Querido Amor

Chokehold

Prologo


Si para un humano es insoportable cuarenta grados de calor y subiendo más y más, entonces, es verdaderamente imposible que personas tan frías puedan, apenas, acostumbrarse a vivir en aquel lugar 6 meses. Imposible.

California vive de noche, es algo asi como 'las vegas', pero tal vez se diferencia de que no hay demasiados casinos y la gente es un poco más amable y menos farandulera, aparte de ser hipócrita, mentirosa, y tampoco ahí casamientos express.

La familia Cullen vivía en California hace exactamente una semana; una semana de dolor, sufrimiento, calor, olores nuevos y personas nuevas. Sangre nueva. Pero el viejo refrán de 'casa nueva, vida nueva', no acentuaba para nada a esta particular ocasión.

Esto era el purgatorio para la familia Cullen.

No solo por soportar el calor

No solo por soportar a la gente… 'nueva'

No solo por empezar una nueva vida.

Si no por que no habían comido hace más de una semana.

Antes, ellos Vivian en él cómodo pueblo de Forks, un lugar frió, cariñoso, un pueblito. Allí todos se conocían, eran amigos, compartían en paz y no ocurría casi nada estrafalario ni escalofriante.

Vivian en paz, en normalidad.

Pero después de llegar una numerosa familia de los suyos, Forks se vio inundada de los fríos. Si antes eran pocos, hoy sobresalía su población, y con ellos, los recursos para vivir.

Antes, había en abundancia, osos, pumas, pero con el tiempo, tuvieron que empezar a cazar…conejos. Y ese estilo de vida, era bastante pobre con el que llevaban ya en su vida pasada antes de que llegaran sus invitados sin invitación.

Y tuvieron que mudarse, empezar una nueva vida, sobrevivir.

Y no a un lugar tan frió pero calido como el pueblito de Forks

Si no al lugar más inhóspito en el que pudiera vivir uno de su clase.

California

Hogar del astro rey en su máxima expresión

De las fiestas alocadas

La adrenalina

La locura

La avaricia.

Y un poco más la ciudad del pecado.

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-

Jasper Hale, Alice y Edward…Cullen, estaban en el Hall del departamento esperando a su 'padre' para ir de… 'excursión'. Hace más de treinta minutos que había llamado, diciendo que estaba en el trafico y seguramente demoraría unos treinta minutos más. Si, genial, una hora sin hacer nada de nada, mirando la gente moverse por el Hall del edificio.

Eso era lo latoso de vivir con tanta gente en un lugar, casi, sobre poblado.

Miraban como salían, entraban, y volvían a salir a la jungla o mejor dicho los principios de la tierra, con el calor que hacia… no era nada de extraño.

Alice ya no aguantaba más, ella nunca se caracterizo por ser una persona tolerable, se paraba de las sillas a cada cuarto de hora, se paseaba y se volvía a sentar, saludaba a los transeúntes y de vez en cuando iba a caminar afuera, pero volvía rápidamente por que el calor la sofocaba.

Jasper no omitía palabra para no perjudicar a los demás

Y Edward… le dolía la cabeza. Escuchando todos los pensamientos de los humanos, de verdad, no era nada grato.

'¡Tengo que llegar antes por que si no mi padre me va a matar…!'

'… creí que la reunión se había cambiado para el martes'

'… ¡Y recién son las ocho de la noche!... Martha me va a degollar al ver que no tengo la cena servida…'

Y seguían los pensamientos, unos más bobos, otros superficiales y otros tantos…anexos.

Sin contar los de Jasper y Alice, que era un dolor mucho más agudo en la cabeza, y obviamente que también 'anexos'. ¿En que podrían estar pensando unos vampiros, con este tipo de calor, enojados, hambrientos y malhumorados?

'… Si Carslile no llega en cinco minutos más, no va a vivir más de cincuenta años…'

'… ahora pasa por Humberstone y luego gira… ¡Rayos, otro trafico más!... ¿donde esta tu sentido de orientación Carslile?, muero de hambre.'

- ¿pueden dejar de pensar...YA? – pregunto Edward, casi sin pronunciar ninguna silaba.

Los dos los miraron sorprendidos por la reacción de su hermano. Pero volvieron a lo que hacían, sin pensar, si es que se puede. Edward se relajo notoriamente. Suspiro.

Edward estaba tan concentrado en oír pensamientos que no se dio cuenta que quedaron solos…con el recepcionista del edificio, quien miraba una pequeña televisión de blanco y negro con sus pies encima de la mesa, riéndose de una antigua comedia de los años noventa, haciendo eco en toda el hall.

Se sintió un 'tirin' del ascensor, marcando el número '1' con letras electrónicas rojizas, se abrió despacio y mostró a una chica de cabello castaño oscuro, piel nívea que llevaba un vestido bastante veraniego blanco, llevando en sus ojos unos lentes de sol.

¿Para que?, ya casi estaba oscureciendo….

Camino como si danzara, tanto Jasper como Alice y Edward se mostraban extrañados por el caminar de la chica. Y su piel extrañamente blanca al igual que ellos, y su cara, aun que aun tuviese las gafas, le daban una hermosura única…. Idéntica que ellos, casi parecían familia

- ¡Señorita Swan! – Dijo el conserje, parándose del asiento – le ha llegado una carta de Jacob Black – leyó el papel en sus manos – me dijo que se lo entregase de inmediato.

- ¡Claro! – sonrió, caminando hacia él – Hace tiempo que me debía esta carta… ¿a que hora se la a pasado?

- ¿serán sus tres horas? – respondió.

- Gracias, G.G.

La señorita Swan tomo el papel en sus manos y se quito las gafas dejándolas encima del mesón, permitiendo mostrar sus hermosos ojos color chocolate, profundos y sinceros, desdoblando el seguro de la carta y sacando el papel que contenía en su interior.

Sintió como tres miradas se dedicaban a contemplarla, subió la vista y pudo mirar a tres jóvenes casi iguales que ella, piel nívea, rasgos finos… pero luego se le callo el papel, Jasper sonrió.

- ¡Jasper Hale! – Grito la chica, luego de echarse a sus brazos de él - ¡No lo puedo creer! – siguió gritando.


Hola Crespusculianos: Bueno, espero que le den una chance al fic que lo inscribi tan inspirada... si tiene alguna queja, reclamo, sugerencia, tomatazo, haganmelo saber, no lo duden xD. Ojala se atrevan a dejarme un Rewie aun que sea para decir 'Hola' y el primer capitulo ya l oestare poniendo por que esta Listo.

Chokehold