en contra del Gobierno de otros países, el irá a la escuela y hará la mitad de las cosas que hace un niño de su edad, la otra mitad la pasará conmigo. ¿Qué dicen? ¿La Tierra o el niño?
-Pero…
- Hitomiko iba hablar pero fue interrumpida por el alto cargo del Gobierno
-Es mejor que sea solo un niño a que sea toda la Tierra – Le dijo a Hitomiko que quedó muda con sus palabras tan frias y sin llena de sentimiento – Monstruo, es un trato.
~~~o~ Fin del Flash Back ~~o~~~
Nadie se podia creer lo que habia salido de los labios de ese hombre. ¿Sacrificar a Ranmaru? Ellos no lo permitirían. Lamentablemente los únicos que pensaban así eran los niños y la Sra. Kirino que abrazaba fuertemente a su hijo que se había puesto a llorar.
-¡No dejaré que se lleven a mi hijo de mi lado! – Abrazaba aún más fuerte a su hijo, mientras los demás niños se ponían delante de ellos para protegerlos.
-Señora, es una misión que le fue encomendada a su hijo, él será a un héroe – Trataba de tranquilizarla Osamu, sin mucho éxito
-Vallan a buscar otro héroe, no toquen a Ranmaru – Esta vez habló el peli-gris
Había mucha tensión en ese ambiente, podría empezar una pelea, hasta que el peli-rosa se levantó ante la atenta mirada de todos.
-Yo… Yo estoy dispuesto a sacrificarme por protegerlos a todos – Dijo aún con lagrimas en los ojos. Todos se sorprendieron, los del Gobierno estaban felices, los padres de los chicos lo miraban con pena pero para ellos era mejor sacrificar a Ranmaru que a sus hijos*, los niños no se la creían, y su madre solo lloraba
- Por favor, Ranmaru, no lo hagas – Lo tomó del brazo Takuto, mientras tenían lagrimas en su ojos, al igual que todos sus amigos
- Lo hago por ustedes, por protegerlos – Levantó el rostro y sonrió con melancolía. Luego se dirigió a Osamu –Dejen que vaya con mi madre, es la única condición – Los hombres lo pensaron un poco, y al final asintieron.
Decidieron que en una hora se llevarían a Ranmaru, asi que el se fue a empacar con su madre, ambos aún lloraban
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Ya había llegado el momento de que Ranmaru se fuera, todos sus amigos fueron a despedirlo, los padres de estos no se aparecieron. Todos se abrazaron en grupo mientras lloraban. Luego se despedían uno por uno de Ranmaru.
-No nos olvides nunca – Dijo el pobre y destrozado Tenma
-Nunca lo haré – Trató de responder tranquilo
-Eres nuestro héroe – Dijo esta vez el oji-ámbar
-Lo seré por ustedes – Seguía tratando de parecer tranquilo
-Te estaremos esperando siempre – Habló un pobre Hikaru, que aún no se creía lo que pasaba
-Yo regresaré – Cada vez era mas difícil parecer tranquilo
-Senpai, no cambies, siempre se tu por que esa es tu esencia – Habló Masaki muy dolido
- Y-yo jamás cambiaré – No podía más
-Lamentó romper tu promesa – Hablo Takuto que se mordía su labio inferior y apretaba los puños. Eso fue lo que hizo que Ranmaru dejara de estar tranquilo y se pusiera a llorar otra vez
-No fue tu culpa, algún día nos volveremos a ver, por favor espérame – Lo abrazó fuertemente – Toma para que no me olvides – Le dio un pañuelo blanco
-Pero tu abuela te lo regaló
-Quiero que tu lo tengas
– Le sonrió y se separó de él
-Entonces toma tu mi pañuelo, éste me lo dio mi tío antes de morir, recuerdas? – Le preguntó mientras de daba un pañuelo color azul oscuro. El menor asintió
Todos se volvieron a abrazar, y esta vez Ranmaru le dio un beso a Takuto, fue todo inocente y solo fue un simple contacto, que significó mucho para los dos
-Adiós – Fue lo último que escucharon mientras la camioneta se alejaba – Adios, mi querida familia, adiós Takuto – Susurró para sí Ranmaru
o Cinco años después
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(*) Esos padres, aunque me de rabia aún hay padres asi, que decepción
Este fué mi primer fic espero que les haya gustado
Dejen sus reviews para saber si no quedó tan mal como to creo TT TT
¿Quién creen que sea el alto cargo que le pareció bien sacrificar a Ranmaru?
¿Takuto olvidará a Ranmaru?
¿Pongo mas de las otras parejas?
¿Les gustó?
¿Quieren conty?
