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Ideafix=Dogmatix
Lechucita=Little Owl
Estamos en el 50 a.C donde toda la Galia ha sido conquistada por Roma. ¿Toda? No, una pequeña aldea aun resiste al temible invasor. Y es en esta aldea donde viven mis salvadores…pero bueno comencemos por el principio
Habían pasado meses desde que abandone Hispania, perseguida y acosada por los romanos, quienes eran por desgracia conscientes de mi fuerza. Ups, no me he presentado…me llamo María y son una chica mágica…si mágica…lo he dicho bien…nací con el don de crear una especie de fuego en mis manos y manejarlo a mi antojo sin quemarme…el caso es que los malditos romanos habían conocido la existencia de ese poder y me perseguían para eliminarme, así que emprendí un largo viaje a la Galia. Y fue la Galia la elegida para refugiarme en esa aldea donde aun no llegan las manos de Julio César (y espero que nunca lleguen por mi bien).
Era una mañana tranquila en el bosque de Armorica, me levante dentro de una cueva donde había estado durmiendo la pasada noche, puesto que no podía ir a ninguna posada en territorio romano (obvio si estas en búsqueda y captura). Me había despertado como siempre, con mis pelos de loca y me estaba desperezando cuando apareció mi fiel compañera Lechucita.
-¡Uuh uuh!-exclamo por su pico
Yo sonreí. La pequeña lechuza tenia apenas 2 años y se había convertido en mi inseparable compañera de aventuras. Me acompañaba a todas partes y se queda conmigo hasta tarde despierta.
-¡Buenos días!-exclame al ave
Entonces me di cuenta de que tenía un ratón en las garras.
-Veo que has ido a buscar el desayuno-dije contenta, me puse de pie-Pues yo no tardare-
Me estire de nuevo y me peine con ayuda de un cepillo que tenia en la mochila de cuero que llevaba a todas partes. Sali de la cueva. El sol de armorica me daba en la cara y era una sensación agradable si la mezclamos con la suave brisa que soplaba en esa mañana. Tenia la espalda dolorida de haber dormido sobre roca esta noche pero con suerte iba a ser la ultima que pasara así porque ya estaba cerca de la aldea de los irreductibles galos.
De pensarlo me puse contenta. Por fin un nuevo lugar al que llamar hogar y estar protegida de todos esos asquerosos romanos.
Abri el mapa de mi mochila y Lechucita, que ya se había comido el ratón, se acerco a mirarlo.
-Bien-dije al animal, desde que éramos compañeras tenia la costumbre de hablarla-Según el mapa que me entrego el jefe de aquella aldea, la aldea de los galos debería estar al norte del bosque-
-Uuh uuh-afirmo la pequeña
-Pues vamos-dije decidida
Ande por el bosque acompañada de mi lechuza, comí algunas bayas por el camino y continué andando hasta que los pies me mataban.
-Que dolor…-dije
Me apoye en una roca y mire mis pies…estaban llenos de rozaduras y ampollas, pues los zapatos que llevaba no eran muy aptos para caminar tanto.
-Debería haber cogido otros-dije a mi lechuza-Pero eso no importa…descansaremos un rato y luego seguiremos…-
Me senté en la piedra y Lechucita se puso a revolotear por los alrededores.
"Deberia meditar" pensé "Como me dijo aquel druida de Sopalajo de Arrierez y Torrezno"
Cruce mis piernas como hacían los antiguos y deje mi mente en blanco. Enseguida note como mi mechón de pelo cambiaba de color, como cuando usaba mis poderes y como un aura llameante me rodeaba.
Lo que no esperaba fue lo que ocurrió a continuación…
Note como algo correteo al lado mío y se marchó.
"Un animal seguramente" pensé
Lo siguiente que escuche fue un ladrido de un perro pequeño. Y después a Lechucita. Parecía que el perro y Lechucita estaban hablando. Pero después:
-¿Qué ocurre Ideafix? ¿Es un amigo tuyo?-
El perrito ladro como símbolo de contestación a esa voz masculina un tanto bobalicona pero alegre.
"Un momento" pensé "¡Personas!"
Me escondí rápidamente detrás de la roca y es que lo único que pensaba ahora es que por favor no fueran romanos. Por desgracia mi aura llameante seguía activa y por lo tanto, visible.
-A-asterix-dijo la voz un poco asustada-¿Es normal que las piedras ardan?-
"Oh no"pensé
Se escucharon pasos.
-¿Pero qué?-se oyó a otra voz distinta a la anterior, porque era más seria, aunque también era masculina por el tono
Los ladridos del perrito seguían y seguían. Entonces Lechucita respondió al perrito (o por lo menos eso me parecía):
-¡UUh uuh!-
-¿Pero que hace una lechuza aquí?-dijo la voz seria
-Debe de andar buscando algo-añadió la voz bobalicona-O debe de haber alguien ahí en el fuego…-
Enseguida mi aura desapareció.
-Se ha apagado-dijo la voz bobalicona sola y dando palmas
-Debe de haber alguien ahí…esto no es normal-añadió la voz seria
Escuche los pasos acercarse a mí.
-¡Romanos! ¿Sois vosotros? -dijo la voz alegre
-¿Romanos?-pense en voz alta
Las voces cesaron al oírme y me asome ligeramente por la roca. Vi a dos hombres, jóvenes pero más mayores que yo. Uno era grande y pelirrojo, tenia un casco con dos cuernos pequeñitos y unas trenzas que le caían y hacían dos lazos negros al final, unos pantalones a rayas azules y blancas unos zapatos marrones. El otro era más bajito que el pelirrojo y que yo. Era rubio y su pelo hacia puntas suavemente al final, su casco tenia dos alas que gesticulaban con el y una camiseta negra con un cinturón verde, una espada, pantalones rojos y zapatos marrones. Del cinturón colgaba una cantimplora atada con dos correas de cuero y ambos tenían bigote, pero no barba.
-¿No-no seréis galo-romanos no?-pregunte un tanto asustada al otro lado de la piedra
-¿Qué?-se extrañaron los dos
-No no no, nosotros no somos romanos-dijo el pelirrojo, a quien le correspondía la voz bobalicona- ¿Tu si?-
-¡¿Qué?!-me alarme, entonces me levante del suelo, mi pelo había vuelto a la normalidad-¡No! Que va…yo soy hispana…de hecho huyo de los romanos…-
AL verme los dos se quedaron sorprendidos…
-¿Eras tu quien estaba haciendo el fuego?-pregunto el pelirrojo
Con timidez, afirme.
-Pero estaba bajo control-dije
-Ah bueno…-me respondió el pelirrojo
El rubio seguía embobado y note como sus ojos estaban clavados en mi.
-Emm…¿puedes decirle a tu amigo que deje de mirarme así?-le dije al grandullon
-Asterix…-le sacudió un poco al rubio-¡Asterix despierta!-
-¿Eh? ¿Qué?-dijo despertando del trance el bajito
Yo me rei simplemente. Los dos juntos eran como complementarios y se notaba que se apreciaban mucho. El perrito, que me dicuenta que era blanco y negro se acerco a mi.
-¡Ay!-dije sorprendida-Que perrito más mono…-
Le acaricie suavemente y el correspondió a la caricia.
-¿Es vuestro?-pregunte
-Si…se llama Ideafix-respondio el pelirrojo
Lechucita bajo del cielo y se poso en mi hombro.
-¿Esa lechuza es tuya?-pregunto el rubio, que parecía haber vuelto del más allá
-Si…-respondí-Se llama Lechucita…o al menos así la llamo yo…me alegro de que hayas vuelto de tu viaje espiritual-
El que se llamaba Asterix se puso rojo a más no poder.
-No nos hemos presentado-dijo el grandullón-Me llamo Obelix-
-Y yo Asterix-añadió el rubio
-Y yo María encantada-sonreí y note de nuevo que el rubio se quedó pasmado "Que mono" pensé-¿Sabéis por casualidad donde esta la aldea los irreductibles galos?-
-Claro, somos de ahí-dijo Obelix sonriente
-¿Si? ¡Que bien! -dije contenta-¡Por fin he llegado!-
Los dos se me quedaron mirando raro, podía incluso leer su mente a través de sus ojos ¿Cómo una hispana, que venía desde tan lejos, quería ir a su aldea?
-Es una larga historia…-dije-¿podéis llevarme hasta vuestro druida?-
-Claro, será un placer-dijo Asterix-Vamos-
