Hey! Hace mucho que no me aparezco por FF -y tenía planeado no aparecer hasta la tercera semana de Julio- pero se me vino una inspiración al ver el capítulo de Dragons: Race to Edge donde aparece Heather que no pude evitar.

»Para los que no sepan que es Dragons: Race to Edge: Es una serie que por ahora va por el capítulo doce y un especial, esta se ubica tres años después de la primera película, la serie empieza con Dagur escapando y a los jinetes distanciados, excepto por Hipo y Astrid -aunque su distanciamiento se vuelve inevitable cuando esta entra a la guardia-, ellos deciden ir a buscarlo, en esta búsqueda llegan a un barco abandonado donde Hipo encuentra al "Ojo del Dragón" el cual tiene información sobre nuevos dragones, lo que Dagur querrá tener en sus manos y no parará hasta tenerlo.

P/D: Esta serie es exclusiva de Netflix

Cielo estrellado.

— Nada mejor que una caminata por la playa de noche, — decía Astrid hacia nadie en particular mientras caminaba junto a su Nadder— ¿No crees, chica?

— ¡Claro que sí!— dijo alguien antes que el dragón pudiera responder. Astrid miró hacia todas partes intentando buscar al que le quitó las palabras de la boca a su dragón. — ¡Por aquí!

Astrid giró sobre sus tobillos encontrándose a Heather montada sobre su dragón, al ver que fue descubierta ella sonrió.

— Lo mejor es el factor sorpresa, ¿no crees?— preguntó divertida y nostálgica.

— ¡Y que lo digas!—respondió recordando hacia unas semanas antes cuando ella misma lo había dicho — ¡Baja de allí y ven a abrazarme!

Heather se mordió el labio inferior conteniendo la risa y le ordenó a su látigo que le dejara bajar, a lo que este bajó su cola hasta unos centímetros del suelo, lo que permitió a la chica descender rápidamente para ir a abrazar a la rubia. Tormenta caminó con precaución hacia el dragón con una pose de alerta y superioridad; el otro dragón la imitó creando así un enfrentamiento entre ellas. Tormentula soltó un gruñido moviendo levemente la cabeza hacia la derecha, su oponente lanzó dos y ambas se fueron corriendo por la playa.

Las chicas no tardaron en imitar a sus dragones y comenzar a caminar por la playa a oscuras con la mano en el hombro de la otra.

— ¿Te dio algo en los dedos que nunca se te ocurrió mandarnos ni una nota?— interrogó Astrid girándose hacia su hombro donde los dedos de Heather se aferraban a su hombrera para no soltarse. La morena cambió a un semblante serio

— Es una enfermedad muy seria…— dijo mirando a ningún lugar en particular, Astrid sintió sus mejillas enrojecer y un nudo en la garganta que le impidió dar una respuesta coherente— Se llama vagues crónica—completó entre risas, las cuales se contagiaron a Astrid.

Continuaron caminando por un rato hablando sobre cosas triviales caminando por toda la isla hasta llegar al otro lado donde se sentaron por un rato para descansar y darle aire a Astrid para que pudiera ponerla al día.

— Entonces finalmente funcionaron, bueno, casi del todo. — finalizó su relato mirando una Heather que intentaba no reírse a carcajadas

— ¡Tenemos dragones que vuelan por los cielos! ¿para qué necesita alas?

— Porque es Hipo. — respondió Astrid recordando esas dos gigantescas alas rojas que Hipo había probado tantas veces en aquel acantilado, involuntariamente miró hacia la arena y sonrió mientras se sonrojaba. Heather se coló en su vista cuando apoyó su cabeza en las piernas de Astrid.

— Aquí me huele algo…— comentó después de volver a su posición original.

— No me digas que te huele a quemado, — habló Astrid algo alarmada— Es que hoy estaba dándole de comer a Tormentula y ella-

— ¡Nada de eso!— negó Heather moviendo las manos en forma de negativa

— ¿Entonces qué?

— Sobre ustedes, ¡Sobre su relación!

— ¿Relación?— Astrid alzó una ceja, luego cambió su expresión a una relajada; pero triste y se acostó en la arena colocando sus manos debajo de su nuca y soltándose la trenza para poder descansar mejor su cabeza — Vamos bien, digo: somos los mejores amigos

— Pues creo que eso de ser amigos no es muy de tu agrado. — comentó imitándola y colocando sus manos sobre su vientre. — Él te gusta, ¿no es así?

Astrid no dijo nada, lo que se podía tomar como una afirmación.

— Y entonces… ¿porque no le dices algo?

Ella suspiró —Es mucho más complicado de lo que piensas

Heather frunció el ceño— ¿Qué tan complicado es decirle a alguien "me gustas"?

— Es tan como complicado como Hipo. — Heather esperó pacientemente una respuesta— Lo he besado unas tres beses.

— Eso es fantástico. — Heather relajó sus hombros con una pequeña sonrisa, pero sin entender

— ¿Qué no escuchas?— regañó la vikinga rubia parándose— lo he besado—Heather seguía sin entender— yo le he besé, yo. Él nunca he dado señales de quererme más que como una amiga, además que estoy segura que solo me ha correspondido para no herirme. Digo, ¡es Hipo!

De la nada, sintió un puñetazo que la tiró al suelo dejándola aturdida, abrió los ojos para ver como una línea plateada se acercaba rápidamente hacia ella, Astrid rodó unos metros hacia la derecha -en dirección al bosque- para ver como su amiga clavaba su hacha en la arena en el mismo lugar donde ella estaría si no hubiera girado.

— ¿¡Q-que demonios haces?! —preguntó apesadumbrada

— Quédate quieta— ordenó Heather mirándola sobre su hombro para luego desenterrar su hacha— ¡Con un solo golpe podré quitarte toda esa estupidez!

Heather se apresuró a intentar golpearla, pero Astrid fue más rápida y la esquivó -moviéndose más hacia el bosque- para luego tomar su hacha y bloquear su siguiente ataque aun en el suelo. Notó un punto descubierto en el estómago de Heather lo que aprovechó para darle un rodillazo y sacársela de encima. Heather se elevó unos centímetros lo que le dio oportunidad a Astrid para darle un golpe con el mango de su hacha en la boca del estómago, lo que provocó que está perdiera el aire y se arrodillara intentando recuperarlo.

— ¿Qué demonios acabas de hacer?— preguntó apuntándola con su hacha, Heather solo alzó levemente la mirada

— Intentar… quitarte… — ella comenzó a respirar agitadamente, apretó fuertemente el pasto debajo su cuerpo. Lo que preocupó a Astrid, quien tiró a un lado su hacha y le tendió una mano, pero Heather atrapó todo su brazo y la tiró al suelo, Astrid intentó quitársela de encima lo que logró, a medias. Ahora ella estaba arriba, después Heather, luego ella nuevamente y así hasta darse cuenta de que estaban rodando cuesta abajo por una cebrada hasta que llegaron a un lago.

Astrid fue la primera en salir a flote, se quitó el cabello de la cara y comenzó a inspeccionar a su alrededor, sin ver a Heather por ningún lugar.

— ¿Heather…? ¡Heather!

— ¡Aquí estoy!— exclamó al salir del agua.

Ambas nadaron hasta la orilla para secarse, entre silencios Heather se acercó a ayudar a Astrid con su cabello mojado.

— Lo lamento…— dijo la chica morena en un susurro comenzando a juntar todo el cabello de Astrid.

Astrid suspiró—Nah, está bien. Solo hazme el favor de no volver a hacerlo

— Pero si ese es el punto del elemento sorpresa.

Se miraron por unos momentos hasta que ambas comenzaron a reír

— vale, vale: tienes razón. Solo dime, ¿por qué?

Heather había comenzado a hacerle una trenza, pero paró unos segundos para luego volver a comenzar.

— Tuve tres familias. —empezó a relatar melancólicamente— Mi familia biológica; la cual ya conoces, la familia por la cual los traicioné cuando éramos niños… — Heather la miró por primera vez a los ojos desde que la atacó— y ustedes. Lo que intento decir es que cuando pierdes algo te da una impotencia terrible y te la pasas pensando en que pudiste decirle a esa persona. Imagínate Astrid, ¿qué pasaría si perdieras a Hipo?— ella no respondió—Responde.

Astrid juntó sus rodillas con su pecho y negó— No lo sé.

— De seguro quisieras decirle algo. —respondió colocando la trenza ya terminada en el hombro de Astrid. La rubia miró su nueva trenza, luego a su amiga y para finalizar al agua.

— Le diría que lo amo.

Heather sonrió. Y miró al cielo con los ojos cerrados— Felicidades, desbloqueaste un obsequio.

Astrid la miró con una ceja levantada, Heather abrió un ojo para observarla, cuando Astrid se dio cuenta de que era vigilada volvió su vista hacia el lago que reflejaba el cielo.

— ¿…Qué obsequio?— preguntó al fin sin mirarla.

— Acabo de tener esta misma conversación con Hipo. — declaró orgullosa, a lo que Astrid se quedó con la palabra en la boca.— Él dijo exactamente lo mismo que tú, "Le diría que la amo."— comentó imitándolo de la mejor manera que le salió. Astrid se sonrojó completamente y siguió mirando el lago.

— Este lago es como los pensamientos que tienes ahora, — Heather tiró una piedra destruyendo su tranquilidad— se arruina fácilmente, deberías dejar de ver imitaciones y mirar al original. — Heather levantó su mirada al cielo e hizo que Astrid también, ella sonrió.

— ¿Qué más te dijo?

Cuando el sol comenzó a asomarse por el horizonte Heather anunció su partida a su amiga.

— Entonces… te vas de nuevo— dijo tristemente Astrid después de abrazarla

— No te largues a llorar hasta que me valla— rió y caminó junto a Astrid hasta su dragón, quien se despedía de Tormentula.

— ¿Cuándo volverás?— preguntó la joven rubia desde el suelo. Heather sonrió tristemente.

— Esto no es un adiós…— declaró con otra sonrisa. Astrid sonrió

— ¡Heather!— exclamó un tercero desde el bosque. Ambas chicas se giraron para ver como Hipo venia caminando junto a Chimuelo, — ¿No te habías ido al atardecer?— preguntó mirando a Astrid con su nuevo peinado. — eh… hola.

Astrid asintió dando un pequeño "hola" también.

— Ese era el plan original. — comentó levantando los hombros, luego miró a Astrid— pero no le pude negar a mi amiga una charla de chicas

Hipo rió— Bien, vuelve pronto.

— Oh claro que lo haré, — Heather miró a Astrid— cuando esté lista.

Le ordenó a su dragón despegar, pero antes de irse gritó — ¡Y tú rubia! ¡Más te vale que cuando vuelva hayas avanzado! ¡Si no ya verás!

Astrid rió y dio un "¡Sí!" como respuesta mientras agitaba su brazo en señal de despedida hasta que Heather se perdió en el horizonte.

— Y… ¿de que hablaron?— preguntó Hipo mirando a Astrid. Ella miró al cielo

— Sobre lo lindo que es cielo estrellado.