Disclaimer: No soy Jotaká, no soy Warner. Inherentemente Harry Potter no me pertenece, pero me gusta hacer el tonto con los personajes.
Este fic participa en el tópico "Duelos entre Potterhead" del foro "Hogwarts a través de los años".
Me reto: Angelito Bloodsherry.
―Puedes repetirme, ¿por qué hacemos esto? ―Pregunta Pansy aferrándose fuertemente a la escoba.
―Porque no podías irte de Hogwarts sin haberte montado en una escoba―responde su rubia amiga sonriendo.
Había ciertas cosas que a Pansy le desagradaban, estar a más de tres pies de altura era una de ellas.
―En primer…―Pansy hace un viraje brusco cuando la quaffle le pasa muy cerca de la cara―… año monté una escoba, en la clase de vuelo.
―No es igual―chasquea la lengua Daphne―. Además, estamos jugando Quidditch.
La morena como puede empuja la quaffle marcando un tanto, pese a las condiciones, sonríe engreídamente.
―Si no me equivoco en el Quidditch hay siete jugadores, solo somos dos, unas tres pelotas, solo tenemos una, y es para demostrar al hombría de los jugadores.
―No fastidies, Pansy―gruñe la rubia marcándole un tanto.
Pero la respuesta, mordaz, de la pelinegra muere en sus labios cuando la condenada pelota le da en la escoba haciéndola girar bruscamente mientras cae.
― ¡JURO QUE PAGARAS ESTO, GREENGRASS! ―Grita cerrando los ojos fuertemente.
Escucha como su rubia amiga grita algo y puede sentir como desciende más lentamente, pero, igual termina aplastada contra el suelo.
― ¿Estás bien? ―Pregunta Daphne llegando a su lado.
―Define bien―masculle Pansy sujetándose la muñeca.
Podía sentir como su hueso no estaba en una posición normal y un dolor agudo comenzaba en su tobillo.
―Vamos a la enfermería.
―Esa es la mejor idea que has tenido en todo el maldito día―gruñe Pansy.
Sin embargo, se deja ayudar por Daphne y pronto las dos van rumbo a la enfermería, donde madame Pomfrey las mira de forma negativa y le aplica un ungüento morado y espeso en la muñeca a Pansy y le da una poción que sabía a huevos de doxy.
Pero la pelinegra, pese a los golpes y sus reclamos, estaba contenta de haber pasado ese tiempo con Daphne, cosa que jamás admitiría en voz alta.
―La próxima vez invitaremos a Draco y Blaise, incluso obligaremos a Theo, y nos irá mejor―comenta la rubia sonriéndole.
― ¡¿Estás loca?!
―Sabes que lo disfrutaste, Parkinson.
―Jódete, Greengrass.
¡Hola, hola!
N° de palabras: 348.
Espero te guste, Noe.
Amaly B.
