THE DIGIMON SQUAD
Este fanfic ha sido presentado
por Dimitrix Enterprises
y Dimitrix Inc.
AGENTE 1: AGUMON
Desde que abandono a su compañero Tai, las cosas ya no fueron lo mismo, se había distanciado, había cambiado, ya no era un simple dinosaurio, era otra cosa, era un hombre, y tenía un trabajo, ahora era un agente de un escuadrón de justicia se dedica a hacer el orden que otros no pueden hacer en los lugares mas hostiles de las ciudades del planeta.
A el le toco limpiar las calles de la sospechosa ciudad de Brooklyn, Nueva York.
Durante todo un dia, la policía recibía mas de 3000 llamadas por hora, y en todas ellas, siempre se trata acerca de personas acechadas por acosadores. En el año en que había comenzado a trabajar como agente, se habían oído los avisos de cien llamadas sobre acosadores, esa daba lugar a una gran tasa de crímenes sin resolver, en este caso se le había asignado uno en el que podría llegar a tiempo de poder salvar a una víctima de su agresor.
Conducía un deportivo viejo de color marrón y con un dibujo de un dinosaurio que expulsaba un fuego humeante del capo, ese era el, o como solía ser antes, conducía tranquilamente mientras observaba como el resto de la gente anduvía por las avenidas sin preocuparse de nada, no tenían ni idea de que todo el mundo siempre corría peligro, algúnos siempre se pensaban que tenían la vida fácil, pero otros no la tenían, en ese caso a la mujer a la que iba a salvar de su agresor.
Estaciono el coche delante de un aparcamiento muy desolado. Apago el motor y luego saco de la guantera el expediente de la víctima que le habían dado.
Lo abrió y observo la foto de una mujer de unos treinta años, con el cabello rojizo y tenido. Su nombre era Clara Haggins, soltera y sin antecedentes. Reviso el informe, decía acerca de que hace apenas unos meses estaba siendo acosado por un hombre que se pasaba todas las noches entrando en su casa y robándole cosas, y en una ocasión llego a dormirla con cloroformo, cuando llego la mañana, se dio cuenta de que la había desnudado, con solamente una braga, ahí llego a entender que el acosador quería verla con todo el cuerpo abierto.
Asintió, estaba claro de que aquella mujer estaba siendo brutalmente acosado por un sociopata empeñado en hacer con ella lo que quisiera. Observo el resto del informe, decía acerca de que no conocía a su agresor y que la ultima vez que lo vio estaba cubierto de un traje de látex y que iba todo de negro, hasta la cara estaba tapada, solamente pudo verle el rostro facial, nada mas de la cara, solo que llevaba una mascara que le ocultaba el rostro.
Estaba claro que aquella mujer le hacía imposible reconocer a su agresor y menos poner una denuncia, así que no quedaba otra que ir a por el antes de que fuese peor. Encendió el motor y lo puso a toda potencia, se dirigió rápidamente a la vivienda de la víctima.
Estuvo como cinco minutos conduciendo hasta que por fin llego a la vivienda, era el típico barrio tranquilo, mas que un típico barrio tranquilo, era el típico barro americano, donde habían casas adosadas con jardines y una enorme vereda para que los niños pudiesen jugar al fútbol o al hockey, observo la dirección de la víctima, era el numero 15, fue conduciendo muy despacio para no llamar la atención, movió el coche varios metros mientras se fijaba de reojo en los números de las puertas de las casa, suspiro nervioso al ver que no lo encontraba, la dirección que le habían dado era la buena, condujo varios metros hasta que por fin encontró la casa que quería encontrar, era el numero de Palace Street, ahora que tenía en el punto de mira la casa, tenía que ponerse a una ubicación donde pudiese vigilar de lejos, si se ponía demasiado cerca, llamaría la atención de los vecinos y se iría al traste el plan de vigilancia.
Movió el coche doblando por la esquina, se puso de frente para mirar de cerca la casa, tenía una vista perfecta del porche de la casa, así podría ver bien como el agresor vendría y entraría.
Apago el motor del coche y luego dejo que pasase lo que pasase.
Durante todo ese tiempo, se quedo pensando en su amigo Tai, durante años siempre había sido su mejor amigo, pero era mas que un amigo, era como un hermano para el, le había entrenado para ser fuerte, pero ahora los tiempos habían cambiado y ahora el ya no tenía el mismo valor que tenía antes, se habían distanciado debido a que ambos cambiaron sus respectivas emociones. El ya no era el mismo antes, y suponía de que jamas volvería a ser el mismo de antes, a menos que el le ayudase a ser como antes. Pero ahora como el estaba metido en el trabajo del escuadrón, no tenía tiempo libre como para visitarle, al menos si que podía hacer una llamada, pero nunca tenía el valor para poder hacerlo, se sentía tan desechado como el.
De pronto oyó movimiento, lo escucho atentamente con sus orejas.
Alzo la mirada hacía el frente, y observo que a unos metros, había un extraño hombre vestido todo de negro, no se veía como era exactamente porque estaba puesto con un traje de látex que le cubría todo el cuerpo, pero lo que si se le notaba, es que era muy palido, tenía todo el cuerpo muy apretado, tanto que le hacía juego con su traje.
Dejo de fijarse en el traje que llevaba y siguió fijándose en lo que hacía, estaba caminando mientras pasaba por todos los jardines, movió la cabeza de un lado a otro como merodeando los alrededores, supo darse cuenta de que estaba examinando el ambiente, era bastante listo.
Siguió avanzando hasta que entonces se quedo estancando sobre el jardín de la casa de la víctima, miro atentamente a lo que hacía.
De pronto el hombre se agacho y empezo a ir moviendo la cabeza de un lado a otro pero mucho más rápido que antes, lo estaba examinando con mas detallamiento, entonces lo tuvo claro, ese era el sospechoso, lo tenía justo delante preparandose para cometer el crimen.
Estuvo girando la cabeza un buen rato que hasta entonces volvió a ponerse derecho y siguió avanzo por el jardín, solo que esta vez no paso hacía la otra casa, se subía a las escaleras que llevaban a la otra puerta que estaba tapada por dentro por un papel atrapamoscas, se quedo delante de la puerta pero sin hacer ningún movimiento, se movió a un lado del asiento y se quedo mirando mas de cerca para ver lo que hacía, como estaba de espaldas no veía lo que hacía pero pudo notar que estaba planeando algo.
El sospechoso saco una serie de llaves metidas en un aro, las tiro hacía arriba y cogío la llave correcta, luego la puso sobre la cerradura e hizo fuerza para abrir la cerradura.
Agumon observo que el sospechoso abrió la puerta, no vio como lo hizo pero lo logro bastante fácil, era peor de lo que pensaba, no se estaba enfrentando a otro acosador novato, este era un profesional y de los buenos.
Quito el papel atrapamoscas y entonces cerro la puerta, se oyó un leve portazo pero se sintió.
Al ver que el sospechoso entro en la casa, supo deducir que iba a planear el acosador, abrió la puerta del coche, y se dispuso a entrar en acción, agarro su pistola de la guantera y se dispuso a ir a la casa a atrapar al agresor.
El agresor entro en el salón principal, todo estaba a oscuras y casi no se veía nada si no fuese por los reflejos de luz que se filtraban a través de las ventanas. Se quedo examinando los alrededores, todo estaba igual de la misma forma en que entro la anterior vez.
Mientras, Agumon paso corriendo y se coloco detrás de la puerta por la que había entrado el otro, saco su revolver y espero a entrar, observo por los huecos de la cortina atrapamoscas, no se notaba pero sentía que el sospechoso estaba ahí. Se acerco sigilosamente hacía atrás en dirección para abrir la puerta, agarro el picaporte y empujo la cerradura sin hacer mucho ruido, abrió la puerta y luego se metió dentro de la casa, cerro lentamente la puerta.
El agresor empezo a ir recorriendo la casa hasta poder llegar a la habitación donde se encontraba su víctima, fue caminando lentamente por el pasillo que conectaba las demás habitaciones de la casa, notaba a través de su pasamontañas todos los cuadros que habían de la mujer, cada uno de aquellos cuadros contaba cada una de las partes de su vida, desde su niñez, hasta conseguir su primer trabajo, le disgustaba ver esos cuadros porque en todos ellos había algo que faltaba, que no estaba el futuro que el le podría haber dado a la mujer, y ahora se disponía a cumplir ese futuro.
Agumon entro en el salón mientras mantenía firme su arma dispuesto a utilizarla contra todo pronostico, se acerco hacía el medio de la sala y ahí empezo a olisquear algo, sentía algo sospechoso y era desde hacía rato, el sospechoso había pasado por ahí hacía nada, estaba claro de que el agresor se disponía firmemente a ir a por la mujer con mucha prudencia, si era un tío listo, sabría pensar bien que no dejarían a la mujer sola en casa e indefensa.
Giro a la izquierda y había una puerta que estaba cerrada, de entre todas las que había, aquella solo podía significar algo, hay se encontraba la mujer, intento de abrirla girando el picaporte, pero estaba cerrado, forzó la cerradura y no paso nada, estaba claro de que la habían cerrado bien, entonces se dispuso a utilizar su plan de contingencia, volvió a sacar las copias de las llaves de la casa, fue pasando llave por llave hasta encontrar la que quería, encontró la correcta, metió la llave en la cerradura y luego hizo girar forzosamente la cerradura, consiguió abrir la puerta.
Sentía el rastro que dejaba el sospechoso, era de lo peor, olía como si aquel hombre no se hubiese dado una limpieza higiénica en días, y eso de que a primera vista se veía como que el hombre era muy plano, como era posible eso, estaba claro de que aquel sospechoso escondía cosas de las que aparentaban a primera vista.
Abrió sigilosamente la puerta para no hacer demasiado ruido, entro en la habitación y ahí estaba la mujer, durmiendo tranquilamente en su cama mientras la cubrían un grupo de sabanas que le tapaban todo el cuerpo, el hombre no pudo ponerse mas nervioso, empezo a ir caminando lentamente mientras se acercaba hacía la mujer.
Cada vez estaba mas cerca del sospechoso, tenía que darse prisa antes de que todo empeorase porque sino el agresor haría algo peor de lo que ya hizo anteriormente, esta vez tenía que terminar con este problema ya mismo.
Lentamente fue acercandose el agresor mientras veía notarse a la pobre mujer durmiendo como si nada, era increíble que no se hubiese puesto nerviosa sabiendo que iba a por ella, una vez que estuvo lo mas cerca posible de ella, decidió utilizar sus técnicas para poder persuadirla, saco de su bolsillo una cartuchera muy diminuta de color negro, la abrió moviendo la cremallera hacía un lado, luego saco un pequeño pétalo de rosa que había en un extremo, se acerco junto a ella, se arrodillo y le empezo a ir frotándole el pétalo por toda la cara, lo froto por la nariz hasta llegar a la boca, la mujer empezo a hacer gemidos al sentir el olor del pétalo.
Agumon se dirigía al lugar donde se encontraba la habitación de la mujer, de pronto empezo a oler otra cosa, sentía algo que llegaba desde otro extremo de la casa, algo había cambiado, actúo con precaución porque empezo a pensar en lo peor.
Después de haberle frotado el pétalo decidió ir al siguiente nivel, saco de su bolsillo un pequeño amuleto con forma de ángel, pero al cogerlo cogío otra cosa mas y esta se le cayo de su mano, una pequeña tijera empezo a caer y al final impacto contra el suelo de mármol, el golpe fue tan rotundo que provoco una sensación que llamo demasiado la atención.
De pronto la mujer abrió los ojos y observo que tenía delante al agresor, la miro y al momento ella se asusto al instante con solo verle, rápidamente cogío con la otra mano una pistola que tenía escondida en la cama, la apunto contra el agresor y disparo, pero este la esquivo y la bala acabo impactando contra un espejo que había en un escritorio delante, el espejo se rompió esparciendo cientos de trozos de cristales por el suelo.
Aquel sonido llamo la atención de Agumon, escucho ese disparo y que algo se había roto, estaba claro de que había comenzado lo peor de lo peor.
La mujer se puso tan nerviosa que no supo que hacer, rápidamente agarro el despertador que tenía en la mesa de luz de al lado, lo golpeo fuertemente contra la cabeza del agresor.
-¡Ah! -grito el agresor al recibir el golpe, le dio demasiado hondo en la cabeza.
-Maldito cabron -reprocho la mujer y entonces se decidió largarse de ahí para poder escapar, no le importo para nada intentar de acabar con el, salto de la cama y giro hacía el otro lado marchando hacía la puerta.
El agresor observo que la mujer se largo, temo lo peor al ver que ahora todo se complico.
-No espera -intento de aclarse pero ya era tarde, ya se había largado la mujer.
Se levanto y se dispuso a seguirla.
La mujer corrió por todo el pasillo asegurandose de que el agresor no la perseguía, estaba tan aterrada que se puso a gritar sin control. Miraba hacía atrás para asegurarse de que no la perseguía, de pronto se topo con alguien que tenía detrás, se asusto porque pensó que era el agresor pero no lo era, era un digimon.
-Tranquila, tranquila, he venido a protegerla, soy policía -le tranquilizo Agumon para que supiese que estaba a salvo, luego le enseño la placa.
Clara observo la placa y estaba en lo cierto, al ver que tenía delante a un policía decidió avisarles de que estaba el agresor metida en la casa.
-Esta aquí -le aviso Clara poniendo un tono histérico.
-Ya lo se, voy a sacarla de aquí -dijo Agumon y entonces agarro fuertemente a Clara y se la llevo fuera de la casa.
Condujeron por todo el salón intentando de salir por la puerta por que había entrado antes, pero justo cuando estuvieron apunto de salir, se oyó el chasquido de un arma que venía de atrás. Ambos supieron de que se trataba eso.
Se giraron y observaron que estaba el agresor apuntando con una pistola con silenciador.
-Suéltela y alejate de ella muy despacio -pidió el agresor con tono severo.
No tuvo mas opción que hacerle caso, la soltó y luego se alejo de ella moviendose hacía un extremo, mantuvo su mirada firme contra el agresor.
-Ahora baja el arma -pidió de nuevo.
-Yo no he traído arma -comento Agumon.
-Claro que la has traído, porque sino entrarías aquí indefenso -aclaro el agresor, era mas listo de lo que se imaginaba.
Agumon asintió, le había dado en el clavo, cogío la pistola que estaba metida en su chaqueta y luego la dejo colocada en el suelo.
-Pásamela -ordeno.
Rápidamente pateo la pistola y esta se deslizo hacía el agresor. Cogío el arma y luego se la guardo en el bolsillo, apunto firmemente al digimon que tenía delante.
-De todos los policías que habían, tenían que mandar a un digimon -cuestiono incrédulamente.
-¿Algún problema con eso? -pregunto Agumon poniendose histérico con el hombre.
-No, es que solamente pensaba que solo servías para ser compañeros de niños -aclaro.
-Pues lo siento si te he disgustado majete, porque las cosas han cambiado -exclamo el digimon dinosaurio con respecto a lo que quejaba el hombre.
-Callate -le rechisto y apunto firmemente el arma.
Agumon asintió esperando el momento para que se le ocurriera algo y así poder detenerle.
-¿Que es lo que quieres de mi? -pregunto Clara aterrada por la situación en la que estaba.
-Acaso no me reconoces Clara, porque yo a tu si -cuestiono el agresor y entonces se saco el pasamontañas desvelando su rostro, era un hombre de la misma edad, con unos trozos de barba en la pera y calvo.
Clara se quedo estupefacta al ver quien resulto ser.
-Brandon -dijo Clara.
-Al final de te has acordado después de tanto tiempo, ¿eh? -exclamo severamente.
-¿Quien es? -pregunto Agumon dirigiendose a la mujer.
-Es Brandon Highs, era mi amigo de la secundaria, estuvimos juntos como unos cuatro años, pero entonces se acabo la secundaria y nos distanciamos, tanto que casi nos olvidamos del uno y del otro -explicó Clara la identidad del hombre que tenía delante.
-No Clara, tu te olvidaste de mi, yo nunca te olvide, siempre estuve contigo pero nunca me dejaste estar a tu lado, quería protegerte, pero tu te negaste -aclaro Brandon poniendose histérico.
-Me negué porque te estabas volviendo caprichoso, habías cambiado, ya no eras el que solías ser antes, tenía miedo de ti, así que decidí distanciarme de ti para estar mejor, no quería que sufrieras por mi -explicó Clara la razón de porque se había distanciado de el.
-Yo ya estoy sufriendo, me he pasado toda mi vida sufriendo por ti, quise decírtelo Clara, pero nunca me dejaste un momento, siempre había alguien que interrumpía, y por culpa de eso no pudo confesarme delante de ti -explicó Brandon sollozando histéricamente.
Agumon empezo a entender de que iba toda la disputa, comprendía la autentica razón de todo el tema.
-¿De que estas hablando? -pregunto Clara sin querer comprender por culpa del miedo a que se refería.
-Te amo Clara, te amo, siempre te he amado, pero nunca he tenido el valor para decírtelo, ahora lo tengo, tengo el valor, he tenido la suficiente voluntad para expresar mis amores, pero tu nunca los entendiste, así que ahora solo me quedaba hacerlo personalmente.
Hay entonces se dio cuenta Agumon de un detalle en cuestión.
-Por eso es -dijo.
Brandon se giro apuntando la pistola contra el digimon.
-¿Por eso que? -pregunto Brandon sin saber a que se refería.
-Por eso le dejaste esas cosas verdad, porque la amas, ¿verdad?
-Así es, quería demostrarle mi amor, de cualquier forma posible -confirmo Brandon.
-Como por ejemplo acosandola -cuestiono Agumon dando en el clavo sobre el tema.
-No quería hacerlo, pero era la única opción que tenían.
-Si que tenías opción -reprocho Agumon y empezo a acercarse para estar delante de Brandon y pararle-. Por dios haberle visitado como una persona normal, no como un merodeador desesperado.
-No podía hacerlo, si lo hacía, ella no me haría caso de la misma forma que me ha hecho siempre.
-¿Y como lo sabes? ¿Acaso has probado siquiera? -pregunto corroborando Agumon, dio otro paso mas, casi estaba cerca de quitarle el arma.
Brandon no dijo nada, solo se mostró callado y poniendose nervioso.
-Dices que la amas, que la conoces desde siempre, pero no has tenido el valor suficiente como para poder declararte como una persona normal -aclaro cuestionando ese hecho.
-No tenía el valor para poder decírselo, pero si tengo el suficiente valor para poder decírselo así -reprocho Brandon sollozando como un desesperado.
-Eso no es valor, eso es temeridad, es pasarse de la raya, si hubiese sido tu, la habría visitado personalmente, habría charlado con ella y la había tratado de una forma especial, pero tu. Estas tan obsesionado con ella que ni siquiera has pensando en como tratarla, no has aprendido nada, solamente sigues siendo un maldito chico que no ha hecho de provecho en su vida porque esta obsesionado con una mujer, a la que ni siquiera le demuestra su cariño -protesto Agumon sacando todas sus quejas hacía lo todo lo malo que había hecho.
-¡No es cierto! -grito Brandon dando un fuerte alarido descomunal.
En ese momento Agumon le agarro del arma levantandola hacía arriba, por accidente acabo disparando todas las balas que tenía dentro.
Clara se cubrió tirandose al suelo al ver que disparaban a ciegas.
Agumon intento de quitarle el arma pero Brandon era muy fuerte, el tambíen intento de quitarle de en medio pero no lo conseguía tampoco, al final ambos acabaron enfrentandose por soltarse del uno del otro, caminaron retrocediendo hacía atrás.
Clara se levanto al ver que ambos se la iban a dar.
Retrocedieron hasta entrar en el salón, continuaron así hasta que ambos chocaron contra la mesa, cayeron encima rompiendo parte de las cosas que habían encima.
Fue tan doloroso el golpe que ambos cayeron de bruces contra el suelo.
-Oh -suspiro ambos de dolor.
Entonces se miraron y se acordaron de que se estaban enfrentando, rápidamente se pusieron para levantarse, Brandon astutamente agarro su arma y volvió a apuntar al digimon dinosaurio.
Agumon levanto los brazos porque ahora esta indefenso.
-¿Porque tenías que venir a arruinarme mi plan? -pregunto Brandon.
-Porque estoy haciendo lo correcto, y tu no lo has hecho -aclaro Agumon.
Brandon no lo soporto y entonces disparo, pero resulta que no había municíon, siguió apretando el gatillo pero no disparaba nada, se había agotado la municíon.
Agumon bajo los brazos al ver lo que mal que el había caído.
Brandon siguió dandole al gatillo hasta darse por vencido, no tenía munición.
-Deberías haberte traído mas balas -exclamo Agumon.
Al ver que ya no había forma de dispararle, decidió Brandon enfrentarse a el por las malas, entonces ambos empezaron a pelearse de forma brusca, dieron toda una serie de ataques de artes marciales sin parar, esquivaban y se defendían de ambos ataques.
Al final Agumon le agarro de la pierna con la pata y lo tiro al suelo de una sacudida, cayo de bruces contra el suelo. Luego por ultimo, salto encima dandole un golpe de codo, Brandon dio un suspiro leve y sin respiración, le había dado hondo.
Entonces apareció Clara, entro lentamente en la sala para saber que pasaba, observo que el digimon consiguió detener a Brandon.
Agumon se levanto y luego le dio la vuelta a Brandon, le agarro de los brazos y luego se puso a sacar las esposas.
-Quedas detenido Brandon, se te acusa de acoso, intento de asesinato de un civil y de un agente de la ley, tienes derecho a permanecer en silencio, todo lo que digas será contradicho en un juzgado -recito Agumon el veredicto mientras le ponía las esposas.
-No, no, no -gritaba Brandon porque no se creía que hubiese caído tan bajo.
En ese momento Clara entro y observo como Brandon gritaba de agonía, lo miraba con una cara estupefacta, casi ni quería mostrar emoción algúna.
-Clara -llamo Brandon.
-¿Porque te has hecho esto a ti mismo Brandon? -pregunto Clara queriendo entender como era posible que hubiese ido por las malas de esa manera.
Entonces Agumon lo levanto, le agarro de ambos brazos y lo puso de pie mirando a la mujer.
-Tu no eres así, tu eras aquel chico entusiasta que siempre quería hacer algo bueno.
-Y lo quise Clara, quería tenerte, eso es lo que quería, pero nunca tuvo el valor para decírtelo, pero ahora si que lo tengo, y te ruego que me perdones por mis actos, ¿aceptas?
Clara se quedo pensando en esa decisión que pedía Brandon, durante ese tiempo no dijo nada, ni se inmuto para nada, no quería decir nada al respecto.
Brandon se quedo con una cara de agonía irregular, supuso lo peor. Entonces Agumon lo agarro y lo condujo hacía fuera.
-Espera -detuvo Clara.
En ese momento ambos se detuvieron.
Entonces Clara se acerco para mirar de cerca a Brandon a la cara.
-Brandon, se que piensas que te has portado muy mal, y tu lo entiendo, pero puedo perdonarte por esto, tu ya no eres el mismo hombre que antes, esta manía tuya que tienes conmigo, te ha transformado en algo terrible, y yo no puedo amar a alguien así. Lo siento Brandon, pero al único al que voy a perdonar, va a ser al hombre que solías ser antes, y tu ya no eres el, así que mi respuesta es: no -decidió Clara cual era su respuesta hacía lo que había hecho.
Una expresión de frustacíon dejo a Brandon sin habla, no podía creerse lo que había dicho, entonces Agumon volvió a agarrarle fuertemente para llevarle afuera, Clara se quedo con una cara de fastidio por tener que haber pasado por algo así. Agumon se detuvo y la miró con una cara seria.
-No se preocupe señora, todo ha terminado, ya puede estar usted tranquila. No se preocupe, haremos que tenga un juicio justo, será juzgado, pero no se preocupe, haremos que tenga calma en donde sea que lo encierren -le indico Agumon para que no se sintiera mal.
-Entiendo -afirmo Clara.
Entonces Agumon volvió a marcharse llevandose consigo a Brandon. Clara se quedo donde estaba sin saber que hacer, después de haber pasado por esto, ya no sabía que hacer, excepto pensar que todo esto tendría algúna moraleja.
Después de lo que ocurrió dentro de la casa, ya estaba todo zanjado, ahora solo quedaba mandar al agresor Brandon Highs a comisaría, lo enviaría a la central y ahí entonces se ocuparían de el, lo tenía metido en el coche, en la parte trasera del vehículo, le tenía esposado, pretendía llevar a un puesto de detención policial donde ahí entonces lo enviaría a central.
Brandon se puso un poco amorronado, estaba enfurruñado por tener que acabar todo así.
-Esto no es justo, se suponía que hoy sería mi dia, hoy por fin he tenido el honor de confesarme, hoy he tenido el valor, hoy tenido valor -reprocho Brandon por haber perdido su oportunidad.
Agumon lo miraba discretamente, al ver tan cabreado, supo entonces lo que tenía que hacer.
-Mira Brandon, no te conozco, ni tu me conoces a mi, pero yo si que puedo entender una cosa, lo que has hecho ahí dentro, esta mal, y aunque haya sido por ciertos asuntos, eso no lo cambiara nada -le aclaro Agumon para que se diese cuenta de la cuestión.
-Pero no lo entiendes, me he pasado toda mi vida intentando de confesarme delante de ella, y ahora que lo hago, me rechaza, después de todo lo que he hecho por ella.
-Dices todo lo que has hecho por ella cuando en realidad lo único que has hecho es acosarla y tratarla como si fuese tu propia esclava amorosa -cuestiono incrédulamente Agumon.
-No hable así de ella, usted no lo entiende, es mejor que eso -reprocho Brandon sintiéndose ofendido por lo que dijo, le dio un golpe en el asiento solo por cabreo.
-Si, es mejor que eso, lo he leído, pero escuchame atentamente -se puso a explicar de la mejor forma posible para que lo entendiese-: Puede que creas que hayas tenido el valor para confesarte, pero créeme, eso que tienes no es valor, es obsesión, y la obsesión puede ser tu perdición.
-Y tu que sabes, eres un digimon, que sabrás tu acerca del valor -cuestiono Brandon.
Entonces se le vino a Agumon un cierto detalle que le correspondía a el y al pasado.
-Entiendolo Brandon, una vez conocí a un amigo, que tenía el valor suficiente para afrontar ciertas cosas, lo venció miles de veces, pero ahora las cosas han cambiado, y ya no se si ese valor sigue todavía en nosotros -le explicó Agumon refiriendose a un cierto aspecto en mente de su vida.
-¿Y has intentado de probarlo? -pregunto Brandon.
Agumon no dijo nada durante un momento, solamente se miro la mirada en sus ojos que se reflejaban en la lente de arriba.
-Todavía no, todavía no -admitió Agumon con tono desolado.
Durante un buen rato estuvieron conduciendo por toda la avenida municipal de la ciudad, giraron a la izquierda y luego hicieron una curva, después volvieron a retomar por la izquierda y acabaron en una calle urbanística.
El coche se detuvo al lado de un edificio comercial. Brandon se extraño al ver que no se trataba de una comisaría, cosa que antes dijo el policía digimon.
-Pero no entiendo, ¿no íbamos a una comisaría? -pregunto confuso.
-Mas o menos tu iras a la comisaría, ves ese tubo transparente que hay ahí -señalo Agumon a un puesto donde mostraba un tubo enorme que parecía llegar hasta el fondo de la carretera y al lado había como un ordenador portátil apoyado en otra parte de un tubo mediano.
-Si -afirmo Brandon.
-Eso es un puesto de detención, ahí un policía mete al detenido y el tubo lo expulsa llevándolo directamente a la comisaría -explicó Agumon.
-¿Y que pasara después? -pregunto Brandon teniendo dudas sobre lo que iba a pasar.
-Llegaras a la comisaría y entonces un grupo de personas te harán una inspección, te registraran por todas partes y después eso serás sentenciado hasta la espera de un juzgado, después de eso ya no podré ocuparme de ti, hoy ya he terminado contigo -le argumento Agumon dando los ciertos asuntos que le esperaban.
Afirmo Brandon comprendiendo lo que iba a pasar.
-Ten en cuenta, que lo que pase ahí abajo, tendrás que aceptarlo te guste o no -le aconsejo para que entendiese que la cosa no iba a ser fácil.
-Si, lo se. Lo entiendo -afirmo Brandon.
Aquello le hizo entender una cosa a Agumon porque le resulto algo insólito.
-Si tanto entendías por este proceso, ¿entonces porque has hecho lo que has hecho? -pregunto Agumon cuestionando el ultimo comentario que dijo.
-No se, creo que tal vez lo que quería hacer era ver por ultima vez a Clara -mencionó Brandon.
Aquello le hizo darse cuenta de otra cuestión.
-Si, todos queremos siempre ver a alguien por ultima vez -exclamo y entonces decidió llevarse al detenido al puesto de detención.
Salió del coche y después a saco Brandon, lo agarro por las esposas y lo fue acompañando hasta el puesto, subieron por la acerca y luego se acercaron al puesto.
Se puso delante del ordenador portátil que había al lado del tubo grande. Saco su placa y la puso delante del punto de mira, inmediatamente la pantalla digital se abrió y empezo a ir escaneando la placa, la reconoció y entonces puso la ficha del agente:
CONFIRMADO: AGENTE 0003854 AGUMON RANGO 7 ACCEDIENDO.
Se oyó un pitido y se quedaron esperando unos segundos.
Entonces el tubo se abrió por medio de una puerta giratoria. Luego Agumon saco la llave de las esposas y las abrió sacándoselas a Brandon.
-Entra -le pidió Agumon mientras se guardaba las esposas en el bolsillo de la chaqueta.
Entonces Brandon se metió dentro del tubo, arriba salió un palo de fierro con un cristal digital, de pronto salió una luz verde, la maquina empezo a ir escaneando a Brandon.
Se oyó el pitido y entonces se agrego una ficha en la pantalla digital.
CONFIRMADO: NOMBRE: BRANDON PAGE HIGHS: ACUSACÍON: ALLANAMIENTO DE MORADA, ACOSO ILEGAL DE UN CIVIL Y OBSTRUCCÍON A LA JUSTICIA: DECLARACÍON: CULPABLE.
Se cambió el color del palo a un tono rojo mientras sonó un flojo pitido, luego subió metiendose de vuelta en el techo del tubo.
Luego la pantalla cambió mostrando un icono con forma de circulo rojo y arriba había un cartel con fondo de verde lima y con unas letras en blanco que decían: TELETRANSPORTACÍON.
Agumon se puso a accionar el botón cuando entonces Brandon le volvió a interrumpir.
-Espera -le detuvo.
-¿Que pasa? -pregunto con tono amargado.
Brandon apoyo sus manos sobre el tubo mientras daba una expresión de pena en su cara.
-¿Crees que volverás a tener ese valor? -pregunto refiriendose a lo que dijo antes.
Se quedo pensando en esa cuestión, no se lo había planteado así.
-No lo se, puede que a lo mejor lo vuelva a tener a causa del destino -opino dudando.
-Quizás -opino Brandon también.
Entonces al ver que ya todo estaba, accionó el botón en la pantalla, se hundió el botón y luego el cartel de arriba cambió de color a rojo y con otra palabra que decía:
ACCESO CONCEDIDO. GRACIAS POR SU SERVICIO AGENTE 0003854 AGUMON
Entonces el tubo bajo haciendo desaparecer a Brandon de la vista, fue succionado y yendo directo a la central de justicia.
Un enorme silencio recorrió a Agumon, casi sintió pena por el, de pronto el tubo mediano se abrió y la pantalla que había encima cambio ahora diciendo:
DECLARACÍON DE PRUEBAS.
Entonces saco todo lo que le pudo a sacar a Brandon, puso la pistola que llevaba, la pequeña bolsa donde tenía los artilugios que usaba para sus acosos, y un pequeño pétalo de rosas que se encontró antes en su bolsillo. Puso las tres cosas dentro e inmediatamente el tubo se le cerro la tapa.
El letrero de la pantalla cambió diciendo ahora:
CONFIRMADO: TRES PRUEBAS A DECLARAR. ACCESO CONCEDIDO. GRACIAS POR SU SERVICIO.
Entonces el fondo del letrero cambió a un tono rojo.
Inmediatamente las tres cosas fueron succionadas por el tubo yendo directos a la central, ahí entonces las almacenarían en un expediente y de ahí a un enorme almacén que tenían.
Ahora ya estaba todo hecho, había detenido al agresor y ahora cumpliría condena por sus actos, pero después de todo el lío por el que paso, ya nada parecía ser igual, este caso le había sonado mas distinto que otras veces.
Decidió marcharse y volverse a casa ya que había terminado su turno en la noche, quería descansar y reposar acerca de todo lo que había sucedido esta misma noche.
Un rato después, volvió de vuelta a su casa, abrió la puerta e inmediatamente prendió las luces, se quito la chaqueta y la dejo colgada en el perchero negro que tenía al lado.
En ese momento se oyó un pitido, alguien le estaba llamando, saco el teléfono y observo que había recibido un email de la central donde decía que le felicitaban por su captura.
Sonrío entusiasmado Agumon al ver esa noticia, aunque no le entusiasmaba mucho después de todo el asunto que tuvo en toda la noche. Hoy no era su dia.
Entro en el salón, toda su casa era la típica vivienda donde uno se hospeda intentando de olvidar sus remordimientos, se acerco al sofá y se tiro encima de lo cansado que estaba.
Suspiro a gusto al estar en casa.
En ese momento sintió esa misma sensación que había sentido siempre, una enorme soledad que siempre le seguía fuese donde fuese, y esa soledad siempre se generaba ahí.
Estaba tan solo que no sabía que hacer, el no era de esos humanos en los que se pasan todo el dia sentados en un sofá, el era de los que se pasaban todo el dia luchando, extrañaba sus tiempos en el mundo digital, echaba de menos a sus hermanos digimons, al resto de la pandilla e incluido su maestro Tai, de quien ya no se acordaba.
Se giro y entonces observo en la mesa de luz que tenía delante, en ello había un cuadro con una foto donde aparecía el con un tamaño enano, a su lado estaba su entrenador Tai con apenas 11 años, hay recordaba ese momento, habían conseguido ganar una victoria en un partido de fútbol, y ambos habían empezado a celebrarlo como los buenos amigos que eran, pero año atrás años las cosas ya no volvieron a ser lo mismo.
Tai creció, maduro y se fue a la universidad donde ahí no lo necesitaba, lo único que supo de el es que ahora estaba trabajando como concejal en el partido de las Naciones Unidas, al final después de tanto tiempo comportandose como un niño llego a lo mas alto.
En ese momento pensó en llamarle, pero no tenía el valor para hacerlo, no podía hacerlo ahora después de haber estado tanto tiempo distanciado de el, pero entonces lo que dijo Brandon, nunca había tenido el valor para confesar sus sentimientos, y justo ahora se arrepintió y tuvo que tomar medidas muy agresivas. Entonces se decidió, sugirió llamarle y hablar con el una vez mas.
Agarro su teléfono celular, marco el numero que había conseguido de central para poder tener comunicación con el por cualquier cosa, tecleo todos los números hasta conseguir su llamada.
Espero a que Tai cogiese el teléfono desde el otro lado, se oyó el pitido vibrador mientras tanto.
Se detuvo el sonido vibrador y de pronto se escucho a alguien hablar:
-Hola, diga, ¿quien llama? Esto es un numero privado. ¿Quien es usted? -se oyó la voz de Tai.
Agumon no podía creerlo, estaba volviendo a escuchar la voz de su maestro.
-Hola Tai, soy yo Agumon, se que hace mucho tiempo que no hablamos, pero... creo que ya es la hora de que volvamos a hablar -dicto Agumon.
FIN
HASTA EL PROXIMO AGENTE: SIGUIENTE GABUMON
