Es una historia yaoi, relación chicoxchico, si no soportas ver de la mano a una pareja así, mejor ni le sigas y lee algo que no dañe tus finas pupilas.
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son de su excelencia Shungiku Nakamura (me escuche como Misaki), la historia es mía y es sin fines de lucro. Este es mi primer trabajo de Junjo Romantica, y estaba basado en el anime, un relato estrictamente Akihiko/Misaki, bajo la perspectiva de mi Akihiko-san, algo dificilillo, así que no sean tan duros conmigo.
Todo comienza unos meses después del anime, donde Misaki ya se graduó, y ha comenzado a trabajar.
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Como diría mi Usagi-san: La inspiración me vino de repente, prácticamente se escribió solo.
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Capitulo 1. Inusual.
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Mi nombre es Usami Akihiko, y a decir verdad no suelo tener demasiadas introspecciones, no como los personajes de los que escribo, pero últimamente, me siento ansioso, siento que algo no anda bien con Misaki, el hombre a quien amo ¿será que está demasiado estresado porque recién entro a trabajar de tiempo completo? ¿Y además sigue haciendo todo lo demás de la casa?
Parece tan normal, limpiando, cocinando; en la intimidad, por supuesto que sigue protestando cuando lo cargo a mí cama o simplemente lo tomo en la sala; pero sé que algo no anda bien, su primer semana de trabajo estuvo tan alegre y distraído como siempre, sin embargo este comportamiento inusual tiene dos semanas, estoy preocupado, debería dejar de atosigarlo. Ya me lo dirá, le daré un poco más de tiempo o tendré que ponerme a leerle mi novela BL que tanto odia.
Me ha volteado a ver desde la cocina y me ofrece esa sonrisa suya, tan inocente, pero el brillo de sus ojos es lo que me falta.
¿Qué será? Como suele caracterizarme, he sido directo y le he preguntado que le preocupa, pero dice que no es nada, o que es el trabajo, tal como pensé, pero no me convence. Lo veo cocinando tan concentrado, como siempre, parece que de verdad todo está bien.
—Itadakimasu.
Comenzamos a cenar en silencio. Nunca me ha incomodado el silencio, pero últimamente siento que el aire se está volviendo pesado entre nosotros.
Recién comienzo a llover, parece que será una tormenta igual que ayer.
—Usagi-san
Escucho decirme tímidamente, yo me remolineo entre las sabanas, pero me incorporo al sentir como se mete en mi cama, por cuenta propia, sin que yo lo traiga a rastras.
—Etto, es una tormenta eléctrica — me dijo avergonzado, con sus mejillas encendidas —, no te molestare.
La tormenta se escucha lejana, pero amenazante.
Me volteo y toco su hombro; ¿desnudo?
— ¡Está sin ropa! — Pienso, abriendo los ojos, asombrado —. ¿Me está provocando? No lo entiendo, sabe que solo necesito su presencia para eso, aun con esa chamarra desgastada que tanto le gusta usar para mi disgusto, me excita.
—Misaki… —susurro.
Creo que ya se durmió, le encanta torturarme, lo dejare pasar por esta vez, sí esta estresado lo mejor será que descanse, pero antes de girarme, sorpresivamente se ha lanzado sobre mí.
— ¡Misaki!
—Tengo frío, no te creas demasiado, baka.
Trago saliva discretamente, ¿está desnudo, para mí? ¿Y muy dispuesto para…?
—No creo que tengas frio, estas muy caliente, ahí abajo — señaló con mi dedo.
Me calla con un beso, desesperado y profundo, creo que finalmente he arruinado a Misaki, y ya no es más ese tierno ángel, de alas blancas, las ha cambiado a negras, por mi culpa.
—Usagi-san… hoy tú serás mi presa y yo el depredador.
Difícilmente me sonrojo, pero ha conseguido sacar el carmín en mis mejillas.
Subo mis brazos, para que me desnude, sé que no lo hará, no sería la primera vez que se acobarda, sin embargo, lo hace, y comienza a tatuar besos calientes y mojados sobre mi pecho, abriéndose paso cada vez más abajo, se detiene en mi ombligo, no seguirá, lo cual no me molesta, ser el que está a cargo, se me da bien. Jala con violencia mi pijama, dejándome expuesto, atónito y la virginal boca de Misaki, pierde su pureza entre mis piernas.
El sonido de la letra A, inunda la habitación, y nuestros gemidos se pierden con los rayos, cada vez más cercanos.
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Comentarios.
Gracias a mi Beta PaulaLunatica, ¿qué haría sin ti? Ya me puse romántica, mejor así lo dejamos, hasta el siguiente capítulo.
