Disclaimer: Los personajes y lugares le pertenecen a Akira Toriyama, creador de este increíble anime. Esta historia va para el Reto Semanal 333, promovido por la página Por los que leemos fanfics de Dragon Ball.
FLORES PARA TI
Los Guerreros Z estaban reunidos en Corporación Cápsula, disfrutando los tiempos de paz. Milk estaba dichosa: finalmente, su familia estaba unida y lo celebraría con un exquisito platillo para su esposo. Mientras cruzaba el jardín, atestiguó una escena que la congeló.
Muy apartados del grupo, entre unos arbustos, estaban Gokú y Bulma hablando en voz baja. No la habría sorprendido… de no ser por un ramillete de flores que cargaba el saiyajin, sumado a sus radiantes sonrisas. ¿Por qué estaban así? ¿De qué se perdió?
Sabía que eran buenos amigos. Pasaron miles de aventuras: muchas en las que no participó. Su corazón se estremeció: Gokú jamás le guardó secretos, pero la situación era sospechosa. ¿Y si la culpable era Bulma? Creyó que su matrimonio calmaría su extroversión con los hombres. ¿Entonces…?
—No, Milk, no… ¡estás exagerando! Ellos son amigos…
Notó el ramillete. Hace mucho, Gokú no le daba esos detalles y ahora se los ofrecía a Bulma. Quizás la estaba olvidando, o a lo mejor era un gesto de amistad. ¡Debía ser, no significaba otra cosa! Cualquier idea se desvaneció al ver a su esposo arrodillarse ante Bulma. ¿Acaso no tenían vergüenza? ¡No pudo soportarlo más!
—¡Gokú! —salió de los arbustos, furibunda.
—¡Milk! —se levantó el saiyajin, mientras Bulma se separaba de él.
Un tenso silencio los invadió.
—Cómo… ¿cómo pudiste hacerme esto? —dijo Milk, con los puños cerrados.
—Yo… —Gokú miró a Bulma.
—Ya te descubrió. ¡Díselo! —Bulma sonrió.
Milk no podía creerlo. ¡La científica estaba feliz! Su ira creció más.
—Lo siento, Milk. Es que… quería regalarte algo y le pedí a Bulma unos consejos. ¡Mira, tiene las flores que te gustan! —le enseñó Gokú, sonriente.
La mujer no dijo nada, observando las flores amarillas. Se reprochó el haber dudado de su esposo: ¡la amaba! Su emoción se tornó en una risa incontrolable, mezclada con unas lágrimas. Agradeciéndole el gesto, Milk abrazó tiernamente a Gokú.
Por otro lado, Vegeta terminó de verlo todo, suspirando tras un árbol. También se había confundido.
N.A.:
¡Qué tal! Bueno, aquí me uno al reto de los triángulos amorosos, aunque la infidelidad es un tema demasiado picante y fregado para mí (a menos que me sienta bien mala XD), por eso quise hacerlo a modo de intriga y comedia (es que me duele que mis parejas favoritas se engañen jajajaja, sólo me presto a confusiones XD).
¡Sin más, espero que les haya gustado! ¡Cuídense!
