¡Hola, Mina-san!

Bueno, se me ocurrió este mini fic que probablmente será un two o three shot. Eso depende de ustedes.

Ojalá les guste.

Despertó entre medio de los escombros. El sol del amanecer la iluminó y fue como si una pedrada le diera en el rostro. Apenas pudo levantarse. Tenía numerosas heridas en todo el cuerpo y magulladuras en la carne debido a los golpes que aquel ser maligno le había asestado la noche anterior.

Otra vez.

No recordaba cuantas veces se había enfrentado a él, pero no importaba, aún no podía apaciguar la cólera y el dolor que habían nacido un año atrás. Cada día entrenaba en los bosques más salvajes del mundo, en las montañas o incluso en el mar cuando las tormentas más peligrosas tomaban el control de las aguas, lo hacía con el objetivo de adueñarse de un gran poder que pudiera destruir a aquel individuo de una buena vez.

Tenía sed y hambre de poder, de venganza, de fuerza, de fortaleza...

Sin embargo, no importaba cuan fuerte se volviera, aquel individuo siempre la vencia, y mantenía aquella sonrisa ladina y perversa como si tan solo jugara con ella. Exacto. Solo un mero juego para él. Se divertía golpeandola y haciendola sufrir recordandole que él había sido el causante de la muerte de su hija, de su esposo y de sus amigos.

No quedaba nadie. Estaba sola.

Aún recordaba el fatídico día en que su mundo se hizo añicos frente a sus ojos sin poder hacer nada. El fin de la humanidad había llegado un día donde el cielo lloraba sin parar y rugía en forma de truenos y rayos. Había llegado a creer que la furia de los dioses se desataba sobre los mortales.

Los guerreros Z, incluído su esposo, habían tenido que ir a la batalla solo para encontrarse con el rostro de la muerte. Aquel nuevo enemigo había sido tan poderoso que los venció fácilmente. Ni Gokú ni Vegeta fueron lo suficientemente fuertes para enfrentarlo, pero al final, al menos habían podido acabar con el aliado de aquel terrible enemigo. Eso fue lo que realmente había desencadenado la furia de ese ser y lo que firmó la sentencia de muerte de los guerreros que luchaban por la justicia.

De eso ya un año. La población mundial había quedado reducida a menos del veinte por ciento, y todos ellos luchaban sin descanso contra el macabro. Habían creado una resistencia liderada por una de las mujeres más duras, fuertes y valientes que ella hubiera visto: Mai. Ella había sido testigo de como el lado guerrero de Mai había estallado a causa de la muerte de Trunks Brief. No obstante, nada de lo que ellos hiciera era suficiente. Black Gokú era un ser invencible que disfrutaba de matar. Si aún no había acabado con los humanos, no era porque no pudiera, sino porque estaba jugando con ellos, incluyendola. ¡Cómo lo odiaba! ¡Ese maldito se había atrevido a matar a Krillin y a Marron! Y le había perdonado la vida porque ella era las más poderosa de los tres y porque vio en sus ojos la encarnación de los más corrosivos sentimientos de dolor, angustia y furia. Así es. Black supo inmediatamente que si la dejaba con vida ella le podría brindar mucho más entretenimiento que los patéticos humanos que fácilmentente aniquilaba. Ella era solo un juguete, un juguete que podía golpear y hacer sufrir a su antojo. Ése era su extasis, esa era su diversión, su placer morboso.

Y por eso nunca la mataba.

Caminó tambaleandose de un lado a otro. Tenía una herida en la pierna que la hacía caminar con dificultad. No tenía energías ni para volar por eso se limitó a seguir a pie. Luego tendría oportunidad recobrar energías y volver a Kame House.

Sola.

Logró encontrar algo de comida, y dormir un poco. Pasaron un par de días y ya se sentía renovada, pero el dolor y la furia aún seguían ahí. Black no hacía acto de aparición por lo cual volvió a Kame House hasta que volviera a sentir el ki del maldito.

Continuó entrenando como nunca. Sus músculos habían aumentado, sus movimientos eran mucho más rápidos y su resistencia en combate habían crecido considerablemente.

No era una mujer que le gustara luchar en equipo, pero muchas veces armaba planes con Mai y su ejercito para luchar contra Black, pero a pesar de que coordinaran bien, el bastardo siempre salía ileso. No importaba las armas que usaran, no importaban los meétodos ni las veces que lo enfrentaran, aquel individuo con la apariencia de Son Gokú no recibía ningún daño significativo, y si lo hacía, tenía una extraordinaria capacidad de curación ¡Cuánto lo odiaba! Quería verlo muerto, quería que pagara por lo que le había hecho a su familia.

-Es él... -susurró la de cabellos rubios.

Él había hecho acto de presencia nuevamente. Ella se preparó para el combate y abandonó Kame House para volver a enfrentarlo. Una vez frente a Black, pudo observar la carnicería de la cual estaba rodeado y tenía el privilegio de ser el causante. Habían muchos cuerpos mutilados, otros quemados y algunos simplemente estaban inertes sin ninguna causa de muerte visible. Así es. A Black le gustaba matar de diferentes formas para no aburrirse, un hábito que ella notó que había adquirido recientemente.

-¿No es una noche maravillosa? -habló Black con aquella tipica sonrisa presuntuosa y perversa que Diesiocho aberraba.

Ella no dijo nada, simplemente apretó los puños con gran ira y se lanzó a la batalla. Cómo siempre, los puños y las patadas se asestaban el uno contra el otro. Black notó que la mujer se había vuelto un poco más poderosa en la última semana que él no había aparecido, pero no importaba, era imposible que pudiera hacerle daño. Él podía predecir perfectamente sus movimientos. Sin embargo, se dejó golpear un poco para que no fuera muy aburrido, luego comenzó a aumentar su velocidad, y ahora era él quien la golpeaba: en el rostro, en el estómago, en los brazos, en las piernas, en las costillas, en el pecho...

Y luego ella... cayó.

Impactó contra el piso. De no ser porque era un androide su cuerpo se hubiera hecho añicos hace mucho tiempo. Como muchas otras veces, apenas podía moverse, quizás Black la dejaría y se iría ya que sabía que estaba en su límite.

-Esta vez no correras con la misma suerte. -declaró el de cabellos en forma de ocho protuberancias.

-¿Q-Qué? -dijo en un hilo de voz.

-Te eliminaré. -sentenció. -No puedes hacerte mucho más fuerte, y a pesar de que me has brindado entretenimiento ya me cansé de jugar siempre a lo mismo.

Una punsada de miedo le recorrió las entrañas a la fémina. ¿La iba a matar?

-A menos...

Diesiocho lo miró desconcertada. La sonrisa de Black se amplió aún más, eso le dio un terrible escalofrío.

-Quiero que estés conmigo. -finalmente lanzó.

La expresión de la androide fue de total estupefacción. ¿Qué era lo que le había dicho?

-¿De qué diablos hablas? -le preguntó agresiva.

Ahora se sentía asqueada.

-Lo que oíste. Purgaré este mundo completamente y yo seré el nuevo gobernante de la nueva raza.

-¿Nueva raza?

Aún no entendía lo que Black tenía planeado.

-Así es. Crearé una nueva raza con una inteligencia superior. Una raza digna de este bello planeta, una a la cual yo gobernaré.

Ya estaba empezando a comprender, y eso la estremeció. ¿Acaso él quería que ella...?

-Necesito que estés a mi lado para lograr ese objetivo. Necesito a alguien fuerte que pueda procrear a la nueva raza. Además... tu me gustas. -reveló. -Eres fuerte e inteligente. Por eso te elegí.

La mirada de disieocho era la de alguien que posaba sus ojos sobre los de un completo demente. Practicamente quedó boquiabierta por aquella proposición. Le parecía increíble que algo tan descabellado siquiera hubiera pasado por su mente. Un insulto tras otro empezó a invadir su mente. Iba a hacer una perfecta selección de primera calidad de las palabras más secas y hoscas que se le hubiera ocurrido. No obstante, tuvo una mejor idea.

Algo ocurrió en menos de un parpadeo. Había sido sorprendente. Black la hizo desear incluso más que antes. Sí. Definitivamente ella era la indicada, ella era quien debía ser la que gobernara con él, la única que era digna de serlo.

De pronto, había sentido un fuerte impacto en su lado derecho del rostro, apenas había podido ver el momento en que la fémina se lo había propinado. Estaba extasiado. Disiocho era fascinante, increíble, y aquella agresividad hacía que le atrayera aún más.

-Esta es mi respuesta. -finalmente habló la de ojos celestes con expresión de gran ira.

-Eres perfecta. -declaró aún sintiendo el dolor de su puño sobre su rostro.

Le encantaba ese dolor. Todo lo que viniera de ella le encantaba, de hecho aprovechó esa oportunidad para poner su brazo derecho sobre su cintura y acercarla repentinamente hacia él. De inmediato notó que ella se desconcertó ante tan repentina acción. Eso le gustaba.

¿En qué pensaba? ¿Acaso era enserio? Él de verdad iba a...

Black la obligó a acercarse lentamente hacia él sin importarle el forcejeo desesperado que ella hacía para liberarse de su fuerte agarre.

¡No! ¡No! ¡No! ¿Acaso realmente iba a hacerlo? ¿Acaso iba a besarla? ¡De ninguna manera permitiría eso! Pero no podía soltarse. ¡No lograba hacerlo!

Faltaba poco, muy poco. Estaba a escasos milimetros de rozar su piel. Finalmente probaría los labios de aquella mujer que le había gustado casi desde el momento en que la vio. Sí. Ella estaría con él. Sería suya porque no le quedaba otra opción.

-Eres mía. -sentenció en un susurro.

-¡NO! -gritó de repente.

Rapidamente, puso una mano sobre el pecho de Black, y sin importar que el ataque la dañara a ella también, disparó ki haciendo que una terrible explosión los separara al instante. Sin duda había salido muy lastimada, pero definitivamente eso era mucho mejor que ser besada por un ser tan detestable como él.

-¡Escúchame bien, maldito bastardo! -exclamó mientras las heridas sangraban -¡Antes de estar junto a alguien como tu prefiero mil veces ser asesinada y que mi alma se pudra en el infierno! ¡Mataste a mi hija y a mi esposo! ¡¿Cómo siquiera se te puede ocurrir que yo aceptaría algo así?! ¡Mátame! ¡Mátame de una vez! ¡Almenos así podré estar junto a ellos! -vociferó entre lágrimas.

La sonrisa de Black se desvaneció. Ahora la miraba de manera fría. Si no sería suya entonces no valía la pena que siguiera viva.

-Muy bien. Si eso es lo que quieres, cumpliré tu deseo.

Levantó su brazo derecho y apuntó a Diesiocho con la palma de su mano. Era un completo desperdicio, ella en verdad le gustaba y la hubiera tratado como a una reina, pero después de todo, su estúpido lado humano no desaparecía, su moral se había convertido en una barrera inquebrantable que ni siquiera él podía derribar. Bien. Si eso deseaba, se encargaría de matarla.

-Adiós, Diesiocho. Es una verdadera lástima que todo tenga que terminar así luego de la magnifica oportunidad que acabas de desperdiciar.

Una bola de ki emergió de su mano. Esta vez todo sería diferente, esta vez no mataría con aquella típica sonrisa sádica que mostraba cuando se encargaba de exterminar a los humanos. No. Esta vez su expresión era impertérrita.

Estaba apunto de ejecutarla. No obstante, algo lo atacó por la espalda: un gran poder que lo hirió de gravedad. ¿Qué estaba pasando? Inmediatamente sintió el ki de quien se había atrevido a atacarlo.

No lo pudo creer.

No, era imposible, era imposible que fuera él ¡Totalmente imposible!

-No puede ser... -dijo en voz baja y con los ojos abiertos de par a par.

Diesiocho no sabía que era lo que estaba pasando, solo supo que algo, o alguien había atacado a Black, pero una nube de polvo y humo invadió el lugar y no le dejó ver quien era el que lo había hecho, y lo único que pudo hacer fue debilitarse después de sentir los efectos mortíferos que su propio ataque le había provocado. Casi caía al duro y frío suelo, pero alguien la sostuvo entre sus brazos y se la llevó volando. Eso es todo lo que pudo percibir antes de cerrar los ojos.

Black quiso perseguir al maldito que se había llevado a Diesiocho, pero unos ataques de ki mucho más poderosos de lo que los recordaba, impactaron contra él, y entre eso y la nube de polvo, aquel sujeto pudo escapar con la de cabellos rubios en brazos.

-¡Maldita sea! -exclamó Black con los úños apretados. -La próxima vez me encargaré de que realmente mueras. -declaró recobrando la compostura. Pronto tendría el placer de volverlo a matar. Esta ves, para siempre.

Sonrió con sadismo.

-0o0-

Sus ojos se abrieron debilmente. Era de día y estaba acostada en una de las habitaciones de Kame House. Pero... ¿Cómo había llegado ahí?

-¿Qué diablos...? -susurró al mismo tiempo en que se levantaba bruscamente de la cama. De inmediato sintió los efectos de las heridas que se había ganado durante la batalla con Black, pero tenía que admitir que se sentía mucho mejor que en aquel momento, y por supuesto, agradecía estar viva, pero mucho más agradecía el no haber sido besada por aquel ser tan repugnante. Sí. Eso era lo que más agradecía. ¡Ese sujeto estaba loco!

Sabía que no había aparecido en aquel lugar de la nada. Alguien la había llevado hasta ahí, alguien que la conocía y que conocía Kame House ¿Pero quién? Todos estaban muertos. Al principio se puso en alerta, pero luego se dio cuenta que nadie más que Black querría dañarla, además, había sido salvada, obviamente si eso había ocurrido, sea quien sea que la rescató no la quería muerta y no le haría daño. Lógica pura. Aunque en aquel mundo apocalíptico nunca se sabía.

Había escuchado unos ruidos. Probablemente provocados por la persona que la había salvado. Abandonó la habitación y caminó sigilosamente hasta el lugar donde provenía el sonido. A medida que se acercaba, se dio cuenta que estaba llegando a la cocina. Sí. Ese era el lugar. Dio los últimos pasos, dobló una esquina y ahí lo vio.

Quedó helada.

-I-Impo...sible... -balbuceó con los ojos abiertos de manera desmesurada.

La respiración se quedó atascada en su garganta. No podía respirar. Estaba tan sorprendida y confundida que había quedado estática. Sin embargo, esa sensación pronto desapareció, y en lugar de eso, una gran mezcla de ira, odio y venganza arrasó con sus sentidos.

-¡TÚ! -gritó de repente.

Él se dio la la vuelta de repente, y se encontró con que un enorme puño estaba apunto de estrellarse con su rostro. Empero, sus reflejos fueron más rápidos y logró atajarlo con la palma de su mano.

-O-Oye trandquila. -se apresuró a decir con comida en la boca.

La fémina no le hizo caso e hizo uso de su otro puño, pero el varón tampoco tuvo dificultad en lidiar con ese ataque.

-¡Maldito! -exclamó la más baja. -¡Muerete de una maldita vez!

El otro masticó y tragó a duras penas el pan que había engullido en su boca y trató de detenerla con el habla.

-¡Espera, Diesiocho! -se apresuró a decir. -Soy yo, soy Gokú.

Pero ella parecía sorda ante sus palabras, entonces siguió propinandole ataques físicos destruyendo varias partes de la cocina. Gokú no tuvo otra opción que inmovilizarla rápidamente. Había logrado ponerla de espaldas y rodearla fuertemente con sus brazos para que no siguiera golpeandolo.

-¡Sueltame maldito!

-¡Escúchame! ¡Soy yo! ¡Gokú!

-¡Deja de decir mentiras! ¡Gokú fue asesinado por ti maldito!

Ella seguía forcejeando, odiaba estar pegada a su cuerpo. Pero sus intentos parecían ser nada en contra de aquel ser.

-¿De qué hablas? -preguntó confuso, pero supo que ella no contestaría. -No soy el Gokú de este tiempo. Vengo de otra línea de tiempo. -explicó.

-¿Qué? -inquirió confusa. Finalmente había dejado de forcejear.

Gokú sintió que al fin podía liberarla. Diesiocho se alejó de él lentamente y recapacitó. Lo que le decía no era tan descabellado, ya que recién caía en cuenta que él era quien había atacado a Black para salvarla.

-Vine aquí para acabar con Black. -señaló.

-¿Tú solo?

La expresión del sayajín se tornó seria de repente.

-Solo quedo yo. Todos han sido eliminados. Y el mundo del que vine quedó reducido a polvo estelar. Black destruyó la Tierra y yo apenas pude escapar. Eso fue hace días, cuando estaba tan débil y ni siquiera podía usar la teletrasportación para huir al planeta Kaio. Lo único que me quedó fue usar la máquina que fue lo que tenía cerca. Pero al parecer puse una fecha inexacta, quería ir un poco más al pasado cuando Black aún no había destruído a nuestros amigos. Estaba tan desesperado que no pensé bien la fecha y ahora el combustible se ha acabado. Supongo que estoy atrapado aquí.

-Que extraño, creía que lo que que quería era solo eliminar a los humanos, pero lo que es más raro... ¿cómo puedes venir del futuro si tu ya estás muerto para esta época.

-¿Eh? ¿Fui eliminado?

-¡¿Qué no escuchaste lo que dije?!

Un recuerdo vino a la mente de Gokú. Antes de ser asesinada por Black, Bulma había dicho que, según su investigación, la maquina podía enviar a los usuarios a diferentes lineas de tiempo, o sea que había varios futuros, y pasados diferentes donde podían variar los sucesos que pasaban.

-Creo que este no es mi pasado. -finalmente habló Gokú. -De donde yo vengo tu ya estás muerta, y Bulma mencionó que la maquina no es capaz de enviar a los usuarios a un pasado en especifico, sino que puede enviarme a otros muy diferentes al de donde yo provengo.

-Aquí todos están muertos. -manifestó con los ojos apunto de derramar lágrimas. -Nadie pudo contra Black. -Tú lograste destruir a Zamasu pero no al bastardo que robó tu cuerpo. Y como se enojó por lo que le hiciste al su yo del futuro él los mató a todos frente a ti para dejarte a lo último.

-Pero, ¿cómo es que tu eres la única que está viva? -inquirió desconcertado.

-Ese bastardo quiere que sea su compañera para procrear a una nueva raza.

-¿Eh?

-¿Y tu qué le dijiste?

-¡¿Tú qué crees, idiota?! El mató a Marron y a Krillin frente a mis propios ojos y me dejó vivir con el único proposito de jugar conmigo y burlarse. ¡Y a lo último me vino con esa propuesta tan absurda!

-Tranquila, Diesiocho. Encontraremos la manera de destruirlo, pero necesitaré de tu ayuda para hacerlo.

Gokú la observó bien, y notó que era mucho más poderosa que la Diesiocho de donde él provenía.

Tal vez tendrían posibilidades.

Continuará...

N/A: ¿Qué les pareció? Lo hice todo de corrido. Como ya dije, será un two o three shot. Depende de cómo lo desarrolle, y por supuesto, de la demanda que tenga de parte de todos ustedes.

Verás Diesiocho es mi personaje femenino favorito, por eso decidí que sea la protagonista de mi fic. La verdad no enuentro fics de ella como main charater, y por eso me anime a hacer este. Sé que está raro, pero bueno, algo nuevo viene bien. XD

Por otro lado, también me encantó el personaje Black, y bueno la idea del enredo de la máquina del tiempo surjió viendo Dragon Ball Super. Ojalá les haya gustado.

Para los que esperan la actualización del cap 31 de "Tribulaciones" Ya me falta poquito para terminarlo, y luego solo quedará la corrección. Probablemente hoy lo hubiera terminado, pero TENÍA que hacer este fic XD. Espero me disculpen.

Bueno, esta es la primera vez que hago un fic de solo Dragon Ball. Siempre hago Crossovers, por supuesto, siempre incluyendo Dragon Ball.

Me despido. Un saludo y espero ansiosa sus reviews X3