Hola! Después de mucho tiempo sin subir nada, traigo un nuevo fic de Death Note, también de siete capítulos En esta ocasión no es una historia completa, sino una serie de one-shots un tanto paródicos en los que uso a los personajes de Death Note para representar cada uno de los siete pecados capitales tan famosos.
Antes que nada, es posible que los personajes estén un poco fuera de su manera de ser habitual, pero os recuerdo que son historias a modo de coña XD He tenido que caricaturizar un poquito a los protas para adaptarlos a las situaciones. Así, podréis ver a un L que come mucho más que el L original o a un Matsuda que es más siniestro de lo que puede parecer XD
En general, este fic viene a ser un regalo para varias personas que ya mencionaré en cada capítulo! Espero que os guste a todos!!
Antes de acabar, dedico este capítulo a Deraka-senpai, a la que le he estado dando la lata una temporada diciéndole que iba a dedicarle un fic (aunque lo cierto es que también he estado dándole la lata en general, no sólo con esto XD). Espero que le guste, ya que le cae majo el Sr. Kira... Seguro que coincidirá conmigo en relacionarlo con el pecado por el que empezaré, y es que para Light Yagami no hay otro mejor que el orgullo. Ahora veremos como recibe su justo castigo por ello... (risa malvada)
Manzanas Podridas
Capítulo I: Superbia
El orgullo o la soberbia es considerado el padre de los otros siete pecados. Se basa en el exceso de estimación propia y el deseo de ser más importante o atractivo que los demás.
Light Yagami llevaba la friolera de cinco minutos delante del espejo. Y esos cinco minutos enteros los había pasado colocándose y recolocándose el mechón de cabello que caía elegantemente sobre su cara. A los ojos del mundo, ese mechón estaba ahí por simple inercia: sencillamente ese era su estado natural. Pero lo cierto es que nadie sabía que el joven Yagami era capaz de estar hasta una hora delante del espejo trabajando con ese mechón fastidioso.
Por fin, después de mucho intentarlo, consiguió el impecable peinado que siempre lucía: fresco, natural, como si hubiese sido peinado por unas manos divinas. Admiró orgulloso el fruto de su paciencia y esfuerzo. ¡Había quedado arrebatador!
Entonces se oyó una risa a sus espaldas.
- Ryuk ¿se puede saber qué te hace tanta gracia? –preguntó sin siquiera girarse para contemplar a su Shinigami particular.
El horrendo Dios de la Muerte parecía más sonriente que de costumbre, y estaba claro que lo que estaba viendo le hacía mucha gracia.
- Ku ku ku... No es nada, chico... ¡Ku ku ku!
Light se volteó indignado ante la mofa de la que se estaba sintiendo víctima.
- ¿Cómo que nada? –en su voz se notó un deje de ira muy impropio de él... pero es que tampoco era propio de él sentirse en evidente inferioridad-. ¡La gente no sé ríe de esa forma sin motivo!
- Ku ku ku... Vale, si quieres te lo digo –dijo el Shinigami aguantando la risa por un momento-. Es que cada vez que te veo hacer eso que haces con tu pelo no puedo evitar reírme... ¡KU KU KU!
- ¿Qué pasa con que me peine? Quiero estar presentable.
Ryuk estalló en una carcajada enormérrima que resonó inaudible en los oídos de todos los habitantes de la residencia Yagami.
- ¡Basta ya! –Light volvió a sentirse como si se estuvieran cachondeando de él-. ¡No tiene gracia!
- Es que... ¡Ku ku ku! Es que... ¡Es que lo que tu haces con el pelo es lo que hacemos los Shinigami cuando vamos a...! –el Dios de la Muerte se calló un instante, luego soltó otra risotada tan fuerte que parecía increíble que sólo los oídos de su humano pudieran detectarla.
La expresión de Light dejó ver un ápice de temor... ¿En qué estaba pensando Ryuk?
- ¿Qué... qué es lo que quieres decir? –preguntó casi escandalizado-. ¿Qué significa pasarse la mano por el pelo en tu mundo?
- Pues... ¡Ku ku ku! Lo hacemos los Shinigami macho cuando... ya sabes... ¡KU KU KU KU! –rió de nuevo-. ¡Si es que no puedo decirlo sin que me venga la risa tonta!
No hacían falta más palabras, había quedado claro el mensaje. El primogénito de los Yagami simplemente salió del cuarto de baño tratando de aparentar indiferencia. A sus espaldas, la presencia invisible de Ryuk aun soltaba alguna que otra risita por lo bajo. No había pasado nada, nadie había dicho nada y Light no se arrepentía de nada.
Pero sin embargo, desde ese día Light Yagami no volvió a invertir más de un minuto en peinarse por las mañanas. Por suerte, la diferencia entre su mechón superperfeccionado y su mechón peinado era tan ínfima que nadie notó nada, así que tampoco se perdió mucho. Por su parte, Ryuk pudo al fin librarse del desesperante calvario que suponía esperar todas las mañanas a que Light creyera que tenía bien el pelo. Ahora además se lo pasaba de fábula viendo la mueca de repulsión que ponía su humano cada vez que se dedicaba escuetamente a esa labor.
"Más sabe el Diablo por viejo que por Diablo", pensaba mientras veía a Light peinarse a toda pastilla.
Porque, evidentemente y nunca mejor dicho, al pobre chico le habían tomado el pelo.
Y aquí concluye el primero :)
¿Qué tal para empezar? Dejo a vuestra elección lo de sacar conclusiones sobre lo que hacen los Shinigami con su pelo -.-
XD Si es que me encanta escribir escenas con Ryuk y Light soltándose frases raras mutuamente!
